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Capítulo 34

Capítulo 34

El primer ataque de los generales

[Región de Galar, Isla de la Armadura]

{En el futuro}

Narrador Neutral:

Después de la repentina aparición de un tercer Moltres, este último, muy furioso, tenía su mirada fijada en el jerarca y el Pokémon singular, lo que más les llamó la atención al entrenador fue el color morado y oscuro que se hallaba en sus ojos, un color que no decía nada bueno.

— ¡¿Moltres!? — dijo Celebi.

— "Pero ese es el de Kanto... ¿no es así?" — preguntó Adaman.

— Eso... eso es imposible... si fuera el Moltres que conocemos no tendría esa forma, tendría la de Galar, ¡tendría que ser el original! — confundido.

— "Espera espera espera, ¿me estás diciendo que esa cosa no es el Moltres de esta época, ni tampoco el del pasado?" — preguntó Adaman, volteándose a ver al Moltres de Galar.

Gloria, Víctor, Adaman y Celebi sintieron una presión extraña encima de ellos, una sensación de intranquilidad, como si aquella noche fuera a ser la más larga de sus vidas.

— "Entonces... ¿cuál es.. ese Moltres?" — preguntó el jerarca, volteándose de nuevo.

— Como ansiaba encontrarte por primera vez, viajero del tiempo — dijo una voz.

De detrás del Pokémon legendario de tipo fuego apareció una chica un poco más joven que Adaman, con el pelo de color violeta, vestida de una manera muy particular que recordaba a la de un demonio, sus ojos emitían un color morado intenso, iguales a los del Moltres ígneo.

Todos dos, humano y Pokémon, sintieron como su corazón dio un vuelco al escuchar que aquella persona misteriosa sabía que provenían del pasado, su piel se erizó, dando a entender que una emoción de temor se notó en el ambiente.

— ... — Adaman la observaba.

— ¿La conoces de antes? — preguntó Celebi, pensando en el pasado de Adaman.

— "No" — respondió — "Pero... por alguna razón, algo desde mi corazón me está empezando a darme una idea de quién es" — dijo, muy serio.

— A que te refieres, ¿desde tu corazón? — preguntó Celebi, confundido.

— ¿Interrumpo vuestra conversación? — preguntó la chica, sorprendiendo mucho más a ellos dos.

— "¡¿Me puede ver?!" — preguntó Celebi desde su mente, asustado — "Adaman, esto no es bueno"

— "... Desde luego, me empiezo a dar una idea de quién es..." — apretó los puños con furia.

Celebi sintió la ira que despertó desde el interior del jerarca, era mucha ira, y como bien Pokémon inteligente que es, pudo suponer que esa furia fue la causa de un suceso pasado, un suceso en Hisui que marcaría un antes y un después en la vida de Adaman.

— ¿Como sabes quien soy? Y como puedes verle? — preguntó el jerarca, serio, refiriéndose a Celebi.

— No hagas preguntas estupidas, tú sabes quien soy, y sabes porque estoy aquí — dijo.

Celebi, y los dos hermanos castaños, que no entendían nada de lo que estaba pasando, miraron confundidos a Adaman.

En los ojos morados de la chica, Adaman pudo ver reflejado un recuerdo que siempre desearía olvidar, la imagen de un hombre rubio, acompañado de un dragón oscuro destruyendo aquel antiguo templo. Jamás olvidaría el color que emitía él aura de ese monstruo, un color oscuro y morado que recordaba totalmente a la malignidad en su estado puro.

El jerarca, imbuido en muchos pensamientos, solo logró pronunciar una palabra de su boca.

— Volo...

— Volo, aquel causante de tu desaparición en tu región natal, causante de la pérdida de tu familia y causante de la destrucción de tu antigua esperanza, un devorador de vidas — lo describió — ¿Como no ibas a acordarte de la persona que te arrebató el sentido de vivir?

Presa de una furia inmensa, Celebi se asustó al ver claramente como en los brazos y la frente del jerarca empezaban a aparecer venas muy hinchadas, y como en el borde de sus ojos empezaban a brotar venas rojas. Jamás había visto al jerarca en aquel estado, destrozado y vacío por dentro. Lamentablemente él fue el único que pudo ver bien el estado del jerarca en aquel momento.

— ¿Trabajas para él? — amenazante.

— ... Trabajar no le llamaría yo, yo mejor le llamaría... libertad, Volo es una persona que nos ha demostrado el verdadero camino hacia la libertad, nos demostró que los humanos nunca tomamos el buen camino desde el inicio de la existencia, tú, ese Pokémon que te acompaña — los señalaba — Y todos los demás, nadie comprende ni comprenderá el verdadero motivo por el que Volo está haciendo esto.

— ¿Hay más gente como tú? — preguntó, conteniéndose e ignorando lo que decía.

— La hay y las habrá, Volo formara a los legendarios Generales de su imperio, y yo me acabo de convertir en uno de ellos —.

El jerarca apretó los dientes con fuerza.

— ¿A que te refieres con eso? — preguntó Celebi, ya sabiendo que ella lo podía ver y escuchar.

— Mi misión era encontraros, en compañía o sin, lo he logrado, tal y como te describieron, ese eres tú: Un jerarca desorientado, con un arete blanco en un oído y con la compañía del Pokémon singular Celebi, el "guardián del bosque" capaz de viajar por el tiempo y llenar de esperanza a cualquier persona con corazón vacío, ¿me equivoco? — sonrió.

— "Adaman no la escuches, si no te resistes acabarás perdiendo el control" — dijo Celebi, preocupado.

— ¿Adaman quien es ella...? — preguntó Gloria.

— Gloria, Víctor, quiero que os alejéis lo más que podíais y cuando os avise saldréis volando con Corviknight, ¿entendido? — dijo, muy serio.

— ¿Pero por qu-

— Por favor, antes de que pierda mi paciencia —.

Víctor asintió y se llevó a Gloria junto con él, empezaron a correr junto a Corviknight, se temió lo peor: aquella persona era peligrosa y tenía bajo su control a un Moltres, capaz de destrozarlo todo a su paso.

— ¡¿Pero hermano que pasa con Adaman?! — preguntó Gloria, preocupada.

— El nos ha pedido esto Gloria, sea quien sea, esa chica es peligrosa, hay que confiar en él —.

— ... —.

Con los dos entrenadores procedentes de otras épocas, la chica pelivioleta se presentó.

— Soy Carola, la séptima General de Volo, y he venido a por ti, o mejor dicho... a por eso — señaló la flauta azur que tenía debajo su saco.

Por instinto protector el jerarca agarró la flauta con fuerza, el ya suponía esto desde el principio.

— Por encima de mi cadaver, tendrás que matarnos para hacer tuya esta flauta — furioso.

— Siento decirte que no puedo ser yo la que va a matarte — dijo — cambiando de tema, tengo otra propuesta para ti, y con eso es posible que te perdone la vida y te deje escapar: Dejaré esta isla tranquila y en paz como lo estaba anteriormente, todos los humanos que hay en ella, incluido tú, viviréis, pero a cambio...

Carola señaló al Pokémon singular de forma amenazante y con una sonrisa.

— Dame a Celebi, él es una de las piezas que busco —.

— "¿¡A mi también me buscan?!" — dijo.

— Ni aunque aceptará el te haría caso, me niego a tu propuesta, jamas entregaré a mi compañero — dijo Adaman.

— ... —.

Toda la zona se hizo silencio y los hermanos castaños, alejados, miraban con temor la conversación.

— ... Pues entonces todos morirán — dijo, con una cara asesina.

— ¡Kami, usa Psicocarga contra el suelo! — ordeno Adaman, harto de escucharla.

— !!! —.

Víctor tomó eso como una señal y despegó junto con su hermana en su Corviknight, alejándose del suelo.

El Pokémon paradoja apareció repentinamente desde arriba y activó su movimiento psíquico, varias rocas psíquicas se empezaron a formar en el aire y todas se estrellaron contra el suelo donde se hallaban los dos entrenadores. Levantando muchas nubes de polvo en la zona.

Carola reaccionó y se montó en su Moltres para alejarse de la niebla de pólvora, analizó la forma inteligente en la que Adaman supuestamente intentaba huir de ella.

El jerarca y Celebi ya planearon eso desde el principio, porque a pesar de no tener ninguna montura Adaman empezó a levitar gracias al poder psíquico de Celebi, para la vista de Gloria y Víctor, parecía que estaba volando.

— Ya veo... — dijo Carola.

El Moltres de Galar también se levantó para empezar a volar, de un momento a otro la batalla se había transformado en una batalla aérea.

— "No permitiré que vuelvas a arrebatar a mi familia, ¡a mi nueva familia, NI HABLAR!" — gritó Adaman, en su mente.

.
.
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En el dojo maestro, todos los entrenadores y alumnos estaban resguardados allí por culpa de la tormenta que se había formado repentinamente en el cielo, podemos ver como una niña de siete años esperaba alguien mientras veía preocupada la tormenta, era Poppy, obviamente.

Poco después vino Nessa, que era la persona a la que estaba esperando la niña.

— ¡Has regresado! Dime dime, te ha dicho algo?! — preguntó Poppy, esperanzada. Hablando sobre algo de lo que nosotros desconocemos.

— *niega con la cabeza de lado a lado* No hay manera, está encerrada en su habitación y no contesta... — dijo la líder de gimnasio.

— Maldita sea... ¿Que pudo haberle pasado a Liko para ponerse así...?

— "Nunca me dejará de sorprender lo ampliado que tiene el vocabulario está niña " — pensó — No estoy muy segura pero en las aguas termales la vi más seria de lo normal cuando nos pusimos a hablar de Adaman.

— Es un misterio... — concluyó la pequeña.

— Ahora no es el momento de hablar sobre conflictos chicas — dijo Mustard, que apareció de la nada.

— Que susto me ha dado maestro... — Nessa se pone una mano en el corazón — a usted se le da bien aparecer repentinamente...

— Y de que vamos a hablar si no?? — preguntó Poppy.

— Me temo que Adaman, Víctor y Gloria estén pasando peligro, mi deber como maestro y dueño de este dojo era proteger a los integrantes de este mismo, pero fui idiota y dejé que ellos tres se fuesen sin saber el verdadero peligro que están pasando... — explicó.

— ¿Un verdadero peligro? — preguntó la patrona y esposa de este, Honey.

— Explíquese — pidió Kabu.

— Moltres es un monstruo — dijo — Dice la leyenda que sus ojos azules son tan conquistadores como hipnóticos, y que una sola ceniza de sus alas mortíferas te quemaran el alma y te enviaran directamente al infierno, muchas personas de la antigüedad han vivido ese cruel destino, no voy a permitir que nadie lo vuelva a vivir, así que debo asegurarme de que ellos estén bien, por muy buenos entrenadores que sean —.

— Y que vamos a hacer, ¿vamos a ir a buscarlos? Con esta tormenta será peligroso salir fuera... — dijo Honey, de brazos cruzados.

El grupo se quedó en puro silencio, hasta que un simple detalle que Mustard pudo captar aterró a todos los alumnos del dojo.

— Los pelos de mi piel...

— ¿Los pelos de tu piel...? — preguntó Kabu.

— Los pelos de mi piel se están... levantando... — impactado.

— Eso... ¿eso que quiere decir? — preguntó Nessa.

— Cuando los pelos de una persona mediante una tormenta se levantan de manera repentina significa que...

— ¿Que que...? — preguntó Honey.

— Que le va a caer un rayo...

— ¿Un...... ... rayo?

En solo cinco segundos, una lluvia de relámpagos y rayos destrozan por completo el techo del dojo maestro, provocando un trueno y esparciendo muchos restos de madera por los aires.

Poco tiempo después, el techo del dojo ya no se hizo soportable y se empezó a derrumbar, empezaron a caer trozos de madera.

Todo el dojo entró en pánico, pero el anciano pudo mantener la calma y pensar bien que hacer, a pesar de ser arriesgado salir allá fuera, tampoco podían quedarse allá dentro, morirían aplastados.

— Que todos los alumnos evacuen el dojo — ordenó el maestro.

Los líderes de gimnasio de Galar asintieron y se dirigieron para rescatar a todos los alumnos, mientras que Poppy tenía que salir fuera de inmediato al igual que Mustard, se habían quedado sin residencia.

Pero la patrona, está se acordó de una persona que estaba encerrada en una habitación, Liko.

— Mierda, Liko..! — Honey empezó a correr en busca de ella. Lamentablemente Mustard no se dio cuenta de que se había ido a rescatarla.

Todos los entrenadores corrían despavoridos hacia la salida mientras todo el dojo se derrumbaba, temiendo que otro rayo tan potente como el anterior cayese encima de ellos, a diferencia de Honey, que iba en dirección contrarió para rescatar a Liko.

Todos los entrenadores evacuaron y se agruparon afuera, ahí en maestro empezó a contar para ver si alguien seguía dentro, y si, se dio cuenta de que su esposa seguía adentro al igual que Liko, pero antes de poder entrar la entrada se derrumbó impidiéndole el paso, el dojo se volvió inaccesible.

Honey recorría pasillo por pasillo, pero no la encontraba, no encontraba la habitación de Liko y volvió a la sala principal, la ansiedad la empezaba a afectar y no sabía que hacer más que pensar al ver que ya no podía salir del dojo.

— Es imposible... que un rayo tan potente ha tenido que caer justamente aquí... no puede ser casualidad, algo nos ha atacado... — susurraba preocupada.

Honey...

— !!! — se asustó.

La mujer escuchó una voz muy oscura y penetrante que parecía venir de todos lados, está empezó a ver a su alrededor y no veía a nadie, y sintió como el sentimiento del terror empezaba a invadir cada parte de su cuerpo.

Honey... — repitió la voz.

Con un ataque de ansiedad, la chica sintió un escalofrío detrás suyo, percibió como algo se movió detrás de ella.

HONEY —.

La mujer se giró y antes de poder analizar lo que vio una mano acabó en su cuello y empezó a estrangularla, la patrona veía como un señor, de pelo rojizo y vestimenta del mismo color la estaba estrangulando con una sonrisa macabra.
Pudo ver con claridad el color oscuro y maligno que tenían sus ojos.

Esta, sin poder hablar, intento librarse de su agarre, pero no pudo, aquel hombre tenía mucha más fuerza que ella, dejó de respirar y murió.

El hombre que la asesino dejó caer el cadaver al suelo, este no era nada más ni nada menos que Maxie, otro general de Volo.

— Me parece que hay alguien más en este dojo... — dijo sonriendo.

Con tranquilidad, el hombre empezó a dirigirse a la habitación de Liko, con muy malas intenciones, unas intenciones asesinas, sabiendo que, sea lo que sea que hiciese, Adaman no se lo perdonaría.

El ataque de los generales había empezado.
.
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Fin del cap.

La historia continúa...

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