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ᰍ . ° 𝖺𝗇 𝗎𝗇𝖿𝗈𝗋𝗀𝖾𝗍𝗍𝖺𝖻𝗅𝖾 𝗉𝖺𝗋𝗍𝗒 .ᐟ ˎˊ˗
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La oscura playa estaba iluminada por la luz de la luna. Mia estaba sentada en la orilla, con las rodillas apoyadas en su pecho, mientras escuchaba música através de sus auriculares. Después de que Sarah le insistiera por tanto tiempo para ir a la fiesta, ella no tuvo otro remedio que aceptar. Pero Mia no disfrutaba nada juntarse con gente de su edad, y menos en fiestas, donde bebían y gritaban. Y Mia odiaba estar rodeada de gente que gritaba.
Era casi imposible que pudiera lograr escuchar la música de sus auriculares porque la gente de la fiesta hablaba demasiado alto. Tuvo que poner el sonido de su teléfono al máximo.
Estaba aburrida; se podría decir que llevaba aproximadamente dos horas sentada en la orilla de la playa, dibujando en su cuaderno la enorme luna llena reflejada en el mar o entreteniéndose mirando las olas romperse contra la orilla. También traía comida. Supuso que en la fiesta tan sólo habría alcohol en las mesas, por lo que ella trajo unas galletitas con pepitas de chocolate para comer.
Mia era una persona bastante asocial. Nunca se juntaba con nadie en el instituto ni salía nunca de casa; para ella era mejor ignorar a todos y estar en su propio mundo, alejada de los problemas que una persona de su edad debería tener como relaciones o amistades.
Sus padres nunca le prestaban atención, la atención de ambos siempre recaía en Sarah, la hija favorita de la familia Cameron. Y aunque Mia sabía que no era su culpa, no podía evitar enfadarse con Sarah cuando sus padres le daban toda la atención. Y a pesar de sus diferencias con su hermano, Rafe, entre él y ella se apoyaban mutuamente en este tema, ya que su hermano mayor también solía ser bastante ignorado y algo despreciado por sus padres.
—¡Mia! —alguien gritó su nombre.
Ella se quitó uno de los auriculares que llevaba puesto y empezó a buscar con su mirada a la persona que le había llamado.
Cuando Mia reconoció a Sarah, que le hacía señas para que fuera con ella, guardó su cuaderno y sus galletas en su mochila, paró la música que sonaba en su móvil y se acercó a Sarah y a Topper, que estaba a su lado.
—¿Te has aburrido demasiado? —le preguntó Sarah.
—Que va —mintió Mia.
—Mientes fatal —se burló Sarah pasando un brazo por los hombros de Mia mientras reían.
—¿Vienes con nosotras? —le preguntó Mia a Topper—. Sarah y yo íbamos a ver una película.
—Sí, claro —aceptó Topper bebiendo un trago de su bebida—. ¿Qué peli tenéis pensado ver?
—Bueno, he pensado que podríamos ver Mamma Mía o tal vez alguna de Harry Potter —Mia sonrió—, pero si ninguna de las dos os gusta siempre podemos ver...
—¡Espera! ¡Oye, Sarah! —alguien interrumpió a Mia. JJ Maybank se acercaba a ellos con John B siguiéndole—. Sarah, ¿te apetece una rica bebida de Milwaukee? —le preguntó ofreciéndole la bebida.
—No, gracias —respondió mirando el vaso de reojo mientras apartaba la bebida de ella—. Ya he bebido bastante.
—Vamos —insistió JJ, pero Sarah negó de nuevo—. ¿No es lo suficientemente elegante para ti? —le cuestionó JJ, pero Topper se puso en medio de ellos.
—¿Sabes qué? La tomaré yo —le dijo Topper acercándose para coger el vaso, pero JJ lo alejó de él.
—Está bien que la quieras, pero no te la ofrecí a ti —sonrió JJ mientras John B a su lado lo miraba con algo de preocupación—. Tal vez, si me lo hubieras pedido por favor... pero no lo hicistes.
—¿Por favor? —se burló Topper.
JJ volvió a insistir con darle la bebida a Sarah, pero Topper golpeó el vaso haciendo que toda la bebida cayera encima de Mia por accidente.
—¡Que no la quiere, idiota! —gritó el Kook.
Entonces, JJ empujó a Topper, agarrándolo fuertemente de su camisa mientras John B y Sarah intentaban separarlos. Sin embargo, cuando por fin Sarah y Topper decidieron retirarse con Mia para ir a casa, Topper gritó.
—¡Putos Pogues!
John B caminó hacia Topper enfurecido, empujándolo bruscamente.
—¡Se suponía que íbamos de incógnitos! —exclamó Pope, pero calló al instante en el que Topper le dio un puñetazo a John B, tirándolo al suelo.
Por un lado, Pope trataba de mantener quieto a JJ sujetándolo con sus brazos, por otro lado, Sarah y Kiara gritaban para que John B y Topper se detuvieran. Mia, sin embargo, se mantuvo callada; estaba tan atónita que las palabras eran incapaces de salir de su boca.
—¡Topper, para ya y vámonos! —le gritó Sarah, pero Topper la ignoró y le dio una patada a John B, que se encontraba aún tendido en el suelo.
—Oye, John B, no me hagas ahogarte como a tu viejo —le dijo Topper cruelmente.
Mia empezó a morder su labio inferior nerviosamente mientras observaba como la situación iba cada vez a peor. ¿Cómo se atrevía Topper a decirle aquello a John B? Ni siquiera quería saber qué estaba sintiendo John B en aquel momento, porque perder a un padre era de lo peor que le podría pasar a alguien.
John B se levantó con rabia y corrió hacia Topper, arrojándolo al suelo, aunque el Kook se levantó rápidamente de nuevo y volvieron a enfrentarse a golpes, ignorando los gritos de sus amigos pidiendo que se detuvieran.
—¡Eso es, John B! ¡Más fuerte! —le animó JJ al ver cómo John B le daba un puñetazo en el rostro a Topper. Mia no pudo evitar darle una mirada de incredulidad.
Pero entonces, Topper retomó su postura y se lanzó encima de John B, cayendo ambos sobre el mar. Entonces, el Kook cogió la cabeza de John B y la sostuvo bajo el agua.
El ambiente se volvió bastante tenso; toda la gente que antes animaba la pelea ahora estaba en total silencio, observando aquella escena con inquietud.
Mia estaba asustada; Topper estaba ahogando a John B en frente de sus narices y ni ella ni nadie estaba haciendo algo para detenerlo. A veces odiaba ser tan cobarde y débil, eran dos cualidades que sentía que la volvían vulnerable. Pero agradeció mentalmente cuando vio a JJ acercarse a Topper por detrás, evitando que el Kook lo viera; pero lo que Mia no esperaba era que JJ sacara una pistola de su bolsillo y la colocara en la nuca de Topper.
—Sí, sabes lo que es —murmuró JJ sosteniendo la pistola firmemente mientras Topper empezaba a ponerse tenso—. Tú decides, hermano.
En aquel momento, la gente ya había salido corriendo de la escena, y en la playa tan sólo quedaban los cuatro Pogues y los tres Kooks.
—¡Baja el arma, por Dios! —exclamó Sarah alarmada, mirando con preocupación a su novio.
—¿Has dicho algo, princesa? —respondió JJ con burla sin alejar la pistola del cuello de Topper. Mia lo miró con incredulidad, incapaz de creer que realmente el Pogue parecía estar tomándoselo a broma.
—Estamos bien, tío... —susurró Topper con voz temblorosa mientras colocaba sus manos a ambos lados de su cabeza. Pero JJ tampoco bajó su arma pese a que Topper se hubiera rendido.
—Kie, ¿revisarías al psicópata de tu amigo, por favor? —la morena hizo una mueca de desagrado cuando escuchó a la princesa Kook hablándole.
A pesar de que Mia estaba temblando como una gelatina por la ansiedad que le causaba ver la pistola en el cuello de Topper, carraspeó su garganta lo suficientemente alto para que JJ girara la cabeza en su dirección.
—JJ, suelta la pistola, por favor —le pidió Mia, tratando de verse lo más segura de sí misma, aunque a la vista estaba que la Kook estaba temblando por los nervios y pálida como un fantasma—. Nos iremos ya de esta parte de la isla, pero bájala ya.
No le preguntéis por qué, pero al ver cómo Mia estaba en su lugar paralizada por el miedo, JJ lanzó a Topper bruscamente al agua y alzó la pistola.
—¡Escuchadme todos! ¡Largaos de nuestro lado de la isla! —gritó JJ mientras disparaba dos veces al cielo, haciendo que Mia se sobresaltara del susto.
JJ aún seguía buscando en su mente el motivo de por qué demonios le había hecho caso a una Kook. Tal vez le había descolocado un poco el hecho de que no hubiera perdido su compostura ante aquella situación como su hermana, y se dio cuenta que apuntar a Topper con una pistola no era una buena idea.
Entonces, cuando Mia se giró, vio a Topper y a Sarah corriendo hacia su coche sin esperarla. Cuando escuchó el ruido de un motor, pudo imaginar que la habían dejado sola en la playa. Ni siquiera quiso caminar para comprobar si seguían ahí, conocía a Sarah y a su novio, y sabía que se habían olvidado de ella, como hacían casi siempre. Eso que dicen de que el miércoles es el peor día de la semana por estar en el medio, era lo que le pasaba a Mia: ella era el miércoles para su familia.
Y cuando Mia dejó de pensar, vio a lo lejos que John B seguía tirado en el agua, y al ver que sus amigos tan sólo estaban gritándose entre ellos, corrió hacia él.
—John B —susurró agachándose de rodillas a su lado, tocando el pecho del chico para asegurarse de que su corazón seguía latiendo—, aguanta un poco más, ahora traigo a tus amigos.
—¿Estás loco? —Mia vio a lo lejos como Kiara empujaba a JJ hacia atrás.
—¿Por qué has hecho eso? —le cuestionó Pope molesto, pero JJ les calló.
—Le he salvado la vida, ¿vale? —exclamó levantando sus manos—. ¡Vosotros sólo estabais mirando!
Mia miró a John B con desesperación; tenía un colapso en su mente en el cual estaba debatiendo sobre qué opción era mejor escoger en aquella situación. Pero cuando vio a John B en sus brazos inconsciente, supo que la mejor opción era alzar la voz, pese a que Mia odiaba hacerlo.
—¡Vuestro amigo está aquí tirado en el agua y vosotros estáis ahí discutiendo! —gritó Mia lo mejor que pudo, haciendo que Pope, Kiara y JJ miraran hacia ella.
Rápidamente, los tres se acercaron a ella; Kiara se arrodilló a su lado y apoyó la cabeza de John B sobre sus piernas.
—¿Y tú qué haces aquí? —le preguntó JJ con desconfianza.
—Mira, no conozco de casi nada a John B y estoy intentando ayudarle. Si no os hubiera gritado, ninguno de vosotros se habría dado cuenta de que John B seguía tirado en el agua —le recriminó ella furiosa—. Además, mi hermana y su novio se han ido y me han dejado aquí sola —murmuró ella, bajando el tono de su voz cada vez más.
—Puedes venir con nosotros —le ofreció Kiara al instante y Mia la miró nerviosamente—. Venga, Mia, sabes perfectamente que con quien tengo un problema desde la academia Kook es con tu hermana.
Mia sonrió levemente al escuchar a Kie decir aquello, sin embargo, sentía que aceptar la oferta supondría otro cargo para los Pogues. Prefería marcharse a casa y descansar, y así dejar que los Pogues pudieran ayudar a John B en su recuperación.
—No quiero molestar, de verdad, Kie —negó ella—. Volveré andando, mi casa está a quince minutos de aquí, no es tanto...
—¿Estás bromeando? —Kiara la miró incrédula—. Estás demente si piensas que voy a dejar que te vayas sola a tu casa a estas horas. Ven con nosotros, Mia, no eres una molestia, de veras —insistió la Pogue mientras Pope, a su lado, asentía conforme con la idea.
Mia estuvo unos segundos callada. No estaba segura de que realmente JJ, Pope o ella estuvieran cómodos con la idea de acogerla durante una noche, pero no tuvo más remedio que aceptar la oferta. Al fin y al cabo, era muchísimo mejor que volver de noche sola.
ᯓ★ 𝗺𝗮𝗱𝗱𝘀𝗰𝗹𝗶𝗻𝗲
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