➤ U 。
"U" de "Uvas"
ㅡ Me voy de compras, ¿necesitas algo? ㅡpreguntó, mirando a su pareja girar en la cama.
ㅡ ¿Qué vas a comprar? ㅡle preguntó, con una sonrisilla.
ㅡ Frutas... Verduras... ¿Carne? ㅡmiró al techoㅡ ¿Quieres galletas?
ㅡ Claro, suena bien.
ㅡ Bien. Nos vemos en unas horas.
Tomó su bolso y comenzó a bajar las escaleras.
Seguía sin entender por qué la alcoba que compartía con Bonnibell estaba tan alta y alejada en aquella torre. Pero, dispuesta a subir y bajar escaleras por ella.
Un suspiro escapó de sus labios y escuchó un estruendo tras de sí cuando abrió la puerta. Se volteó.
ㅡ ¿Y si voy contigo? ㅡpreguntó, mirándole.
ㅡ Si quieres ㅡle sonrió.
Tomó su saco, que estaba colgado a un lado de la puerta, se puso sus botas de lluvia y se preparó para salir.
Caminaron por largo rato, saludando a un par de comerciantes y a gente del reino, paseaban de lado a lado comprando todo lo necesario, hasta entrar a un gran mercado de diferentes tipos y colores.
Un mercado dónde Marceline es conocida, pero Bonnibell; no.
ㅡ Muéstrame tus mejores frutas ㅡdijo, aplaudiendo un par de veces, demostrando su felicidad.
ㅡ Lo mejor para nuestra mejor comerciante ㅡdijo, llevándolas por un pequeño pasillo hasta un lugar lleno de... Magia.
Los pisos eran blancos, al igual que las paredes; había muchas ventanas e incluso el techo era cristalino. Ramas de árboles hasta los techos, salían por ellos y se enredaban entre sí, las enredaderas con diferentes frutas estaban en las ventanas y el suave aire que corría ahí dentro hacía que las verduras y las frutas que se encontraban en el suelo ㅡen grandes cajas con tierraㅡ se retorcieran un poco con el aire.
ㅡ ¡Mira éstas uvas! ㅡsonrió Bonnibell, con ojitos brillososㅡ ¿Crees que podemos llevar algunas?
ㅡ Sí, déjame pedírselas a Arctor ㅡdijo, agitando sus manos para llamar al hombre sobre un gran árbolㅡ ¡Son suficientes manzanas por ahora, gracias!
ㅡ ¡Enseguida se las llevo, señorita!
ㅡ ¡No se apure, está bien!
ㅡ Oye... ㅡmusitó, mientras veía a la vampiresa voltearㅡ ...¡Atrapa! ㅡtiró una uva hacia ella.
Y con rápidez, ésta la agarró entre sus dientes.
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