La castañita junto a la azabache se encontraban en el supermercado comprando alimentos para tener en su departamento, por una parte la de cabellos negros agarraba unos paquetes de gomitas, mientras que la castaña intentaba alcanzar las galletitas de chocolate con sus manitos, pero el problema era que las galletas de chocolate estaban altas, y aunque se paraba de puntitas, no podía.

La castañita al no alcanzar las galletitas de chocolate, tiró la manga de la chaqueta de la azabache, mientras que con su otra manito apuntará al paquete, haciendo qué la de cabellos negros entendiera.

―¿Quieres ayuda cielito? ―pregunto la azabache mirando a la castaña, pero qué rápidamente la castañita haga un puchero en sus labios rosaditos y negará con la cabeza.

―!N-no unnie! ¡Estoy grandecita para ayuda! P-puedo solita ―dijo la castañita haciendo la misma acción qué antes, intentar alcanzar las galletitas de chocolate, pero está vez con ambas manitos, pero claro, ¿cómo iba a llegar si mide 1,45 de estatura?

Pero de la nada, la castañita sintió cómo unos brazos rodeaban su pequeña cintura mientras que alzaba el pequeño cuerpo de la castaña, haciendo qué agarré el paquete de galletitas de chocolate con un puchero.

―¿No qué ya eres grande cielito?―pregunto la de cabellos negros bajando con cuidado a la castañita para qué no se cayera y qué se haga daño su pequeño cuerpito.

―U-unnie, yo podía alcanzar las galletitas de chocolate, s- soy grandecita, sólo es qué me encogi―dijo la castañita haciendo con la cabeza y las mejillas rojas, haciendo qué la azabache soltara una pequeña risita y le diera un piquito en los labios rosaditos de la castaña.

―Grandecita y pequeña cielito.