⨳christopher parte dos
Conocer a Minho y desbaratar su vida por un chiquillo, en definitiva jamás estuvo en sus planes si es honesto.
Para ser un alfa de 33 años pensó ser demasiado inteligente como para dejar que alguien mucho más joven lo controlara y menos tratándose de un omega hombre.
No lo culpen, no quiere ser grosero, sin embargo, en su familia siempre le enseñaron que los omegas hombres valían mucho menos, que eran defectos del mundo. Lo correcto era que fueran mujeres y los alfas podían ser hombre o mujer y estaba bien, no había problema. Sinceramente él no entendía el porqué si mucha gente ya aceptaba a los omegas masculinos en las clases altas los seguían tratando como vil defecto.
Aún así cuando le anunciaron que Minho era uno de los postulados en la empresa que controlaba ya sabía quién se iba a quedar con el puesto. No es como que él supiera que algo malo podía pasar, vamos, era un hombre fiel y muy concentrado en su trabajo, es solo que tenía demasiadas buenas referencias del chico en la universidad y aunque se encontraba haciendo pruebas de postulación demostraba ser el mejor. No conforme con eso recordaba una que otra charla que había tenido con el omega en las fiestas de graduaciones a las que asistía.
Al principio todo se desarrolló bien, Minho demostraba ser muy profesional y eso le maravillo, era listo, aprendía rápido, solucionaba problemas y jamás se quejaba lo cuál era una ganancia.
Ni siquiera se había quejado de su esposa haciendo desplantes o de los gritos que recibía por simplemente estar en la oficina cuando Eunha estaba enojada.
Poco a poco su alfa también comenzó a reaccionar de forma positiva ante la presencia del chico. Lo notaba cada vez más vivo en el fondo de su ser. -aunque él se lo negara.-
Cuando estaba en casa pensaba en Minho y si asistía en el trabajo pensaba, ideaba, como obtener un poco de atención del chico, a veces lo hacía consciente, otras no.
Con el tiempo descubrió que tenía una gran atracción hacia cierto omega ojimiel aunque se lo negó, trato de evitarlo todo lo que pudo y trató de ignorarlo, sin embargo, cada vez fue más difícil y empezó a acceder a la confianza que se le estaba brindando. Las conversaciones iniciaron y sin quererlo, llegó a conocerlo al grado de memorizar todos los días algo diferente, una nueva comida, un nuevo gusto, color favorito, cosas de ese estilo, comenzó a entablar conversaciones más personales, se volvió prácticamente su segundo mejor amigo y pasito a pasito, invadió su vida personal.
Después de comprobar que Minho no salió corriendo al conocer a Eunha, definitivamente lo creyó perfecto, consideró realmente que aquel omega era lo mejor en su vida, pero al cerciorarse que también se había llevado bien con Jungwon, su cachorro, se sintió más feliz que nunca. Por más que quiso evitarlo le fue imposible el no empezar a involucrar otras cosas.
La primera vez que su niño se presentó en la oficina, no esperaba la gran cosa. Acababa de discutir con Eunha, quien ese mismo día se había marchado a quién sabe donde y sin saber qué más hacer decidió llevar al menor con él, lo que no consideraba era que Minho lo recibiera tan bien. Le retiró al cachorro de los brazos y se dedico a cuidarlo sin presentar ninguna queja. Aquella noche le sorprendió que al llegar de nuevo a su hogar Jungwon le pregunto por el omega y cuando volvería a verlo.
Las siguientes veces se sorprendió cada vez más pues su hijo, un niño al que le costaba socializar con frecuencia, hablaba todo el día sobre Minho y cómo era estar con él.
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"¿Cómo te trato Minho, Jungwon?" le preguntó el alfa al pequeño niño mientras le servía la cena.
"Bien" asintió rápidamente con la cabeza revoloteando sus rizos rubios "Fue amable" le sonrió a su padre dejando que los hoyuelos en su rostro se aparecieran.
"¿Te divertiste hoy entonces?" Christopher también sonrío sentándose a un lado del niño.
"¡Sí! Min es divetido" Volvió a asentir con la cabeza antes de comenzar a comer del pequeño hot cake que Christopher le había preparado.
"¿Así que Min, eh?" el mayor levantó una de sus cejas mirando al niño fijamente, ¿Ese era el apodo que tenía? sería muy lógico considerando que solo era una abreviación de su nombre.
"Quiedo más días." pidió sin dejar de comer.
"¿Más días?"
"Con Min." nuevamente miro a su padre con los labios manchados de miel. "por favor"
〔🥢〕
"Min, Min, Min..." tarareo el pequeño niño balanceando sus piecitos que colgaban del asiento. "¡Hoy vemos a Min!" chillo feliz sin dejar de mover su diminuto cuerpo de un lado a otro en un corto baile.
"¿Te cae muy bien, eh?" Christopher sonrió mirando unos segundos a su hijo antes de volver la vista a la carretera.
"¡Sí!" se estiro un poco en el asiento para tratar de observar a través de la ventana, sin embargo, el cinturón de seguridad no le permitió moverse demasiado. "¿Falta más?"
"Un poco." golpeo suave con sus dedos el volante al ritmo de la melodía que se oía de fondo en la radio. "¿Qué te gusta de Minho, pequeño?"
Jungwon se quedo quieto unos segundos pensando lo que iba a decir "Es suavecito..." sonrió el niño mirando al alfa mayor "y es bueno..." contó con sus pequeños deditos hasta dos como si estuviese contando las características que decía. "Juega conmigo..." levanto un tercer dedo. "no degaña" un dedito más se levanto mientras sus pies volvían a retomar movimiento "huele bien, ¡yumi!" se relamió los labios "y es bonito" todo el rostro del pequeño se sonrojo, el adulto se río.
"¿Tu crees que es bonito?" de nuevo Christopher lo miró de reojo con una sonrisa en el rostro, extrañamente en su interior se sentía bien saber que su hijo amaba a Minho, le llenaba el pecho de calor.
"¡Sí!" inquieto, Jungwon se removió en el asiento sin dejar de sonreír. "¿Tu no, pa?"
"Oh claro, es muy bonito." asintió en acuerdo sin siquiera pensarlo.
"Min me gusta, no como otros." Christopher supuso se refería a los demás que habían trabajado con él.
"Sí, a mi también me gusta." murmuró bajito sin ser consiente de si lo decía porque en realidad le gustaba Minho o solo era por lo laboral.
〔🥢〕
"Buenos días, Jungwon." saludó Eunha entrando a la cocina donde Christopher se encontraba preparando el desayuno.
"Hola, mami." el niño saludo energético desde su silla "¿Comes?" ofreció de la fruta que Christopher le pico para él.
"No, gracias." la omega se sentó en una de las sillas de la mesa mirando a Christopher. "Hoy sale mi vuelo." informó al alfa, quien ni siquiera la miro.
"¿Y luego?" una vez que termino de preparar la comida la sirvió en tres platos: uno para Eunha, otro para Jungwon y por último él.
"¿Iras a dejarme?"
"No tengo tiempo."
"¿Sigues enojado?" se levanto de su lugar para abrazarlo por la espalda "no quiero irme y que estés molesto, Christopher."
"No pasarás navidad con nosotros."
"No es tan importante, haremos una llamada." se alejo cuando Christopher se removió.
"Jungwon te extrañará."
"Aprenderá a vivir sin mi, solo son un par de meses." Le restó importancia.
"Tiene cinco años, Eunha, te necesita."
"Sí, y yo necesito mi trabajo." se defendió ella.
"No es verdad, aquí lo tienes todo." se giro para mirarla fijamente.
"No quiero discutir otra vez." pidió la omega colocando dos vasos en la mesa junto al jugo.
"Solo... ¿No pudiste esperar un poco más?" suspiro Christopher dejando los platos en la mesa.
"No, Christopher." ambos se sentaron en la mesa donde Jungwon comía mientras jugaba con dos muñequitos. "Ya lo hablamos, serán solo un par de meses y volveré para tu cumpleaños. No vamos a discutirlo de nuevo, ¿vale?"
"Ya." asintió no muy de acuerdo con la decisión.
〔🥢〕
Al principio fue difícil, Jungwon preguntaba a todas horas por qué mamá no asistía en casa, cuando iba al colegio o regresaban de clases, en la comida, cuando Minho lo cuidaba, en la cena y hasta antes de dormir. Era complicado explicarle a un niño de cinco años que su madre estaba trabajando lejos de él, pues aunque Eunha no era demasiado afectiva, él le tenía un amor incondicional enorme.
Con el paso de los días el menor entendió que su madre no volvería pronto y el llanto comenzó. Lloró a todas horas y pidió por ella, lo hacía hasta que el cansancio le ganaba y se quedaba dormido, sobre todo después de la primer videollamada que tuvieron; a Minho le costó explicarle al niño que la omega tardaría más tiempo en volver sin que hiciera un show, sin embargo, en menos de dos semanas la cosa se tranquilizo.
〔🥢〕
Después de que Minho y él tuvieran sexo en su oficina fue difícil, su alfa se sentía demasiado bien internamente, estaba feliz, tranquilo y a gusto, aunque eso le duro poco pues su consciencia se lo carcomía con la culpa haciéndolo sentir mal y solo, sobre todo cuando Lee se marchó.
Cuando Hyunjin asistió a su oficina y comenzó a coquetear con el omega se sintió peor. Su alfa estaba enojado y celoso, furioso y quería destruirlo todo, demostrar que él valía mucho más que su mejor amigo y era superior que él, Christopher lo atribuyó a que se sentía solo, así que apenas regresó Eunha se esforzó en tratar de recuperar su matrimonio, pero no funciono.
Su esposa demasiado enfrascada con ella misma parecía no importarle, de hecho, los problemas aumentaron y es que Christopher estaba tan molesto consigo mismo por la culpa y los celos irracionales hacia Hyunjin que nada le salía bien, ni su trabajo, su matrimonio, nada; y Minho no ayudaba con sus sonrisas coquetas hacia él pero sus salidas con otro lo perdían y lo desesperaban.
Necesitaba sacar todo lo de su interior o iba a explotar, necesitaba entenderse a si mismo, entender a su alfa, necesitaba un momento de paz para él porque en lugar de aclarar las cosas, cada día que pasaba estaba más confundido y sabía que nada bueno podía salir de ahí.
Un par de semanas después de que Eunha regresara de su viaje por primera vez en muchos años creyó ver una pizca de celos en ella, fue una tontería si lo piensa bien pero al final de cuentas eran celos y eso de alguna forma lo reconfortó. Si sentía esa inseguridad era porque todavía sentía algo por él, ¿No?
〔🥢〕
"¿Tienes un nuevo secretario?" le preguntó la mujer entrando al cuarto que los dos compartían.
"No." la miro por el espejo mientras acomodaba la corbata de forma adecuada en su cuello.
"¿Entonces quién es Min?" cruzo los brazos con una ligera expresión de molestia.
"Es mi secretario, tiene un año y algo en la empresa, ¿Por qué?" mantuvo la mirada fija en la omega sin dejar de arreglarse otras partes de su traje.
"Jungwon solo habla de él cuando esta conmigo." la mueca de disgusto hizo que Christopher se riera. "Y hoy pidió ir al trabajo contigo para verlo."
"Sí, bueno, es quien lo ha cuidado el último año."
"Así que aparte de secretario es niñero." Eunha rodó los ojos. "primero roba la atención de mi hijo y después ¿qué? ¿va a robar la tuya?" Christopher volvió a reírse.
"No seas ridícula" camino hasta el baño para peinarse siendo seguido por su esposa.
"Es en serio, en las últimas semanas si no habla de él no se me acerca, ¿seguro que no está haciéndole algo? No me gusta." Fue honesta.
"¿Por qué será?" pregunto él sarcástico "¿acaso se deberá a que Minho le ha dado más amor en un año que tu en seis?" se burló.
"¡No es verdad!" renegó con el ceño fruncido.
"Claro que sí, ¿tengo que recordarte todo?" se giro a mirarla con molestia. "desde no querer cargarlo, alimentarlo, tocarlo o permitir demasiadas pruebas afectivas porque estas ocupada en algo más."
"¿Y tú, Christopher?" en su tono de voz el alfa podía distinguir que estaba muy enojada, sin embargo, los dos lo disimularon.
"Pues ha convivido más conmigo que contigo, Eunha. ¡Convivimos más nosotros tres que tú!"
"¿Entonces qué Christopher? ¿También se va a robar tu atención?" Insistió, pero está vez el alfa no respondió.
〔🥢〕
En el siguiente tiempo Eunha trato de poner de su parte y recuperar un poco de su matrimonio y de su hijo, se sentía mal, celosa y sola, pero no podían juzgarla, su vida se había basado en montajes ordenados por su familia y sus berrinches que cuando por fin le era posible dedicarse a otra cosa no quería desaprovechar la oportunidad, sin embargo, en su visión egoísta no se dio cuenta que arrastró a Christopher y Jungwon.
Así que lo intento, realmente lo hizo, se esforzó por tratar de ser una mejor madre para el niño, empezó a convivir más con el menor y aprendió más de lo que esperaba; recibió más amor de lo que podía pedir, sin embargo, también noto que ese tal Minho abarcaba un gran espacio en el corazón de su hijo.
〔🥢〕
Es sábado y Christopher solo quiere llegar a casa, lo único que puede pensar es él en su sillón recostado mientras ve la televisión o tal vez jugando un rato en el patio con Jungwon y tal vez, tener un poco de compañía de Eunha, quién últimamente parece preocuparse más por su familia pues hasta él ha estado recibiendo algunos mimos. Honestamente no se queja, pero algo en su interior le dice que no está bien.
Aún así, y contra todo pronóstico que él espera, se encuentra sentado en la sala de juntas de su empresa paseando su mirada y divagando cuánto le es posible; tiene calor y el traje le queda corto, ¿acaso no está el aire acondicionado? Siente su piel hervir y su alfa interno parece inquieto, quiere salir corriendo de ahí pero eso no sería muy responsable de su parte; venga, es el jefe y hay que dar una buena imagen.
"Muy bien, Sr. Bang, estas son las propuestas que le tenemos, ¿Qué le parecen?" El hombre que tiene alrededor de una hora dando quién sabe que explicaciones mira hacia Christopher esperando alguna respuesta pero honestamente, el alfa no sabe ni una pizca de lo que le hablan.
"Pues..." Balbucea reacomodándose en su asiento mirando a sus colegas de trabajo quienes lo miran también en espera de una respuesta. "Deberíamos de pensarlo bien, deme un par de días y le tendré una solución." se sacó del problema lo más ágil que pudo antes de mirar su reloj. "es hora de marcharnos, pero el lunes sin falta tendrán un resultado." salió con prisa de la gran y amplia sala.
A paso rápido camino hacia el elevador mientras comenzaba a aflojar su corbata con cansancio, solamente unos minutos más y por fin se marcharía a su hogar; cuando segundos después el pequeño ascensor se abrió suspiro bajito caminando por el largo pasillo que conducía hasta su oficina hasta que escucho las risas de Minho, lo que lo hizo detenerse a un par de pasos de tener en su campo de visión el escritorio del omega.
"Así que estás por entrar en celo, ¿Eh?" La voz era un murmullo suave, apenas audible, después vino otro murmuro que él no alcanzo a oír. "Estamos en la oficina de tu mejor amigo, Hyunjin." La nueva frase lo hizo fruncir el ceño, repentinamente su pulso se había acelerado y sus manos se apretaban con fuerza en dos puños.
"No importa, venga, será rápido." Esa sin duda era la voz de Hyunjin así que Minho estaba con su amigo, ¿Qué debería de hacer? ¿interrumpirlos? ¿acaso planeaban tener sexo en su oficina?
Su pecho se oprimió.
No puede. Es mío. Reclámalo.
"Alfa..." Escucho a Minho gemir y eso inmediatamente lo hizo ver rojo, estaba furioso, su alfa interno estaba furioso. quería gruñirle a Hyunjin, echarlo de su oficina o tal vez partirle la cara, no sabía cual de sus deseos era más fuerte. Sin pensarlo salió de su escondite teniendo una vista para nada agradable.
Su Minho, su omega, sentado en el escritorio donde trabajaba con Hyunjin entre sus piernas besándose, casi comiéndose la boca. Su alfa gruñó en su interior.
"Sr. Lee, le sugiero que si desea mantener su empleo, se baje de ese escritorio ahora mismo." Su voz salió en un tono más alto y mucho más grave de lo que esperaba.
Rápidamente pudo observar al omega alejarse de Hyunjin empujándolo lejos de él para después bajar del escritorio "Ch-Christopher..." su mirada veloz se dirigió hacia Minho aun con el ceño fruncido. "Yo..."
"Sr. Bang para usted, Lee." corrigió inmediatamente, si no estuviera tan enojado podría fijarse tal vez en que el mencionado se encogió ligeramente en su lugar. "Podrían explicarme que planeaban hacer en mi oficina si fueran tan amables." Su tono de voz era firme, grave y seguramente terrorífico pues con cada palabra el ojimiel parecía hacerse más pequeño.
"Perdón, Sr. Bang, esto no..." balbuceo bajito sin saber exactamente que decir, lucía como un niño pequeño regañado con las manos juntas a sus espaldas y la mirada gacha.
"Chris." Hyunjin llamo su atención así que nuevamente se giro hacia él "Esto fue mi culpa, no le quites su trabajo." por alguna extraña razón, el hecho de que su mejor amigo defendiera al omega lo hizo molestar.
"¿Tú vas a decirme a mí qué hacer con mi secretario?" Comento sarcástico dirigiendo su mirada nuevamente al castaño.
"Por supuesto que no." inmediatamente negó. "Pero sería una injusticia, ha sido mi culpa, reclámame a mí" el alfa caminó hacia Christopher en un intento de que dejara de mirar al menor. "Yo soy quien vino a buscarlo y a provocarlo, venga, hablemos tu y yo."
"Mejor vete, Hyunjin." fue tosco y poco amable con su compañero, casi gruñéndole cuando intento tocarlo. "Minho, a mi oficina, ahora." Con rapidez el omega entró al despacho de Bang sin siquiera rechistar, Christopher por su lado pasó de largo al rubio ignorándolo completamente. "Si vas a venir a esto, te voy a pedir que no vuelvas a pisar mi empresa. Aquí no es un prostíbulo ni un hotel, lo que quieras hacer con mi secretario de la puerta para afuera."
Y con eso, entró a la oficina.
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Para el siguiente capitulo es importante que hayan leído la información de los celos en la guía, para hacercelos más corto los últimos párrafos en especial.
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