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━Capítulo Ocho




❝ 𝐏𝐎𝐃𝐄𝐌𝐎𝐒 𝐐𝐔𝐄𝐃𝐀𝐑𝐍𝐎𝐒 𝐘 𝐏𝐄𝐋𝐄𝐀𝐑 𝐎 𝐏𝐎𝐃𝐄𝐌𝐎𝐒 𝐈𝐑𝐍𝐎𝐒 ❞









╔════ 𓏲✮⊰ •˙❅✾❅ ᭕𖤐⊱ ════╗

〘 ✰.༄☼︎ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟖☼︎༄.✰ 〙
–— batalla —–

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RICK JUNTO A DARYL Y HERSHEL PARTIERON POR LA MAÑANA pues el dichoso Gobernador citó al líder a una pequeña reunión para ver como podían resolver la disputa entre ambos grupos sin llegar a tener un enfrentamiento.

Mientras tanto el grupo se preparaba por si acaso llegaban a atacarlos o algo, todos escogían sus armas de batalla así como también guardaban municiones y más armas en ciertos puntos que fueran sencillos para ellos de encontrar por si las cosas se ponían feas y había guerras.

Glenn daba las ordenes y supervisaba mientras Rick no estaba, aunque a decir verdad lídear con Marle Dixon era más difícil de lo esperado.

El tipo quería pelear con el Gobernador, pero el coreano no quería arriesgar al grupo de tal manera y aunque fue difícil logró mantenerlo en la prisión.

Rylie no estaba tan centrada con el grupo puesto que cuidaba de Judith. Ella junto a Beth lograron bañar a la menor con agua tibia que consiguieron y siendo extremadamente cuidadosas con ella.

Apesar del llanto de la bebé la bañaron
y cambiaron. El mameluco de bolitas rosas de manga larga que traía se veía tan tierno y le quedaba a la medida.

Una vez bañada, la rubia se apresuró
a prepararle su biberón de leche y una  se sentó con la niña en brazos en la cama para darle su biberón.

Mientras alimentaba a la pequeña su mente vibagaba en el día de ayer y su reencuentro con Morgan. Según le contó su hermano en la noche, el hombre luego de perder a su hijo enloqueció e intentó dañar a Rick porque ni siquiera era capaz de reconocerlos bien a bien.

Ciertamemte se sentía decaida por el estado mentalmente tan deplorable en el que se encontraba y que por más que le insistiera Rick que luchará él no quería.

No había más que hacer por él, pero siempre le estaría agradecida por todo lo que hizó por ambos.

No fue hasta que sintió a la niña removerse inquieta que vió que terminó de comer. Con cuidado la volteó de modo que su espalda quedará contra su pecho y suavemente le dió unas palmaditas para hacerla eructar.

Sí, eso fue algo escencial que le enseñó Lori antes de todo esto.

Una vez terminó de eructar empezó a arrullarla suavemente en sus brazos por un buen rato hasta que se durmió.

Justo cuando estaba acostandola con cuidado de no despertarla, la puerta de su celda se abrió y Carl entró por ella.

—Hola...

Rylie le dió una última mirada a la niña y se encaminó hacia el castaño, quien la recibió con un abrazo.

En ese momento la rubia sintió un alivio tremendo al tenerlo de esa forma y recordó la última vez que se abrazaron, que fue hace varios días posiblemente.

—¿Dónde estabas, vaquerito? —preguntó ella moviendose un poco aún entre los brazos del chico.

—Ayudando a Glenn y a tu hermano
con las armas —respondió con franqueza separandose un poco de la rubia antes de mirar en dirección a la bebé dormida —. A este ritmo para cuando tengas hijos, si es que tienes, ya sabras como cuidarlos.

—Digamos que Judith es como mi conejillo de indias —argementó Rylie mirando también a la niña dormida a
un par de metros —. En fin, hice una promesa que pienso cumplir.

—Se que todo mundo te lo dice, pero estoy orgulloso de ti.

La rubia se giró un poco para verla mejor y entonces la mini diferencia de altura hizó de las suyas. El castaño le revolvió algo del cabello y ella solo sonrió involuntariamente.

—El señor que vimos ayer, ¿es algo tuyo o algo por el estilo?

—Podría decirse que fue quien nos auxilió a Rowan y a mi luego de que mis padres murieran y nos quedaramos solos —explicó entristecida mientras lo tomaba de las manos cabizbaja y jugaba con ellas —. Veló por nosostros hasta que un día llegó tu papá y vimos en él esperanzas para nosotros. Quizás por una parte estamos a salvo, pero por otra una inseguridad viene con esa seguridad momentanea. Nada dura para siempre.

—No te hubiese conocido si no fuese por mi papá, entonces —comentó divertido en voz baja obligandola a alzar la cara.

Carl no pudó evitar desconcentrarse cuando vió ese iris azul y por instinto su mano se posó sobre una de sus mejillas observandola detalladamenete. A ella no le importaba para nada.

—Voy a besarte, ¿eso está bien para ti?

Rylie solo soltó por lo bajo un casi inaudible "si" que le dió luz verde al castaño para después inclinarse hacia ella, tomarla de las mejillas suavemente y posar sus labios sobre los de la rubia creando un delicado roce.

La niña sintió que no quería parecer estatua asi que se sujetó de los hombros del chico y profundizó el beso.

Hasta que la falta de aire los hizó separarse. Lo gracioso de todo es que ambos tenían sus mejillas rosadas por
lo sucedido.

Instantaneamente la rubia escondió su rostro en el hueco del cuello del niño y se quedó unos segundos ahí escondida escuchando la respiración acelerada de ambos y el latir de sus corazones.

—¿Qué tal estuvó eso?

—Fue demasido... —empezó a decir Rylie aún escondida en su cuello sin soltar su agarre algo cansada —. Solo fue... wow...

Carl sonrió embelesado y la envolvió también en un calido abrazo mientras miraba a un par de metros a la bebé dormida en la cama de Rylie. En todo el sentido de la palabra estaba siendo un papel grandioso en la vida de Judith e incluso se atrevería a decir que en un futuro lejado sería una excelente madre.

—Gracias por cuidar de ella, en serio no se que haría sin ti.

—No es nada, yo adoro cuidar de Jude —respondió Rylie con tranquilidad separandose un poco de él para verlo a los ojos directamente —. Además no es molestia cuidarla. Es tranquila, claro cuando esta bañada y ya comió.

El chico soltó una carcajada por lo bajo que terminó haciendo que ella lo mirará aparentemente ofendida.

—Supongo que algún día de estos necesitaré ayuda para cambiar pañales, mini sheriff.

—¡Ey, ese odioso apodo!

Antes de que pudiesd reclamar más, la rubia se separó un poco y dejó un rápido beso en la comisura de sus labios antes de salir corriendo lejos del lugar.

—Me las pagarás, Rylie Everson.

Por la tarde, no tan de noche puesto
que el sol todavía seguía en su punto máximo, Rick junto al resto del grupo regresó sano y salvo a la prisión.

Todos estaban a la espera de su informe reunidos en el bloque de Celdas C.

Rick finalmente se acercó a ellos con un arma en mano dispuesto a decirles todo lo sucedido y a la vez hablar sobre lo que sucedería de ahora en adelante.

—Conocí al Gobernador —empezó
a decir mirando a todo el grupo, quedandose en silencio unos segundos —. Hablamos durante un buen rato

—¿Solo ustedes dos?

Rick asintió en silencio luego de escuchar la pregunta del mayor de
los hermanos Dixon.

—Te advertí que no viniesemos, hermano —susurró Marle pasando por enfrente del coreano, dandole una mirada extraña.

—Quiere la prisión. Él nos quiere... muertos...

Rylie sintió un escalofrío recorrer su atonomía entera. Habían conseguido la prisión con su esfuerzo y para hacerla
su hogar como para que un desconocido viniese a reclamar algo por capricho.

—Por lo que le hicimos en Woodburry.

Oh, genial, pensó la rubia.

Fue en ese momento que todos los miembros del grupo empezaron a mirarse entre sí. No asustados, sino algo preocupados de lo que pudiese venirse. Aunque posiblemente ya lo presentían.

—Iremos a la guerra.

Aquellas palabras fueron lo último que dijo Rick antes de darse la vuelta e irse lejos del grupo dejandolos solos.

Todos tomaron sus armas y se alistaron para lo que se avecinaba. Si el dichoso Gobernador los obligaba a pelear por lo que consteuyeron con su esfuerzo iba a tener una bendita pelea a muerte.

Ninguno estaba dispuesto a cesar y si querían sobrevivir debían pelear.













































——— ✮✧☾✧✮ ———






























El día siguiente todos en la prisión sin ecepciones estaban armados, y además de eso también estaba la mayoría del grupo cerca de las rejas de la prisión haciendo ruido para que los caminantes se distrayeran y los demás pudiesen poner algunas trampas.

Mientras tanto Michonne junto a Rylie, quienes eran las que llevaban armas de dos filos pudieran acabar con algunos caminantes que rondaban por el patio.

Una vez despejaron el area la rubia volvió con el grupo a seguir con el plan inicial. El resto del grupo subieron a la camioneta para ir a otra parte a reparar posiblemente el otro lado de la prisión.

Maggie junto a Carl y los Everson llegaron rápidamente a pie a donde estaba el resto del grupo hablando sobre el plan, cuya idea fue de Michonne.

Una vez estuvieron todos listos se pusieron en marcha para ejecutarlo.

La verdad es que era algo bastante sencillo, pero quizás complicado. Su tarea era reforzar puertas, sellar los agujeros en las rejas y poner tablas y puertas que sirvieran como barreras.

Después de terminar su tarea lo único que quería hacer la Everson menor era tirarse a una cama y descansar un rato.

Sin embargo, justo cuando se disponía
a irse vió a Carl parado a unos metros
de ella. Confusa arrugó el entrecejo y
se acercó a él. ¿Qué rayos hacia allí? ¿Acaso la estaba esperando o algo así?

—¿Se puede saber que diablos haces parado en medio del sol? —preguntó la rubia deteniendose justo enfrente suyo con una mueca de horror mientras ponía sus manos en su cintura.

—Quizás no es el momento, quizás no
es el lugar, quizás ni siquiera tengo la edad para lo que estoy a punto de decir —empezó a hablar con un tono más serio, tomando la mano de la chica entre las suyas —. Rylie te odiaba, o eso pensé al conocerte. Con el tiempo descubrí el ser humano tan extraoordinario que eres en realidad. Desde el momento en que te ví me cautivaste por completo y no quiero vivir con el miedo constante de perderte. Quiero protegerte, quiero que sepas que mi cariño por ti va más allá de lo que imagine. Creo que mamá tenía razón, te quiero demasido...

La pobre chica estaba cansada y fastidiada por el calor, pero aún así
se tomó la molestia de escuchar cada una de sus palabras de la manera más atenta que salió de ella.

—Carl, hace un sol de mierda y me estoy quemando —respondió ella con un gesto de cansancio manteniendo atento a sus palabras —. Y estoy segura que aún mis neuronas no se quemaron tanto como para afirmar que yo también te quiero
y no como amigos sino como algo más.

—¿Tú me quieres?

—Hombres, más ciegos no pueden ser
—soltó ella rodando los ojos antes de acercarse y plantarle un beso fugaz —. Es obvio que te quiero, tonto, pero yo siento que debemos llevarlo tranquilo todo este asunto. El tiempo lo dirá.

—Precisamente por eso lo digo, tengo miedo que algo suceda y...

—Ey, nada sucederá —musitó Rylie tomandolo suavemente de las mejillas para que la mirara a los ojos —. Todos estamos preparados, todos viviremos y si sucede algo tú papá sabrá que hacer.

Carl asintió para después tomarla de las manos y mirarla a los ojos con fijeza. Su iris azulado hipnotizandolo.

—Acabo de decirte que me gustas, necesito una respuesta.

—Tú también me g-gustas Carl y
mucho, pero siento que debemos esperar un poco más —respondió
ella con la mirada cabizbaja por la
pena que sentía —. Al menos para iniciar algo bien, somos pequeños...
Quizás podramos mantener esto, aunque no a la luz como tal...

—Me conformaría incluso con sostener tu mano a escondidas si eso te parece, aunque si así lo quieres te esperaré el tiempo que quieras.

Rylie rodó los ojos. El concepto de mantener algo para ambos era de lo más distinto, pero no importaba. Quizás en unos meses más o años podrían en si formalizar algo más debido a su edad.

Estaban en el apocalipsis si, pero eso no quitaba que eran niños de alrededor de trece años.

—Estás completamente loco, Carl Grimes.

—Tan loco que hice algo para ti —comentó Carl sacando del bolsillo de
su chaqueta una especie de pulsera que rápidamente le pasó —. Esta algo feo, pero lo hice para ti con mucho amor.

—Aw, gracias. Me encanta de todos modos.

Con una sonrisa la rubia empezó a ponersela con esmero. No era más que una cadenita adornada con figuritas como estrellas, corazones que traía una C. Vaya a saber dios de donde los sacó.

—Acostumbrate a los regalos echos por mi.

Más al rato por la tarde, Rick mandó llamar a todos al patio trasero para informales sobre un punto clave que ignoraba puesto que las cosas se estaban saliendo de su control.

Michonne desapareció junto a Marle Dixon y tenían al Gobernador pisandoles los talones con la amenaza de que en cualquier momento atacará la prisión. Claro que hasta el momento Rick era el único enterado de aquella situación.

Rylie estaba sentada encima de una de las tantas mesas viendo atenta a Rick,
el hombre caminaba de un lado a otro y eso de algún modo preocupaba un poco a la rubia.

—Cuando me reuní con el Gobernador me propusó un trato —empezó a decirles mirandolos a todos antes de volver su atención al suelo —. Dijo que nos dejaría en paz si le entregaba a Michonne y yo iba a hacerlo para que estemos a salvo...

De pronto no hubo ruido solo el absoluto silencio y el tenue sonido de los grillos entre la hierba cantando.

—Cambie de idea —exclamó Rick recobrando la postura firme de líder
—. Ahora Marle se llevó a Michonne para cumplir con el trato y Daryl fue a detenerlo y no se si ya es tarde. Me equivoqué al no decirselos. Lo siento...

Estaba asustado o eso intuyó Rylie, mientras sostenía la mano de Carl que permanecía cerca de la suya.

—Lo que dije el año pasado aquella primera noche después de la granja
no puede ser así. No puede. Lo que hacemos, lo que estamos dispuesto a hacer, quienes somos no es mi decisión. No puedo.

Para ese punto estaba dejando salir todo lo que traía escondido en el fondo de su ser, esa ira y frustración de cargar con el peso de ser un líder para el grupo.

—No pude sacrificar a uno de nosotros por el bien de la mayoría, porque todos somos el bien de la mayoría —exclamó Rick dejando salir sus emociones a la vez que se acercaba un poco —. ¡Somos la razón por la que aún estamos aquí, no yo! Esto es la vida o la muerte. Como vivimos, como morimos no depende de mi. No soy el Gobernador. Todos elegimos irnos, todos elegimos irnos. Sigamos juntos. Votemos. Podemos quedarnos y pelear o podemos irnos.

Después de decir eso último el hombre los miró una última vez antes de darse la vuelta e irse con un rifle en mano.

Ahora la decisión estaba en ellos.
























































——— ✮✧☾✧✮ ———























Por la mañana el grupo se vió obligado
a empacar sus pertenencias por si las cosas se complicaban y tenían que huir. La menor de los Everson se preparaba para ello empacando sus tesoros más preciados en una enorme maleta en la que también traía ropa y demás cosas.

Carl también hacía lo mismo solo que él no parecía con tantos animos y cuando lo vió quedarse estático al ver la foto de sus padres supó que no estaba bien.

Rápidamente dejó la maleta a medio cerrar y se acercó suavemente a él y de este modo consiguió su atención.

—¿Todo en orden, vaquero?

Carl enfocó su mirada en ella y se esforzó en darle una sonrisa que más que sonrisa era una mueca que por lo visto no supó como disimular.

—Si, solo... no quiero irme —explicó
en voz baja terminando de guardar
una placa de sheriff en su mochila —. Támpoco quiero que nadie muera.

—Nadie nos asegura que saldremos vivos de esta, pero ten fe —respondió
la rubia antes de dejar un beso en su mejilla y tomarlo de la mano —. Anda, será mejor irnos de aquí.

Carl asintió aún así algo enojado por
el mero hecho de verse obligados a
dejar quizás el hogar que con esfuerzo construyeron de poco a poquito.

La rubia terminó de guardar sus cosas
y aunque se quedó unos segundos mirando algunas de las pertenencias que Rowan consigió de su casa como lo era un retrato familiar y demás. Si se iba sus cosas la acompañarían.

Al llegar al patio de la prisión encontraron a Rick parado junto a la camioneta. Al ver a su hijo intentó detenerlo, pero el menor bruscamente
se separó de ella de mala manera.

Rylie, quien iba unos pasos más atrás simplemente rodó los ojos. Claro que estaba enojado con su padre por tener que irse de su hogar.

Rápidamente se encaminó a la cajuela de la camioneta repleta de maletas y se sumaron otras dos más a ellas: las de Carl y por supuesto las de Rylie.

Solo esperaba que todo fuese a salir como lo indicaba el plan inicial apesar de las locas ideas de Rick Grimes.


























——— ✮✧☾✧✮ ———


















Disparos.

Aquella era la palabra exacta para describir el lugar que los envolvía por completo. Es decir, los ruidos de las armas resonaban perfectamente.

Duró un buen rato la batalla entre Rick Grimes y el Gobernador hasta que los gritos y disparos cesaron de la nada.

Apesar de que sabían usar una pistola
al derecho y al revés, Rick no quisó dejar que los niños se involucraran en esto así que los mandó refugiarse a las afueras de la prisión entre la hierba para que así cuidaran de Judith y de Hershel a la vez. Beth también estaba con ellos.

Después de todo eran los más indefensos del grupo.

Rylie no estaba del todo de acuerdo. Es decir, necesitaban toda la ayuda posible para ganar la batalla y estar ahí parados solo los hacía verse inutiles. Carl tenía el mismo pensamiento. Quería ayudar y no desde la lejanía como su padre le dijo.

—Yo debería estar allá ayudando y
no aquí siendo un completo inútil —comentó Carl enojado cruzandose de brazos, apartando la vista de la batalla.

—Rick dijo que debemos quedarnos
aquí y si el lo dice yo obedezco —respondió Rylie, girandose a él con la bebé entre sus brazos.

Carl estaba por responder, posiblemente reclamar cuando Rylie hizó un gesto para que guardará silencio y agudizó su oído.

—¿Escuchan eso? Parece que alguien viene.

Rápidamente Hershel los obligó a esconderse detrás de uno de los arbustos del bosque. Ahí escondidos, Rylie hizó
su mayor esfuerzo por calmar a Judith.

Con cada segundo que pasaba las pisadas se hacían cada vez más cercanas así que en un santíamen salió Carl de entre el arbusto con su pistola cargada.

Era un chico, quizás de la edad de Rowan o mayor. Traía solamente un arma en su mano y por lo visto quería huir del lugar o algo parecido.

—¡Ey, no disparen!

—Deja el arma, hijo —pidió Hershel con tranquilidad sin bajar su arma.

—Claro, lo haré —respondió el chico algo asustado bajando de poco a poco
su arma —. Tómenla.

Antes de que el desconocido siquiera pudiera dejar el arma en el suelo por completo el sonido de un disparo resonó por el lugar.

Instantaneamente Rylie se asomó un poco con la niña ahora dormida en su regazo. Sintió su corazón detenerse por un microsegundo presa del miedo.

Carl había matado a un chico inocente.

Momentos después pudieron volver
a adentrarse a la prisión. En cuanto llegaron lo primero que hizó la rubia fue correr hacia su hermano y abrazarlo.

—Estás vivo, idiota —susurró Rylie aferrandose al cuerpo del mayor con la voz algo quebrada —. Estás vivo...

—Vivo y sin un rasguño —respondió Rowan separandose un poco de ella para girarse en dirección al grupo —. ¿Todo fue bien con ustedes?

—No del todo...

En ese momento Rylie recordó lo sucedido con aquel joven. Sin razón aparente acabó con su vida. ¿Por qué lo hizó? No había motivo para hacerlo.

Sin más que decir se giró por instinto a otro lado encontrandose con Rick junto a Beth, acercandose a ver a su pequeña.

Se acercó siendo recibida por un efusivo abrazo del adulto junto a Carl. No duró tanto el abrazo puesto que Carl fue el primero en alejarse.

—Papá iré a Woodbury.

—Carl...

—¡Hice mi parte allá afuera como todos ustedes! —exclamó con frustración a la vez que alzaba la cara para verlo mejor —. Maté a uno de sus soldados.

—¿Uno de sus soldados? —preguntó Hershel con ironía llamando la atención de los menores y del adulto —. ¿El chico que estaba huyendo? Se tropezó con nosotros. 

—Él sacó un arma.

—Lamento que tuvieras que hacerlo —informó Rick con tristeza poniendo su mano en su hombro en son de confort.

—Para eso estaba allí.

Antes de que pudiera darle tiempo a su padre decir algo conherente, el menor soltó unas palabras.

—Iré contigo.

Después de eso se fue de ahí con Rylie pisandole los talones. Estaba furiosa
con él por tener un maldito complejo de héroe. No dudaba de su alcanze porque sabía que podía hacerlo, pero no quería dejarlo ir y sufrir una perdida más.

—¡Maldita sea! —exclamó Rylie molesta jalandolo de la chaqueta con tal de detenerlo —. ¡Te estoy hablando, Carl Grimes!

—¡Te estoy escuchando! —respondió Carl igual de molesto apartandola de él con un movimiento brusco —. ¿¡Qué quieres!?

—No voy a dejar que vayas —respondió ella con furia, bloqueando su camino —. Perdí a muchos en el camino y no quiero perderte a ti también, ¿me oíste?

—Si no voy a ayudar perderás a todos. ¿Es eso lo que quieres?

—Quédate, por favor —rogó la rubia
con los ojos llorosos sosteniendo sus manos entre las suyas —. Se que quieres ayudar, pero no estamos preparados para lídear una batalla. Nosotros no...

—Perdón Ry, pero tengo que hacerlo.

El castaño se soltó bruscamente de su agarre y siguió su camino sin detenerse, pero si sintiendo una punzada en su pecho por haberle gritado. La misma que sintió ella. Era la primera vez que le gritaba de verdad, la primera vez que realmente sentía el rechazo.


























































——— ✮✧☾✧✮ ———









































Por fin había decidido quienes irían
a Woodbury a ponerle fin al reinado
de terror del Gobernador. Rick junto
a Daryl, Michonne, Glenn y Maggie.

El resto del grupo se quedaría a cuidar la prisión.

Desde la lejanía con su arma en mano, Rylie observaba como Rick hablaba con Carl. Minutos más tarde Carl se pusó de pie dejando a Rick aún incado y deseó que esa charla hubiera les hubiera servido de algo a ambos.

Rylie vió acercarse al castaño y sin poder evitarlo lo recibió con los brazos abiertos en un fuerte abrazo.

—Lamento haberte gritado, no era mi intención —susurró Carl sintiendo su voz quebrarse aún abrazando a la rubia —. Solo... estaba asustado y... yo támpoco quiero perder a nadie más... no a ti...

La menor sintió su corazón hacerse pequeño en su caja torácica al verlo así de indefenso. No podía enojarse con él ni siquiera estar peleada, no lo soportaría.

—Se que no quisiste hacerlo, Carl —respondió ella separandose un poco de él para mirarlo a los ojos —. Me daría algo si llegará a pasarte algo. Y se que lo que haces es para protegernos, pero no siempre debes usar tu complejo de héroe. Abrá veces en las que no podras ayudar y solo toca conformarnos. Por ahora solo podemos esperar que todo salva bien y vuelvan sanos y salvos.

Carl asintió quitando un ligero rastro de lágrimas de sus mejillas y Rylie tomó su mano con sutileza dandole a entender que no estaba solo si ella estaba ahí.

Solo vieron como la camioneta junto
a la motocicleta de Daryl partían de la prisión. Al final Maggie y Glenn dijeron que se quedarían a cuidar su hogar junto al resto del grupo así tendrían un poco más de protección y entre varios podrían cuidar que los caminantes no intentaran adentrarse a su zona segura.

Regresen, por favor, suplicó la rubia con esperanza al ver alejarse los vehículos.









































——— ✮✧☾✧✮ ———




























Por la mañana temprano el ruido de
un motor se escuchó y el grupo estuvó alerta por cualquier motivo. Finalmente era Rick junto a Daryl y Michonne que volvían a la prisión. Lo curioso de todo esto es que traían un autobus con ellos.

Al ver que el perímetro era seguro el resto del grupo salió de su escondite al patio observando curiosos el autobus.

Al estar más cerca lo primero que vió Rylie fue lo que parecía ser un cuerpo envuelto en una manta color cafe. No tardó en deducir quien era. No lloró ni nada por el estilo solo asintió sin más.

De pronto del autobus empezaron a bajar varias personas; adultos y entre ellos niños también. Por lo visto Tyreese y Sasha habían regresado e incluso se
les unieron puesto que ayudaban a los récien llegados a bajar y guiarlos.

Rápidamente Carl se alejó junto a Rick
y segundos después se dió la vuelta para irse lejos de ahí.

Aquí vamos de nuevo, pensó Rylie.

Ella simplemente junto a Rowan sonrieron y señalaron la puerta que conducía al interior de la prisión.

Si se les unirían lo mínimo que podían hacer era ser amables y amistosos con los demás. Solo esperaba que todo de ahora en adelante fuera mejor y vivir
en un ambiente más armonico.
































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OCTAVO CAPÍTULO PUBLICADO

Hi, ¿cómo estan todxs? Espero y
bien. Con esto damos por terminado el tercer acto e iniciamos el cuarto (la cuarta temp). No les miento ya quiero que entremos al 5to 😔 Anyway, se vienen cositas chiquis.

En otras palabras, ¿que opinan
del capítulo? Amee los momentos Caryl o Carlie, ¿cuál les gusta más? Finalmente Coral se confeso *gritos de perra loca*. Bue, puede que se gusten y todo, pero Rylie no quiere como tal ser "novios" aún. ¿Por qué? Porque siente que son muy pequeños para mantener algo de eso.

Aún me quedan tres examenes más así que deseenme suerte. Gracias por leer y no se olviden de votar y comentar. Pueden agregar el fic a sus listas de lectura para saber cada que actualizo. Mis redes las encuentran en mi perfil. CHAUUUSITAA <3

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