🐇⤾·𝗙𝗼𝘂𝗿𝘁𝗲𝗲𝗻
Después de que Jongho llevará a su mamá al veterinario este les dijo que su pata podría tardar de dos a tres semanas siempre y cuando tuviera los cuidados correctos, Jongho claro que la cuidaría muy bien.
—Sabes se me hace muy raro que le digas mamá siendo un conejo— Jongho miro al menor y le sonrió.
—Pero es mi mamá, se llama Minkyung— Yunho sonrió— Me alegra mucho haberla encontrado.
—Ya lo creó— Murmuró— Tengo que salir a hacer unas cosas— El menor asintió— No creo tardarme.
—Esta bien.
Yunho se levantó del sofá y se fue a su habitación, Jongho dejo a su mamá con delicadeza sobre el sofá y cambio de forma, y se colocó dejaba de la cabeza de su mamá. Cuando Yunho salió sonrió enternecido por la escena, Jongho lo notó así que camino hacia él y se paró sobre dos de sus patas.
—Lamento haber pisado tu pelota— El conejito empezó a mover su nariz curioso por la nueva pelota, Yunho se la dejo sobre el sofá y enseguida Jongho empezó a marcarla como suya, en un movimiento Jongho resbaló con la pelota cayendo al suelo— ¡Jongho!— El pelinegro lo tomó enseguida para ver si estaba bien o si se había hecho daño— ¿Estás bien?— El menor sólo se sacudió como si nada hubiera pasado y alzó un poco su cabecita notando la expresión preocupada de Yunho, así que empezó a lamer la mano que lo sostenía— Tomaré eso como un sí, no jugaras con la pelota sobre el sofá— Acaricio su cabecita— Ya tengo que irme, no tardaré— Lo dejo de nuevo en el sofá cerca de su mamá.
Jongho se acercó a pasitos lentos a su mamá y está empezó a hacer sonidos raros, supuso que le decía algo y como él no entendía nada se fué pues ya tenía que irse. A pesar que Jongho estaba siendo regañado por su mamá por haberse puesto a marcar una pelota en la orilla del sofá, él seguía feliz por haberla encontrado, la había extrañado mucho.
Jongho no se separó de su mamá por un largo tiempo, hasta que le dió hambre y tuvo que ir a preparar algo para su mamá y para él.
—Yunho la mayoría de las veces no muestra mucho interés en las cosas, pero es un agradable persona, ya te darás— Sabía que no obtendría una respuesta pero aún así se puso a hablar— No sabe mucho de híbridos, en realidad no sabía nada hasta que yo llegué, pero se intenta esforzar, aunque no lo mostró muy bien— Abulto sus labios y miro a su mamá que igual lo miraba— Lo mordí mucho en mi celo— Las orejas de su mamá se alzaron— Y dijo que puse su mano sobre mi cabeza, yo no quiero que él me domine, no me gusta eso, y lo volvió a hacer haces una semana— Bufo y su ceño se frunció— Pero es que no sabe que significa eso de que está demostrando que él manda y me da vergüenza explicarle.
—Con que eso significa— Jongho salto en su lugar y cambio de forma cuando escucho a Hongjoong— Lo siento— El menor volvió a cambiar de forma.
—¿Enserio escuchaste?— El pelinaranja asintió— ¡Que vergüenza!— Se sonrojó con fuerza.
—Ahora entiendo porque Yeonjun no dejaba que wooyoung pusiera su mano sobre tu cabeza— El conejito asintió— Entonces él técnicamente te dijo que domina.
—Algo así, no me gusta hablar de eso, por cierto ella es mi mamá— Hongjoong la miró y le sonrio— Está lastimada pero en dos o tal vez tres semanas se va a recuperar.
—Me alegra que la hayas encontrado— Jongho sonrió— ¿Dónde está Yunho?
—Dijo que iba a salir— Le respondió y continúo con su comida— También que no se tardaría, pero yo creo que fue a ver a su amiga— Murmuró.
—Supongo, por lo que sé ella se transfirió a la ciudad— Jongho lo miró, esperaba que ahora sí alguno dijera algo.
✿。‧₊🐇
Cuando Yunho llegó a la casa, Jongho pudo notar fácilmente que estaba demasiado feliz, además de que había llegado con comida y un par de bolsas.
—Yo debo decir que te debo mucho— El castaño ladeó su cabeza totalmente confundido— Gracias a ti, me decidí totalmente a confesarle todo a Sihyeon, ahora somos novios.
—¿Gracias a mi?— El pelinegro asintió— ¿Por qué?
—Por todo lo que me dijiste ayer, traje comida y compre algo para tí— Le entrego dos bolsas y Jongho con curiosidad observó el contenido de ambas, en una había ropa y en la otra cajas con zapatos, también vio pelotas.
—Si sabes que no era necesario— Yunho negó— Pero gracias, supongo.
—No fue nada— Le sonrió— ¿Pasó algo mientras no estaba?
—Nada, sólo vino Hongjoong— Comento mientras sacaba las pelotas que le compró— Me gustan mucho.
—Supuse que te gustarían— Jongho lo miró y se sintió un poco mal por los gastos.
—Yunho, enserio gracias por esto, pero no tienes que gastar innecesariamente por mí, mi mamá y yo veremos la forma de poder mantenernos— Le sonrió con gentileza y el pelinegro igual le sonrió.
—Quizas si, pero igual quería hacerlo, ¿Cenamos?— Jongho asintió.
Ambos sabían que las cosas ya no serían como haces una semana, Jongho ya sentía menos miedo al salir y había encontrado a su mamá, así que obviamente Yunho no los iba a mantener y no porque él así lo dijera, claro que no sino que Jongho y su mamá ya habían discutido eso hace un par de horas.
Después de la cena, ambos se pusieron a ver una película pues aún era temprano, Jongho quiso, por alguna razón, querer ver la película como un conejo y bueno a Yunho no le molestó, el menor se acomodó en sus muslos y Yunho empezó a acariciarlo mientras veían la película, claro el pelinegro no notó que mientras acariciaba al conejito este movía su cola totalmente feliz por la atención e incluso cuando dejo de acariciarlo Jongho lamió su brazo.
Hasta que Jongho entro en cuenta de lo que estaba haciendo, se detuvo y saltó para cambiar de forma, esto por supuesto que llamo la atención de Yunho.
—Estoy cansado— Se excusó, tomo a su mamá con cuidado pues estaba durmiendo— Iré a dormir, descansa.
—Igual— Murmuró el pelinegro que se encontraba ligeramente extrañado.
Al principio pensó que quizás él había hecho algo mal pero recordó que no estaba haciendo nada, así que creyó la excusa que Jongho le dió, apagó todo y se fue a su propia habitación.
Mientras Jongho estaba en su habitación entrando en crisis por lo que había hecho, sintió que lo tocaba y miro a su mamá.
—Creo que hice algo muy malo— Su mamá ladeó su cabeza— Sí, si hice algo muy malo— Se dejó caer a la cama teniendo cuidado con su mamá— Estaba lamiendo su brazo— Lloriqueo— ¡Ah!— Chilló cuando su mamá le mordió su orejita izquierda— ¿Por qué?
—¿Jongho?— Escucho a Yunho— ¿Estás bien?
—Sí, aplaste por accidente mi orejita, pero todo está bien— Le sonrió.
—Bien, descansa.
—Tú también— Cuando el mayor salió— Necesito que tu pata sane pronto, quiero tener una plática decente— Se acomodó en la cama para dormir— Descansa— La respuesta de su mamá fue acurrucarse cerca de él.
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