Capítulo 2
Azul y plata
Año 122 c. D después de la conquista.
Una niña de seis años se encontraba tranquilamente caminando por los pasillos de Rocadragón, su cabello blanco estaba suelto, pero hermosamente adornado con joyas azules a juego con su vestido celeste, pero sobre todo resaltando sus ojos verdosos oceanicos.
Hoy estaba muy feliz y eso todos los sabían, ¿la razón?, solo mira el cielo y el mar, los dos se encontraban tranquilos, todos en el castillo recuerdan muy bien la primera vez que ella había llorando por que la Septa enviada de antigua por Lord Mano, la había golpeado por que Nerea tenía una opinión muy diferente para ser la sumisa de un hombre.
Ese día Nerea había soltado un llando que retumbo por todo el castillo, el tiempo se había nublado, el mar se agitó salvajemente y el viendo rugia fuerte, pero sobre todo la tierra tembló.
El primero que había llegado al rescate de la hija del mar, fue su padre Laenor, el había encontrado a su hija parada llorando con la mejilla roja y el labio partido, el no dudo en tomar a su hija en brazos y tratar de calmarla, el segundo el llegar fue Harwin con Daemon, después llegaron una Laena y una Rhaenyra con sus grandes vientres.
Harwin y Daemon no dudaron en sacar sus espadas y apuntar a la mujer que comenzaba a pedir disculpas y rogar por su vida, pero era en vano, había tocado a la hija del Heredero de Driftmark, a la hija de la Heredera al trono, a la hija del Heredero de Harrandel, a la hija de la jinete del dragón más grande de Westeros y a la hija del "salvaje" canalla.
Pero sobre todo había lastimado a la hija del Dios del mar, un delito que se pagaba con muerte.
El llando de Nerea duro por más de una hora, nadie jamás la había golpeado de esa forma, una cosa era los entrenamientos qué su papá Daemon, papá Harwin y su papá Laenor, otra cosa es que una extraña que te exija algo que no entendías, ya era un delito.
Aquellos guardias y sirvientas (o las ayudantes del bien estar del castillo, una forma más amable con la que Nerea se refiere a ellas), jamás también iban al olvidar las palabras que el príncipe Daemon dijo sobre la carta de mando Otto Hightower sobre la muerte "injusta" de la Septa.
"¿Por qué le molesta tanto la muerte de esa rata religiosa?, ¿Lord Mano se la cojio ya que por eso se estaba quejando?, la muerte de esa mujer es la prueba del porqué no deben tocar a nustros hijos".
Ya había pasado dos meses de eso, pero volviendo a nuestra pequeña Nerea, ella estaba sumamente feliz, por muchas razones, faltaba poco sus nuevos hermanitos nacieran, la otra esque iría al mar como todos los días, pero había algo más y eso ella no lo entendía.
Sonrió cuando salió del castillo, no espero un segundo más, para comenzar a quitarse los zapatos, y una vez libre de ellos, no dudo en correr con rapidez sobre la arena hacia la orilla del mar, reía mientras corria más rápido.
Una vez que llego a la orilla del mar, no dudo en lanzarse, sin importarle el costoso vestido qué llevaba puesto.
Los peces de diferentes colores no dudaron en rodearla, mientras que Nerea se sumergía en el agua cristalina. Sentía la calidez del mar abrazándola, como si fuera una extensión de su propio ser. Cerró los ojos y dejó que las olas la mecieran suavemente, sintiendo una conexión profunda con el océano.
De repente una dulce voz y cálida la llamo, pero la voz sonaba en su mente, Nerea abrió los ojos buscando la voz, hasta que sus ojos verdosos se toparon con un hermoso dragón plantado, el cual se encontraba sentado en la arena.
— Ven hija del mar — la voz dulce venía del dragón — Ven pequeña, ya es momento de estar juntas — dijo la dragona mientras caminaba un poco vas en la arena.
La pequeña Nerea asintió ante el llamado de la hermosa dragona plateada, salió de la orilla del mar, sus ojos verdosos no se despegaba de los ojos oscuros de la dragona.
La Velaryon sabía quien era la dragona qué tenía enfrente, Silverwing o Ala de plata, la dragona de perteneció a su tatara abuela la Reina Alyssane Targaryen, y después de la muerte de la Reina bondadosa, la dragona regresó a Rocadragón y anidó en una de las cavernas del Montedragón.
— Eres muy hermosa — dijo Nerea mientras abmiraba a la enorme dragona frente a ella.
Silverwing acercó su rostro a la pequeña niña frente a ella, la olio, logrando que la Velaryon riera por las cosquillas que el leve humo que la dragona soltó.
Nerea alzó su pequeña mano y comenzó a acariciar las escamas se la dragona con una sonrisa.
Nerea seguía acariciando las escamas de Silverwing cuando escuchó voces a lo lejos. Laenor y Daemon, quienes habían estado buscándola desesperadamente, aparecieron corriendo por la playa. Sus rostros mostraban una mezcla de sorpresa y temor al ver a la pequeña Nerea junto a la imponente dragona plateada.
— ¡Nerea! — gritó Laenor, su voz llena de preocupación. — ¡Aléjate de ella!
Daemon, con el rostro pálido, también llamó a su hija. — ¡Nerea, ven aquí ahora mismo!
Pero Nerea no les hizo caso. Sus ojos verdes brillaban con determinación mientras miraba a Silverwing. La dragona, en lugar de mostrar agresividad, parecía tranquila y protectora junto a la niña.
— Papá, no tengas miedo — dijo Nerea con una voz sorprendentemente firme para su edad. — Silverwing no me hará daño.
Antes de que Laenor o Daemon pudieran reaccionar, Nerea hizo algo que los dejó sin aliento. Con una agilidad inesperada para una niña de seis años, subió al lomo de Silverwing. La dragona se mantuvo inmóvil, permitiendo que Nerea se acomodara entre sus escamas plateadas.
Laenor y Daemon se quedaron paralizados, incapaces de creer lo que veían. Nerea, con una sonrisa radiante, acarició el cuello de Silverwing, sellando así el lazo que las unía como jinete y dragón.
— ¡Lo hice, papá! — exclamó Nerea, su voz llena de orgullo y alegría. — ¡Soy la jinete de Silverwing!
Laenor y Daemon intercambiaron miradas, sus corazones llenos de una mezcla de miedo y asombro. Sabían que este momento cambiaría el destino de Nerea para siempre.
1059 Palabras.
Holis!!!.
Alto Valyrio siempre estará en cursiva negrita.
Espero y les guste mucho.
Edades:
Jacaerys 7 años
Nerea 6 años
Lucerys 5 años
Baela y Rhaena 5 años
Joffrey recién nacido
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Aegon 15 años
Helaena 11 años
Aemond 10 años
Daeron 7 años
Baby Nerea
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