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III

━━━━━━✧Sasuke Uchiha✧━━━━━━

Acabo de salir de la oficina de Kakashi, ya terminamos de arreglar todos los detalles sobre la reconstrucción del distrito Uchiha.

Quedamos en construirlo en el mismo lugar donde se encontraba antes del ataque de Pain, apartado del resto de la aldea. Kakashi me dijo que podíamos incorporarlo cerca del resto de los distritos, pero sinceramente me gusta más como estaba antes.

Por ahora solo construiremos tres casas, no hay razones para hacer más por el momento. Después de todo, ahí viviré solo yo por un buen tiempo.

Pero habia un problema, necesito obreros para que me ayuden a hacer el trabajo. Todos estaban ocupados reconstruyendo otros sectores de la aldea, y dudo mucho que alguno quiera tomarse el tiempo para ayudarme.

Kakashi me aconsejó que paseara por la aldea buscando voluntarios, cuando claramente podría encontrarlos él mucho más rápido. Solo queria molestarme.

Ahora mismo estaba tratando de encontrar a alguien, pero cada vez que cruzaba miradas con algún aldeano simplemente se iban corriendo o me ignoraban. Que sorpresa.

Por lo menos tenia dos firmas seguras, la de Naruto y la de Sakura. Posiblemente Sai también quiera ayudarme, pero dudo mucho que alguno sepa algo sobre arquitectura.

―¿Sasuke-san?―escuché que una voz femenina me llamó. Me gire a ver de quien se trataba, encontrándome con la chica de ayer.

Hanabi, creo.

―¿Que haces aquí?―le pregunte, tal vez sone mas rudo de lo que pretendía.

Eso no pareció importarle, porque aun así me sonrió. Señalo un cartel a mi lado, haciendo que dirigiera mi vista hacía el.

―Estas en la entrada del distrito Hyuga.―me informa, pude percibir cierto tono burlón en su voz.

Comprobé lo que decía al leer el cartel, para luego ver la gran entrada adornada con el logo de su clan. No se en que momento termine aquí.

―Ah, disculpa ―murmuro. Estaba por dar media vuelta y regresar, hasta que recordé mi objetivo principal―, ¿Tienes tiempo? Me gustaría preguntarte algo.

Ella asintió levemente, haciéndose a un lado para dejarme entrar al distrito. Caminamos juntos un rato por los alrededores, el lugar era bastante lindo.

Pero el mio será mejor.

Ella paró frente a una pequeña banca, para luego sentarse y palmar el asiento a su lado. Me senté rápidamente, sacando una hoja en blanco de uno de los bolsillos de mi capa.

―¿Que necesita?―me pregunta, estaba ligeramente volteada para poder observarme de frente.

―Estoy buscando voluntarios para ayudar en la reconstrucción de mi distrito.―explico, pasándole la hoja.

Ella la observó con algo de confusión, luego le dio vuelta para ver si habia algo escrito detrás. Al percatarse de que estaba vacia de ambos lados, apretó los labios para contener una carcajada.

―¿Acabas de empezar?―pregunta en voz baja, tenia las mejillas algo infladas y su cara estaba tornándose roja.

―Llevo dos horas buscando.―mascullo de malhumor. Ella giró la cabeza hacia otro lado, y pude escuchar como soltó una ligera risa.

Es más malvada de lo que parece.

―Supongo que quiere mi ayuda ―deduce más calmada, girándose nuevamente para observarme. Yo asentí simplemente―. Me encantaría ayudarlo, Sasuke-san, pero desgraciadamente este es mi ultimo dia libre.―informa, frunciendo levemente las cejas.

Yo suspiré cansado. Al verla me alegré un poco ante la posibilidad de conseguir su ayuda, pero parece que solo perdí el tiempo otra vez.

―Bueno, perdón por las moles-...

―Espere ―me interrumpe, alzando ligeramente una de sus manos―, como le dije, hoy es mi ultimo dia libre, creo que puedo ayudarlo a conseguir voluntarios.

Me quedé callado pensando en su propuesta. Fácilmente podría pedirle esa ayuda a Naruto, seguramente el conseguirá a muchas personas gracias a su carisma de héroe. Pero me da rabia solo imaginar como se burlará de mi al enterarse de que no conseguí ni una sola firma por mi cuenta.

―Acepto.―contesto finalmente. Ella me sonrió como solia hacerlo desde que la conocí, y se levanto de la banca con mi hoja en manos.

―Espéreme aquí, iré a hablar con algunos conocidos.―pide. Yo me limite a asentir, observando como se alejaba de mi a paso rápido.

Al transcurrir algunos minutos, ella volvió con una enorme sonrisa adornando su rostro. Se coloco frente a mi escondiendo la hoja detrás de su espalda, a lo que yo alce un ceja confundido.

―¿Como te fue?―pregunte, aunque por su expresión era fácil deducir que habia conseguido lo que queria.

―Ya tiene seis voluntarios, todos hombres trabajadores con conocimientos de arquitectura.―informa con orgullo. Yo abrí ligeramente la boca sorprendido, a lo que ella soltó una risa.

―Graci-...

―No hace falta que me agradezca, aún no hemos terminado ―me interrumpe, tambaleándose sobre sus talones―. ¿Nos vamos?

Yo solo atine a asentir, levantándome de la banca. Ella volvió a sonreírme, a la vez que empezaba a caminar hacia la salida del distrito Hyuga. La seguí en silencio, e inconscientemente empecé a observarla de reojo.

Parece que no perdí el tiempo con ella.

―Dijiste que hoy es tu ultimo dia libre...―comente, llamando su atención― Exactamente, ¿Que te tiene tan ocupada?―pregunté, a lo que ella suspiró pesadamente.

―Mi padre nos ha estado obligando a entrenar diariamente a mi hermana y a mi, llevamos cuatro meses en eso. Este fue mi primer fin de semana libre desde entonces.―explica con voz cansada.

Abrí los ojos sorprendido. Desde que empezó la época de paz muchos ninjas han descuidado sus entrenamientos para descansar y dedicarse a otras cosas, pero parece que los Hyuga siguen igual de rectos como siempre.

―¿No te molesta desperdiciar tu ultimo dia libre ayudándome?―cuestiono, desviando la mirada de ella para posarla en la salida.

―Para nada, al principio planeaba salir a pasear por la aldea, prácticamente terminaré haciendo lo mismo pero con usted.―responde más animada. Yo asentí sin verla.

Al salir de su distrito empezamos a recorrer las rutas de Konoha. Hanabi observaba atentamente a todos los aldeanos, analizando si podían sernos de ayuda o no. Note varias veces como le sonreían o la saludaban, parece que la quieren mucho por aquí.

A diferencia de a mi, que me odian.

―Oh, mira a ese hombre, creo que nos servirá.―murmura acercándose un poco más a mi.

Dirigí mi vista hacia donde me indicó, encontrándome con un tipo musculoso que media alrededor de dos metros. No suelo dejarme intimidar por nadie, pero ese hombre era más grande que las casas que planeaba construir.

―No creo que el-...―pare de hablar al percatarme de que Hanabi ya no se encontraba a mi lado.

Estaba corriendo en dirección al sujeto aterrador. Al llegar a su lado dio unos leves toques a uno de sus enormes brazos, haciendo que el tipo se volteara a verla.

Tragué saliva preocupado al ver su expresión de pocos amigos, pero parece que mi extraña acompañante no se dejó intimidar por eso. Le sonrió al tipo y empezó a decirle cosas que no alcancé a escuchar. El solo la observaba fijamente mientras ella sonreía y hacia muecas al hablar, me sorprendi mucho al ver como aquel sujeto empezaba a reírse con ella, y como de la nada ambos se giraron a verme.

Me acerqué a ellos a paso lento. Al llegar Hanabi hizo un puchero y me tomo del brazo, levantando ligeramente mi capa.―¿Esta viendo?, al pobre le falta un brazo.―murmura triste, señalando el vacío en mi manga izquierda.

¿Que estaba haciendo?

El sujeto suavizo su expresión, observándome con compasión.―Pobre chico... sin brazo y sin casa, que vida tan miserable debe tener.

¿Ah?

―Si, muy miserable ―suspira Hanabi―, y lo peor es que nadie quiere ayudarlo, parece que no quedan buenas personas en este mundo.―murmura, bajando la mirada.

Fruncí el ceño sin entender que trataba de hacer, pero mis dudas fueran disueltas al ver como el hombre le sonreía y colocaba una mano sobre su cabeza.

―No te preocupes, linda ―le dice, soltando una corta carcajada―, ¡Aqui tienes al mejor obrero de toda Konoha!, ¡Yo mismo ayude a construir la torre del Hokage!

―¿Esta diciendo que si nos va a ayudar?―pregunta ilusionada, levantando la mirada. El hombre asintió, haciéndola sonreir― ¡Muchas gracias!, aquí tiene la hoja de voluntarios.

Intercambio unas cuantas palabras más con ese sujeto, para luego despedirse animadamente de el. Cuando estuvimos lo suficientemente lejos, la detuve agarrándola del brazo.

―¿Usaremos lastima para conseguir firmas?―pregunte frunciendo el ceño, esa idea no me gustaba mucho. Ella soltó una risa, retirando mi mano de su brazo y dándole un ligero apretón antes de soltarla.

―¿Lastima?, para nada, Sasuke-san ―niega con la cabeza, sin dejar de sonreir―. Solo estamos explicándole tu situación a los demás, en ningun momento dije alguna mentira o exageré algo.

―Mi vida no es miserable.―masculle, a lo que ella titubeó un poco para luego encogerse de hombros.

―Bueno, tal vez si exageré un poco en esa parte...―sonrió apenada, desviando la mirada― Lo siento, Sasuke-san, si le molesta podemos hacerlo de otra form-...

―No importa, haz lo que quieras.―la interrumpí, suspirando.

Había logrado conseguirme siete firmas en menos de una hora, sea como sea, me estaba ayudando y no pensaba quejarme.

―Y ya te dije que no usaras honoríficos conmigo ―volví a hablar, retomando el camino―, también deja de hablarme con tanto respeto, solo soy un año mayor.

―Lo siento, es la costumbre.―sonríe apenada, acelerando el paso para alcanzarme.

Seguimos caminando durante algunas horas más, ella lograba convencer a cualquier persona para ayudarnos, incluso terminaba haciendo amigos en el proceso.

No entiendo como lo hace, ¿Que tiene ella que no tenga yo?

―¿Lo ve?, ¡Es adorable!―exclama Hanabi, apretando mis mejillas a la vez que sonreía ampliamente. La señora asintió de acuerdo, terminando de firmar la hoja.

―Aquí tienes cariño, yo me encargare de llevar refrigerios para los voluntarios.―informa, devolviéndole el papel.

―¡Muchas gracias!, ¡Que tenga un lindo dia!―se despide, tomándome del brazo para salir de aquella panadería.

―¿Y para que la necesitamos a ella?―le pregunto confundido. Hanabi rodó los ojos, soltándome.

―Los obreros se cansarán en algún momento, necesitamos darles algo de comer para agradecerles por su trabajo.―explica, haciendo un ademan con su mano. Yo asentí, observando las veinte firmas escritas en la hoja.

¿Como podría agradecerle a ella todo lo que ha hecho por mi? Sin su ayuda seguramente seguiría con la hoja en blanco y con mi orgullo hecho pure.

―¡Una tienda de flores!, ¡Vamos a entrar!―exclama contenta, arrastrándome hacia el interior del local.

Los diferentes aromas florares inundaron mis fosas nasales. Hanabi observaba las multiples plantas con una sonrisa, hasta que cierta voz llamó nuestra atención.

―¿Sasuke-kun?―cuestiona Ino sorprendida, observándome con los ojos bien abiertos.

―¿La conoces?, genial.―susurra Hanabi, para luego sonreir y acercarse a la rubia. Yo la seguí sin decir nada, escuchando como empezaba a explicarle la situación a mi ex compañera de clases.

―¿Ayuda en la decoración?... ¡Acepto!―exclama Ino, tomando la hoja para firmarla― Pudiste venir antes Sasuke-kun, sabes que siempre estaré dispuesta a ayudarte.

Rode los ojos internamente cuando Hanabi me dio un codazo burlándose de mi. Le agradecimos a Ino por su ayuda para luego salir de la tienda, pero antes de alejarme de la misma una idea llegó a mi mente.

―Espérame aquí, olvide algo.

━━━━━━✧Hanabi Hyuga✧━━━━━━

Asentí, observando como volvía a entrar a la tienda apresurado. Me estaba divirtiendo más de lo que esperaba, tenia mucho tiempo sin caminar tan libremente por la aldea. Además, Sasuke resultaba ser muy gracioso cuando se lo proponía, es mucho más agradable de lo que imaginé.

Ya habíamos conseguidos suficientes firmas, todos los sectores estaban cubiertos. Teníamos arquitectos, obreros, una cocinera y a una diseñadora de interiores. Con eso es más que suficiente.

Me gustaría estar allí para ayudarlos a todos cuando empiecen, pero a partir de mañana retomare mis entrenamientos nuevamente, y quien sabe cuando volverán a darme un dia libre. Pero por lo menos me hace feliz saber que logré ayudarlo un poco hoy.

Levante la vista cuando escuche a Sasuke acercarse a mi, tenia los labios fruncidos y estaba evitando mi mirada. Iba a preguntarle que le habia pasado, hasta que sacó la mano de su capa para entregarme una rosa roja.

―Ten... es por ayudarme.―murmura, tenia las mejillas ligeramente sonrojadas y seguía sin mirarme directamente.

Solté una risa tomando la flor entre mis manos, era muy bonita.

―Muchas gracias Sasuke, no hacia falta que te tomaras la molestia.―le sonreí. El se encogió de hombros restándole importancia.

―No importa, ni siquiera me la cobro.―contesta, haciéndome reír― ¿Ya terminamos?

―Sip, no hace falta más personal ―respondí con orgullo.

―Hmp... ¿Tienes hambre? Yo si, vamos a comer.―dice pasándome de largo para acercarse a un puesto de comida cercano.

―Vaya... vas a invitarme a comer también, eres más amable de lo que parece.―comente caminando a su lado. El bufo, desviando la mirada.

―Nunca dije que yo pagaría.―refunfuña, haciéndome reír otra vez.

―Ya se me hacía raro.

Espero que les haya gustado el cap uwu

Me gusta mucho narrar desde la perspectiva de Sasuke jajahsjaha

💟 Voten y comenten para más.

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