Me remuevo y abro los ojos lentamente, suspiro y sonrío recordando lo que pasó, si que me estaba perdiendo de cosas.

Frunzo el ceño al oír voces risas fuera de la habitación, como si hubieran personas, me levanto y busco ropa, me la pongo y entro al baño, parece que me atropelló un camión y que luego paso un espanto, me asusto y salí corriendo golpeándome la cara con todo lo que había.

Estoy más hinchado que Chan, me cepillo los dientes y las risas se hacen más fuertes lo que me desconcierta, salgo de la habitación y cuando llego a la sala dejo de sonreír, mis ojos se cierran por dos segundos y los vuelvo a abrir.

—Buenos días, Hyunjin, Minho nos estaba contando la vez que intento entrar a un bar cuando tenía diecisiete años — Beomgyu vuelve a reír y golpea la pierna de Minho.

—Lamentamos haberte despertado — salto del susto y Seungmin se ríe —Este es el momento perfecto para presentarte a Jeongin — mis ojos se ensanchan y un chico castaño me saluda con la mano, con una enorme sonrisa, parece un zorrito, sonrío en su dirección e imito su saludo.

—Buenos días chicos espero que la estén pasando bien pero...¿qué hacen tan temprano en mi casa? — pregunto y me cruzo de brazos.

—Hyunjin son las dos de la tarde — niego y le hago señas a Minho para que se acerque —¿Qué?.

—A la habitación — murmuro y camino delante de él, escucho sus pasos, más rápidos que los míos y toma la delantera entrando a la habitación antes que yo, abriendo la puerta para mi y cerrándola cuando entro —¿Qué carajos haces todavía en mi casa y con mis amigos? — necesito una explicación, creíble, para no mandarlo al más allá.

—Me desperté temprano, para irme, pero vi que no te habías despertado fui a la cocina, te preparé el desayuno, lo puse en la mesa, te hice jugo y también lo dejé en la mesa — frunzo los labios —Se me había hecho tarde, y justo cuando iba a salir los chicos llegaron, no sabía que hacer así que les mentí.

—¿Cómo que les mentiste? — me siento en la cama.

—Le dije que somos novios y me presente — explica como si fuera algo normal, cotidiano.

—¡¿Te has vuelto loco?! — grito sin importarme nada —Puedes mentirme a mi pero a mis amigos nunca.

—Hyunjin, fue lo único que se me ocurrió o querías que le dijiera — se sienta a mi lado —Hola soy Minho él educador sexual de Hyunjin, ayer tuvimos sexo y por eso es que estoy aquí.

—Vuelves a hablarme como si fuera estúpido y te juro que te arranco la cabeza — amenazo y me lanzo de espaldas a la cama.

—No te estoy hablando como estúpido porque no lo eres — me mira y se acuesta a mi lado —Tuve que mentir, y se que esta fuera de todo lo que esta escrito en aquellas hojas de papel que me parecen insignificantes.

—Es lo único que nos mantiene al margen — me apoyo de su brazo y me acerca —Yo solo fui a ese lugar a...

—Te entiendo — mueve la cabeza y sus labios están muy cerca de los míos, siento como los mueve como intentado besarme.

—Si lo vas a hacer solo hazlo — uno nuestros labios y me siento a horcajadas, sus manos suben a mi espalda y luego bajan a mi trasero apretándolo, sacando otra vez los sonidos que me había prometido no emitir.

Me separo y sus ojos vuelven a estar como ayer, oscuros pero esta vez tengo una mejor visión, comienzo a mover las caderas, sus ojos se cierran y aprieta el agarre obligándome a moverme con más fuerza, justo cuando estoy apunto de gemir escucho que algo se rompe y me separo.

—¿Qué fue eso? — luego una puerta se cierra, un auto arranca y al asomarme en la ventana veo que es el de Beomgyu.

—Acaban de romper algo — me levanto y sonrío extendiendo mi mano para ayudarlo a levantar —Te dejo necesito saber que paso — digo porque parece que no se quiere levantar.

Salgo de la habitación y mis mejillas se encienden, me acabo de dar cuenta lo que estaban apunto de hacer y no fue por él, yo lo estaba incitando, muerdo mi labio inferior y sigo caminando olvidándome de la incomodidad que siento entre las piernas.

—Hijo de puta — no puedo evitar reír y caminar al retrato, se que a Seungmin no le gustaba esa foto porque parecía una chica, de seguro Jeongin la vio, él entro en pánico y la rompió —Mañana voy a mandársela a todo el mundo.

—¿Qué rompieron? — Minho levanta el retrato y lo deja en la mesa —Voy a recoger todo y...

—No Min...tienes que irte a tu casa, nos vemos el viernes — lo empujo a la puerta y la cierro.

—Si que lo disfrutaste ¡dormido hasta las dos de la tarde! Tu... ¡Hwang Hyunjin él súper correcto! — tomo de mi café y me disculpo con la mirada, las personas nos están viendo con molestia.

—Beomgyu baja la voz, estamos en una cafetería — se encoge de hombros y sonríe saludando a las personas —Que vergüenza.

—No te sientas avergonzado, tienes que estar feliz hermano...tu puta primera vez — aplaude —Y con él chico que es un bombón, me enorgulleces — sonrío por lo que dijo y automáticamente borro la sonrisa, ¿cómo voy a sentirme orgulloso de eso?.

—No es para sentirme orgulloso — juego con la orilla de la taza, trazando un camino que se rompe cuando su risa aumenta.

—Mi primera vez fue con...No lo recuerdo, pero estoy seguro que no fue con alguien como tu novio — subo la mirada y ruedo los ojos —¿Por qué hiciste eso? — vuelvo a rodar los ojos.

—Él no es mi novio — Beomgyu frunce el ceño confundido y deja la taza en su lugar.

—Él nos dijo que...

—Es mi instructor sexual — lo interrumpo y su boca se abre.

—Es una broma — comienza a reír, la verdad es que su risa es graciosa siempre me rio por eso pero esta vez no, porque estoy diciendo la verdad —Eso tiene sentido.

—¿Por qué tiene sentido?.

—Un chico como Minho contigo...un mojigato — creo que acabo de perder a mi mejor amigo, me levanto y le lanzó el dinero.

—Él mojigato paga — camino a la salida y justo cuando estoy apunto de salir hago lo mismo que hice en la farmacia —¡Él mojigato que te gusto en la secundaria y en la universidad! — cierro la puerta y Beomgyu corre atrás de mi.

—No fue mi intención decir eso, lo siento, solo estoy molesto porque no me dijiste nada — lo miro a los ojos y aprieto los dientes.

—Se me está haciendo tarde — señalo el reloj.

—¿Para dónde vas? — su entre cejo se frunce.

—Voy a que Minho me folle de otra forma — guiño y aparto su mano de la mía.