𝗕𝗿𝗲𝗮𝗸 𝗺𝗲 𝗼𝗻 𝗽𝗶𝗲𝗰𝗲𝘀 like we used to love.
(play the music)

HOPPER'S CABIN
Hawkins Indiana

Hablando de la chica, nuestra protagonista recién con las lágrimas secas dió un salto en seco al escucharse neumáticos derrapar con dureza sobre el caminillo de piedras frente a la cabaña, fue hasta la ventanilla para asomar el ojo y ahí estaba un coche negro, bastante extraño debido a sus ventanillas polarizadas de un negro azabache. Cúmulo de voces hablaban de par en par, escuchaba pasos acercándose a la puerta principal y luego un estallido de la misma puerta que cayó al suelo de golpe. Por el espacio entró una señora de pelo canoso. Irisha elevó por los aires a aquella mujer con lentes solares, esta se quejaba por la fuerza que era ejercida.

-¿Quién demonios es usted? -preguntó casi al borde de un grito abrumado, estaba en un descontrol emocional del cual le costaba salir de más en más.

Una chica menor empujó con telequinesis a la oji violeta pasando por el umbral de la puerta. Irisha se levantó después de chocar contra un mueble no muy fuerte. Se resignó al fruncir el ceño y ver a la chica de cabello castaño, Jane.

-Hermana espera, estamos de tu lado -le suplicó antes de calmarla frente sus ojos‐ tranquila no te vamos a lastimar

¿Acaso la había llamado hermana? el tono con el que lo había dicho sonaba tan sincero que la hizo alzar ambas cejas
Un nudo en la garganta se le formó al ver aquél rostro, tal cómo lo recordaba, un aire de nostalgia la invadió poniéndola más sensible de lo que estaba.

-Once.. -la menor sonrió entre lágrimas de igual forma que la oji violeta.

Irisha no pudo evitar envolver a su hermana pequeña en un abrazo, el corazón se le estaba desbordando por todas las emociones haciendo que le fuera imposible no tartamudear

-Te extrañé -soltó siendo estrujada de amor- me estás aplastando-bromeó limpiándose las lágrimas- tengo amigos, algunos de ellos están afuera, quieren conocerte

‐Suena fabuloso, me gustaría conocerlos también peque-sus deseos fueron concedidos pues ahí estaban tres chicos apoyados en el negruzco automóvil

Notó a la distancia como una chica pelirroja le mostró una sonrisa débil, esta adolescente llevaba compañía a su lado, un chico de cabello lizo con corte de hongo, uno con rizos castaños cubiertos con una gorra de estampados llamativos y el otro que parecía mayor a los tres, llevaba el cabello largo un poco revoltoso y una camisa de manga larga con letras negras diciendo "Hellfire Club"

Eddie se giró discretamente hacia Dustin y Max.

-Nadie me había dicho que la hermana de su amiga era tan linda -respondió de forma coqueta a pesar de recibir miradas de indiferencia por parte de los menores, especialmente de Mayfield quién se alejó de ellos para ir a saludar a la oji violeta, acercándose hacia donde estaba

-Hola me llamo Max, Once me habló mucho y en verdad mucho sobre ti, por fin se me hizo conocerte -su personalidad le agradaba, era amable, entusiasta pero con un ligero y rudo sarcasmo, lo notaba en la rudeza de sus gestos- esos de atrás son Eddie, Dustin y Will..amigos también

-Hola Max, es lindo saber que mi hermana después de tanto tiempo no me olvidó-las chicas se sonrieron

Cuando mencionaron sus respectivos nombres les saludó con palma bien espirada. Dustin le devolvió un zape en la cabeza a Munson ya que había estado siguiendo el saludo por más de un minuto, luego ambas hermanas se echaron a reír. Seguidamente la mujer de pelo cenizo se quitó las gafas pasando por enfrente de Irisha.

-Mamá, que sorpresa -se dirigió a la mujer con un tono de sarcasmo, pues para ella era una mentirosa que la había abandonado- ¿que haces aquí?

-Eres hermosa, tu cabello rubio, tus manos -sonrió la mujer- mírate, eres toda una mujer, hija..

Irisha agradeció el halago, la mujer habló posteriormente de haberla abrazado con pocas ganas, no sabía si debía confiar en la misma persona que la traicionó en su adolescencia, un presentimiento, un presagio se apoderó de su mente, en un impulso inconsciente soltó sus pensamientos al aire,"Ya dime lo que sucede, ¿por qué estás aquí? " proclamó con temor de que sus especulaciones fueran ciertas.

Jane buscó la mano de su hermana mayor, la tomó pegándola en su pecho, ambas se miraron un tanto preocupadas.

-Habla ya mamá, Peter llegará muy pronto y no creo le guste saber de tu visita-estaban a punto de dejar los rodeos de una forma poco sutil

-Peter, esa es la cuestión -la mujer titubeo, dió un paso hacia la fugitiva- el no llegará

Irisha arqueó una ceja, llena de miedo se apartó

-No, eso no es cierto, el siempre llega, no me abandona como tú y papá lo hicieron, ay no..discúlpame, olvidaba que ustedes ¡no son mis padres! -sus ojos violetas se habían hecho más luminosos, una cosa extraña.

-Irisha, por favor escucha, Peter está muerto -el corazón se le aceleró de inmediato, lo negó con las palabras que se salían de su boca, pero la mujer no se detuvo- siento que hayas tenido que enterarte de esta forma

¿Pero qué estaban diciendo? Si Peter era tan real, era imposible que lo que estuvieran diciendo fuera cierto.

-Deja de mentir, lo he visto hace ya unas horas -su mirada fue hasta su hermana- ¿y tú le crees?

Once bajó la mirada, Irisha sonrío conteniendo el enojo.

-Ya veo, piensan que estoy loca ¿no? si no me creen, él trabajaba con Jonathan Byers y Nancy Wheeler, vamos, háganles una llamada ¡llámenlos!

La mano de Jane se fue hasta el hombro de su hermana.

-Eso es imposible, los conozco a ambos y jamás trabajaron con nadie, Nancy repartía cafés junto a Jonathan que se encargaba de las fotografías, nunca hubo un compañero.7

Su mundo se vino abajo, fue un balde de agua fría en pleno invierno, ¿esta era una clase de jugueteo pesado? si era así no era para nada ameno.

-En el 79, el laboratorio fue casi destruido en la planta baja. Según parece fue a causa de una explosión que casi acabo con todos -confirió dando pequeños espacios- de la cual tu padre, Once y tú lograron sobrevivir.

Una terrible ráfaga de luz se le vino a la mente, el recuerdo de gritos en el laboratorio cuando escapaba al lado de Peter, flashearon a la mente las manchas de sangre que ahora parecían más claras.

-Es cierto lo que dice -Jane habló manteniendo el margen cauteloso- cuándo yo desperté estaba en la camilla, Papá tomó mi mano y dijo que mejoraría, pero después de eso empezó a experimentar conmigo, me obligó a viajar a la oscuridad, si no lo hacía me castigaba encerrándome por un día entero en el cuarto prohibido.

El cuarto prohibido era esa habitación para que los niños rebeldes obtuvieran disciplina, un método correctivo errado y bien torcido

Max sacó de su bolso un sobre con sello del laboratorio, quitó las ligas de plástico y extendió amablemente las fotografías del buzón a Irisha, quién al ojearlas se dejó caer de rodillas al suelo.

Las fotos eran varias, desde un informe que obtuvo la CIA de los fallecidos del laboratorio con el título más directo posible "El proyecto MKUltra ha fallado, necesitamos que nos den un año más, se los suplico" hasta las fotos en cámaras de seguridades de la tienda esa misma noche del escape, y en todas estaba sola. No había ninguna figura masculina, el sentimiento no pudo ser ocultado, un grito de dolor hizo estallar los pocos vidrios del lugar.

Sentía que el aire le faltaba, no podía evitar ahogarse en su terrible sufrimiento.

Más recuerdos aparecían continuamente, entre ellos había uno en especial por el cuál se quedó ahí con un vacío interno recreando la situación, la noche en la que creía había sido la mejor de su vida junto a Peter, la vez del patinaje, apretó la imagen contra su pecho.

-¡No, no puedo dejarlo ir, esto no es justo!-gritaba con desesperación, sin poder hacer nada- no es justo no es justo -repetía- yo lo amaba, lo amo tanto

-Todo estará bien, tranquila -repetía Once- hermana no estás sola, respira vamos, yo sé que puedes ‐acariciaba su frente ocultando sus lágrimas tras una sonrisa para Irisha- eso es, respira.. tu me ayudaste cuando era niña, ahora debo cuidar de ti ‐acarició suavemente los pómulos de la rubia

Los obres de Irisha se inundaron en un mar de lágrimas, los labios le temblaban a tal grado de hacer silbar un tenue pero audible sonido con los labios. Su nariz se arrugó al recordar las manos, los ojos y toda estructura anatómica de Peter, nunca había amado ni si quiera a su familia adoptiva, le quemaba el hecho saber que todo era producto de su imaginación. Un escudo emocional,

Extrañaba el tono de su voz, el olor de su perfume, sus abiertos ojos color celeste examinando todo en ella, su aroma a cigarro y café, sus manos tocando su piel, los labios sobre los suyos bajando hasta su cuello, su manera de vestir, de reír, de hacerle el amor, de alegrar sus días, de salvarla.

Una parte de si misma se negaba con terquedad a la poca esperanza

Once rápidamente la envolvió en sus brazos, notaba como la respiración de su hermana mayor se cortaba, parecía que se encontraba perdida, no podía resistirse a llorar, por lo que rápidamente estaba sintintiendo el dolor que le transmitía.

Las cuerdas vocales de Irisha le molestaban, pero no le daba importancia pese al dolor emocional que retenía, se sentía una loca, había inventado todo este tiempo una vida que era una farsa. Sólo el amor puede lastimar así.

El sentimiento de soledad se adueñó de ella como nunca antes, enfocada en su dolor, deseó con toda su que esto fuera solo una mentira, estaba acostumbrada a ellas, pero esta vez lo deseaba en verdad, era una lástima que esta fuera su triste realidad, vivir en un mundo oscuro gracias a su padre, el causante de todo su dolor, el Doctor Brenner.

-¿Que dices Irisha...? ¿vamos por ese imbécil? -gruñó Max refiriéndose a Brenner

Una voz corrigió a la menor

-¡Max, lenguaje! -Eddie se cruzó de brazos con el gesto serio en lo que la pelirroja le volteaba los ojos de la misma forma- se dice, vamos por ese hijo de su perra madre

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Gif by - mitchxlE

Gracias a todos por leer, también me duele el final.