━━━━━━━━✧Sasuke Uchiha✧━━━━━━━━

Por fin habia terminado los planos de ambas casas para mi distrito, y debo admitir que no lo habría logrado sin la ayuda de los miembros del clan Hyuga. Quedaron bastante bien a mi parecer, traté de diseñarlas lo más tradicional y simple posible, pues quería mantener el mismo estilo de las casas originales.

Pero apesar de estar feliz con eso, habia algo que me tenía un poco inquieto; Hanabi.

No habia vuelto a verla desde aquella vez que me regaló la cesta con tomates ―los cuales estaban muy buenos, por cierto―. Al dia siguiente la estuve esperando en la banca de siempre, me quedé ahí sentado por más de una hora.

Pero nunca llegó, ni el día siguiente, ni el siguiente a ese.

Pensé varias veces en ir a visitarla a su casa, pero no encontré ninguna excusa buena para hacerlo.

Tal vez simplemente se aburrió de pasar tiempo conmigo y decidió invertir sus descansos en algo más interesante, mientras yo me mortificaba pensando que algo malo le habia pasado.

Si ese llegase a ser caso, yo tampoco tengo tiempo que perder pensando en ella. Ahora mismo estoy junto a los otros quince voluntarios en el terreno donde alguna vez estuvieron las casas y tiendas de los miembros de mi clan.

Ahora se encontraba completamente vacío, exceptuando los arboles y arbustos que empezaron a crecer con el tiempo. Tenia años sin pisar este lugar, y debo admitir al entrar me recorrió un escalofrío por todo el cuerpo.

Apesar de estar vacío a simple vista, este lugar se encontraba repleto de recuerdos para mi. La mayoría buenos, claro. Si cerraba los ojos podía imaginar fácilmente a los miembros del clan paseándose por las calles, acomodando sus tiendas y conversando entre sí. También me llegaron muchos recuerdos sobre mi hermano, Itachi.

Observe de reojo el bosque donde él solía entrenar, y el que alguna vez usamos para jugar de niños. Sentía una sensación calida al recordar todos esos momentos de mi infancia, incluso me daban ganas de no volver a abrir los ojos nunca.

Pero desgraciadamente, tenia volver a la realidad.

Me encargué de guiarlos a todos por el sendero que daba hasta la ubicación de mi antigua casa, pues ahí pensaba construir la primera.

Nostalgia, era todo lo que podía sentir en este momento.

Ver el vacío donde alguna vez estuvo mi hogar era algo raro. Pero me reconfortaba saber que pronto ya no se vería de la misma forma.

No debía dejarme ahogar por los recuerdos del pasado, a partir de ahora yo me encargaré de crear nuevos momentos alegres que sustituyan los anteriores.

Porque para eso volví a Konoha, para continuar con mi vida.

Aquel hombre corpulento que Hanabi logró convencer para que me ayudara, no resultó ser ningun fanfarrón. El sujeto en realidad parece ser un gran obrero, pues ahora mismo es quien está tomando el liderazgo en toda la situación, y no pienso llevarle la contraria.

Yo solo me dedicaba a explicarles los planos de la casa, pues por alguna razón desconocida para mi, los miembros del clan Hyuga no pueden estar presentes durante la construcciones.

Tal vez tenían cosas que hacer, pero como sea, tampoco es que los necesite.

―Sasuke-kun, ¿Donde quieres que deje esto?―me pregunta Sakura, cargando un saco de cemento sobre su hombro.

―Pues... donde quieras.―conteste con desinterés, sin despegar la vista de los planos de la casa.

―¿Tienes sed?―vuelve a preguntarme, a lo que yo negué.

―Yo si―interviene Naruto, levantando ligeramente la mano.

Sakura bufo y no dijo más nada al respecto, para luego alejarse de nosotros. Supongo que se fue a buscarle su bebida a Naruto.

―Teme, no ignores a Sakura-chan, ella esta dejando de ir al hospital para ayudarte.―me reprende Naruto, dandome un ligero golpe en el brazo.

―Yo le dije que no viniera si no tenia tiempo, se puede ir si quiere.―respondí cansado, a lo que el volvió a golpearme.

―¿Como es que no te das cuenta de que esta enamorada de ti?―cuestiona desencajado.

―Si me doy cuenta, que no me interese es otra cosa.―respondí, y pude escuchar como soltó un bufido.

―Ojala yo también tuviera a una chica tierna, dulce y amable que esté enamorada de mi.―suspira, apoyando su mejilla en su mano.

―Esa descripción que acabas de hacer no concuerda en absoluto con Sakura.―comente, haciendo una ligera mueca.

Naruto hizo un puchero irritado, cruzándose de brazos.―El punto es que... Sakura no es una mala chica Dattebayo, ten en cuenta que aparte de mi es la unica que nunca te ha juzgado y te ha perdonado todo lo malo que has hecho.―apunta, levantando su dedo índice.

Eso lo se, y lo aprecio.

―Aún así no significa que deba enamorarme de ella, simplemente no me siento atraído y ya.―respondí pesadamente, tratando de cortar la conversación.

―¿Alguna vez te has sentido atraído por alguna chica?―cuestiona de forma retórica, pero luego abrió los ojos abruptamente, alejandose un poco de mi― No me digas que...

―¿Qué?

―Acaso tu... ¿Eres gay?―pregunta temeroso, dando otro paso hacia atrás.

¿Ah?

―¿Gay?, ¿Quién es gay?―pregunta Sakura acercándose a nosotros, con un vaso de jugo en su mano.

―Sasuke.―me señala Naruto. Mi compañera abrió los ojos sorprendida, dejando caer el vaso al suelo.

idiota.

―¿C-como?―pregunta con voz temblorosa, haciendo una pequeña mueca de miedo.

―Yo no-...

Paré de hablar, bajo la atenta mirada de ambos. Bueno, pensándolo bien... ¿Qué es peor: Fingir ser gay o que me sigan molestando con Sakura?

―Si, soy gay.―respondí al fin, encogiéndome de hombros.

Algo me dice que luego voy a arrepentirme de esto.

De la nada Sakura empezó a tambalearse, hasta que terminó desmayada en los brazos de Naruto, el cual se veía casi tan pálido como Sai.

¿En serio se lo creyeron tan fácil?

―¡Lo sabia!―exclama, señalándome con su mano libre―, ¡Por eso no me mataste en nuestra primera pelea!―sonríe, apretando su puño― Aunque debo admitir que en algún momento yo también dude un poco sobre mi-...

Mejor no lo dejo terminar esa frase.

―Era mentira, Naruto.―lo interrumpí, dejándolo con la palabra en la boca.

El desvió la mirada, sonriendo torpemente.― L-lo sabia, Dattebayo...

Trataré de olvidar todo lo que acaba de pasar.

―Como sea... no se lo digas a Sakura, mejor que siga pensando eso.

―Cobarde.―canturrea, silbando un poco.

―¿Prefieres que se ponga a llorar cuando le diga que no me gusta y jamás lo hara?―cuestioné fastidiado.

No me costaba en absoluto ir a dejarle las cosas claras a Sakura. Pero no quiero lastimarla, se que sus sentimientos hacia mi son muy fuertes, y aunque no sean correspondidos, eso no implica que no sienta cariño y aprecio por ella.

La quiero, como se debe querer a una buena amiga.

Naruto lo pensó un poco, para luego negar.―¿Que harás cuando consigas a una chica que si te guste?―pregunta, alzando una ceja.

Huh... buena pregunta.

―Le dire que... ¿Ella me volvió hetero?―respondí inseguro, ganándome una carcajada de su parte.

―Todo lo que haces es complicarte la vida'ttebayo.―me reprocha, cargando a Sakura entre sus brazos― La llevaré a su casa, no creo que vaya a despertarse en un buen rato.

Yo asentí sin tomarle mucha importancia. Sinceramente lo que menos me interesa es si alguien duda de mi sexualidad o no, así que seguiré con esto hasta que Sakura se case o consiga novio.

De todas formas, dudo mucho que encuentre a alguna chica que me guste en esta aldea.

―Bien, eso es todo por hoy, pueden irse.―anuncia Ryoichi, el hombre musculoso que Hanabi consiguió.

Eso debería decirlo yo, pero bueno.

Todos suspiraron y empezaron a comentar cosas entre ellos para luego despedirse. Hoy habia sido un dia ajetreado, pues ya habíamos empezado a construir la base de la primera casa, la cual no es para nada pequeña.

¿Que esperaban? Mi antigua casa era una mansión, y no pienso conformarme con menos.

Y por otro lado, Sakura no volvió a venir desde que le mentí diciendo que era gay. No sabia que era homofóbica.

Naruto me dijo que necesitaba tiempo para asimilar la situación. Me parece que está exagerando un poco, tampoco es que esté muerto o algo así.

Pero en fin, eso es su problema.

Ya estaba por irme también, hasta que sentí como alguien se acercaba a mis espaldas. Me di la vuelta para ver de quien se trataba, encontrándome con la señora que se encargaba de hacer lo refrigerios. Estaba a pocos pasos de distancia de mi, con un pequeño envase entre sus manos.

―Ten... dáselo a tu novia, lastima que no puede estar aquí para acompañarnos.―dice en tono dulce, tendiendome el envase.

―Sakura no es mi novia.―conteste, frunciendo ligeramente el ceño.

―No me refiero a ella, sino a la chica bonita con el cabello largo.―aclara, haciendo un ligero ademán con su mano.

¿Chica bonita con cabello largo?... Creo que se refiere a Hanabi.

―Bueno, yo se lo llevo.―acepté el envase, haciéndola sonreír.

Se despidió de mi agitando su mano, pero antes de perderla completamente de vista recordé que no había aclarado el malentendido.

―Ella tampoco es mi novia.―dije en voz alta, pero dudo mucho que me haya escuchado.

Me encogí de hombros observando el envase en mi mano, ahora si tenía una excusa para ir a verla.

Caminé a paso calmado hacía el distrito Hyuga. Ya era de noche, así que seguramente su entrenamiento ya habia terminado y se encontraba descansando en su casa, o por lo menos eso espero.

Los aldeanos ya no me mandaban malas miradas cuando pasaba junto a ellos. Supongo que eso es gracias a Naruto, pues pasar gran parte de mi tiempo junto al héroe de la aldea hizo que me tomaran cierto... ¿respeto? No lo se, pero ya parece que están empezando a aceptar más mi presencia.

Se que aún no les simpatizo en absoluto, pero por lo menos ya me siento menos incomodo al pasear por la aldea.

Ya estaba por llegar a la entrada del distrito, podía ver el umbral con el emblema del clan Hyuga a unos cuantos pasos de distancia. Pero antes de que pudiera si quiera acercarme a este, la hermana de Hanabi salió corriendo del distrito, y parecía que iba directo hacia mí.

―S-Sasuke-kun―jadea, parando frente a mi.

Yo no dije nada, solo me quede observándola con el ceño fruncido. Me pareció bastante sospechoso que haya salido justo cuando yo estaba por entrar, además... ¿Por qué se veía tan agitada?, es como si me hubiera visto de lejos y se haya acercado para... ¿Para qué?

―¿Qué hace p-por aquí?―pregunta torpemente, desviando la mirada.

―¿Donde esta Hanabi?―pregunté también, ignorando lo que dijo anteriormente.

Ella tragó saliva, para luego empezar a jugar con sus dedos.―¿Viene a verla?―susurra bajando la mirada.

Esto cada vez me parece más extraño.

―Responde mi pregunta.―exigí un poco ansioso.

Menos mal que Hanabi no es como su hermana, o definitivamente no nos llevaríamos bien.

―Ella esta... ocupada.―contesta, sin dejar de jugar con sus dedos.

Esta mintiendo, estoy seguro.

―¿Haciendo qué?―pregunte bruscamente, haciéndola sobresaltar.

―Entrenando...―musita, sin verme a los ojos.

Mentira.

―Tengo entendido que tu eres su pareja durante los entrenamientos, ¿Que haces aquí entonces?―cuestioné, alzando una ceja.

Ella titubeó un poco, abriendo y cerrando la boca pero sin decir nada concreto al final. Yo solo mantenía mi vista fija en su persona, tratando de intimidarla para que soltara la verdad.

―E-Es complicado...―murmura al fin, tragando saliva.

―Soy inteligente, explícame.

Nuevamente volvió a quedarse pasmada. Solo espero que no se vaya a desmayar o algo por el estilo.

―B-Bueno... resulta que...

Así empezó a contarme todo lo que sucedió luego de que Hanabi volviera a su casa aquel día, y con cada palabra que pronunciaba un fuerte sentimiento de ira recorría todo mi ser.

Parece que tendré que conversar seriamente con el líder del clan Hyuga.

Espero que les haya gustado el cap uwu

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