-Minju-

Han pasado dos años y solo supe que acompañaste a Yuri y Yena a Japón luego de que la gente se enteró por todos los medios de su relación, después de eso jamás volví a saber algo de tí, solo escuchaba como en la televisión sonaban tus nuevas canciones pero nunca mencionaban más que tu nombre y el título de la canción.

Me mata el saber cómo te encontrabas, si acaso aún estaba en algunos de tus pensamientos, o de pronto tuvieras un recuerdo de mí, de nosotras; si aún seguías odiándome o con el paso del tiempo dejaste que todo lo que sentías por mí muriera dentro de ti. Quería saber si ya tenías a alguien en tu vida y corazón.

Mi pequeño apenas tiene el año de edad y es bastante saludable. Ambos nos alegramos de la llegada de nuestro hijo pero hubiésemos preferido que él naciera en otra circunstancia de nuestro matrimonio, por lo menos que naciera cuando aún había amor entre Jaemin y yo, ahora solo aparentamos ser un matrimonio feliz cuando vamos a una reunión familiar, mientras que en casa solo actuamos como si fuésemos unos simples conocidos, a veces como amigos, pero nunca nos tratamos como lo que somos, un matrimonio.

Me pasaba las noches dando vueltas por mi cama, pensando si algún día el destino nos volvería a juntar o realmente todo se acabó aquella tarde. Me preguntaba qué era lo que más me daba miedo, si volver a verte o no volver a verte jamás. Si te vería qué te diría y si no, cómo sobreviviría el resto de mi vida.

Cada vez que tenía un recuerdo tuyo siempre terminaba con esa última mirada que me diste ese día en el restaurante, tus ojos solo desprendían odio y rencor, pero muy en el fondo de esos ojos cafés ví como un inmenso dolor te carcomía por dentro y desde ese día mi vida está llena de culpa, preguntándome si en verdad hice lo correcto, si en verdad tomé la decisión pensando en mi hijo o solo elegí este camino porque tenía miedo, realmente ya no estaba tan segura.

De lo único que sí estoy segura es de que te extraño, desde que me levanto hasta que me acuesto, incluso hasta en mis sueños. Anhelo despertar y que tú estes a mi lado. Te extraño tanto Kim Chaewon.

Se acercaba el día de gracias y como era costumbre, nos reuniríamos en la casa de mi abuela a comer. Llegarían mis primas y primos de Canadá ya que algunos fueron a vivir allá.

Íbamos en coche los tres: Niki, mi hijo, iba durmiendo mientras Jaemin manejaba atentamente; yo estaba ansiosa por ver de nuevo a mi familia, no me entero de muchas de las cosas que pasan en esta, y ansío saber qué es lo que pasó en mi ausencia.

Entramos a la antigua pero bien cuidada casa de mi abuela e inmediatamente fuimos recibidos por muchos abrazos. Todos querían cargar a Niki y la mayoría así lo hizo, hasta que comenzó a llorar, mi tía lo regresó a mis brazos para que pudiera calmarlo, pero no podía hacer mucho ya que el ruido de las conversaciones lo estaba perturbando.

Me llevé a mi hijo a una de las habitaciones del segundo piso que conforme subía las escaleras el ruido iba disminuyendo hasta desaparecer. Después de amamantarlo y arrullarlo un poco se volvió a quedar dormido. Escuché cómo alguien subía las escaleras y luego abría la habitación donde me encontraba.

- ¿Minju? - dijo Jaemin.

- ¿Si?

- Acaba de llegar tu prima. ¿Quieres bajar a saludarla?

- Sí, solo acomodaré la cama para que Niki no caiga si llega a moverse mientras duerme.

- ¿Crees que despierte?

- Quizás, pero hasta de madrugada.

- Entonces vamos.

Los dos bajamos y antes de llegar, en los últimos tres escalones tomamos nuestras manos, pretendiendo que siempre estuvieron juntas.

- Minju, cariño ven - dijo mi padre muy animado guiándome hasta la mesa.

Todos estaban abrazando a mi prima y lo que supongo es su acompañante. En cuanto ella me vio corrió abrazarme y yo la abracé con la misma fuerza que ella lo hizo, durante nuestra infancia y principio de nuestra adolescencia fuimos muy unidas, por eso nuestra reacción.

- Ven te quiero presentar a mi prometida, Kim Chaewon.

¡¿Qué?!

Chaewon, la misma Chaewon que yo amaba y anhelaba todos los días estaba ahora frente a mí saludándome como la prometida de mi prima, ¡mi prima!

- Hermana, deberías de ver tu cara ahora - bromeó Jisung golpeando mi hombro.

- Parece que no te lo esperabas jaja - dijo Sohee - después de todo terminará siendo de la familia, ¿no es genial?

Esto debe ser una broma, una broma de muy mal gusto.

- Sí, es genial.

Aún no podía salir de mi estado de shock.

- Vamos, siéntate parece que te vas a desmayar en cualquier momento - dijo mi hermano golpeando levemente el colchón de la silla a su lado para que me sentara allí.

Todos comenzaron a servir sus platos y seguían platicando, mi mirada estaba totalmente sumergida en Chaewon que hablaba con Sohee muy animada y bastante cerca diría yo.

Mi tío Samuel, el padre de Sohee, comenzó hablar con mi tía Libby y su esposo Robert sobre los planes de boda de Sohee y Chaewon.

- Antes de comenzar a comer hay que dar las gracias, madre - dijo mi papá. Mi abuela comenzó a dar gracias y todos tenían sus ojos cerrados.

En cuanto mi abuela terminó todos comenzaron a comer.

- ¿Saben lo que es gracioso?: hace mucho pensaba que Minju y Chaewon terminarían juntas, y mira lo que son las cosas, fue todo lo contrario, pero aun así Chaewon terminó siendo parte de la familia Kim - dijo mi padre.

Esto sí es una broma ¡¿En serio papá?! ¿En serio pensaste así?

- Pensé que no apoyabas este tipo de relaciones.

- Minju, no soy un hombre tan estricto.

- ¿Y cuándo piensan casarse? - preguntó mi abuela

- Estamos pensando en dos meses - contestó Chaewon.

- Vaya, eso es demasiado pronto.

- Bueno, Chaewon y yo estuvimos charlando sobre eso, ya estamos algo grandes, además de que estamos pensando en formar una familia. Ambas nos conocemos muy bien y decidimos que no hay mucho que pensar y mucho menos esperar.

- ¿Chaewon, y tu carrera no será un impedimento? - preguntó mi padre.

- En realidad me voy a retirar.

¡¿Qué?! ¿Retirarse? ¿Escuché bien? Ella ama cantar y bailar más que nada, jamás la había escuchado hablar de retirarse.

- Creo que es momento de vivir tranquila y lo último que quisiera es que Sohee sufriera a causa de mi carrera.

- Eso es tan bonito - dijo mi tía.

- Mi Soso está en buenas manos, siempre lo he dicho - dijo Lili, la madre de Sohee.

- Llevamos conociendo a Chaewon desde hace bastantes años, y puedo decir que es una excelente persona, Samuel tu hija se llevó un buen partido - dijo mi papá

El llanto de un bebé interrumpió la cena y la conversación, reconocería ese llanto desde lejos. Me levanté, pero antes de caminar Jaemin tomó mi mano.

- Yo iré.

Él se fue a traer al pequeño.

- Aunque para nada me puedo quejar de ninguno de mis yernos y nueras, mis hijos se llevaron buen paquete.

- Y que lo digas.

Jaemin tardó en regresar con Niki en brazos y la mayoría ya se había levantado de la mesa.

- Oye Chaewon, ahora que lo recuerdo, aún no conoces a nuestro hijo. Anda, ven - dijo Jaemin.

Sohee casi tuvo que empujar a Chaewon para que se acercara a ver a Niki, y solo ella y yo sabíamos el porqué de su comportamiento tan temeroso.

Ella se acercó con pasos lentos como si tuviera veinte kilos en las plantas de los pies. Finalmente se acercó y solo lo miró, ¿que estaría pensando?

- ¿Quieres cargarlo?

- Este... yo... yo... está bien.

Con las manos temblorosas cargó a Niki, y por poco rompo a llorar cuando la veo sosteniendo a mi hijo, ella apenas y lo cargó un minuto cuando se lo regresó a Jaemin.

- Perdón, pero suelo ser torpe con los bebés, pienso que los puedo dejar caer en cualquier momento.

Las dos sabíamos que eso era mentira y por primera vez, no solo en esta noche sino en dos años, ambas cruzamos directamente nuestras miradas y nuestros ojos permanecieron fijos unos con otros y bastó solo ese instante para darme cuenta que aún había algo.

Aun sentía algo por mí y no era odio.