𝟏𝟎.
—Joder, Heeseung desaparece desaparece!—le gritó lo más bajo posible escuchando como volvían a timbrar.
Heeseung desapareció lo más rápido posible viendo desde el infierno y por un portal lo que pasaba dentro de la casa de Jungwon, viendo que este antes de abrir la puerta intento bajarse la polera todo lo que pudo.
—Hola papá!— dijo el seelie con una sonrisa forzada y nerviosa.
—Hola Jungwon, ¿porque te demoraste en abrir? — Heeseung rodó los ojos por lo dramático que era el señor.
—Bueno, pues estaba en el baño.—Respondio de una manera que poco le gustó a su papá.
—Ya..—El señor Yang camino por la casa, sintiendo aquel olor extraño, un olor que solo podían oler las criaturas del sub mundo.—¿Estuviste con alguien?—pregunto mirándolo fijamente.
—No.—y de nuevo Jungwon no supo de dónde le salió esa mentira si se sabía que su especie no podía mentir, aunque su papá no se veía del todo confiado de la respuesta.
—Espero que no me estés mintiendo, que se que ese olor de tu casa tiene no es de los seelies, no es de nuestra especie.—Lo miro con los ojos entrecerrados.
—¿Estas diciéndome que puedo mentir?—le reto con una mirada poco linda.
Y su papá paso saliva y dejo decaer los hombros un poco, y no, no fue por la mirada, definitivamente habia algo que estaba ocultando.
¿Su papá sabía que podía mentir?
—No claro que no, los seelies no pueden mentir hijo mío, así que siempre me dirás la verdad—El rey volvió a tomar la postura correcta y lo miro con superioridad.
Heeseung solo bostezó.
—Bueno, ¿quieres darme un paseo por tu apartamento? Nunca me dejaste verlo cuando lo compraste—Le dijo con una sonrisa "amable" que escondían intenciones que claramente Jungwon sabía.
Su papá ya se había dado cuenta de que hubo alguien en su casa, con él, así que Jungwon le devolvió su sonrisa "amable" y lo hizo caminar por la cocina, en dónde había loza sucia, mas de lo que una persona que vive sola utilizaria.
—Porque tantos trastes, ¿no lavas acaso?—pregunto escondiendo la verdadera pregunta.
—Papá, estaba probando la receta de pastelería, sabes que me gusta la repostería, así que quería intentarlo y utilice varias cosas y se me olvidó lavar—Dijo inventandose una excusa rápida.
—Oh verdad, te gusta la repostería —Volvio a fingir la sonrisa y camino fuera de la cocina.
El seelie menor dejo decaer su sonrisa y suspiro, su padre solo fingía decir que conocía sus gustos, pero sabía que eso no era cierto, siguiendo a su padre al segundo piso, recordó lo que había pasado la noche anterior.
Mierda, ¡la ropa de Heeseung y la suya en el suelo!
No, no habían follado en la noche, de hecho esos dos días que estuvieron juntos no follaron, solo durmieron juntos y desnudos, porque así les gustaba, pero la ropa en el suelo hacia pensar cosas que no eran.
—Me imagino que debe estar hecha un desorden —Dijo con desagrado el rey, frente a la puerta del menor, Jungwon cerro sus ojos con una sonrisa y calmandose mentalmente abrió la puerta, no estaba tan mal, de hecho la ropa estaba en la parte derecha de la cama, justo al otro lado de donde se encontraba la puerta del baño, o sea en la dirección opuesta de la puerta de entrada, por lo que no se veía la ropa a menos que pasarás por allí.
—No, no está tan mal, es mi habitación en un día normal, todo lo organizo luego padre.—Le dijo con una sonrisa socarrona.
El rey se paseo por la primera sección de la habitación, viendo el escritorio con algunas cosas encima, nada fuera de lo normal, hasta que en un estante vió un tipo álbum.
—¿Eso que es?—pregunto con curiosidad y el seelie miro hacia donde su padre miraba.
¡NO! ¡El álbum de fotos con Heeseung!
—Es un libro, un libro si—Se repitió como estúpido.
—Quiero verlo.
A Heeseung juro que le iba a dar un infarto y eso que no estaba presencialmente en el lugar de su pequeño.
Ding dong.
—¿Quien es?—El rey fue el primero en preguntar volteandolo a mirar, caminando rápidamente hacia la puerta de la entrada, como típico paranoico, como si a su hijo no lo pudiese visitar nadie.
—Hola papá—Dijo su otro hijo, sonriendo, mirando a su hermano respirar tras su papá.
—Sunoo, ¿que haces por aquí?—
—Venia a visitar a Jungwon pero no me esperaba que tuviera visitas.—Dijo mirando a su hermano detrás.
—Yo ya me iba, Jungwon, arregla tu casa, parece basurero, adiós, los quiero ver mañana en la corte para el nuevo ensayo.
Y sin más se fue.
Jungwon acostumbrado a los comentarios despectivos de su papá, lo ingnoro viendo cómo este desaparecía de la nada.
—Joder sun, me salvaste la vida.—dijo respirando con normalidad, entrando a la casa con su hermano, sintiendo una presencia aparte de su hermano en la casa.
—En realidad te la salve yo, bebé.—Dijo El angel negro tras Jungwon, y este volteo mirándolo con confusión.
—¿Por qué?
—Porque yo te ví en tantos aprietos que llame a Sunoo y le dije que necesitabas ayuda.—Se encogio de hombros—Vi que tu padre iba a tocar algo que no le convenía mirar.
Y si, iba a tocar su álbum de fotos privadas.
—Gracias al ángel—Suspiro.
—Aunque no creo que nuestro padre haya pasado por alto los moretones de tu cuello y los demás en tus piernas.—Dijo en una risa y Jungwon corrió a mirarse en el espejo de la sala.
No, puede ser, no tenía muchos que resaltarán, pero aún se veían como chupetones.
—No puede ser, me voy a matar.—Cerro los ojos sin creerselo, no lo había notado.
—Ya bebé, no pienses mas, deberías subir a alistarme debemos salir ¿recuerdas?
Oh cierto, había quedado de viajar con Heeseung a la biblioteca antigua en busca de respuestas, porque hoy sus dudas seguían en pie.
—Cierto, lo siento sun debes irte, hablaremos después ¿si? ¿Podrás cubrirme mañana en la reunión con los principes? No creo que alcance a llegar para mañana.
—Esta bien, ¿pero que le diré a nuestro padre?
—No se, eres bueno para envolver a la gente, invéntate algo—Le dijo empujandolo hacia la salida de su casa.
—Joder, está bien, me deberás una explicación del porque esto.—Le dijo rodando los ojos.
—Las que tú quieras, pero luego, adiós.—Cerro la puerta y suspiro.
—¿Nervioso?—le dijo abrazándolo por la cintura besándole el punto cariñoso en el cuello a Jungwon, quien ladeó la cabeza, sabiendo que esos besos no eran de dobles intenciones.
—Algo, quiero saber que soy y de dónde vengo pero tengo miedo.—Le dijo suspirando, volteandolo a mirar.
—Lo que seas que seas me gustas, y lo sabrás enfrentar—Le beso la frente y luego los labios.
Jungwon se sentía en su lugar seguro cuando estaba con Heeseung, ese ángel negro lo entendía y lo apoyaba, no quería enamorarse pero aquello lo veía difícil.
Quien diría que si mismo era más de lo que creía que era.
Actu por el día de San Valentín y porque el HeeWon hizo vlive de cita entre ellos y no me lo perdí 🥳🫂
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