𝗪𝗲𝘀𝘁𝗲𝗿𝗺𝗮𝗿𝗰𝗸 𝗘𝗳𝗳𝗲𝗰𝘁 - 06
⚠️-Aviso de incesto entre hermanas gemelas biológicas, temas relacionados al suicidio, autolesión, depresión y bullying, tener precaución al leer-⚠️
Pasado
Tras haber girado sus llaves en la cerradura de la puerta principal y tras está haberse abierto, el frío y la oscuridad de la noche recibieron a la rubia. Luego de haber notado que todas las luces estaban apagadas -a excepción de la lámpara solar de la entrada- la rubia se dió cuenta de que no había nadie en casa, cosa que confirmó cuando gritó el nombre de sus padres un par de veces y nadie respondió. Luego de haberse quitado su calzado en la entrada y tras haberlos acomodado en la pequeña estantería Rosé camino descalza por el pasillo de la casa hasta llegar al living, sintiendo el frío de la madera en la planta de sus pies.
La idea de que sus padres y sus hermanas ya estuvieran dormidas abandonaron su mente tan pronto habían llegado, apenas si eran más de las 7:30 de la tarde, por supuesto que los noctámbulos de sus padres estarían despiertos a esa hora, pero el silencio casi sepulcral del lugar (únicamente siendo escuchado el tic tac del reloj en la pared) solo confirmaba el hecho de que estaba sola. Finalmente en la mesa bahía que había entre el living y la cocina Rosé encontró unos cuantos billetes arrugados y una nota, con la curiosidad a flor de piel la rubia apartó el dinero y tomo la nota, desdoblando su doblés para leer el contenido:
—“Rosseane. Tuvimos que salir de la ciudad por un par de días, dejamos el suficiente dinero para que puedan sobrevivir mientras no estemos, Alice no volverá hasta dentro de una semana, cuida mucho a tu hermana. -Papá y mamá” -esta leyó frunciendo el entrecejo, al desviar su mirada hacia el dinero y después de darle una fugaz contada está intuyo que ahí habían unos cuantos miles de wones, lo suficiente para sobrevivir apenas a los días que estarían solas, luego su mirada retomó la lectura, viendo un pequeño párrafo escrito con tinta roja- ”Procura no llevar mujerzuelas mientras no estemos, respeta mi hogar.”
Rosé dejó la nota de regreso en la fría cerámica sintiendo como la indignación se apoderaba de ella. El enojo que comenzaba a sentir le impidió contar el dinero, aquellos viejos billetes la hacían sentir enojada, furiosa y humillada. Desde que su madre había descubierto sus "anormales gustos" por accidente no había un día de descanso en el que su madre le recordara su error de no borrar el historial, y, como si fuera una profesional, los insultos mejoraban con cada vez. Después de haber arrugado la nota y de haberla tirado al cesto de basura la rubia subió las escaleras hacia la segunda planta enojada, gracias al comentario plasmado en papel por su madre está había perdido el apetito, en ese momento ella solo deseaba tomar una ducha para quitar su malestar corporal y dormir todo el tiempo que pudiera y deseando no despertar después.
Rosé suspiró profundamente entrando al baño, la ropa sucia caía de su cuerpo desnudo al suelo, ya con la temperatura del agua en su punto preferido -termino medio, ni muy fría ni muy caliente- la rubia se fue sumergiendo en el agua lentamente, sientendo ese placentero calor cubrir cada centímetro de su piel, relajando su agotado cuerpo.
—No tengo novia ni mucho menos dinero para traer mujerzuelas -comentó está, sumergiéndose hasta quedar con su mitad del rostro dentro del agua- “¿Además, que eso no es ilegal?” pensó.
El vapor del agua cubrió toda la habitación de baño, poco a poco está fue limpiado su cuerpo, y tras haber estado por lo menos media hora allí está salió, tomó aquella toalla y vacío el agua de la bañera, viendo cómo la suciedad se iba por el sifón.
Luego simplemente salió de allí, entrando a su habitación para no salir más en toda la noche.
Eso hasta que escuchó un sonoro ruido provenir de la planta baja seguido del sonido de un cristal rompiéndose.
Presente
Finalmente después de casi diez horas de una tortuosa espera una enfermera llegó hasta donde estaba T/n con noticias, la azabache rápidamente se puso de pie.
—La perdimos varias veces durante las operaciones, pero ahora está estable -dijo está, T/n sintió como un peso se le iba del cuerpo- Ahora mismo está inconsciente, perdió mucha sangre durante la intervención y realmente no sabemos cuándo podrá despertar, así que ahora está en una especie de coma, pero estará bien -aseguró- Cuando la traslademos a una habitación la llevaremos con ella.
—Muchas gracias... De verdad -dijo, la enferma sonrió en forma de agradecimiento- Esto... ¿Pudieron encontrar su nombre en el seguro?
La enfermera frunció el ceño recordando, y tras algunos segundos está negó.
—Según la información de la aseguradora la señorita Park Roseanne fue retirada hace algunos años, así que el seguro que ella adquirió después, el cual debo decir es bastante pobre, no cubre los gastos del hospital -respondió esta, T/n asintió- Hemos recurrido a los seguros públicos para solventar las deudas adquiridas, pero estamos hablando de muchísimo dinero que el gobierno no dará.
T/n, que estaba calmada, comenzó a sentirse nerviosa, si el gobierno se seguía negando a dar auxilios hospitalarios muy seguramente su hermana terminaría muriendo por falta de atención. Entonces, ella debía de hacer algo rápido.
—Envie los gastos a mi cuenta, a nombre de Park T/n -esta dijo rápidamente, la enfermera asintió- No importa si es mucho o poco dinero, hágalo, siempre y cuando la mantengan estable.
—Por supuesto, lo haré de inmediato -respondió la enfermera- ¿Qué beneficio desea darle a la señorita?
—Todos los beneficios de cónyuge -respondió T/n, la enfermera frunció una de sus cejas- Es mi esposa, quiero que la atiendan con todos los beneficios que eso trae.
Si la enfermera notó algo raro no dijo nada, simplemente se limitó a sonreír y a pedir los datos necesarios para hacer el cambio de las cuentas. Al fin y al cabo... Estaban en Asia, muchas personas eran muy similares y ellas no serían la excepción.
—Perfecto -musitó la enfermera- Pronto le daremos una habitación a su esposa, así que este pendiente, después vendré a llevarla hasta allí.
Y con un asentamiento y una reverencia la enfermera salió del pabellón de urgencias con destino a los pisos superiores, T/n solo suspiró y se dejó caer otra vez en su silla. Si alguno de sus padres estuviera allí y la hubiera escuchado decir tales cosas muy seguramente ya tendría uno de sus ojos morados.
Pero por tratar de salvar a Rosseane ella haría cualquier cosa.
Mentir era una de ellas.
Luego la azabache sacó su teléfono, marcando un número rápidamente.
Si alguien recuerda lo que sucedió en esta parte durante la primera publicación... Bueno, ya casi llega ESE momento 👀
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