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⨳noticia

Eunha no es fanática de los programas de chismes, ni siquiera de las entrevistas puesto que son demasiado invasivos y usualmente se preocupan más por la vida personal que por la carrera artística, en su caso incluso han llegado a minimizar su trabajo al compararla con su esposo, lo cual es desagradable, sin embargo, esta vez eran necesarios, sabía que lo necesitaba porque no iba a existir una segunda oportunidad de recuperar a Christopher.

Y ella iba a recurrir a todo, con tal de volver a ser la única en la vida de Bang.

〔🥢〕

"No entiendo por qué te gusta ver eso." Minho se quejó amargamente sentándose en el sofá mientras comía frituras de queso.

"¡Es entretenido!" Felix se rió levantando la cobija que lo cubría para que Lee se acurrucara a su lado. Afuera estaba lloviendo demasiado fuerte, había algo de viento aún si apenas estaba iniciando la primavera así que los dos decidieron quedarse en el apartamento de Felix para pasar una tarde juntos, además le dolía demasiado la cabeza como para salir de casa o comer algo más.

"Es el peor show." Rodó los ojos pero ya no insistió, usualmente hacían lo que él quería así que no veía porque no ceder.

Hace tan solo tres semanas que se había visto con el alfa mayor y desde entonces no le hablaba, se tomó unas vacaciones en el trabajo y todavía no daba señales de vida, pero tampoco le tomo mucha importancia. Christopher se lo merecía, durante meses él había visto a Christopher besar, abrazar y presumir a su esposa, ¿por qué él no podía salir con alguien más? No es como si Felix fuera para toda la vida, el mismo alfa lo sabía, ya lo hablaron antes por lo que no había ningún problema.

Se había visto en la obligación de contarle al rubio la verdad desde el inicio, incluso le había dicho que él era su alma gemela y Felix, en lugar de quejarse lo consoló murmurando que haría lo posible porque se sientiera mejor.

¿Extrañaba a Christopher? Sí.

¿Iba a suplicarle otra vez? No.

Estaba cansado. No es porque fuera una víctima, sabía que no tenía derecho a sentirse como una.

Él sabía lo que hacía cuando se metió con el alfa, sabía que era un hombre casado, había una familia y prioridades de por medio. Sabía que había dinero, sexo e interés, sin embargo, jamás pensó que fuera a enamorarse así de alguien.

Sí, había jugado sucio, su primer interés había sido por dinero, incluso había apostado cuánto tiempo le llevaría cumplir sus fantasías aunque nadie le advirtió que detrás de ese hombre de negocios inalcanzable estaba un alfa adictivo, inteligente y atento, nadie le advirtió que iba a encontrar a su alma gemela.

¿Se arrepiente? No. No podría arrepentirse porque entonces nada habría pasado.

¿Cambiaría algo? Tal vez, lo habría frenado antes.


〔🥢〕

Meses atrás...

Christopher suspiró apenas vio a Minho entrar al edificio acompañado de otra mujer, no la reconoció pero imaginó que eran muy cercanos por la comodidad que a simple vista se veía en ellos. Miro alternativamente entre las flores en el asiento del auto y después volvió su vista al omega.

Hace un par de días atrás habían tenido una pequeña discusión por una tontería y ahora estaba tratando de remediarlo, pero en definitiva no esperaba encontrar al ojimiel acompañado.

"Ya estás aquí, lo tienes que arreglar." Se animó a si mismo, tomó las flores y colocó el seguro del auto para ir hacia el edificio.

Le tomó tan solo unos segundos aparecer en el piso correspondiente escuchando la suave voz del omega murmurando cosas sobre unos supresores. No es que fuera metiche pero su odio era demasiado desarrollado como para no escuchar a una distancia tan breve.

Escucho la puerta cerrarse y se tomó unos segundos más aún dudoso, no quería interrumpir a Minho, pero quería hablar con él, lo necesitaba.

En silencio camino hasta la puerta principal sin prestar atención a la conversación que apenas podía distinguir, al menos hasta detenerse delante de la puerta y logro identificar las dos voces.

"... Yo soy alguien que siempre tendrá un nuevo prospecto, ya sabes cómo es esto cuando me aburro." Aquella era la voz de Minho, podría jurarlo, la reconocería en cualquier lado. Se le aceleró el corazón. ¿Hablaba de él? "El amor no es para mí." Sus manos temblorosas tocaron el timbre y retrocedió un paso.

Hubo un poco de silencio, después escucho los pasos acercarse a la puerta hasta que Minho abrió.

"H-hola..." El rostro pálido de Lee lo hizo fruncir el ceño, lucía nervioso o enfermo.

"Hola, omega, ¿Estás con alguien?"

"Algo así..." Abrió más la puerta para invitarlo a pasar. "Christopher, ella es mi prima AeRi" la tensión era demasiado clara, Bang entendió que era un mal momento."AeRi, él es Christopher, mi..." Dudó.

"Jefe." Completó ella también tensa. "Me lo dijiste hace rato." Lee asintió rápidamente. "Mucho gusto, Christopher."

"Mucho gusto." Saludó él sin cambiar su expresión fruncida. "Minho, ¿Podemos hablar? Es importante."

"Yo... Me voy a retirar, hasta luego." La mujer se despidió rápidamente del omega antes de salir prácticamente corriendo.

"¿Qué sucede, Chris?" Aún si la tensión estaba presente, el ojimiel lo disimuló bien.

"Lamento interrumpir..." Se disculpó. "Pero en te he traído unas flores."

"Unos girasoles...." Minho las tomó acariciando suavemente los pétalos.

"Son bonitos, brillantes." Christopher sonrió y dió un paso más cerca. "Así como tú." Las mejillas del omega se colorearon de rojizo. "Fui un idiota hace unos días, lo lamento mucho, querido, no era mi intención herirte."

"Está bien, alfa, yo también me excedí." Se dejó abrazar por el mayor tomándose unos segundos para relajarse. "También te debo una disculpa, jugué sucio y dije cosas que no debería."

"No quiero perderte, ni que discutamos por tonterías." Confesó el rizado. "No me gusta pensar que estamos en la cuerda floja."

Minho negó con la cabeza y ya no dijo nada más, Christopher no entendería jamás el significado de sus palabras. Jamás entendería que cada vez que se disculpaba no solo se refería a lo dicho en ese momento, si no a todo lo que venía arrastrando y le pesaba en el pecho.

Desde aquel día una pequeña espina se clavó en el pecho del mayor. No quería sonar entrometido, pero la curiosidad por saber de qué hablaban se lo estaba carcomiendo. Quería entender a qué se refería ya sabes cómo soy cuando me aburro le retumbaba en la cabeza y en el corazón.

〔🥢〕

Tiempo actual.

Bang no era la persona más unida a sus padres y eso era de esperarse. Después de conocer a Minho y darse cuenta que todo aquel tiempo había sido solo un títere que había permitido que hicieran su vida, descubrió que todo era una farsa manejada sobre todo por su padre. Sin embargo, cuando necesitaba un consejo sabía que podía recurrir a su madre y ella lo escucharía, siempre lo hacía.

Así que aquella vez no fue la excepción.

Estaba confundido y un poco perdido, incluso asustado, por lo que unas palabras de su madre no le caerían mal.

"Entonces... ¿me dirás por qué viniste?" Inquirió Miyoung dejando la taza de té frente al alfa. "Duras meses sin visitarme así que esto debe ser importante."

"Es solo que tenía ganas de verte, mamá." Christopher rodó los ojos, la omega se rió.

"¿Tú tenías ganas de verme?" Se sentó en el mismo sillón que el rizado.

"A veces necesito de mamá." Se encogió de hombros antes de estirarse por la taza y darle un sorbo.

"¿Mi cachorro necesita hablar con mamá?" El tono maternal que utilizó le encogió el corazón.

Si tan solo ella supiera todo lo que la necesitaba...

"Uno siempre necesita a mamá." Refunfuño bajito dejando la taza de lado para recostar su cabeza en las piernas de su madre.

"¿Sucede algo, amor?" Y ahí estaba, era como si ella supiera cuando su hijo tuviera alguna situación y creaba una burbuja solo para ellos.

Era un ritual silencioso desde que él era un niño. Si tenía un mal día llegaba y se recostaba en las piernas de su madre, ella le hacía cariñitos y lo escuchaba, algunas veces lloraba, otras solo se quedaba en silencio, Miyoung no lo juzgaba, no lo reprendía, solo escuchaba, esperaba y al final lo aconsejaba.

"¿Cómo supiste que papá era tu alma gemela?" Murmuró después de unos minutos en silencio.

"Bueno, al principio no lo sentí pero con el tiempo el lazo se formó." Miyoung comenzó a contar mientras peinaba los cabellos algo largos y rizados. "Es una sensación que te atrapa completamente. Te llena de paz, de seguridad, es tranquilidad y amor, pero también es emoción, es como tener todas las emociones juntas dentro de ti. Se complementan tan bien física y emocionalmente, incluso sientes lo mismo que él antes del lazo." Suspiró. "No es posible describir lo que causa conocer a tu gemelo, sin embargo, no estar con él es un castigo. Sientes que te falta el aire, estás solo, frío, indefenso."

"¿Alguna vez dudaste que él fuera el indicado?" La miro de reojo.

"Lo hice, sí." Confesó ella demasiado perdida en sus pensamientos como para prestar atención a los ojos llenos de lágrimas de su hijo. "Cuando conocí a tu padre los dos teníamos novios. Él salía con una chica bonita de su área y yo con un vecino, teníamos muchos años en nuestras relaciones así que no estábamos seguros del paso que íbamos a dar, sobre todo cuando nos enlazamos pero después de la marca todo fue diferente."

"¿Qué pasó después del lazo?" Un poco más seguro se atrevió a preguntar.

Sus padres jamás le hablaban sobre esas cosas porque era un alfa y se suponía que él ya debía saberlo, ¿no?

A un omega se le enseña a ser un buen omega, le hablan de lazo y todo lo que necesitan para complacer a un alfa, sin embargo, a un alfa jamás le enseñan como ser un buen alfa, se supone que debería saber serlo pero ¿Si no le enseñan como esperaban que supiera?

"Nos volvimos uno mismo." Christopher frunció el ceño un poco confundido. "Arde, si te soy honesta arde demasiado, pero ustedes se encargan de cuidarla y hacer que luzca bien. Cuando el ardor disminuye te das cuenta ves el mundo con otros ojos, todo parece más colorido, más emocionante, sientes lo mismo que tu pareja, los latidos se acompañan, se siente más intenso que antes."

"¿Dependes de esa persona?" Miyoung suspiro un poco afligida por la pregunta.

"Sí, lo haces de cierto modo." Confesó. "Yo no podría dejar a tu padre jamás y si el quisiera dejarme yo me moriría."

"¿Le perdonarías cualquier cosa?" Sorbió pasándose una mano por el rostro para limpiar las lágrimas que esperaba Miyoung no notara.

"Ay hijo, yo le he perdonado tantas cosas a Chang..." La tristeza que transmitió hizo que Christopher quisiera preguntar. "Y él a mí, claro, nos hemos perdonado tanto que ya he perdido la cuenta."

"¿Incluso si te utilizara?" La risa que emanó de los labios de Miyoung lo estremeció, era triste, vacía.

"Hay cosas que perdonamos por amor, Chris. Cuando uno está enamorado perdona cosas que no debería y soporta cosas que creemos no soportar." Fue todo lo que dijo. "¿Por qué preguntas, querido? ¿Discutiste con Eunha?"

"Algo así." Se mordió los labios dudoso de seguir hablando. "Es solo que cumpliremos 15 años juntos..." Tomó aire profundo antes de confesar lo siguiente. "Y ella me pidió un regalo, uno solo, algo que me ha pedido durante tanto tiempo pero no estoy seguro."

"¿De qué se trata, mi amor?" Retomó su actividad de desenredar el pelo del alfa.

"Quiere que la marque." Soltó y agradeció internamente no ver el rostro de su madre.

"¿Tú y ella jamás...?" Tartamudeo sorprendida.

"Jamás. No estaba seguro." Se tomó su tiempo antes de continuar. "Con ella no me siento así." Después de tantos años de callarlo, inmediatamente sintió como si un peso se quitara de encima.

"¿Y con quién sí, Christopher?" El alfa dudó.

"¿Cómo es que...?" Balbuceo levantándose rápidamente.

"Dijiste con ella no, pero quiere decir que entonces hay alguien con quien sí." Tomó las manos de su hijo en un intento de transmitirle confianza. "¿Es por eso que pelean tanto?"

Christopher se encogió de hombros tratando de lucir despreocupado. "Conocí a alguien hace unos meses y bueno, nos llevamos bien, se siente bien estar juntos."

"Pero no puedes desbaratar tu matrimonio solo porque se siente bien." Recriminó ella.

"Ya lo sé, no quiero lastimar a Jungwon, ni a ella, mamá. Pero entonces significaría lastimar a esa persona." Se volvió a morder los labios. "Me estoy partiendo en dos para hacer feliz a mi familia y también a mí."

"¿Quién es esa persona, Christopher?" El rizado no respondió. "¿La conozco? ¿Es bonita? ¿La he visto?"

"Es precioso, mamá. Se merece lo mejor del mundo." Declaró con la mirada puesta en sus manos. "Y esta cansado de estar a la sombra de Eunha."

"¿Es... Es un chico?" Si esperaba ver una mueca de asco en el rostro de su madre, no lo hubo. Solo había compasión. No terror, no horror, no asco, solo compasión y amor.

"Lo es y... Ya sé que está mal, sé que no es normal y que papá me va a odiar, que jamás lo aprobará, sé que voy a desbaratar todo y voy a manchar a la familia pero no lo puedo evitar." Está vez se le quebró la voz, sin poder controlarlo lágrimas corrieron por sus mejillas. "Eunha siempre fue mi mejor amiga y no lo supe hasta que lo conocí a él, me siento pésimo porque sé que ella me ama y yo no le puedo corresponder."

Miyoungse lamento ver a su hijo tan perdido.

Lucía tan desorientado, tan fuera de si mismo. Ya no era aquel alfa fuerte y seguro, no era el autoritario Christopher Bang ni el gran e invencible empresario, no era un hombre de treinta y tantos años, no era un alfa cualquiera, no era ese ser frívolo que muchos pensaban que Christopher era, lleno de muros y murallas que nadie derrumbaba. Ahora Miyoung veía realmente a su hijo, un cachorro perdido y asustado, deseoso de amor y comprensión, deseoso de entender que sucedía dentro de él y porque algo que estaba mal se sentía tan bien.

"Ven aquí..." Sin saber que más hacer o decir abrió sus brazos permitiendo que su hijo la abrazara.

Christopher escondió el rostro en el cuello de su madre realmente asustado de lo que estaba sintiendo.

¿Por qué se sentía tan bien querer a un chico? ¿Por qué tan siquiera la vida lo castigaba poniendo a su alma gemela en Minho? ¿Por qué tenías que él pasar por eso y no alguien más? ¿Qué estaba pagando él para pasar por eso? ¿Por qué no podía ser un alfa normal? ¿Por qué tan siquiera estaba llorando? ¿Por qué si tener a tu alma gemela era lo mejor, él se sentía tan mal?

Si su padre llegaba y lo veía así iba a regañarlo.

Lloró y sollozó hasta que se quedó sin lágrimas, hasta que le ardieron los ojos y le faltó el aire. Se aferro tanto a su madre que incluso tuvo miedo de dañarla.

Aquella tarde Miyoung también sollozó en voz baja, sin atreverse a mirar a su hijo de frente y decirle que no estaba mal estar enamorado de un chico, lloró por no haberse dado cuenta antes del daño que ella y su marido estaban causando en su cachorro. Lloró porque sabía que si su esposo se enteraba, iba a destrozar a ese chico y a su propio hijo.

"Yo no entiendo qué hice mal, mamá, no lo entiendo." La voz ahogada por el llanto la hizo sentirse todavía más culpable de lo que ya era.

"No estás haciendo mal, mi amor, tú no eliges a quien amar." Se separaron un poco para verse a los ojos, los dos pares rojos e hinchados por las lágrimas derramadas. "Es solo que a veces las almas gemelas no están destinadas a estar juntas." Con pesar mintió.

"¿Eso crees?" La omega limpió las mejillas del rizado.

"Lo creo. Habrá algo que hará que no encajen." Se limpio las mejillas también antes de volver a hablar. "Tal vez sea tu caso, solo haz lo que tú corazón te dicte aunque sabes que papá jamás lo va a aprobar. Ya sabes cómo se pone con el tema."

Christopher asintió con la cabeza, todavía demasiado ido en sus pensamientos.

〔🥢〕

Muchos años atrás...

"Venga, Chan, quiero conocer a tus padres." Jeongin entrelazó sus dedos con los del rizado.

"Ya te dije que no, omega. De hecho ya es hora de que te vayas, pueden volver en cualquier momento y si te ven aquí no sé qué lo vaya a pasar." Christopher negó con la cabeza levantándose de la cama en dónde estaban recostados.

"No me digas así. Siempre me dices bebé." Gruñó bajito levantándose también. "No entiendo porque no quieres, ¿Qué puede salir mal?"

"¿Qué no podría salir mal?" Enfatizó él con el ceño fruncido. "Venga, te acompañaré a la parada."

"Amor..." nuevamente le tomo de la mano. "Serás un alfa y yo un omega, ¿Qué hay de malo?"

Todo hay de malo. Aunque Christopher lo pensó no lo dijo en voz alta.

"Ya dije que hoy no, después." Intentó separarse del chico, sin embargo, fue más rápido y se colgó de su cuello para besarlo.

"Tenemos seis meses juntos y algún día tendrás que decirles, Christopher." El murmuro fue suave contra sus labios, inconsciente los delgados brazos de Christopher rodearon al chico.

Tenían apenas quince y catorce años, estaban cerca de revelarse, pero era muy claro que serían. Christopher, siendo un chico muy delgado tenía facciones toscas y demasiada fuerza, incluso era demasiado alto como para ser un omega, en cambio Jeongin era mucho más pequeño, pelirrojo y muy delgadito, sus facciones eran finas y delicadas, precioso.

"Te quiero, Chris." Nuevamente se besaron, lento y con calma, rodeados de un ambiente de paz que se vio interrumpido cuando la puerta del cuarto se abrió.

"Christopher, tu madre y..." La voz grave de su padre lo asustó tanto que alejo al chico lejos de él. "¿Quién es este muchachito?" Frunció el ceño, el menor de los Bang reconoció la molestia pintada en su rostro.

"Mucho gusto, señor Bang, yo soy Jeongin, novio de su hijo." Se presentó a si mismo el omega, Changmin ni siquiera lo miro.

"¿Un novio? Claro que no, mi hijo jamás saldría con un hombre." La mueca en el rostro del alfa mayor hizo que ambos jóvenes se encogieran.

"Papá, él..." Christopher balbuceo sin saber cómo defenderse. La imponente aura de su padre le daba miedo. "Él ya se va, esto tiene una explicación."

"Pero por supuesto que ya se va, yo no quiero monstruos ni defectos en mi casa, ¡Largo de aquí!" Prácticamente le gruño en el rostro al omega haciéndolo salir corriendo de la habitación. "¡Desaparece de mi vista!"

"Papá..."

"¡Papá nada!" Gruñó cerrando la puerta detrás de él. "¿Quién te vio entrar con él?" Cuando el rizado no respondió el rostro del alfa mayor se coloreo de rojo. "¡Te estoy hablando, con un demonio!"

"¡Nadie! Nadie nos vio, estaba sola la calle." Conforme el hombre de ojos claros se acercó a él, el menor retrocedió.

"¿Quién te crees tú para traer un omega a mi casa, eh?" Siseó más que molesto. "¿Acaso quieres arruinarme? Jamás vuelvas a hacerlo, ¿Te quedó claro?" Christopher asintió con la cabeza mirando el suelo, demasiado asustado de ver a su padre de frente. "¡¿Te quedó claro?!" Gruñó.

"Sí, papá." Se mordió los labios tratando de aguantarse las lágrimas que querían rodar por sus mejillas, Changmin odiaba verlo llorar.

"¡Más te vale! No quiero volver a verte con un chico, jamás, Christopher, escúchame bien. ¡Jamás! No lo voy a permitir, tú no vas a venir a arruinar todo lo que logré por juntarte con un fenómeno." Su grueso dedo se enterró en el pecho del ojiverde haciendo más énfasis en su punto.

"¿Changmin?" La voz suave de Miyoung interrumpió abriendo la puerta. "¿Está todo bien?"

"¡No te metas, mujer!" Christopher la miro en busca de ayuda, sin embargo, ella le rehuyó la mirada.

Sabía que su cachorro la necesitaba porque su pecho vibraba, su omega le pedía seguir su instinto maternal, pero no iba a intervenir en un regaño de su marido.

"No volverás a juntarte con ningún omega hombre, ¿te quedó claro?, Ni uno, si te vuelvo a ver me vas a conocer enojado, Christopher, es la última vez que me avergüenzas de esta manera o la próxima no seré amable."

"¿Que sucede?" Intervino otra vez la omega, deseosa de por lo menos disminuir la atención que su hijo estaba recibiendo por parte de su muy molesto padre.

"¡Sucede que encontré a tu hijo con un hombre! ¡Un jodido omega hombre!" La voz grave y fuerte de Bang Changmin retumbaba en la cabeza y pecho de las otras dos personas, demasiado asustadas como para actuar, Christopher apostaría que un poco más y la voz de alfa saldría a la luz. "No voy a permitir estás faltas en mi casa, Miyoung. La próxima vez no seré condescendiente, ni con él ni con el otro." Estaban tan cerca que cada palabra le golpeaba el rostro como una bofetada, el rizado tembló. "No me hagas desconocerte, Christopher."

Y con eso se marchó de la habitación.

La próxima vez que un malentendido paso, Changmin cumplió su promesa. No fue amable ni con el chico ni con su propio hijo.

〔🥢〕

"¿Minho? Este no es..." Cuando el omega levanto la mirada Hyunjin se hizo a un lado para dejarlo pasar. "¿Qué tienes?" Preguntó apenas vio el rostro rojo e hinchado de Minho, señal de que había llorado demasiado.

"Estoy jodido." Entro al hogar del alfa encontrándose con Jisung en el comedor con unos platos en la mano. "Lo siento por interrumpirlos..." Hipó mirándolos alternativamente.

"No, no, ven aquí, siéntate." El omega guío a Minho a través del comedor hasta la sala. "Estás temblando, ¿Qué sucedió?" Minho miró las palomitas en la mesa de centro, la tele encendida y las cobijas en el sillón.

Seguramente estaban teniendo una tarde de romanticismo y él lo estaba arruinando, volvió a sollozar.

"Estoy perdido." Fue lo único que dijo antes de taparse el rostro y volver a llorar desconsoladamente, Hyunjin se sentó a su lado.

"Voy a prepararte un té, así ustedes pueden hablar." Jisung miró durante unos segundos a su alfa dando un pequeño asentimiento, sabía que necesitaban un poco de espacio.

"¿Qué pasó, Minho?" Insistió el rubio acariciando la espalda de uno de sus mejores amigos.

"Es Christopher." Sollozó nuevamente casi ahogándose con sus lágrimas. "Hice una estupidez y ahora..." Se limpio las lágrimas con furia, sentía tantos sentimientos encontrados dentro de él que le abrumaba. "Me voy a morir, Hyunjin, no lo voy a aguantar."

"¿No vas a aguantar qué, Minho? No te estoy entendiendo." El alfa comenzó a desesperarse de no obtener alguna respuesta.

De hecho, en los siguientes segundos no la obtuvo, ni cuando Jisung dejó un té frente a él, ni cuando se retiró de nuevo de la sala para dejarlos hablar en paz. Se tomó su tiempo antes de dar una explicación más profunda.

"No voy a poder vivir sin Christopher, me voy a morir sin él, ¡Es mi gemelo y él no me ama!" Nuevamente rompió en llanto.

Durante un par de minutos Hyunjin no supo que responder. El llanto de Minho era triste, desgarrador, le hizo estremecer por la tristeza que transmitía, todo en él lucía indefenso y herido.

El alfa comprendió que no era solo Minho el que lloraba, era su lobo que aullaba triste en busca de llamar a su destinado por consuelo, por una ayuda que posiblemente jamás iba a recibir. Lo que sea que fuera que Lee tuviera tenía que ser demasiado grave para que una tristeza así lo embargara.

"Minho, él te ama, de eso estoy seguro." Ánimo tratando de hacerlo sentir mejor, necesitaba que el ambiente cambiara ya o iba a volverse loco, su alfa interno necesitaba ayudarlo de alguna forma, su instinto le pedía a gritos que ayudara al omega en su sillón, pero ¿Cómo ayudar si no eres tú el causante?

"¡No mientas!" Gimió disgustado. "Estoy cansado de las mentiras." Se mordió los labios con tanta fuerza que se hizo daño. "Nos vamos a morir sin él, no lo soportaremos, no soy tan fuerte y no le importa." Otra vez se tapó el rostro con las manos, cayendo en un mar de lágrimas, sollozos y sufrimiento.

"No entiendo a que..." Hyunjin calló cuando Jisung entro a la sala.

"Tienes que ver esto." Rápidamente tomó el control de la televisión para cambiarle de canal, el alfa frunció el ceño con confusión.

"¿Entonces es una invitación especial?" La voz del entrevistador retumbó en la sala de estar cuando los tres presentes en la sala guardaron silencio.

Claro!" La inconfundible voz de Eunha hizo que Minho mirarara la pantalla. Ahí estaba esa mujer, bonita y elegante como siempre.

Lucía un bonito traje sastre rosa palo y una blusa blanca con unas preciosas zapatillas brillantes, casi igual de brillantes que sus joyas y la sonrisa resplandeciente, a su lado Christopher mantenía una expresión seria.

"Obviamente todos los medios están invitados a la renovación de votos que haremos Christopher y yo, será como vivir una segunda boda." Todo cayó como un balde de agua fría sobre el cuerpo del alfa rubio, Jisung miro con pena a Minho.

"¡Quince años no se hacen solos!" Festejó el hombre con una sonrisa en el rostro. "Ten por seguro que vamos a cubrir la nota, querida, sabes que los medios te adoran a ti y a toda tu pequeña familia. Por cierto tienes un niño encantador, han hecho un buen trabajo con él."

"Es que Christopher es un padre increíble." Tomó las manos de su esposo para entrelazar sus dedos como toda pareja normal y feliz.

"Y es que de eso no hay duda, desde el set pudimos ver lo mucho que adora al nene, ¿verdad?"

"Mi hijo es mi vida entera." Se limitó a responder, Hwang lo conocía tan bien que podría asegurar que su amigo no estaba cómodo estando ahí.

"Bueno, pues espero que tenga suficiente amor para compartir porque próximamente no tendrá que darle amor solamente a uno." Eunha miro al entrevistador y después hacia su esposo con una gran sonrisa en el rostro.

Hyunjin jamás en su vida escuchó un llanto más desgarrador que el de Minho en ese momento.

"Felicidades, mi amor, serás papá por segunda vez."














...<3

casi lloro editando el capitulo

felixito es mi vida, un ángel realmente; aquí se resuelven cosas de las que había dudas, ya mismo se viene el final.

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