Como suele pasar y como llego a odiar, los meses se pasaron volando, siete lindos meses para ser exactos. Nuestros protagonistas se encontraban en unas vacaciones a mediados de diciembre por Australia, pero para los padres de WooJin, estaba en un viaje de práctica de su universidad, una mentira piadosa.

Chan solía reír de su novio por la escasez de conocimiento del idioma, pero otras veces solía agradecer de esa escasez. Ambos estaban en una tienda de ropa ya que el coreano no llevaba ningún traje de baño, cosa que Bang le recordó que debía de traer.

-Llevare uno negro, no entiendo la gran variedad de colores -protestó Kim tomando un short de su talla.

-A tu vida le falta color, que tal este azul -sonrió el australiano tratando de convencer a su novio.

-Hablo el que tiene el armario vacío de tanta ropa negra -bufo buscando otro short -. No me gusta venir de compras, mucha gente.

-No seas tan gruñón -pellizco la mejilla del mayor -. Después vamos por tus pastelitos de canela -abrazo.

-Suena tentador, pero siento que últimamente me estas regaloneando con mucha comida y si sigues así, deberé comprar tallas más grandes -río WooJin encontrando el short azul.

-¿Lo estás negando? -quiso saber el menor.

-No, como crees, ¿yo negar mis pastelitos de canela? Jamás, solo decía que hay otras formas de regalonearme.

-Lo voy a pensar, ahora vamos a pagar esto -beso la mejilla del contrario para ir a la caja a pagar.

Un sonrojado WooJin miraba el perfil de su pareja, llegando a Corea deberá pagarle de alguna forma, aunque el menor se negará. Kim no entendía nada de qué hablaban tanto esa chica junto a Chan, la verdad tampoco le interesaba, solo que le aburría.

-Ahora si a comer -sonrió el menor desechando el boleto de la compra, para tomar la mano de WooJin e irse.

[☀️]

Bang esperaba en la habitación del hotel a WooJin, irían a la casa de sus padres pero al parecer su pareja no estaba listo aún. El australiano se encontraba de pie solo a centímetros de la puerta del baño, tratando de hablar con Woo pero este ni le respondía.

-Osito... si quieres vamos otro día, mis padres lo entenderán -charlo Chan a través de la puerta.

-Me veo mal -salió del baño vestido de una camisa larga junto a una corbata negra, pantalones holgados y unas converse.

El australiano quedó sin palabras al verlo, ¿verse mal? Joder claro que no.

-Lo sabía me veo mal -iba de regreso al baño cuando lo tiran de su brazo.

-¿Verte mal? Te ves bonito -habló acercándose cada vez más al rostro de su novio.

-Gracias. Renovaste tu armario -carcajeo Woo al ver la vestimenta de su novio, una camisa celeste, junto a unos jeans grises rasgados y sus típicas botas negras.

-A mis padres no les gusta verme con ropa negra -beso la nariz de Kim para luego bajar a sus labios y dejar un pequeñito beso en ellos -. Ahora vamos, antes de que yo me arrepienta.

Asi sin mas fueron a la casa de los padres de Bang, y luego de esa visita irían a la playa para así finalizar esa estaría en Australia.

18:06

El atardecer se asomaba por el horizonte, demostrando que el día estaba por acabar. Luego de unos juegos con el agua y la arena, WooJin estaba sentado en la arena mirando hacia el horizonte como si fuera lo más hermoso del mundo llamando la atención de Chan. Este se acercó a su novio así sentándose a su lado, quedando en silencio, sin dañar el ambiente pacífico que tanto le encanta a Kim, esperando que él diera el inicio de una conversación.

-Sabes, nunca tuve un amor sincero y dejé de querer uno hace unos años atrás -soltó sin mirar a Chan -. Solía pensar, que si alguien tiene el coraje y hace que mi corazón deje de ser un témpano de hielo, será una persona digna de admirar, pero como esta la crianza y la verdad de las personas es escasa, será complicado de que allá alguien así en este mundo.

El contrario escuchaba atentamente, mientras colocaba una manta a sus espaldas.

-Y la verdad, ante tanta gente de mierda si puede haber ese alguien. A pesar de lo que has visto de mi, de todos los problemas que tengo, aun sigues a mi lado y no me has abandonado, puede ser que tengas tus altos y bajos, pero aun así tratas de arreglar eso... Tengo mucho que agradecerte, y muchas palabras atajadas en mi garganta. Gracias, de verdad merecía todo esto. Me gustó mucho estar con tus padres. Ame demasiado a tu familia, te presentaría a la mía, pero sería un fracaso total -carcajeo, apoyando su cabeza en el hombro de Chan.

Chan beso las hebras de WooJin pasando su brazo por la cintura del mayor mirando aún el horizonte, ahora era momento para entregar el regalo que tenía preparado desde hace días.

-Estaba pensando darte esto en la casa de mis padres, pero no encontré el momento perfecto, así que ahora es el momento perfecto.

WooJin miró la mano de Chan, este sostenía dos cadenitas que estaban unidas.

-El cielo púrpura de verdad es hermoso cada vez que lo observó... me recuerda a ti mirándolo con un entusiasmo al ver esos colores. No quería regalarte algo que sea común, sino algo que te haga recordar pero a su vez grabar algo en ella -le entregó ambas cadenitas.

El coreano observaba el grabado de ambos accesorios, un pendiente rectangular junto al grabado de Purple, junto al otro cual se unían con la otra palabra Sky y más una carita con la frase "All the night stars keep talking to my heart." Kim no se lo creía, esa frase la tenía en el protector de su celular.

Volteó a ver a Chan así abrazándolo y caer en la arena, para luego unir sus labios en un beso lento el cual ambos sabían que era el más que recordarán en el futuro, junto a ese día.

¿Por qué no nos quedamos más tiempo así? ¿Porque acabo del día a la mañana?

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Recuerda Chan, el tulipán es el más delicado e inocente, tendrán diferentes significados por sus colores pero ninguno tendrá espinas como las rosas, así no podrán lastimarte por su belleza, solo que su dificultad, es encontrarlos.

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