━Capítulo Tres
❝ 𝐄𝐒 𝐂𝐑𝐔𝐄𝐋, 𝐒𝐈𝐄𝐌𝐏𝐑𝐄 𝐇𝐀 𝐒𝐈𝐃𝐎
𝐂𝐑𝐔𝐄𝐋 ❞
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〘 ✰.༄ ☼︎ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟑 ☼︎༄.✰ 〙
–— desierto —–
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THOMAS SE MOVÍA PRESUROSO ENTRE LOS DUCTOS, DESESPERADO POR LLEGAR A LA HABITACIÓN donde se encontraban todos sus amigos. Ahora que sabía lo que Ava y su organización estaban planeado no había manera en la que ellos pudieran quedarse.
Detrás de él venían Aris y Jack, quienes aún estaban intentando procesar todo lo
que habían oído y visto. Era lo más seguro sería escapar cuanto antes.
Una vez que llegaron a la habitación donde se encontraban todos los demás chicos, Thomas no dudó en abrir de un golpe la compuerta, arrojandola a un lado con extrema rapidez.
Se incorporó del suelo y vio a sus compañeros sumamente desesperado.
Ellos podían notar el miedo y frustración incrustada en su mirada.
—¡Thomas!
—¡Hay que irnos! ¡Hay que irnos ya! —exclamó con desesperación el antiguo corredor, estaba más que claro que algo estaba mal.
—¿De que estás hablando?
—¿Qué quieres decir con irnos?
Mientras los habitantes bombardeaban a Thomas con cientos de preguntas, que por supuesto no pudo contestar en ese momento, el azabache comenzó a ir de un lado a otro buscando algo con lo que pudiera bloquear la puerta.
Ahora mismo se sentía bastante alarmado, tenía tantas cosas en la cabeza que le era imposible poder pensar con claridad.
Estaba lidiando con las misteriosas desapariciones de dos de sus amigas
y justo la organización que creyeron haber quedado en el pasado para siempre volvía y con más fuerza por ellos de nueva cuenta.
Ver como Thomas estaba en un estado de preocupación para nada normal y
la manera en la que movía por el lugar hizo que los habitantes se alarmaran.
—Aquí vienen. Tenemos que irnos.
Así que mientras en la habitación de los habitantes el miedo se hacía presente en otro pasillo de las instalaciones venía Janson seguido por sus fieles asistentes y un par de enfermeras con sedantes.
—Ey, ¿qué paso allá? —cuestionó
Sartén esperando respuestas por
parte del rubio pero era inútil —.
¿Aris? ¿Jack? ¿Qué paso?
—Thomas solo calmate y di nos que sucedio.
—Esta viva —respondió Thomas a
Newt entre dientes, mientras sus manos amarraban apresuradamente una sábana a la puerta para bloquearla.
—¿Quién está viva? ¿Lía? ¿Teresa?
—¡Ava!
—¿Ava? ¿Podrías hacernos caso y explicarnos?
—¡Es CRUEL! —gritó Thomas perdiendo la paciencia debido a la preocupación acumulada en él.
Todos los habitantes parecían
alarmados luego de escuchar aquella mención. Ahora probablemente sabían algunos motivos por los que su amigo estaba actuando de ese modo tan extraño.
—Sigue siendo CRUEL, siempre ha
sido CRUEL —soltó Thomas, sin dejar
de bloquear la puerta con cualquier objeto grande y pesado que encontrará —. Yo sé que no fui el único que lo supo, Lía tambien sospechaba de ellos.
Newt rápidamente se acercó a
su amigo, para intentar calmarlo un poco y así poder hablar sobre lo que estaba sucediendo aquí.
—Thomas —musitó el rubio mirandolo fijamente, haciendo detenerse por un instante —. ¿Viste algo allá?
——— ✮✧☾✧✮ ———
Cuando Janson y los guardias
de seguridad junto a los enfermeros llegaron a la habitación donde se encontraba el grupo A no tardaron en notar que algo andaba mal.
No dudó ni por un segundo lo que tenía que hacer y se acercó un poco a la puerta pasando la tarjeta entre sus manos por la llave electrónica. Sin embargo cuando intento abrir la puerta está estaba bloqueada con algo.
Uno de los guardias que venían con él rápidamente comenzó a intentar abrir la puerta dándole unos cuantos golpes a esta hasta que luego de minutos se abrió.
Al entrar Janson se percató al instante que la habitación estaba completamente vacía. El lugar era un desastre con todo tirado por doquier y lo peor de todo era que el grupo A no estaba por ahí.
La retorcida mente del hombre deducio al instante lo que estaba pasando su querido recluta A2. Estaban intentando huir con el tesoro de CRUEL y eso no se los iba a permitir. No si él estaba ahí para detenerlos a como diera lugar.
Tenía una misión por hacer y ningún grupo de adolescentes rebeldes iban
a arruinarlo. Iba por ellos.
——— ✮✧☾✧✮ ———
Apresurado y desesperado, Thomas abrió la tapa metalica de uno de los ductos, siendo el primero en salir a un pasillo. Afortunadamente este estaba vacío y eso era un enorme alivio.
—¡Vengan, vengan, vengan! —ordenó Thomas liderando al grupo de chicos, indicando por dónde ir una vez todos salieron del ducto —. Por acá, por acá.
—Adelántense, nosotros tenemos
algo que hacer —interrumpió Jack ganandose la atención completa de los habitación y más la del azabache.
—¿Qué tienen que hacer?
—Créeme es importante. ¿Quieren
salir de aquí, cierto? —exclamó Jack, restándole importancia al asunto mientras le dirigía una mirada a Aris
—. Pues entonces corran.
—Yo voy con ellos —se ofreció Winston rápidamente.
—¡Está bien, vayan! ¡Rápido! —
aceptó Thomas, para luego cerrar
la tapa del ducto por el que los tres chicos se fueron.
—¿Seguro que son de fiar? —
preguntó Minho ligeramente desconfiado, caminando a un lado
del azabache.
—No sabes donde estaríamos sin ellos —respondió Thomas a Minho, girando por el pasillo.
Justo en el momento en que giraron en el pasillo se llevaron una inesperada sorpresa al ver que casi chocan con una doctora.
La mujer alarmada levantó las manos en señal de rendición, los chicos solo pensaban en que los habían descubierto.
Thomas fue el primero en percatarse
de que aquella doctora era la misma que atendía a Lía y Teresa.
—¿Ustedes qué hacen aquí? —
preguntó la doctora, alzando una
ceja algo molesta pero sorprendida
a la vez.
De pronto las alarmas se hicieron sonar por todo el lugar y esa era la respuesta a la mujer. Los inmunes se miraron entre sí. Al parecer tenían un plan en mente.
Por otro lado se encontraba Janson, estaba desesperado y más que furioso de lo que estaba sucediendo con el grupo A. Las cosas no estaban saliendo como las planeo en un principio y eso era tan frustrante para él.
Pero lo que realmente le preocupa
es que no podían permitir que el grupo que más variantes aporto y tenía a más de un sujeto potencial así de fácil los burlaran y huyeran como si nada.
No iba a permitir que pasara eso, no podía hacerlo. Lo peor de todo esto es que en cuanto esto llegará a los oídos de la doctora Paige habría un revuelo y probablemente estarían no solo él si no que todo el personal en grandes problemas con ella.
—Quiero este lugar bien aislado, den el aviso. Nadie sale hasta que encontremos a todos —ordena Janson, mirando con atención las computadoras del pasillo —. ¡Dime que los ves!
—Los estoy buscando...
—¿Donde están? —gruñó por lo bajo
el hombre observando rápidamente la infinidad de camaras frente a él —. ¡Ahí!
Janson no tardó en tomar el control de
la computadora y hacer zoom dejando a la vista una imagen de los reclutas junto a una mujer.
—¿No es...
—Crawford.
Ahora tenía claro el porque no habían escapado aún si tenían la oportunidad, él sabía a qué se debía. Sabía que no se irían sin ciertas personas. Esto solo fue la pieza faltante en su rompecabezas.
—Irán por Lía y Teresa —informó Janson a todo el equipo con una extraña sonrisa en el rostro, probablemente tenía un plan en mente —. ¡Todos al ala medica! ¡Los demás quiero que vayan a la habitación A-101 y bajo ninguna circunstancia los dejen entrar! ¡Los quiero con vida! ¡Rápido!
—¡Si, señor! —respondieron al unisono fuerte y claro.
——— ✮✧☾✧✮ ———
La adrenalina y desesperación eran
algo crucial en estos momentos para los habitantes, quienes seguían corriendo sin detenerse por los pasillos del lugar.
El sonido de la alarmas resonaba
por todo el lugar, claramente no los
iban a dejar huir así de sencillo.
Fue justo cuando estaban por girar
en uno de los pasillos y terminaron encontrandose a un guardia que estaba listo para detenerlos de cualquier manera.
—¡Alto, ahí! ¡No se muevan! —gritaba el guardia para comenzar a disprarles.
—¿Por que nos disparan? —preguntó Sartén algo asustado, justo al dar la vuelta en el pasillo siguiendo al resto.
Sin embargo uno de los chicos planeaba algo que ninguno podría haber echo en su vida. Así que sin pensarlos mucho se detuvó a medio pasillo dejando que sus impulsos de sobreviviente saliera a flote.
—¡Minho! ¿Qué crees que haces? —preguntó Thomas algo alarmado al ver al chico detenerse a tan solo metros del guardia que llevaba pistola —. ¡Minho!
Justo cuando Minho está por llegar
a la esquina del pasillo toma el impulso necesario seguido de un grito digno de un guerrero y de la nada golpea al guardia, noqueandolo al instante.
Todos sus compañeros se acercan rápidamente a él, observando al ahora guardia noqueado en el suelo.
—Buen trabajo Minho —dice Newt, halagando al asiático.
Thomas no diji nada simplemente tomó el arma del hombre en el suelo para así apuntar esta directamente a la espalda de la doctora que llevaban por rehén.
—Vámonos, rápido.
——— ✮✧☾✧✮ ———
Una vez en el ala médica los habitantes se apresuraron a hacer entrar primero
a la doctora Crawford para que así no se levantarán sospechas pero al notar que no hay guardias a la vista entran al sitio.
Los doctores y enfermeros al percatarse de la inesperada llegada del grupo de profugos detienen abruptamente todo
su trabajo. Rápudamente levantaron sus manos en señal de rendición al sentirse amenazados y sin protección alguna.
—¿Dónde están? —preguntó Thomas a los doctores, quienes debido al miedo no respondieron —. ¿¡Dónde están!?
Ningún doctor pudo responder debido al miedo que estaban sintiendo al ver que el joven llevaba un arma en sus manos y en cualquier momento podría disprar.
En cambio tembloroso uno de ellos señaló con la mirada cierto lugar y el azabache lo entendió a la primera.
No tardó en pasarle el arma a Minho
y se encaminó hacia donde le indicaron. Una vez corrió las cortinas se percató
de que solamente estaba Teresa ahí.
—¡Al suelo!
La pelinegra parecía sumamente
débil tendida en una camilla y con un cable controlando su respiración.
Al ver que Lía no estaba en la camilla
de a lado una enorme preocupación lo envadió. ¿En donde tenían a Lía?
—Teresa, ¿qué te hicieron?
—¿Thomas?
—¡Dame las manos! —exclamaba
Newt a la doctora desde el otro lado
de la habitación intentando amarrar
las manos con una sabana.
—Jamás van a poder salir...
—¿Qué es lo que ocurre? —cuestionó Teresa con debilidad al escuchar los gritos del otro lado de la cortina.
—Tenemos que salir de aquí, ahora —respondió Thomas ayudandola a ponerse de pie.
—¿Dónde está ella? —preguntó Newt a los doctores perdiendo la paciencia, sin embargo ninguno responde —. ¿¡Dónde tienen a Lía!?
—No lo entiendo —comentó Minho, atónito pero reteniendo las enormes ganas de golpear —. Debería estar con Teresa.
El asiático perdiendo la paciencia se acerca peligrosamente a uno de los doctores, tomándolo por la bata con fuerza y mucha rudeza.
Newt sostiene la arma que antes el chico llevaba en manos y apunta en dirección del doctor.
—¿¡Dónde demonios la tienen!? ¡Habla imbécil!
—No lo sabemos —respondió bastante asustado el hombre alzando sus manos para que no lo golpeara —. La última vez que supimos de ella estaba en la sala de cirugías, el proceso de neutralización ya está en marcha. Janson es quien tiene acceso privado junto a los especialistas.
—Mierda...
¿Proceso de neutralización? ¿Sala quirúrgica? Pero que rayos le estaban haciendo a su chica.
Estuvo a punto de soltarle un buen
golpe a ese doctor más solo se contuvó
y lo soltó, haciendo que este cayera estrepitosamente contra el suelo.
Newt amarró las manos de los doctores, mientras el asiático sostenía otra vez el arma en sus manos. Su cabeza era un lío, estaba preocupado.
—Thomas, ¿dónde está Lía? —preguntó Teresa al no ver a la castaña a un lado suyo mientras intentaba incorporarse.
—La encontraremos, ahora tenemos que salir de aquí.
—¡Oigan, aquí vienen! —gritó Sartén alarmado al ver a varios guardias acercarse a la habitación —. ¿¡Qué hacemos!?
—¡A un lado! —exclamó Newt antes
de derribar una mesa para intentar bloquear la lo que bloquea la puerta.
—¡Cúbranse! ¡Cúbranse! —ordenó Minho rápidamente.
Todos los chicos se resguardan
tras Minho, quien en ese momento era
el que poseía la arma. Rápidamente retrocedieron un poco al ver como cada vez más los guardias forcejeaban contra la puerta e intentaban derribarla.
—¡Tenemos que salir de aquí!
—Lía, no podemos dejarla —insistió Teresa preocupada.
—Iremos por ella, pero primero hay que buscar como salir —respondió Thomas alarmado al ver la cantidad de guardias querer entrar a la habitación.
—¿Qué hacemos?
En un momento de presión como
este era casi imposible tener las ideas claras y esto era lo que sucedía con todos. Aún con esto la mente de Thomas se apresuró a buscar una salida.
Al ver una ventana de cristal atrás de ellos, supo que esa sería la única opción que les quedaba.
—¡Todos atrás! —gritó Thomas
antes de tomar uno de los bancos
en la habitación e impactarlo contra
el cristal.
Sin embargo para sorpresa de todos
el cristal no se rompió ni se estrelló en
lo absoluto. Al menos no con un solo impacto de este.
—Pero que demonios...
—Ayúdame.
Rapidamente Newt tomó otro banco y entre los dos lograron romperlo y hacer que quedara reducido a cristales.
—¡Corran, rápido, rápido!
Todos los chicos comenzaron a
cruzar con cuidado de no cortarse
con los vidrios rotos de la ventana.
—Cuidado con los pies —advirtió Thomas ayudando a cruzar a Teresa del otro lado —. ¡Ya, salgan! ¡Vámonos!
Una vez del otro lado Minho le pasó el
arma a Thomas, quien lideraba al grupo,
para que protegiera a los demás.
—¡Todos detrás de mí!
Cuando Thomas abrió la puerta vió
a uno de los guardias parado frente a ellos listo para detenerlos. Sin embargo Thomas fue más rápido y decidido a proteger a sus amigos le disparó y esta cayó al suelo.
Con aquel disparó el guardia comenzó a recibir unos extraños choques eléctricos debido a lo que contenían las balas.
—¡Vámonos ya! —gritó Thomas.
Siguiendo las órdenes del azabach
todos los jóvenes se apresuraron a correr hasta la que sería la posible salida de aquel lugar. Ellos solo seguían
a su ahora líder, Thomas.
Tenían que salir de ese lugar y lo harían estaban seguros de eso. Sin embargo todavía faltaba alguien...
——— ✯✧☾✧✮ ———
—¡Ahí está, ahí está! ¡Corran!
Al estar frente a la enorme puerta, Thomas se apresuró a sacar la tarjeta de su bolsillo para luego deslizarla por la cerradura digital. Pero por alguna razón esta les negaba el acceso y no abría.
Al ver que sus perseguidores estaban cada vez más cerca el azabache empezó a deslizarla una y otra vez desesperado pero la tarjate seguía sin dar acceso. .
—¡No, no, no!
—¡Thomas!
El grito de Janson se escuchó resonar por todo el inmenso pasillo al fondo. Este se acercaba siendo escotado por los guardias listos para atacar.
Thomas no tuvo más opción que
sujetar decidido el arma y dar unos pasos hacia el frente. La manera en que sostenía el arma dejaba en claro que no tenía miedo a disparar si debía.
Los chicos sabiendo que Thomas
los protegía a todos se apresuraron a deslizar una vez más la tarjeta que
solo seguía negando el pase.
—¡Abre esta puerta Janson! —exigió Thomas, muy alterado.
—No quieres que la abra, enserio —
respondió el hombre con una sonrisa divertida y las manos alzadas.
—¡Abre la puerta!
—¡Escúchame! —exclamó Janson sin retroceder respaldado por las armas
de sus guardias —. Intento salvarles la vida. El laberinto es una cosa pero no sobrevivirán un día en el desierto. Los matará el calor o los cranks. Thomas, tienes que creeme. Solo quiero lo mejor para ustedes.
—No me digas, porque CRUEL es bueno ¿cierto?
En ese momento Janson supo que por más que lo intentará aquellos chicos ya no podrían caer más en sus farsas. El tiempo de mentiras había acabado, no podían seguir manipulandolos.
—Ustedes no van a salir de aquí...
Justo cuando Janson terminó de
hablar un extraño ruido se hizo presente en el pasillo. Era la compuerta que comenzaba a abrirse lentamente.
Los chicos se alarmaron puesto que pensaban se trataba de más guardias pero el sentimiento de angustia se esfumó al ver a los dos chicos nuevos del grupo acompañados de una chica.
Aris y el resto de los otros chicos estaban justo ahí enfrente, estaban agotados y agitados pero estaban ahí. Habían dicho lo que prometieron: traerla de nuevo.
—Hola chicos.
—¡Entremos! —grita Sartén, trayendo a la realidad a todos.
—¡Jódete Janson!
Fue imposible no girarse en busca de
esa voz. Ella estaba de regreso. Solo duró unos segundos la mirada de Thomas a Lía antes de que los disparos invadieran el pasillo.
A lo lejos se encontraba Lía con una arma en manos, dispararles a los guardias no era problema. No sabía cómo pero de la nada es como si hubiera aprendido y no lo recordara. Logró hacer caer a unos cuantos pero con la ayuda de Thomas rápido los guardias se hicieron más pocos en cantidad.
Janson tuvo que esconderse tras los guardias restantes de batalla.
—¡Thomas, vámonos de aquí!
Rápidamente el azabache dejó de disparar pues las balas se habían acabado y apresurado comenzó a correr hacia donde estaban los demás.
El sonido de la compuerta volvió a sonar, estaba cerrandose. Aquello lo motivaba a correr más rápido.
Sin embargo pronto Janson comenzó
a perseguirlo mirntras se comunicaba con los guardias de seguridad para que cerraran por fin la compuerta.
—¡Cierren la puerta! ¡Cierren la puerta principal!
—Mierda. ¡Corre Thomas! —gritó Lía asustada al ver como la compuerta se estaba cerrando lentamente.
Todos los chicos comenzaron a gritar desesperados al azabache intentanfo hacer que se apresurará pues solo era cuestión de segundos para que se cerrará.
Rápidamente el ex corredor se deslizó
en el momentl indicado por la pequeña abertura llegando con sus amigos del otro lado sano y salvo como debía de ser.
—¡Atrás, atrás! —exclamó Aris
para después romper el monitor de
la compuerta para que no pudieran abrirla si los querían seguir.
El aparato quedó destruido, lo que
hizo que se perdiera todo el acceso a esa puerta y quedará cerrada al instante.
Todos estaban en un estado de shock, viendo cómo habían logrado detener a Janson por unos momentos. Mientras tanto Winston tomó una arma que logró quitarle a un guardia noqueado.
Por otro lado Janson a lo lejos, detrás
de la ventana de la puerta hacía notar su desprecio a metros. Esta no pudo evitar llegar a límites insuperables cuando vió como Thomas le mostraba el dedo del medio como una clara señal de burla.
—¿¡Qué esperas Thomas!? —exclamó Lía tomando una mochila del suelo
para después arrastrarlo lejos consigo —. ¡Vámonos, corre! ¡Anda!
Rápidamente comenzaron a correr lejos de lospasillos, buscando la salida directa al desierto.
Tenían miedo era algo normal, pero estaban dispuestos a enfrentarse a lo que se pusiera en su camino que seguir ordenes de una organización tan ruin como lo había sido CRUEL.
Thomas fue el que tomó la iniciativa y por ello jaló la palanca que hizo que esta comenzará a abrirse. Una vez abierta la compuerta una densa nube de polvo los recibió, cosa que los obligó a cubrir sus ojos por unos instantes.
Era una tormenta de arena, pero no tenían tiempo para esperar.
—¡Vengan, vengan!
Los chicos corrieron por el extenso camino cubierto de arena. Sin embargo, la terrible tormenta de arena era un gran problema para poder avanzar.
Se encontraban subiendo una montaña de arena, pero con aquella tormenta les era imposible avanzar.
Tenían que darse prisa ya que a lo
lejos se podían escuchar los ruidos del motor de sus maquinaria buscandolos.
Aunque para esto último resultaba más de utilidad. La arena les dañaría la vista y tendrían que desistir de un misión por culpa del arenoso clíma.
—¡Rápido! ¡Los perderemos en la tormenta!
Avanzaron un buen tramo y aún así
Lía no se detuvó apesar apesar de que se sintiera mal. Resbaló un par de veces más que el resto y entonces supieron que la castaña no estaba del todo bien.
—¿Te encuentras bien? —preguntó Minho por tercera vez al ver como cada vez se volvía más lento su andar.
—¡Qué sí! —respondió Lía, caminando apoyada del hombro del asiático y siguió caminando —. Sigamos avanzando.
—No lo parece —murmuró él, antes de seguir su andar.
—¡Rápido suban, los perderemos con la tormenta!
Thomas desempeñaba un buen papel de líder, alentando a los chicos a continuar a pesar de las dificultades que se habían presentado a lo largo de la situación.
Pero no podía evitar sentirse un poco preocupado al ver como los guardias podrían acercarse más a ellos.
Desvío la mirada unos segundos hacía atrás. Dos de sus amigos más cercanos venían varios metros más atrás. Lía no parecía tan sana pues sus pasos seguían siendo lentos y daba la impresión de que se desmayaría en algún momento.
Pero Minho a pesar de las dificultades que debía pasar seguía a su lado, cuidándola.
Jack no pudo evitar sentir la necesidad de ayudarla al verla en dicho estado así que redujó el paso y se acercó a ambos.
—¿Necesitas ayuda?
—La verdad es que...
—Gracias pero no gracias —interrumpió la castaña con desconfianza, sin dejar de apoyarse en Minho —. Yo puedo sola así que ahorrate tu ayuda, como te llames.
Jack miró confundido a Minho.
—Por favor —cedió el muchacho dandole luz verde.
—¡Ey, sueltame! —se quejó Lía al
sentir que la tomaba de la cintura para ayudarla a avanzar —. ¡No necesito ayuda de un niño de cara bonita!
—Me halagas pero este niño tiene nombre y es Jack —comenzó a decirle ayudandola a continuar su andar, ella solo rodó los ojos aparentemente molesta.
—Fastidioso...
—¡Ey, más rápido chicos! —exclamó Thomas al ver que reducían el paso un poco por culpa de la castaña.
—¡Eso es lo que hacemos! —respondió Lía, algo molesta.
Aún así todos siguieron corriendo, pues el sonido de los motores se escuchaba cada vez más cerca y no querían volver a ser retenidos por CRUEL.
Al escuchar las voces de los guardias pidiendo refuerzos tuvieron que agacharse para no ser vistos por sus perseguidores.
—Avancen, avancen —ordenó Thomas
y todos comenzaron a arrastrarse por las dunas del desierto cuidando no ser vistos mucho cuidado —. ¡Agáchense! ¡Agáchense!
Luego de tanto sacrificio habían por fin logrado escapar de CRUEL. Ahora tenían un ligero problemita, ¿cómo lograrían ocultarse si no tenían idea de que hacer o a dónde ir? Estaban arriesgando todo en ese momento y no sabían si funcionaría.
——— ✮✧☾✧✮ ———
Después de un buen rato corriendo
sin parar los chicos habían logrado escapar de los guardias que no desistían y seguían con su búsqueda a lo lejos.
Desgraciadamente un par de horas después de su huida les habían perdido el rastro por culpa de la tormenta y al menos para los habitantes eso era algo bastante ventajoso.
A pesar de que la tormenta de arena no cesó en esas horas el grupo de profugos no detuvó su escape. Ellos siguieron con su andar sin dejar que les afectara.
Ahora su única preocupación era buscar algún lugar donde pasar la noche pero al parecer no había ninguno cerca.
—¡Teresa, espera! —gritó Thomas al ver que la pelinegra llevaba la delantera y avanzaba con rápidez —. ¡No te separes!
—¡Creo que los perdimos! —informó Minho, apurando el paso junto a Lía y Jack.
—¡No sé detengan! ¡Sigan corriendo! —gritó Thomas.
Pero por más que lo intentaba no podía. El cuerpo de Lía no daba para más. Sus brazos dolían al igual que sus piernas y sentía su cabeza a nada de explotar.
No tenía idea de lo que le hicieron al estar sedada y bajo el mando de CRUEL pero no debió ser nada bueno.
Al recordarlo se giró a ver al chico nuevo, Jack. La verdad es que tenía mucho que agradecerle a él y a su amigo Aris. No sabría que hubiera pasado si ellos no la hubieran ayudado a salir en el momento indicado.
Lo único que recordaba eran doctores que tenían la orden de abrir su cuello y extraer quien sabe que de este.
Al avanzar por la arena dispersa vieron como el grupo se detenía frente a unas enormes ruinas de un viejo edificio.
—¡Vamos!
—¡Teresa, espera! —exclamó Thomas con preocupación intentando detenerla, pero ella ya estaba dentro del lugar.
—¡Entren!
—Parece que no tenemos otra opción —mencionó Lía exhausta de tanto correr, mientas examinaba el hueco por el que todos entraron al lugar.
—Puedes adelantarte si quieres, Jack —
aconsejó Minho a lo que el chico asintió y le dió una última mirada a Lía antes de adentrarse por la apertura.
—No dire que me cae bien pero lo
tolero y es todo —se apresuró a decir
la castaña viendolo alejarse.
Minho contuvó una risa y con cuidado ayudó a Lía a entrar por la abertura del ventanal del enorme edificio ahora en ruinas.
No fue complicado entrar lo complicado fue evitar que Lía resbala, pues a duras penas se mantenía de pie. Tenía suerte de que hubiera alguien que la cuidaba como si fuera un tesoro.
—Bien, ya casi —animó el asiático
una vez tocó suelo, preparandose para atraparla cuando bajará —. Ahora solo deslízate, yo te atrapó. ¿Okey?
—¿Y si no me atrapas a tiempo? —preguntó Lía con desconfianza viendo la altura de la que debía deslizarse.
—Pues probablemente te vas a quebrar la cabeza y par de huesos —respondió el asiático desde allá abajo sin tal pena —. Pero nada grave.
—Vaya ánimos, cariño —musitó Lía antes de deslizarse por el hueco —. ¡Carajos, voy a morir!
Cuando llegó a los brazos de Minho parecía un animalito asustado, aferrada a él si dejar de repetir que pudo haber muerto. Cosa que hizo que el asiático
soltará tremenda risotada, ella lo miraba ligeramente ofendida.
—No es gracioso, chino.
—Es que tu cara, primor —respondió intentando contener una risa, la chica le dió un ligero empujón y se apresuraron a ir con el resto.
Al estar ya reunidos con los demás, Minho se apresuró a encender una linterna que estaba dentro de la mochila que tomo robada de las instalaciones
de CRUEL y el lugar quedó iluminado.
—¿Qué es este lugar?
—No lo sé —respondió Lía en susurros, observando el sitio echo un caos —. Me da la sensación de que podría atacarnos algún lunático en cualquier momento.
—Hay que irnos —insistió Thomas, obligando a que los chicos lo siguieran
a excepción de solo dos personas.
—¿Lía? —preguntó Minho confuso al verla no caminar y quedarse quieta en su lugar como lo hizo Teresa.
—No Thomas —habló la castaña alzando la voz, llamando la atención de todos los chicos —. Exijo saber que demonios fue todo eso. ¿Qué fue lo que ocurrió?
—Es CRUEL —respondió Thomas para todos, sin siquiera mirar sus reacciones pero fue imposible quedar atónitos —. CRUEL nos engaño, jamás escapamos. Siempre tuviste razón, Lía. Nunca fue
un lugar seguro pero lo ignore. Vimos algunos cuerpos, eran demasiados.
—¿De que hablas? ¿Cadáveres?
—No, pero no estaban vivos —
comienzó a explicarles el azabache recordando aquellos momentos —. Estaban colgados. Llenos de tubos.
Los estaban drenando.
Lía apretó los puños ligeramente molesta. Después de todo lo que la hicieron pasar en el laberinto esto
solo era un detonante para que odiará más a CRUEL que antes.
Se sentía impotente al haber estado
en las manos de aquella organización
y haber sido manipulada en el tiempo que la tuvieron sedada.
Cómo si lo hubiera invocando de la
nada comenzó a sentir una punzada
en la sien derecha. Solo ignoró el dolor
y tomó la mano de cierto joven.
—CRUEL quiere algo que tenemos dentro, tal vez en la sangre —siguió explicando ante las miradas confusas
y molestas de los chicos —. Tenemos
que alejarnos lo más posible.
—Okey, ¿cuál es el plan? —preguntó Newt, pero solo recibió silencio por parte de su amigo y eso lo molestó más —. ¿Tienes un plan, verdad?
—Si... yo, no lo sé...
—¡Te seguimos hasta aquí Thomas! —comenzó a gritar el rubio con furia luego de escuchar su patética respuesta —. ¡Y ahora dices que no tienes idea de a dónde ir ni que hacer!
—Esperen —intervinó Aris primeravez intentando alivianar la tensa situación en la que se encontraban —. Oí que Janson dijo algo sobre personas ocultas en las montañas. Una especie de resistencia o ejercito.
—El brazo derecho —murmuró
Thomas recordardando su mención
en la conversación de Ava, ganandose miradas llenas de confusión —. Si realmente están contra de CRUEL
tal vez nos apoyen.
—¿Personas en las montañas?Montañeses, Thomas. ¿Ese es tu plan? —soltó Newt algo indignado y molesto e incluso sus palabras estaban cargadas de ironía.
—Es nuestra única opción —
les dijo Thomas, aunque por las miradas de todos deducía que no todos estaban de acuerdo.
—Oigan —exclamó Winston alzando
la voz para que todos lo escucharan y
se acercaran —. Miren esto. Ilumina, Minho.
El asiático rápidamente acató la orden e iluminó con la linterna, dejando a todos atónitos al ver lo que se encontraba en el suelo.
Huellas.
Lo más curioso de esto es que estas parecían ser de no hace mucho tiempo, estaban frescas.
Lo que indicaba que alguien estaba por la zona. Estuvieron convencidos de aquello al ver como las huellas hacían un gran rastro adentrándose al lugar.
—Alguien estuvo aquí.
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TERCER CAPÍTULO EDITADO
HOLIWIIIS CARA DE KIWIIIS, JAKJAJAJKS rimo :v. Aquí les traigo este capítulo no pq ando bien inspirada podría decirse. Y como dijo Luisito Comunica ahora sí se viene lo chidooooo 😼🤙 así que preparense.
Ame el reencuentro gentes,
no era el momento de amorcito pero es mi fic y hago lo que quiero 🤗💗 a no cierto hehe.
Y Lía toda perra empoderada, ojalá fuera como mi chiquitaa ni a mí crush le puedo hablar so wharever ya se le extrañaba a mi niña zi o no? ;)
Solo una cosa les advierto cuidado, mantengan sus ojitos sobre Jack ese men va a tomar mucha relevancia dentro de este fanfic y cuidao no se me enamoren * guiño guiño*
Me les voy no sin antes decirles que dejen su votito y comenten mucho, nos leemos muy prontito. Chaitoo 💟
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