➛ ⌈01⌋ 'Medialuna'
Prólogo.
DEREK HALE:
Nunca antes había experimentado un dolor de cabeza tan intenso como el día en que puse un pie en Beacon Hills nuevamente. Había estado allí durante varios días, sin recibir respuesta de mi hermana Laura, lo que me hacía temer lo peor. El solo pensamiento de que ella pudiera estar muerta me causaba un profundo dolor en el pecho.
Suspiré mientras guardaba un inhalador que había encontrado en el bolsillo y me senté en el pórtico de mi antigua casa. No había estado allí desde que tenía diecisiete años y me parecía extrañamente pequeña y fuera de lugar. No había forma de que fuera la misma casa en la que había crecido, ni la misma que había guardado mis recuerdos, todo se había consumido por completo el día que ardió en llamas, y eso sucedió debido a mí. Una tragedia más por mi culpa.
El ruido lejano de una rama quebrándose llamó mi atención de forma inmediata. Alcé la mirada hacia el frente y agudicé mis oídos en silencio. Nada parecía indicarme que debía entrar en estado de alerta, pero mis sentidos me advirtieron de que había más. Tal vez no fue un instinto sobrenatural, tal vez solo la curiosidad quería que supiera lo que sucedía.
Entrecerré mis ojos.
-¡Tú estuviste en ese momento! -habló un chico emocionado-. Dime que fue asombroso.
-Ni siquiera creí que un venado podría pasar por encima mío -comentó una chica entre risas-. Claro, ahora lo recuerdo, fueron varios venados no solo uno. Es lo más interesante que me ha pasado en la vida.
-Debes agradecerme, Selena -dijo otro chico.
Todos mis sentidos volvieron a la normalidad de forma abrupta. Me quedé helado por un par de segundos mientras repetía aquel nombre en mi cabeza con voz remota. Durante ese instante, sentí que ni siquiera podía respirar, exhalando solo cuando pronuncié su apodo: Lena.
Me puse de pie rápidamente y caminé sin detenerme a pensarlo demasiado, con los puños apretados. Estaba extremadamente tenso, sudando más de lo que nunca lo había hecho. Me detuve abruptamente cuando la primera duda se instaló en mi mente. Si era ella... si realmente era mi Lena... No, no era buena idea. Mi madre me lo advirtió claramente, como si supiera desde el principio que tendría esta duda.
Pero también, si era ella, podría verla. Aunque no me recordara, al menos podría verla por última vez.
Avancé recuperando poco a poco la seguridad de mis pasos. Apenas estaba acercándome a ellos, cuando uno de los chicos se dio cuenta de mi presencia y, enseguida, golpeó las espaldas de ambas personas que se encontraban buscando algo en el suelo sin prestarle demasiada atención. El chico fue el primero en voltearse y apenas me vio se puso de pie. Cuando lo hizo ella, lo confirmé enseguida y un nudo tenso se formó en mi estómago obligándome a reprimir las ganas de ir hacia ella y abrazarla; seguía tan hermosa como la última vez que la vi.
Me di cuenta de que nunca pude superarla, ni nada de lo ocurrido. Incluso cuando traté de las peores formas de dejar su imagen en el olvido, jamás se despegó su rostro de mi mente. Voltee hacia el chico trigueño y me esforcé por mantener la mirada fija en él, y al hacerlo, me di cuenta de que su aroma era diferente.
-¡Hola! -saludó ella esperando una respuesta de mi parte, pero tuve que ignorarla. Si no lo hacía, no resistiría más.
Me llevé ambas manos a los bolsillos de mi chaqueta de cuero mientras caminaba hacia ellos, tratando de aparentar seguridad en mis pasos. Aún no podía calmar mi mente, ya que sentía cómo los recuerdos se desbordaban e intentaban regresar hacia ella.
Incluso si era lo que quería, Lena jamás recuperaría los recuerdos.
-¿Qué hacen aquí? ¿Eh? -Me detuve a unos metros de ellos tres y alcé mis cejas-. Esto es propiedad privada.
-¿Lo es? -preguntó ella, observando a su alrededor con la mirada confundida-. Creí que hubo un incendio y la familia... -El chico de piel pálida y cabeza rapada la golpeó con el codo y ella volteó a verlo molesta-. ¿Disculpa? -susurró.
-Lo siento, no sabíamos -se disculpó él.
-Sí, solo estábamos buscando algo...
Sentí su mirada sobre mí y, a pesar de luchar con todas mis fuerzas contra esos persistentes pensamientos, mis ojos se encontraron con los suyos. Intentar describir con palabras lo que me sucedía me llevaría a decir que sentía como si mi alma fuera arrancada de mí dolorosamente y de forma despiadada, luchando por fusionarse con la suya, pero eso no era nada comparado con lo que realmente me ocurría.
-Olvídalo -murmuró el chico trigueño, supe enseguida que se trataba del hermano de ella.
Saqué el inhalador de mi bolsillo y se lo lancé. Noté la sorpresa de Selena, cuando Scott atrapó el aparato habilidosamente.
Le di una última mirada a los tres, pero me detuve por más de un segundo en sus ojos color avellana, casi sonreí al confirmar aquel destello natural en sus ojos, aquello por lo que luché por mantener hasta el final.
Me di la vuelta y me alejé de ellos en cuanto pude.
Sabía que ella no me recordaría, pero mantenía un mínimo de esperanza de que, tal vez, en el fondo de su corazón, aún quedara un rastro de mi nombre.
Pero ella me había mirado como si no hubiésemos tenido historia.
Capítulo uno:
❝MEDIALUNA❞
━🌻━
DEREK HALE:
F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶ F̶u̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶u̶l̶p̶a̶.̶
Mientras seguía sumergido en aquella pesadilla, escuché sus latidos.
Pum. Pum. Pum.
Abrí mis ojos con pesadez, mientras mis oídos seguían pendientes a su corazón. Sentí uno de sus brazos encima de mi torso, así que apoyé mi mano en él comenzando a acariciar su piel con delicadeza. Solté un fuerte suspirando tratando de recuperar la tranquilidad de mi respiración. No hizo falta que bajara la mirada para saber que mi pecho subía y bajaba de forma profunda e irregular. Estaba completamente acongojado.
Ladee mi cabeza y me encontré con ella durmiendo plácidamente. A diferencia mía, respiraba con serenidad, y, aunque fuera de locos, eso lograba tranquilizarme.
Dejé de acariciar su brazo y lo corrí a un lado, posicionándolo junto a su rostro donde estaba su otra mano apoyada en su mejilla. Mis siguientes movimientos fueron bastantes sigilosos con el objetivo de no despertarla; corrí las sábanas a un lado y me senté en la orilla de la cama. Mientras mi mirada se deslizaba desde el techo hasta mis pies descalzos, mi pecho apretaba ante el nudo que empezaba a formarse; tan grueso y largo que llegaba hasta mi garganta. Era doloroso e incómodo sentirlo, pero era lo único que ayudaba a que mi llanto se mantuviera dentro de mis lagrimales. Si en algún momento ese nudo se aflojaba o finalmente se deshacía, la fuerza para aparentar que había formado serviría para romper el cristal de indiferencia que había construido para evitar mi tragedia. Pero ese era el problema, era un cristal, en este punto, cualquier cosa serviría para destruirme.
La luz de la luna que se reflejaba a través del gran ventanal, llegó a mis ojos cuando me puse de pie. No faltaba demasiado para la luna llena, y viendo ahí parado, sin estar temeroso de hacerle daño a alguien o a mí, me hizo pensar enseguida en cuanto habían cambiado las cosas.
Cualquiera habría apostado a que las peores lunas llenas habían sido durante los primeros años, pero la realidad, era que luego de Lena, aquellas noches se volvieron mucho peor.
Muchísimo peor.
Cerré mis ojos. Sus latidos de nuevo, ahí estaban, asegurándome la calma.
Me puse solo los pantalones de jean negro y luego caminé -aún descalzo- hasta el enorme balcón del loft. Apenas el aire fresco golpeó mi cuerpo como una suave brisa, solté al fin otro suspiro. Estaba helado afuera, pero era lo que necesitaba para pensar con claridad. El cielo estaba adornado con un par de nubes grises, que eran casi imperceptibles por la oscuridad. La ciudad estaba en completo silencio, no mucha gente despertaba a las cinco de la mañana, solo aquellos que trabajan.
Apoyé las palmas de mis manos en la barandilla de piedra, comenzando a sumergirme en uno de aquellos recuerdos.
En cuanto sentí su cabeza apoyarse en mi hombro, una sonrisa tímida se dibujó en mi rostro. Mis manos palmearon mis piernas al ritmo de los latidos de su corazón. Estaba completamente feliz de estar con ella. En medio de tanta oscuridad, éramos los únicos iluminados por la luz de la luna.
El roce de su mano encima de la mía me sacó de mis pensamientos.
-¿Qué haces? -Preguntó. Supe que se refería a mis golpecitos-. ¿Estás pensando en una canción o algo así?
Me acomodé en el suelo, apoyando con más firmeza mi espalda en aquel tronco y apoyé mi brazo por encima de sus hombros atrayéndola más a mí.
-Sí, es mi canción favorita -contesté con una sonrisa-, se llama "los latidos de tu corazón".
Lena soltó una risa fuerte, pero aún así, sabía que también había cierta timidez. Acomodó dos mechones de su pelo detrás de su oreja y de reojo creí notar como se mordía el labio inferior de forma inapreciable.
-A veces no sé si me lo dices en serio o es pura ironía -admitió, disminuyendo su risa hasta que todo volvió al silencio nuevamente.
Acaricié su cabello enredando mis dedos entre ellos, mis ojos se desviaron hasta la medialuna en el cielo: era perfecta.
-Todo lo que te digo va en serio. Todo -aclaré, perdiéndome en el brillo blanco.
Enfoqué la mirada en el cielo antes de escuchar un par de pasos detrás de mí. Me dí la vuelta solo para encontrarme con Lena, de pie junto al ventanal. Lo único que traía puesto era mi camiseta azul. Con sus brazos había intentado rodear su cuerpo mientras clavaba sus ojos en mí. Sonreí al darme cuenta de que sus ojos eran más chicos de lo normal, evidentemente se había despertado hacia unos minutos.
-¿Todo está bien? -preguntó-. Derek, tus ojos están rojos.
Me pasé una de las manos por el rostro y negué en cuanto la vi acercándose a mí, la clara preocupación plasmada en su rostro.
-Debe ser el frío -excusé, aunque la verdad era que tampoco tenía idea de a qué se debía. Volví a sonreírle-. Estoy bien, lo prometo. ¿Tú por qué estás despierta a esta hora?
Lena caminó hasta detenerse junto a mí, enfrente del balcón. Apoyó sus manos ahí y observó la calle vacía y oscura por un par de segundos, luego volteó a verme algo cansada.
-Trabajo -respondió con pesadez-. ¿Me dejas lanzarme del balcón? Prometo no dañar tu hermoso auto que está abajo.
-No -contesté de inmediato.
La oí resoplar detrás de mí mientras caminaba hacia adentro. Selena me siguió.
-Estoy segura de que es el hecho de que podría dañar tu auto lo que tuvo más influencia en tu repuesta, no mi propia vida-dijo con diversión-. Pero voy a ignorarlo solo porque eres atractivo.
Me detuve, pero ella siguió caminando hasta la cama. Le dio un corto vistazo a su teléfono antes de quitarse mi camiseta dejando a la vista su cuerpo desnudo, no pude evitar recorrer con mis ojos desde su rostro hasta sus piernas. Me dio una mirada mientras se ponía su ropa interior verde.
-Deja de verme de esa forma.
-¿De qué forma? -le pregunté, acercándome a ella.
Terminó de vestirse con un pantalón de mezclilla y una camiseta naranja. Se acercó a mí mientras se peinaba el pelo con sus propios dedos, una enorme sonrisa irradiaba en ella.
-Como si quisieras llevarme a la cama de nuevo.
-Oh, es que yo quiero llevarte a mi cama de nuevo -bromee, le di un corto beso en los labios cuando se detuvo enfrente de mí-. Pero te llevaré al trabajo mejor.
-"El amor no da de comer" -citó con orgullo.
-Yo conozco una forma de amor que da de comer. Y bastante bien -dije con falsa picardía. Enseguida solté una pequeña risa cuando la vi mirarme con confusión-. Deja, vamos.
Ella se separó un poco y me dio una corta mirada en toda la zona abdominal. Alzó una ceja.
-Ponte una camiseta o algo -me ordenó, antes de darse la vuelta y caminar hasta la cama. Comenzó a colocarse las zapatillas con concentración
Le hice caso.
▮NOTA DE AUTORA .ᐟ :
¡Holis! ¿Cómo andan?
Espero que tengan bonito día ֶָ֢
No es un capítulo tan largo,
pero es trabajo honesto 🤝😞
Anyways, hoy no ando con tantos
ánimos así que no sé que más decir xd,
como sea, las quiero un mundo.
Besitos.
Cualquier duda
me lo hacen saber➛
..
༝༚༝༚
..
Tiktok: gimeverlark.
┌──❀*̥˚───❀*̥˚─┐
Recuerden:
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