Capítulo treinta y tres
“¿No sabes que eres mi obsesión? Te soñé casi cada noche esta semana” - do I wanna know? (A.M.)
—¿Está bien, señorita?
Asintió con la cabeza, estirando el brazo derecho para tomar con su mano el vaso con agua que le ofrecía la persona al otro lado de la mesa.
Bebió toda el agua con dos tragos largos, evitando mirar directamente a los ojos que, clavados en cada movimiento suyo, rebosaban de preocupación.
» —Hace semanas que se encuentra así, noona. ¿Qué es lo que la tiene tan nerviosa?
—Estamos a nada de cerrar un trato con una empresa Suiza, ¿cómo quieres que me sienta, Soobin?
El secretario bajó la cabeza, entrelazando los dedos de su mano entre sí. No era tonto, sabía a la perfección que aquello que no dejaba en paz a su jefa era nada más ni nada menos que la desaparición de su omega. Todo el edificio se había enterado del rumor, que su amado esposo en cinta la engañaba con su propio hijo y que ambos estaban juntos en alguna parte de Corea del Sur.
Sin embargo, ella fingía que nada de aquello era cierto y que YoonGi se estaba quedando con su familia un tiempo.
—Señorita Jisoo, p-podría buscar la manera de encontrarlo, usted tiene contacto con esa gente que...
—¿Qué estas insinuando?
El menor suspiró. Se estaba arriesgando a ser despedido por entrometerse, pero su única intención era ayudar. Estaba cansado del humor de Jisoo, de su poca tolerancia, y el enojo constante con todo a su alrededor.
En cierta parte, Soobin prefería renunciar o ser despedido por su propia salud mental, la alfa no era una persona que tratara muy bien a sus empleados en general. Mucho menos si se trataba de un omega. Pero soportaba cualquier cosa por el salario a fin de mes.
—Que p-para hallar a su omega y a su hijo, la gente de Inteligencia podría ayudar.
Jisoo se mantuvo en silencio unos minutos, apretando los puños sobre el escritorio. Quería reprender al chico por ser un metiche, darle alguna sanción, sin embargo aquella idea suya no sonaba tan mal.
¿Cómo no se le ocurrió antes?
Había pasado casi un mes revolcándose en su propia miseria, tomando infinidad de pastillas para calmar sus ataques de pánico o poder dormir. Pensó y pensó en posibles lugares donde pudieran estar, rastreó las tarjetas que no había bloqueado a desde, habló con los que suponían ser sus amigos, pero no consiguió nada.
Soñaba constantemente con el omega, cosas que habían vivido juntos, y algunas que su mente se encargaba de crear. Había soñado con la primera vez que lo vio, trabajando en una frutería en ese pueblucho de cuarta por dónde ella odiaba pasar. La pelea de la sandía que la llevó a pasar seguido por el mismo sitio solo para poder hablar con él...
Y ahora no tenía nada.
—Soobin...
—¿S-si?—preguntó con temor.
—Necesito que llames al ingeniero en informática de la empresa—murmuró, audible, y miró al menor—, ¡ve, y dile que es de suma urgencia que venga a verme!
Lo iba a encontrar, aunque tuviera que remover cielo y tierra.
Un pequeño Hoseok corrió a los brazos de su padre alfa en cuanto este llegó del trabajo. La niñera sonrió mirándo como el muchacho llenaba de besos al niño, y tomó su bolso dispuesta a marcharse.
—¿Cómo la pasaron hoy, Jihyo?
La muchacha sonrió, acercándose a su patrón para acariciar el cabello de Hoseok.
—Nos divertimos mucho. Hobi me enseñó su colección de dinosaurios, se comió todas sus verduras y también durmió un rato.
Taehyung asintió con la cabeza. Había visto el desastre de juguetes regados por el suelo y a la chica muy entretenida jugando con su hijo, puesto que la casa tenía cámaras por la seguridad de los tres.
» —Estoy muy agradecida con Jungkook y contigo por considerarme para cuidas a Hoseok.
Luego de que Jimin y YoonGi se marcharan, Taehyung había compartido una charla amigable con la última persona que llegó a despedir a los chicos. Allí Jihyo comentó que su tía no la quería en la empresa, y que en verdad estaba desesperada por obtener un empleo. Dio la casualidad que la pequeña familia estaba en busca de una niñera, pues ya no podían turnarse para cuidar a Hoseok en sus trabajos y así fue como la chica terminó con ellos.
—Nosotros te lo agradecemos a ti—sonrió—. Hobi, despídete de tu noona.
—¡Adiós Jiji Noona!—movió tiernamente sus dos manos—. Mañana seguimos jugando, ¿verdad?
—Claro que sí, pequeño. Nos vemos mañana, pasen una linda noche.
Jihyo hizo una reverencia para el alfa, y sin más caminó hacia la puerta. Sorpresivamente, Jungkook le ganó al abrir desde fuera primero. Se saludaron de manera rápida, y Jungkook se apresuró en ir a abrazar a su familia.
—Los extrañé mucho—susurró el omega, olfateando a su cachorro primero. Era una costumbre que tenía desde su nacimiento, parecía que el pequeño no perdía el olor a bebé impregnado en su piel y eso le encantaba—, Hobi, ¿me extrañaste?
El niño rió por las cosquillas que su padre alfa le provocaba en sus costillas, y asintió con la cabeza lanzandose a los brazos de su otro papá.
—Papi Kook, hueles a flores—rió más fuerte, intentando alejarse del chico. Algunos aromas le causaban alergia o simplemente no le agradaban, por lo que comenzó a moverse tanto que el hombre se vio obligado a dejarlo en el suelo—, ¡huele feo, huele feo!
Jungkook se rió viendo a su hijo correr de un lado a otro por la sala. Hoseok en todo momento tenía energia de sobra.
—¿Y a mí no me vas a preguntar?—la voz seria de Taehyung captó la completa atención del omega.
—¿Qué cosa?—le miró confundido.
—Si te extrañé o no.
Jungkook sonrió de lado, entendiendo por dónde iba la cosa. Taehyung sin querer era alguien muy celoso, aún si se trataba de su pequeño hijo.
—Oh, amor—se le acercó, mirándolo coqueto—. ¿Tú me extrañaste hoy?
Justo cuando Jungkook estaba por besar al alfa, deseoso de sentirlo tras un largo día, el pequeño y escurridizo Hoseok apareció en el living.
—¡Papi, papá, alguien llama en el teléfono grande!
Taehyung suspiró, alejándose de su esposo para ir tras Hoseok hacia la habitación matrimonial, escaleras arriba.
—¿Quien molesta a estas horas?—se quejó por lo bajo, atendiendo la videollamada con aquél número que ni se había tomado el tiempo de ver si tenían registrado—, solo quiero besar a mi omega y-...
Se quedó mudo al ver quienes estaban detrás de la pantalla. Jungkook, que acababa de llegar a la habitación, tampoco pudo salir de su asombro durante varios minutos.
La iluminación que tenían no era la mejor, y había mucho ruido de fondo, pero eran ellos. Estaban vivos. Los Kim-Jeon iban a llorar en cualquier momento.
—Siento mucho no dejarte besar a tu hombre, pero necesitaba verlos.
—¡Gatito!
Al parecer, el único que no estaba en trance era el niño.
—Hola, Hobi. ¿Cómo estás, pequeño?
—Muy bien—sonrió—. ¿Sabes? Tengo una niñera que es muy buena y le gustan mis dinosaurios. Se llama Jihyo.
—¿Jihyo? ¿La chica que usa trenzas?
—Sip, Jimin hyung. ¿Tu también la conoces? Es muy igualita a ti.
—Un momento—susurró Taehyung—, ¡un momento!. ¿Cómo es posible...? ¿Ya llegaron? ¿Que hacen? ¿Cómo están?
—Calma, amor—Jungkook también se incorporó, tomando asiento junto al alfa—. Tanto tiempo, chicos.
Casi dos semanas incomunicados se asemejaba a un año entero.
—Estamos bien, llegamos... ¿Ayer, antes de ayer?, compramos una tabla de estas...
—Se dice tableta, omega—el rubio le corrigió, mirándolo por sobre su hombro.
—Sí, eso—rodó los ojos, empujando suave al alfa por el hombro—. Compramos una tableta para poder llamarlos, tengo los números de todos guardados. Y justo ahora estamos a punto de entrar a que me hagan el primer ultrasonido real, ya sabes...
YoonGi se había realizado un control para saber si su embarazo iba bien, pero ahora, podría ver al cachorro y saber su género.
—¡Yo apuesto a que es varón!—exclamó Jungkook con emoción.
—Una niña—murmuró el peli-castaño, sonriendo con entusiasmo.
—Son... Tres gatitos y quedan dos—murmuró el pequeño, con desinterés en la charla de los adultos, sin embargo al ver qué sus papás le observaban con duda, se paró derecho y miró directamente a los otros dos a través de la pantalla—. Son tres, pero creo que al final serán solo dos. ¡Y ellos si van a jugar conmigo!
Taehyung se puso tenso, mirando al omega en cinta de una manera que hasta para Jimin fue extraña. Jungkook tosió incomodo, mirando hacia un costado.
—Hobi, ven, vamos a dormir, ¿si? Gatito tiene que descansar también, mañana pueden hablar.
A regañadientes el pequeño agitó sus manitos frente a la pantalla y corrió, siendo seguido por Taehyung.
—¿Qué sucedió? Tae se puso extraño.
Jungkook suspiró, mirando hacia atrás de soslayo para comprobar que se encontraba solo.
—Solo necesitan dormir, los dos. Ha sido un día agotador—le restó importancia—. Me alegra saber de ustedes.
—Te dejamos, tu alfa aún debe esperar por tus besos—el rubio le habló burlón, pasando un brazo por la cintura de YoonGi—. Cuídate, omega.
—Suerte chicos. Los quiero.
Cortaron la transmisión, y las situaciones eran diferentes a cada lado.
Jimin estaba intranquilo por lo sucedido con el pequeño, detrás de la reacción de ambos padres había algo que trataban de ocultar. Quizá, para no preocupar al omega en cinta. YoonGi por su parte estaba ansioso por qué dijeran su nombre y ver finalmente a su hijo. Mientras que los Kim, como menos podían sentirse era tranquilos.
Tenía este cap juntando telarañas 🤣
Pero bueno, quería escribir de corrido aprovechando que no tenia wifi en casa (y sigo sin tener).
Subiré capítulo nuevo para el sábado, así que no desesperen. Cuidense mucho, lxs amo💕
©ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5
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