🍭 ─── Capítulo Doce
Yugyeom y Bambam se encontraban sentados en la cafetería de la universidad. Habían conseguido algo de tiempo libre y decidieron pasarlo juntos, ya que últimamente el mayor tenía más tareas y compromisos que de costumbre.
Podría ser algo común verlos juntos por algún lugar de la institución, pero ellos nunca serían una pareja que encajaba dentro de los estándares de lo normal.
—Di "ah~".
—Bambam, no.
—¡Vamos, Yugyeom! ¡Di "aah"!
Yugyeom se quejó y se cruzó de brazos. Bambam levantó las cejas y lo miró fijamente. Tenían la mirada en el otro y no se dejarían vencer fácilmente.
—Yugyeomie, di "aah~" —dijo Bambam con un tono de voz más dulce. Vio como Yugyeom se sonrojaba y desviaba mirada.
Había extrañado eso. Ver a su lindo novio con las mejillas rojas por algo que él haya hecho era algo que siempre le fascinó. Mientras avanzaba su relación, menos tímido se volvía Yugyeom, así que verlo de nuevo en ese estado era muy significativo para él.
—Anda, Gyeomie~ ¡Sólo una vez!
Yugyeom apretó los labios y miró de nuevo a su novio. Desde su pequeña discusión, —al menos ahora la veía pequeña— el mayor había comenzado a actuar más melosamente, ¡Y no le molestaba! Dios, tener a Bambam así no era ninguna molestia, sólo que le daba un poco de timidez ser consentido de tal forma.
Acercó su rostro al contrario y lentamente, muy lentamente, abrió sus labios en una pequeña "o". Bambam sonrió en grande y le dio de comer un poco de su gelatina de fresa.
—¡Lindo~! ¿Ves que no era tan difícil? Las parejas se dan de comer a veces, así que no estés avergonzado —dijo el mayor, mientras apoyaba su barbilla sobre su puño.
Yugyeom apretó los labios, —Son los chicos que le dan de comer a las chicas, Bam.
—¡Pero yo no lo hice porque fueses chica! —se defendió—. Yo lo hice porque quería darle de comer a mi lindo bebé.
—¡Yah, Bambam!
Yugyeom escondió su rostro entre sus manos al sentir como su cara se volvía de un rojo fuerte, incluyendo sus orejas y cuello. Bambam rió con fuerza y comenzó a pellizcar sus costados para hacerle cosquillas.
—¡D-déjame!
—¡Nunca, bebito lindo!
Las personas a su alrededor veían la escena con curiosidad. Los dos chicos estaban metidos en su mundo, que no se daban cuenta del exterior. En la universidad, ver a Yugyeom con Bambam era una de las cosas que a todos les gustaba. La pareja era bastante linda y el no verla era algo imposible de hacer.
—Ya, ya, te dejo.
El mayor vio como Yugyeom trataba de respirar y se pasaba las manos por las costillas. Sonrió de lado; su novio era lo más preciado que tenía en su vida.
—Eres cruel, Bambam. Y dices que soy tu bebé, ¡Pues eres muy malos con los bebés!
Bambam rió y llevó su mano a la mejilla contraria para atraerlo a si y dejar un suave beso en ella, —Lo siento.
Yugyeom giró su rostro y besó los labios de su novio. Suspiraron gustosos y se olvidaron de que estaban en una cafetería con muchísimos de ojos sobre ellos. El ambiente era perfecto hasta que escucharon muchos chillidos.
Se separaron confundidos y vieron a las responsables de esos sonidos; un grupo de chicas que los veían interesados y con las miradas llenas de emoción. Yugyeom abrió sus ojos y se alejó de Bambam, pero el tailandés amaba la atención así que, sonrió en grande y tomó al menor de su suéter para volver a unir sus labios.
Yugyeom intentó alejarse y falló sin ningún tipo de impedimento. Entiéndanlo, era débil a Bambam y sus preciosos labios. Trató de ignorar los ruidos de sus, ¿Fans? y se dedicó a seguir al chico que lo besaba con bastante ahínco.
El beso era algo emocionado, al parecer Bambam quería darle un buen espectáculo a las chicas y él lo estaba disfrutando, no lo iba a negar. Luego de unos segundos, se separaron con las respiraciones agitadas y las mejillas encendidas. Se sonrieron mutuamente y esta vez, si ignoraron los gritos de las chicas para sólo tener la atención en el contrario.
—Uhg... pensé que tardarían más, ya comenzaba a ser incómodo verlos besarse.
Yugyeom giró el rostro y se encontró a Jungkook rascándose la nuca con algo de vergüenza. Bambam rodó los ojos y apoyó su cabeza en el hombro de su chico.
—Si te incomodaba no nos hubieses visto, Kook —dijo el mayor mientras se encogía de hombros.
—Bambam —llamó Yugyeom a modo de regaño y Bambam bufó sin alejarse un poco de él—. Lo siento, Jungkook. ¿Me necesitas?
—Ah, yo venía a buscarte para ir a la academia, pero creo que se te olvidó.
Yugyeom frunció el ceño para luego caer en cuenta de lo que hablaba su amigo, —¡Cierto! Lo olvidé por completo, menos mal viniste. Incluso traje mis cosas y se me pasó.
—¿De qué hablan? —interrumpió Bambam de forma dura pero luego relajó sus facciones y habló más suave—. Si se puede saber, claro.
—Jungkook me había invitado a ir a su academia de danza.
Frunció el ceño, —No sabía que bailabas.
—Uh, sólo un poco —respondió Yugyeom algo cohibido. Miró a Jungkook—. ¿Puede Bambam venir con nosotros?
Bambam miró intensamente a Jungkook con una ceja alzada y el chico tragó saliva, —C-claro que p-puede.
Yugyeom sonrió sin ser consiente de la amenazadora mirada de Bambam para con Jungkook, —Genial, ¿Vamos, Bambie?
Bambam asintió y recogieron sus cosas para salir hasta la dichosa academia de Jungkook.
Santo niño de Atocha.
Bambam quería ser un avestruz para enterrar su cabeza debajo de la tierra y ocultar sus rojas mejillas, pero al mismo tiempo quería ser el piso en donde estaba practicando Yugyeom.
Al llegar, habían sido recibidos con toda la amabilidad posible e integraron a Yugyeom rápidamente al grupo de baile. A Bambam también le preguntaron si quería bailar pero este negó; no traía la ropa adecuada para bailar. Así que se sentó en uno de los bancos del lugar y prestó atención a la clase.
Y con "clase" se refiere a Yugyeom.
Al principio fueron algunos estiramientos y practicaron un par de pasos para entrar en ambiente. Bastante relajado, nada extraordinario. Hasta cierto punto, Bambam se sentía algo aburrido pero ver a Yugyeom concentrado e imitando los pasos le daba el interés necesario. Estaba genuinamente sorprendido, su chico sabía bailar y lo hacía bien.
El verdadero espectáculo empezó cuando colocaron una canción de Chris Brown.
Reconoció la canción, ya que Yugyeom lo hacía, —obligaba— a escuchar a su artista favorito, y miró cómo los ojos de Yugyeom tomaban un brillo casi irreal.
Negó con la cabeza y rodó los ojos, ni a él lo veía con tanta emoción.
—Vamos a improvisar —dijo el profesor a los alumnos—. Los iré llamando y saldrán al centro a bailar, ¡No se queden parados!
Poco a poco fueron pasando los chicos. Bambam daba puntuaciones mentales a cada uno; desde un "¿Qué diablos cree que hace?" hasta un "¡Crack, máquina, fiera del baile!".
Pasó Jungkook y Bambam lo miró con aburrimiento. El chico bailaba increíble, pero como le caía mal tenía que hacer cara de que no le gustaba cómo lo hacía para aparentar.
Cuando fue el turno de Yugyeom, se sentó recto y prestó muchísima atención. Su chico comenzó con un par de movimientos y a medida que bailaba, iba agarrando confianza. Mucha confianza, diría él.
Abrió los ojos y la boca cuando Yugyeom se tiró al piso y comenzó a hacer movimientos con sus caderas. Escuchó los gritos de todos, alentando a Yugyeom, y el menor al tener este tipo de apoyo, siguió bailando emocionado y con más movimientos de este estilo.
Bambam no podía creer lo que veía, ¿¡Dónde había quedado su novio tímido y reservado!? ¡Porque este chico que veía morderse el labio, mientras se pasaba la mano por el pecho no lo era!
La música acabó y con ello el espectáculo de Yugyeom. Todos comenzaron a aplaudirle y a felicitarle; lo había hecho increíble. Bambam se pasó la mano por la cara, aún atónito por lo que acababa de presenciar. Miró de nuevo a su novio, que sonreía tímido por todos los halagos que recibía.
¿¡Por qué sonreía tímido por los reconocimientos!? ¡Hace un momento estaba violando el piso con sus movimientos de cadera!
Comenzó a abanicarse con la mano para recibir un poco de aire. Aire que había sido vílmente robado por la versión fuckboy de su novio. Si así era bailando, no quería imaginarse cómo sería- ¡No!
Volvió a sonrojarse cuando su mente imaginó otro tipo de situaciones. Movió más rápido su mano, le estaba haciendo mucha falta el aire.
—¿Estás bien, Bambie?
Dio un respingo en su asiento al escuchar la voz de Yugyeom. Miró hacia arriba, encontrando su dulce mirada en él.
—E-estoy bien, ¿Ya terminaron?
Yugyeom asintió y sacó una toalla de su bolso para secarse el sudor. Bambam le ofreció el agua y el menor le regaló una sonrisa en agradecimiento. Yugyeom comenzó a beber de esta y Bambam no se perdió ningún detalle del movimiento de la manzana de adán de su novio al pasar el agua.
Volvió a sentir sus mejillas calientes y desvió la mirada. Parecía un crío, debía controlarse si o si. Miró a Yugyeom que ya estaba terminando de guardar sus cosas y luego le ofreció su mano, —¿Vamos?
Bambam asintió y tomó la mano de Yugyeom para salir de la academia. En todo el camino, Bambam se dedicó a escuchar hablar a Yugyeom sobre lo bien que lo había pasado y de que el profesor le había pedido volver.
—¿Crees que sea buena idea? —preguntó Yugyeom.
—¿Por qué lo preguntas?
—Es que todos son muy buenos, ¿No los viste? ¡Son increíbles! No creo que esté al nivel de ellos, así qu-
Bambam frenó sus pasos y con ello a Yugyeom. El mayor miró al chico incrédulo por lo que estaba diciendo y frunció el ceño.
—¿Estás escuchando lo que estás diciendo? ¿Cómo es eso de que no estás al nivel de ellos? Por favor, Yugyeom, ¡Eres increíble en el baile! Y no lo digo porque eres mi novio o algo por el estilo, lo digo porque es verdad. Tienes muchísimo talento, Yugyeomie.
Las mejillas de Yugyeom se calentaron y sonrió tímido, —¿En serio c-crees que soy b-bueno?
—Yo no dije que eras bueno, dije que eres increíble en el baile así que no te confundas, Yugyeom —corrigió Bambam e hizo reír al menor—. Si quieres entrar en esta academia y bailar, tienes todo mi apoyo.
Yugyeom sonrió y acercó su rostro al de Bambam para dejar un beso en los labios del otro. Escuchar al mayor decir esas cosas sobre él, le hizo sentir el corazón cálido.
—Gracias, Bambie —dijo una vez se separaron.
Bambam dejó otro pequeño beso en sus labios y retomaron la ruta hasta su casa, pero se acordó de algo, —¡Ah! Nada de hacer esos movimientos contra el piso si yo no estoy presente. Todos te estaban viendo y no, señorito.
—¡B-bambam!
—¡Bambam, nada! Si yo no estoy, no los hagas. Podrías gustarle a alguien más y no puedo permitir eso. Además, ¿Quién te enseñó esos pasos? Que yo sepa, soy tu primer novio.
Yugyeom se quejaba avergonzado, mientras Bambam esperaba su respuesta. Por fuera tenía una expresión seria, pero por dentro se moría de risa al ver cómo su lindo novio se quejaba y le pedía que no siguiera.
Bambam creía que Yugyeom era tan tímido que ni le gustaría bailar. En la realidad, su novio tenía unos interesantes movimientos de cadera que le robaron por completo el aliento.
» nandaslovely «
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