—Gordi, no pasó nada— El menor sollozo— Hey— Yunho lo abrazó— Está bien, ésta vez no lo lograste pero no por eso debes dejar de intentarlo— Beso la frente del menor— Tienes que seguir intentándolo— Jongho enterró su rostro en el pecho del pelirosa— No pasa nada, era obvio que tendrías miedo, Mingi no te iba a soltar, debes tener en claro que te está ayudando.

—No lo voy a lograr— Balbuceó.

—Tal vez hoy no pero quizás mañana sí, no debes darte por vencido simplemente por que no lo lograste, yo confío en tí es más todos confiamos en tí— Separó al menor y limpio las lágrimas que caían por sus mejillas— No te vas a ahogar, tocas el fondo y Mingi está ahí— Se inclino para besarlo— Ahora quiero que vuelvas a intentarlo, una vez más pero que está vez vayas confiado de que lo vas a lograr...

—¿Y si no?

—Pues intentas una vez más pero no te vas a rendir tan fácil— Volvió a besarlo— Tú no te vas a rendir, si ellos te pierden la fé, qué lo dudo mucho, yo te voy a apoyar incondicionalmente cuando nadie lo haga— Pegó su frente con la del menor— No quiero oír que digas que no puedes y menos que ya no quieres intentarlo, vuelve al agua e inténtalo las veces que sean necesarias— Beso sus labios una vez más y el menor lo abrazo.

—Te amo.

—Yo también, gordi— Jongho sonrió— Ve con Mingi, yo te estaré viendo— El menor asintio.

—¿Que tanto le dijiste?— Preguntó Yeosang.

—Lo necesario para animarlo a que volviera a intentarlo— Murmuró mientras veía como Mingi lo sujetaba para que se sintiera tranquilo.

—¿Por qué no le ayudas?— Volvió a preguntar el rubio— Le daría más tranquilidad, o sea si confía en Mingi y se nota pero quizás tu presencia le ayudé más.

—Si entro lo voy a distraer y bastante, confío en que Mingi le ayudará lo suficiente para que pierda el miedo.

—Insisto tu presencia le será de más ayuda pero pues como quieras, Hwa tengo hambre— El mayor sonrió y le extendió la mano para que la tomara y así llevarlo a comprar algo. Yunho se sentó en la orilla junto al peliazul.

—Mingi es un buen instructor— Murmuró el peliazul.

—Lo es— Observó como el menor estaba dando pequeñas patadas intentando no hundirse— ¡Amor! No des patadas, no te vas a hundir... ¿Tampoco sabes nadar?

—Siendo sincero no se me hace interesante nadar— El mayor soltó una risita— Y a mi novio le encanta nadar.

—Vaya...

[🌹🌹🌹]

—Hiciste un gran esfuerzo— Murmuró Yunho— Lo hiciste bien.

—¿Lo crees?— El mayor acarició su cintura.

—Lo creó, solo debes estar tranquilo y tener en mente que nada va a pasar.

—Mingi tiene mucha paciencia, si no llego a aprender a tiempo ¿Crees que Mingi me siga enseñando?

—Supongo que sí— Beso al menor— Y si te dice que no pues yo te ayudo y está vez sin distracciones— Jongho sonrió.

—Me gustan tus distracciones— Se pegó más al mayor— Yunnie, gracias por confiar en mí.

—No es nada y aparte tú confiaste en mí cuando iba a pelear con Matthew, así como tú fuiste mi motivación ahora yo será la tuya— Retiro una de sus manos de la cintura del menor para posarla en su mejilla y darle pequeñas caricias.

—Antes de esto ya eras mi motivación.

—Gordi— Pegó su frente con la del menor, Jongho le sonrio— Eres hermoso.

—Tú eres guapo— El pelirosa tomo la nuca del menor para acercarlo y besarlo. Aquel beso no duro lo suficiente gracias a qué el teléfono del menor se escuchó, el castaño se separó y tomo su teléfono.

—No espera— Jongho le hizo una seña para que esperara.

—Bomin, estoy un poco ocupado...

—¿Solo un poco?— Cuestionó Yunho.

—¿Bomin?¿Que sucede?— El mayor frunció el ceño al oír a su novio preocupado— Bomin, tranquilízate ¿Que paso?— El castaño miro al mayor y formuló un «perdón»— Bebé ¿Que pasa?

—Me voy— Jongho tomó su brazo y lo jaló con fuerza haciendo que el pelirosa cayera acostado y así sentarse sobre él.

—Bomin... No, no, espera, Bomin...— El menor separó su teléfono de su oreja.

—¿Bebé, en serio? Creo que esa vez no me explique, tú no puedes estarle diciendo bebé a cualquiera— El menor asintio—¿Entonces?

—Estaba llorando.

—¿Y?

—No sería un buen amigo si le digo que me lo dijera después— Yunho bufó.

—¿Y decirle bebé en que ayudaba? No había necesidad para ello.

—Esa palabra le da tranquilidad...

—Pues esa palabra yo la odio— El menor negó.

—Estas exagerando, es la primera vez desde hace tiempo.

—Pues me niego a que lo llames así, tú no puedes decirle a nadie bebé— Jongho fruncio el ceño.

—¡Estás exagerando! Solamente le dije así por que estaba llorando, no es como sí siempre lo llamara así.

—Hay que evitar que eso se haga realidad.

—Exagerado...

—Angelito— Jongho volteó—¡¿Otra vez?! Inepto depravado.

—Señora no estoy de humor para que me regañé por algo que no estoy haciendo, ahora cierre esa puerta y déjeme seguir hablando con su angelito.

—Por favor, abuela, es un tema importante— Dijo mientras se bajaba del mayor.

—Vendre en cinco minutos— Jongho asintio

— Amor...

—No le vuelvas a decir así— El castaño asintio.

[🌹🌹🌹]

—Bomin— El pelinegro sollozo— Está bien, estoy aquí contigo.

—Realmente pensé que era el indicado— Balbuceó entre sollozos.

—A veces así pasá, creemos que estamos con la persona correcta y les entregamos todo para que al final esa persona se llevé todo lo bueno... Pero Bomin, eso pasará miles de veces hasta y tenemos que vivir con ello— Le sonrio— Te romperán el corazón más veces pero al final estarás con esa persona que te dé lo mismo que le darás.

—¿Y mientras que haré con está opresión?

—Tendras que vivir con ella hasta que sane— Revolvió su cabello— Te volverás a enamorar y posiblemente está vez le entregaras todo a la persona correcta y esto que estás sintiendo ahora será solo un recuerdo, ya verás, ahora ¿Quieres un abrazo?— Bomin asintio y se abrazó al menor— Puedes seguir llorando yo te apoyaré.

—Yunho me odia— Jongho sonrió.

—Por supuesto que te odia pero ahorita no vamos a hablar de por qué te odia, eso no es importante ahora.

—Eres un gran amigo, Jongho.

—Tambien puedes volver a serlo— El mayor se separó.

—Gracias por estar conmigo— El castaño asintio— Realmente no sabía con quién desahogarme y tú fuiste el primero en mi mente, gracias por lo que dijiste ayer.

—Sé que esa palabra te da tranquilidad porque te recuerda a Gyuri.

—Si— Musitó— La extraño, fue la mejor nana que tuve, recuerdas que nos hacía galletas— El menor sonrió.

—Mi mamá envidiaba esa receta por que eran las únicas galletas que quería comer.

—Lindo— Tanto Jongho como Bomin bufaron.

—¿Ahora qué quieres? Déjame de molestar, no te extraño de ninguna manera y amo a Yunho— Jeno sonrió de lado.

—Por eso te dije que no te metieras con este— Murmuró el pelinegro.

—Bomin, el amigo enamorado de Jongho...

—Te equivocas, no estoy enamorado de él, solo amigos solamente y aprecio eso... Ahora lárgate.

—¿Que harás? Odias los conflictos— Alguien tocó el hombro de Jeno.

—Yo amo los conflictos, así que si no dejas en paz a mi novio habrá un gran conflicto— Jongho sonrio— Tú decides.

—Creo que ya tenemos uno— El pelirosa alzo una ceja— Te metiste con algo que me perteneció primero.

—Pues si, estoy con alguien que estuvo primero contigo pero ama y lo amó— El pelinegro gruñó— Es mío...

—¿Estás seguro?

—Yunho, no— Advirtió el menor.

—Te demostraré que Jongho aún siente algo por mí— Volteo hacia el menor y le sonrió.

—Idiota— Murmuró. Yunho se alejo con prisa— Bomin hablamos después.

—Esta bien.

Jongho corrió tras el mayor que caminaba muy de prisa gracias a su piernas largas, lo alcanzó cuando el mayor decidió meterse a un salón vacío.

—¡Amor!— Yunho se detuvo solamente para golpear la pared— Amor.

—Yo en verdad deseo golpearlo— Dijo irritado— No había uno menos idiota... Demonios me duele la mano— El menor tomo su rostro.

—No vale la pena— Le sonrio— Ya veremos cómo hacer que se alejé.

—Jurame que ya no sientes nada por él.

—Te lo juro— Bajo su rostro— Te amo, no estoy listo para dejarte ir— Murmuró sobre sus labios— Es mas no me gusta la idea de dejarte algún día.

—¿Que te hace pensar que me vas a dejar? También te amo, gordi— Jongho sonrio, el mayor termino la distancia que los separaba para poder besarlo. Sin querer los ojos del menor se encontraron con los de Jeno, abrazo el cuello del pelirosa y profundizó el beso.

—Yunnie, sabes que detesto la violencia a menos que me dé dinero— El mayor sonrio.

—No dudes que en algún momento Jeno termine mi paciencia, cuando ese día llegué desearía no haberme conocido— El menor negó.