Extra seis. 𑄝
Unos años atrás...
Eunchae bajaba por el tobogán y en seguida corria de nuevo hacia las escaleras, para deslizarse nuevamente. Su madre la miraba desde su lugar con dos algodones dulces en cada una de sus manos, uno a medio comer y el otro intacto, la pequeña le había prometido que se deslizaría cinco veces más e iría con ella, pero ya llevaba unas ocho. Aún asi Kazuha no se atrevió a decirle nada, porque ella mismo estaba disfrutando de verlo divertirse.
Su conciencia pesaba cuando se daba cuenta de que le faltaba pasar más tiempo con su cachorro, el trabajo consumía gran parte de su tiempo desde que habia sido ascendido y sino estaba trabajando estaba cansado como para levantarse de la cama, aunque hacia su esfuerzo, creia que no se esforzaba lo suficiente. Eunchae pronto cumpliria siete años, lamentaria no haberle dedicado el tiempo que merecia.
La pequeña se levantó del tobogán, con la respiración agitada, ya estaba cansada. Limpió sus rodillas con sus manos y corrió hacia la alfa que estaba con su vista posada sobre ella y sin más tendió sus manitas pidiendo para que le entregara el dulce color rosa, su madre asintió pasandoselo de inmediato y ella sonrió cuando pudo llevarlo a su boca, sintiendo como se deshacía en esta.
—¿Ya estás cansads? — preguntó la mayor, tomando su mano libre para llevarlo hasta el banco situado allí en el parque.
La niña negó repetidas veces sacándole una sonrisa por la pequeña mentira. Guió su mano hasta su cabeza, despejando su frente de los mechones de cabello que se habian pegado en esta.
Miraba a su hija comer y un sentimiento molestaba en su pecho, un dia ya no sería su pequeña cachorro, no iria con ella a gastar la energía en el parque y jugar entre todos esos juegos, y aunque eso parecia estar muy lejos de acontecer algún día pasaría, su hija tiene que crecer.
Sintió la pequeña mano de Eunchae sobre su pierna, sacándola de sus pensamientos se fijó, la cachorro limpiaba su mano en la tela de su pantalón.
—Hey—llamó su atención, sorprendiendola y tomó su mano para limpiarla con una servilleta que tenia en su bolsillo.
—Mamá. — la pequeña habló, dejando de lado su dulce por unos segundos.
—¿Unm?—dijo el mayor, para que supiera que lo escuchaba.
—¿Algún día tendré un hermano? —preguntó con inocencia. — Quiero un hermano para jugar, Garam tiene uno, Harua tiene una, ¿Por qué yo no?
Kazuha boqueó como un pez ante lo dicho por la menor, no lo esperaba, no en ese momento. Eunchae ya habia mencionado antes su deseo por un hermano pero tenía algún tiempo sin volver a expresarlo. No le sorprendia, era una niña y solo estaba considerando lo bueno de tener la compañía de otro niño.
Pero no sabía que contestarle, hace nada estaba teniendo pensamientos culposos sobre el tiempo que le dedicaba, ¿Cómo podría pensar en otro hijo si apenas podia pasar tiempo con ella? Sumándole el hecho de que su omega no tenia deseos de tener otro bebé y eso era algo que ella respetaba. No negaba que si deseaba otro hijo pero reconocía que no estaba en las mejores condiciones para tenerlo justo ahora, tal vez en un futuro... Pero no quería ilusionarla.
Quizás podría mentirle diciendo que si tendría un hermano algún dia, Eunchae era una niña que podía olvidar lo fácilmente, pero no le gustaba mentirle a su pequeña.
—No lo sé hija, darte un hermanito implica mucho trabajo para Mami Won y para mí.
La pequeña hizo un puchero ante su respuesta.
—Y puedes jugar con tus amigos, ¿No te gusta? Te llevamos seguido para que juegues con Harua.
—Pero quiero un hermanito, que sea mío—habló, volviendo a comer su algodón dulce. — Yo los ayudo a cuidarlo, prometo que seré una buena hermana mayor.
Kazuha rió, a veces los niños no sabian lo que decian.
—Pero tendrias que esperar muuchos años para que pueda jugar contigo, Harua aún no puede jugar con Hyerin, todavía es muy pequeña, ¿Estás dispuesta a esperar que crezca?
La niña asintió repetidas veces.
Claro que sí, estaba dispuesta a esperar muucho para que su hermanita creciera. Pero necesitaba convencer a sus Mamás de dárselo.
—Bueno, pero Mami Won y yo estamos muy felices con tenerte solo a ti y que nuestra atención sea todo tuya, con otro bebé no sería asi—intentó convencer la mayor a su hija.
Bueno. También le gustaba ser la única bebé de sus Mamás. Tendría que pensarlo muy bien apartir de ahora.
Que dificil decisión.
—Bueeno—contestó la pequeña niña. —Mejor llevame al columpio y me empujas cinco veces mientras lo pienso.
Kazuha rió por lo ocurrente que era su hija, pero aceptó el trato, tornando su pequeña manita entre las suyas para guiarla hasta el columpio. Se sentia bien con un solo bebé y por ello intentaría darle toda la atención que merecía, para que no se sienta sola nunca.
Unos años después...
Las fuertes carcajadas de los niños llegaron a sus oidos, haciéndole sonreir por instinto, por un momento sintió como si tuviera un deja vu, mientras los veía correr de un lado a otro en el viejo parque que acababan de remodelar. Cuando vió la noticia en redes sociales no dudo en sacar a su familia de casa para llevarlos alli donde habian creado tantos recuerdos años atrás.
En sus manos habian tres cajas de churros y una a medio comer. Si, se sentia exactamente como aquellos dias, con la diferencia de que ahora no era solo un bebé.
—Eun noona, a mi, a mi. — lloriqueó el pequeño extendiendo sus brazos a la mayor, que en ese momento empujaba a Jungwon sentado en el columpio.
—Hanni, empujame! — gritó Riki, pero esta se negó, estresada porque ya era su turno de subir al columpio pero ni Jungwon ni Riki querian bajarse.
Eunchae negó repetidas veces dándole un empujón a Riki y saliendo de detrás del columpio para cargar a Hanni, que tenía un puchero inconforme en su carita.
—Han, acabas de bajarte, ahora es el tumo de Riki—le explicó con paciencia pero la pequeña no quitaba su cara de molestia, ella quería jugar en el columpio
La mayor caminó con la niña en brazos hasta el banco, donde la alfa observaba todo con claridad y les sonreia tomándole diversas fotos.
Hanni se removió cuando vió las cajas de churros, queria comerse todo antes que sus hermanos por hacerlo bajarse del columpio, pero Eunchae la sostuvo con fuerza.
—Oh, ¿Qué tiene mi bebé? — habló Kazuha con la voz aniñada que usaba para hablar con los pequeños.
—Quero ir al columpio pero Wonie no baja, Mamá —expresó entre pucheros tendiendo sus brazos para que su Mamá lo tomara.
Kazuha sabía lo dramática que era Hanni y sabia también que ya había pasado bastante rato balanceándose en el juego, pero le siguió la corriente para no desesperarlo más.
—¿Por qué no te quedas aquí con mamá mientras esperamos que mami Won vuelva del baño? Podemos comer algunos churros—le dijo tendiendole uno, a lo que la pequeño asintió repetidas veces, tomando el churro y pasando de los brazos de su hermana a los de la alfa—¿Estás cansada, Manchae?
La joven negó varias veces, mintiendo, había estado de un lado al otro ayudando a los trillizos a subirse a los juegos.
Kazuha palmeó el lugar vacio al lado del banco para que su hija mayor se sentara junto a ella y asi lo hizo la omega, viendo desde su lugar como los columpios de sus hermanos iban deteniéndose poco a poco, seguro gritarian pidiéndole que los empujara.
—Eres una gran hermana —soltó la alfa.
—Hago lo que puedo —respondió Eunchae, sonriendo sin mostrar los dientes. — Supongo que tener hermanos siempre fue un deseo, a pesar de mi reacción al enterarme aquel día, con el tiempo la idea me hizo bastante ilusión y bueno, ahora tres bebés me controlan.
La alfa rió, bueno a ella la controlaban cinco.
—Me alegra que sean tan unidas, creo que los trillizos llegaron justo en el momento que tenian que llegar...
—Toma, má—Hanni lo interrumpió metiendo un churro en su boca sin previo aviso, sacándole risas a Eunchae y a la misma Hanni.
Se sentia joven cuando estaba con sus hijos, ese espiritu jovial se sentía presente y así deseaba sentirse por mucho tiempo, disfrutando de su amada familia.
— Mami! ¡Mami! ——escuchó los gritos de los dos niños, volteando para ver que en efecto Chaewon estaba devuelta y trala consigo varios algodones de azúcar.
La omega se apresuró a ir hasta donde sus pequeños para bajarlos del columpio y como pudo tomó la manita de Riki quién tomó la de Jungwon, caminando juntos hasta el banco donde estaba sentado su esposa e hijas.
—¿Me perdí de algo interesante?—preguntó mientras sentaba a los dos niños en el coche para bebés en donde los habian llevado y dandole a cada uno un algodón.
—No, solo tus hijos corriendo de un lado a otro haciéndome quemar colorias. —contestó Eunchae tomando el algodón que la omega le ofrecia. Chaewon rió
Y es por eso que se encontraba en forma, y con bastante resistencia, tener trillizos no era ninguna broma.
—Gracias por venir Eunie, temía que por la universidad no pudieras, ya tu Mamá se iba a echar a llorar.
—Hey —exclamó la mayor al verse expuesta por las palabras de su esposa.
Eunchae sonrió, sintiéndose feliz por poder unirse al plan familiar.
— No llores, vieja. — palmeó el hombro de su madre alfa. — No me gusta perderme las salidas familiares, pero bueno, en una hora más o menos viene Garam por mi.
Kazuha soltó un pequeño gruñido ante la mención de la alfa. Hace algunos meses empezaba a ser una persona recurrente, según Eunchae no eran nada pero tenía ciertas sospechas.
—Kazuha por Dios—regañó Chaewon a su esposa — ¿Por qué no le dices que se quede? Ibamos a comer pizza.
— Pizza—gritó Jungwon, seguido por sus hermanos, felices porqué no era algo que pudieran comer con frecuencia.
—¿Es decir que ahora tengo que verla mientras como? —bromeó la mayor, no tenía nada contra la menor, por el contrario. Pero seguía siendo el madre alfa de Eunchae, alguien tenía que cuidarla.
—Le preguntaré a ver si quiere. —contestó la joven omega.
Otra vez Kazuha sintió un deja vu de aquellos viejos días, cuando se martirizaba pensando en que Eunchae creceria y ya no seria su cachorro, y que tampoco volverían al parque juntas. Negó por ello, fue un poco pesimista al pensar aquello.
En efecto Eunchae había crecido, ya no dependia más de ellos, pero sería siempre su cachorra, la edad no significaba nada cuando el amor que se tenian como familia era tan fuerte y ahora con tres cachorros más se encargaria de ser la mejor madre, para que en un futuro sus hijos desearan seguir jugando junto a ella y a Chaewon, por mucho tiempo.
꒰ kiki's note : Ha llegado el final de esta adaptación, me ha gustado mucho adaptarla y siento mucha alegría al terminar la, espero les haya gustado tanto como a mi! ♡♡
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