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|𝐎𝟑| ➟ 𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐏𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨。

Dos años atrás

Era un día como cualquiera para todas nosotras. 

Cumplir con nuestra agenda, descansar, comer lo necesario; había hecho esto por años. Nos acaban de comunicar que dentro de pronto sacaríamos otro álbum y como era de esperarse teníamos que aprender nuevas coreografías y nuevas canciones, amo lo que hago y creo que las demás también.

Después de un exhaustivo día de trabajo regresamos a nuestro departamento, aunque las demás tuvieran sus propios hogares hoy prefirieron quedarse. Casi todas estaban ya acostadas e incluso algunas ya dormían, las únicas que quedábamos de pie éramos Yena, Yuri y yo, que decidimos comer algo antes de dormir.

No hablábamos mucho y no porque no quisiéramos, sino porque creo que lo poco que nos queda de energía es la que necesitamos para masticar.

ㅡ Chicas, hasta mañana ㅡ me levanté de la mesa y las dejé a las dos solas ㅡ Apaguen todas las luces antes de acostarse.

Ellas solo movieron sus cabezas de arriba a abajo en señal de que me habían escuchado.

Hoy tendría que dormir con Minju, las demás estaban ocupando las habitaciones, así que no había suficientes habitaciones.

Entré al cuarto tratando de hacer el menor ruido para no despertarla, porque si la despertaba, o no estaba dormida, eso significaban problemas para mí.

Me quedé parada frente a la puerta esperando a que mi vista se acostumbrara a la oscuridad de aquí dentro. Luego de que pude ver mejor busqué a Minju, la encontré ya acostada en su cama, por fin respiré al ver que ya estaba dormida.

Me puse mi pijama, me quité el maquillaje, lavé mis dientes y me arrojé a mi cama. Me cubrí con las mantas y esperé a que mi cuerpo se encargara de lo demás. Cuando sentí que mis párpados comenzaban a cerrarse, sentí un movimiento en mi cama que no era de mi cuerpo, inmediatamente el sueño se fue y un escalofrió me recorrió el cuerpo.

No, por favor, hoy no.

Cerré fuertemente mis ojos y mis manos se aferraron a mi frazada.

Pero mis intentos fueron inútiles. Ella con facilidad descubrió mi cuerpo, y se sentó sobre mi vientre, yo apreté más mis ojos, como si esto fuera ayudarme en algo.

ㅡ Chaewon, parece que estas asustada ㅡ dijo como un ronroneo, para después colocar su nariz cerca de mi cuello y dejó que su respiración acariciara mi piel.

ㅡ No lo estoy ㅡ contesté con mi cuerpo completamente rígido, ella presionó más su caderas contra mí, lentamente se deslizó hasta que su parte íntima entró en contacto con la mía.

¡Mierda!

Esta mujer me mata, estoy a nada de agarrarla de las caderas, darle la vuelta hasta que yo quede sobre ella, arrancarle la ropa y tomarla como mía, recorrerle cada parte de su cuerpo con besos y caricias, hacerla gozar hasta que llegue al orgasmo y grite mi nombre.

Madre mía, el tan solo pensarlo y tenerla tan cerca me hace desearla más.

Este es el juego de todas las noches, ella se mete a mi cuarto, luego a mi cama y finalmente comienza a insinuarme cosas bastante malas. Para ella este es un juego y para mí una tortura, era el gato y el ratón, y yo era el ratón.

Si tan solo pudiera tocarla sin el más mínimo remordimiento.

Pero eso nunca va a pasar, ya lo intenté una vez y ella se apartó de inmediato, me puso muy en claro las reglas del juego y sin querer yo acepté, pero de estos juegos jamás se sale, tan lo menos no sin ensuciarse.

Su boca se movió hasta la mía donde rozó brevemente mis labios, estábamos tan cerca que con un pequeño empujoncito lograríamos besarnos.

Luego su boca se mudó hasta mi oreja, la mordió brevemente y comenzó a mover su caderas contra las mías, un gemido escapó de mi boca.

No lo pude evitar, y así este juego se terminó.

Minju se levantó y en ese proceso pude notar la enorme sonrisa de victoria que estaba en su rostro desvergonzado.

Caminó hasta su cama y antes de acostarse volvió a mirarme, me dedicó un guiño, con su boca y su palma me mando un beso.

ㅡ Hasta mañana.

Finalmente se acostó y a los pocos minutos pude notar que ya estaba dormida.

Un enorme suspiro salió de mi boca, todo este tiempo me había guardado casi toda la respiración, y no porque así lo quisiera, sino porque Minju lograba que todo mi cuerpo se volviera estúpido a tal grado que olvido cómo respirar.

Vaya calentón el de esta noche.

Al día siguiente me levanté temprano, debía cumplir con mi horario.

Hoy Yena y yo teníamos una entrevista en una estación de radio. Ambas decidimos irnos en mi coche para así llegar más temprano.

ㅡ ¿Qué te pasa Chaewon?, parece que no dormiste nada bien.

ㅡ Tienes razón, apenas y dormí dos horas.

ㅡ ¿Qué o quién no te dejo dormir?

ㅡ No lo sé, creo que solo fue una mala noche, solo eso.

ㅡ Vamos Chaewon, que no soy tonta. Sé muy bien que tú Minju tiene un rollito.

ㅡ ¡Por dios Yena, cómo se te ocurre! ¡Yo no me acuesto con Minju!

ㅡ Creo que ustedes dos olvidan que vivo con ustedes, en más de una ocasión he visto como ella se mete a escondidas tu habitación, y debido a la forma en la que entra a tu cuarto no creo que se junten a esas horas a pintarse las uñas o algo parecido, o dime si es que acaso me equivoco.

Si algo me había quedado claro durante todos estos años es que Yena no pierde detalle de nada, es muy astuta y es casi imposible ocultarle algo, creo que si no hubiera sido artista se hubiera dedicado a la investigación criminal y sería muy buena.

ㅡ Tu silencio habla por ti.

ㅡ ¡No es lo que tú crees!

ㅡ ¿Entonces qué es?

ㅡ Mira... es complicado de explicar.

ㅡ Claro que no, es tan simple como decir "Tengo sexo con Minju"

ㅡ ¡Es que ese es el problema, no tengo sexo con Minju!

ㅡ Ya te dije que no creo nada de eso.

ㅡ Es que es verdad... ella solo entra a mi cuarto y después...

ㅡ ¿Después qué?

ㅡ Ella comienza a seducirme.

ㅡ Como si fuera a tragarme eso, ambas sabemos que si eso pasara tú serías la primera en arrancarle la ropa.

ㅡ Como si no lo hubiera intentado antes -dije en un murmullo.

ㅡ ¡¿Lo intentaste?!

ㅡ Es lo que acabo de decir.

ㅡ ¿Qué pasó entonces?

ㅡ Ella me puso muy en claro que este juego solo ella jugaba y yo era...

ㅡ El juguete.

ㅡ Pues sí, y aún así parece que acepté.

ㅡ Sabes, tu problema es que tú siempre haces lo que ella te diga. Eres como un títere, se aprovecha de tus sentimientos y a ti no te importa lo más mínimo, esa actitud no te va a llevar a nada.

ㅡ Sí, lo sé.

ㅡ ¿Y sabes lo peor de todo? es que a Minju también le gustas, es solo que ella se niega aceptarlo. Esa mujer es muy complicada.

ㅡ No creo que eso sea del todo cierto.

ㅡ Por favor, no me digas que tú no lo notas. Basta con ver cómo te mira y lo celosa que se pone cuando alguien más tiene tu atención y cuidados.

ㅡ Es difícil creer eso cuando estoy en esta situación.

ㅡ ¿Quieres comprobarlo?

ㅡ Por supuesto.

ㅡ Si es lo que quieres solo tienes que ignorarla.

ㅡ ¡¿Qué?!

ㅡ Tal vez no ignorarla, pero puedes serle indiferente. Debes acabar con ese jueguito, luego rechazar sus invitaciones con cualquier excusa tonta, fingir que ya no quieres pasar tiempo con ella, y dentro de poco verás como ella se sentirá orillada a aceptar lo que siente.

ㅡ ¿Pero eso no es obligarla?

ㅡ No la estás obligando a que sienta cosas por ti, o dime ¿Es que acaso quieres seguir siendo el juguete durante el resto de tu vida?

ㅡ Tienes razón.

Llegamos a la estación de radio y apenas y podía concentrarme en lo que decía el locutor mi cabeza seguía en otro lado, sobre todo en lo que me había dicho Yena en el coche, ¿Debería seguir sus consejos?

Fue una dura tarde.

Ir de un lado a otro no ayudaba a mi estado de ánimo, ni a mis pensamientos y por fin había llegado la hora de la verdad, era de noche y estaba parada sujetando la perilla de la puerta de mi habitación, era el momento de decidir, si acababa con el juego o continuaba en él.

Mi cabeza se inundaba de pensamientos, mi ritmo cardíaco subía y subía, mis manos comenzaron a sudar y mi cuerpo entero a temblar.

Escuché pasos que se acercaban, no tenía mucho tiempo para decidir, solo era cuestión de apretar un botón y Minju no podría entrar.

Exhalé y finalmente apreté el botón del seguro.

Me aparté de la puerta y escuchaba como los pasos se acercaban cada vez más, después lo pasos de detuvieron y en cuestión de segundos la perilla de mi habitación comenzó a moverse.

Estaba más que claro que era Minju y quería entrar a mi cuarto. Dejó de mover la perilla y después golpeó la puerta dos veces.

ㅡ Chaewon, abre la puerta.

No contesté, no me moví y contuve mi respiración.

ㅡ Chaewon, abre. Te tengo una sorpresa.

¡No puede ser! Ella es tan buena en esto ¡debo resistir!

Se escuchó un suspiro y luego unos pasos que conforme avanzaba el tiempo perdían su sonido. Volví a respirar y me recosté en la cama.

Bien hecho Chaewon, ya has logrado el primer paso.

Cerré mis ojos y lentamente me quedé dormida.

En la madrugada comencé a sentir frío y con la poca conciencia que tenía comencé a buscar mi cobija, con mis hábitos de sueño ya era natural perderla.

Abrí un poco mis ojos para buscar mejor mi frazada, y me sorprendió que ya no era la única en la habitación.

Minju estaba justo frente a mí con una enorme sonrisa de victoria en su cara.

Esto debe ser un sueño.

Ella levantó su mano derecha sosteniendo entre su palma una llave, luego se inclinó un poco y acercó sus labios a los míos, y de la forma más sensual y provocativa que haya escuchado en mi vida susurró contra mis labios.

ㅡ Creíste que podías escapar de mí.


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