Jeongin estaba saliendo bastante tarde de la biblioteca, se había quedado estudiando hasta tarde algunas cosas para la próxima semana. WooJin no puede venir a buscarlo por la hora de su trabajo, solo esperaba que los chicos no estuvieran cerca. Saliendo vio a lo lejos a HyunJin con Félix hablando animadamente mientras que el pelinegro estaba con un rostro serio como siempre y Félix seguramente estaba reclamando algo mientras movía un libro. Aún que una vez de los rumores que corrían de él, se han detenido cuando decidió no responder a ningún llamado de atención del par era algo que lo hizo volver a tener paz, pero no le gustaba para nada estar así.

Dejó escapar un suspiro, pasando a un lado de los chicos hasta que alguien lo llamó.

—Innie-ah —le llamó el pelinegro.

Yang se detuvo al oír la voz de HyunJin que le hizo erizar sus pelos, lo único fue que no se volteó, sintiendo la presencia de ambos chicos detrás de él.

—¿Cuándo podrás devolvernos nuestras prendas? —quiso saber el mayor.

El menor abrió levemente la boca, lo había olvidado, de hecho tenía las prendas guardadas en una bolsa a un lado de su cama para entregárselas, pero las evaluaciones y trabajos grupales hizo que se le olvide por completo. Se volteó para ver a ambos chicos, cosa que le hizo inmediatamente bajar la mirada cohibido. 

—Se las devolveré está tarde —sonrió sin mostrar sus dientes para retirarse.

HyunJin sonrió levemente y Félix se dió vuelta para ir corriendo a entregar un libro que se le había olvidado entregar y el plazo terminaba esa tarde, no quería pagar una multa de tantos wons por un libro y su maldito descuido. Hwang carcajeo al ver correr al pecoso, vaya que el día va mejorando de apoco, negando fue detrás del pecoso que se veía por la ventana de recepción de la biblioteca hablar animadamente con la chica de esta. Al entrar escuchó como el peliazul le rogaba a la chica que no le cobrará que no traía efectivo.

—Felixie, sabes que no puedo hacer eso, lo único que te queda es traer el efectivo mañana o la multa va a incrementar más —hablo con paciencia la chica al chico que estaba casi llorando por pagar por un libro.

—Nonna, ¿cuánto debe Félix? —interrumpió HyunJin a Lee que estaba negociando solo, ya que la chica decía que no.

—Tres mil wons, se tardó una semana en entregar el libro.

El pelinegro giro a ver al menor, ¿Una semana?¿No que debía entregarlo ese día?

—Lo olvidé, pero no es porque quisiera, sino porque estaba ocupado.

—Nonna, le canceló a Félix para que no tenga más deudas con la biblioteca —suspiro negando el mayor, entregando el efectivo a la chica que reía.

Félix miró con ojitos brillosos al mayor, HyunJin era el ser más tacaño que debe existir en la tierra. Y es un milagro que gaste, y no en él.

[🍞]

Jeongin volvía a pasar por dicho lugar de hace semanas, no sabe el porqué, pero aún recuerda el camino al departamento de ambos chicos. Por si fuera poco, el señor de vestíbulo lo dejó pasar hacia el piso, un poco tímido agradeció y fue al ascensor. Una vez en el piso correspondiente, tocó la puerta y nada. Maldiciendo por su cabeza estaba por irse, pero la puerta fue abierta, dejando ver al ahora rubio de Félix.

—Adelante, pasa.

El menor entró confiado en sí mismo, sabiendo que solo entregaría la ropa y le entregarán la suya, así yéndose inmediatamente. Nada que temer, o eso quería creer dentro de él. Un poco tímido tomó asiento en el sofá, esperando a los chicos, viendo cómo Félix entraba en el pasillo para después salir junto a HyunJin que le sonrió.

—¿Era necesario venir? Se las podía haber entregado en recepción —solto Jeongin de la nada, típico de él —. La verdad no ansiaba estar acá.

Hwang bajo la mirada, y sabía entender el porqué.

—Necesitamos hablar —hablo lo más relajado posible.

Yang tenso su mandíbula levantándose rápidamente del sofá, tendiendo le la bolsa a HyunJin quien no se la aceptó, así girando se para entregarse la a Félix que sí se la recibió. Lee miró expectante a HyunJin que suspiraba, pasando su mano por su cabello.

—Yo no tengo nada que hablar con ustedes. Dame mi ropa —demandó tendiendo su mano hacia el pelinegro.

—No sabía que eras alguien bastante terco, ¿eh? 

Una carcajada sarcástica se escuchó por el salón, Jeongin estaba por perder la paciencia y se estaba frustrando mucho, ambas cosas estando en un hilo, hilo que se cortó una vez que vio una sonrisa ladina en el rostro de Hwang.

—¿Terco? ¡¿Te parece terco alguien que se hace respetar?! Claramente que yo no seré parte de su estúpido juego, de verdad si estaba Ilusionado con ustedes, pero…

—¿Con los dos? —interrumpe el australiano, teniendo la mirada de Jeongin sobre él.

—Si… si me hacían elegir no podría escoger a uno, o sea, creo que suena muy egocéntrico, y es algo que antes no había experimentado, de hecho soy muy inexperto en esto y me da miedo lo que puede llegar a ocurrir —tomó aire apretando sus puños, nunca había hablado algo asi con alguien —. Por eso, siento que estoy muy a la defensiva.

—Es mejor estar a la defensiva, a qué, pasen a llevar tus sentimientos. Sabemos que no tenemos una buena reputación por todo, pero últimamente no es así. Por qué… —Lee quedó en silencio, desde hace muchísimo tiempo que no decía algo así desde que ocurrió eso con Kim.

—Nos gustas… eres alguien que simplemente cumple con lo que nosotros esperamos de una persona —completo HyunJin, ayudando un poco a Félix.

Yang se quedó sin palabras. Antes en su época de adolescente, siempre tuvo crushs, pero nunca se atrevía a declararse por miedo a ser rechazado y que su seguridad en el mismo cayera más por aquello. Él nunca había creído que podría llegar a gustarle a alguien, pensamientos estúpidos. Siempre pensó que ni siquiera le llamaba la atención de una chica o chico, por poco y lograba que un perro le dijera Guau. Pero ahora, dos chicos, que son muy atractivos se le estaban declarando ¿Que diablos se fumó antes de venir?

[...]

A mí, solamente no me hagan escoger entre Bang Chan o Changbin.