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—En cómo es que entras a mi casa —Dijo Felix en un susurro, con un tono de confusión.
El castaño lo pensó bastante pero finalmente le respondió.
—Tengo una copia de la llave —Le respondió tranquilo mientras besaba su hombro.
...
De nuevo en el cuarto, lo dos estaban acostados, dispuestos a dormir.
Chan se acercó más a Felix y lo abrazo.
Felix no dijo nada, él se sentía cómodo.
Y así, juntitos se durmieron.
Para ambos era cómodo dormir así.
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