En la clase de literatura, todos estaban sacando los libros que el profesor había dejado para leer. Claro, Jimin no tenía idea de nada porque no había asistido a la escuela.

Estaba mirando los mensajes de Sam, le dijo que se vieran a la hora de la comida, le respondió un sí y prestó atención a las clases.

—Buenos días chicos. Espero que hayan leído los libros que les pedí, porque pasarán de uno por uno para decirme un breve resumen del libro y porque les gustó.

Todos hicieron una mueca, menos Jimin. El profesor lo mira, dado a que no estuvo presente esos días.

—Jimin, como no estuviste en clase por lo de tu incidente, no te preocupes, puedes no pasar, pero te encargaré que leas algún libro.

—Agradezco el gesto profesor, he leído muchos libros, puedo hablar uno que releí hace poco. —contesta Jimin.

—Muy bien, al menos tengo un alumno que sí le interesa la lectura.

Jungkook torno los ojos, esta clase era la más aburrida de todas. Solo está aquí por puntos extras y nada más. Además, leer no era lo suyo, prefería ver solo las películas.

—Bien chicos, ¿quién quiere pasar primero?

Pregunta el profesor, pero ninguno tenía intención, el profesor dejó salir un suspiro y ve a Jimin alzar la mano.

—Adelante, Jimin.

Jimin se puso de pie, en la clase de literatura, ansioso por compartir su pasión por Frankenstein. Jihoon, al verlo le susurró algo a su amigo y comenzaron a reírse.

—Frankenstein, de Mary Shelley, es mi segundo libro favorito, —comenzó—. La historia sigue a Victor Frankenstein, un científico que crea una criatura a partir de cadáveres y la trae a la vida. Pero pronto se da cuenta de que su creación es un monstruo que no puede controlar.

Los estudiantes escuchaban atentos, pero Jihoon no pudo resistir la oportunidad de burlarse de Jimin.

—¿Por qué te gusta tanto este libro, Jimin? ¿Es porque te identificas con el monstruo? —dijo Jihoon con una sonrisa burlona— O quizás es porque te vistes de negro todo el tiempo y te sientes como un personaje de una novela gótica.

La clase estalló en risas, pero Jimin sonrió sarcásticamente.

—Joven Choi, está advertido. —le reprendió el profesor.

—Solo digo la verdad.

Los demás reían bajo, pero Jimin se supo controlar y saber qué decir.

—Jihoon ¿no?, ¿siempre eres así de original? —dijo Jimin— ¿Te tomaste el tiempo de pensar en esa broma o simplemente la sacaste de la caja de 'Insultos para principiantes'?

Jihoon bacilo.

—¿Qué?

Jimin continuó, su voz llena de ironía.

—Me encanta cómo asumes que mi ropa es un reflejo de mi personalidad. ¿Te has mirado al espejo últimamente? Tu camisa de polo es tan interesante como tu conversación.

La clase se calló al escuchar la respuesta de Jimin. Jihoon se puso rojo, pero ahora de enojo. Los demás ahora se rieron de él.

Pero Jimin siguió dándole una lección.

—Al menos mi ropa no es tan brillante como tu falta de inteligencia. No necesito resaltar con colores llamativos para compensar mi vacío interior. Además, —continuo Jimin—, él negro es un color clásico. No pasa de moda. A diferencia de algunas personas que cambian de opinión como de camisa.

Todos emitieron un "Uuuh" al escuchar semejante insulto. Jihoon no dijo nada más que Jimin lo dejó sin palabras.

—Y en cuanto a Frankenstein —continuó Jimin—, es un libro que explora temas profundos sobre la naturaleza humana y la responsabilidad. Algo que tú probablemente no entiendes, considerando tu falta de lectura.

Jungkook miró mal a Jihoon, y el resto de la clase se quedó en silencio, avergonzados por Jihoon.

—Gracias por la lección, Jimin. —dijo el profesor, sonriendo.

Jimin se sentó, satisfecho de haber defendido su pasión y su estilo.

Jungkook le dio un golpecito en la espalda.

—Bien dicho. —susurró.

Jimin sintió escalofríos, sintiéndose validado. Al terminar la clase, todos se marchan a la cafetería. Cuando Jimin entró las miradas sobre él se posaron, claro, esto por la última vez que hizo su aparición y pasó lo que pasó. Jimin tomó su charola y sirvió su comida.

Los amigos de Austin, quienes se enteraron que ese volvió y su amigo quedó suspendido por unos días, le querían decir algunas cosas, en especial Won Young. Pero se detuvieron cuando vieron que Jimin no estaba solo, venía Jeon detrás al igual que Eunwoo y Hoseok.

Aunque no se sentaron con él, quedaron lo bastante cercanos para vigilarlo. Jimin no lo noto. Se sentó y llegó Sam después.

—Hola. ¿Cómo te está yendo? —le pregunta Sam mientras come.

Jimin se encoge de hombros.

—Nada mal. Ignorando los comentarios y las miradas en mi.

—Lo sé, creo que también te miran por mi culpa. No tengo buena reputación para ellos.

Jimin le mira con intriga.

—¿Por qué deberían?

—Bueno... ellos saben de mi pasado y no se como, pero de todos modos no creo que sea lo único que ellos noten. Tengo que lidiar con un chico popular que a como va la cosa creo que será mi hermanastro.

Dice mientras desvía la mirada a un chico pálido que come fruta con los del equipo de basquetbol. Donde también llegan Jungkook y sus amigos.

—Se como se siente eso. Tengo una pregunta para ti. —le dice Jimin.

—Claro, ¿qué pasa?

—¿Por qué no te había visto antes? No recuerdo haberme topado contigo.

Sam rasca su nuca, pero quiere ser sincero con su nuevo amigo.

—No me gustaba venir aquí. Los demás me hacían sentir incómodo, incluyendo Austin y su bola de idiotas. Había faltado cuando te expulsaron en tu primer día. Normalmente nunca entró a la cafetería, siento que me observan.

—Entendible.

Sam medio sonríe y después cambia el tema. Saca una libreta y una carpeta donde tenía toda su investigación sobre la desaparición de Liz.

—Eso es todo lo que tengo. No es mucho pero creo que deberíamos empezar.

Jimin tomó la libreta y lo demás.

—Haré mi mayor esfuerzo. Espero no estarnos metiendo en cosas más allá de nuestros límites.

—Por favor... no creo que sea algo tan serio, Liz sigue sin aparecer lo que quiere decir que sigue viva, tal vez en algún lugar.

Dice Sam a lo que Jimin asiente.

—O tal vez su cadáver aún no sea encontrado.

—Eso me dio escalofríos. —dice Sam.

Ambos discuten por donde empezar. Una voz chillona se escuchó, junto entonces, una chica pelinegra y sonriente se acercó a su mesa. Abrazó a Jungkook, quien estaba sentado en la mesa de al lado, y besó su mejilla.

—¡Hey, Kook! —dijo la chica con una voz dulce.

Jungkook sonrió y la abrazó de vuelta.

—¡Hey, Gisell!

Jimin frunció el ceño ligeramente, pero no dijo nada. Sam siguió su mirada.

—¿Quién es ella? —preguntó Jimin, con su voz neutra.

Sam se encogió de hombros.

—Gisell. La perrita del club de basquetbol. Está completamente enamorada de Jungkook. Se le nota.

Jimin no respondió, pero su expresión se volvió aún más fría. Observó a Gisell, quien ahora estaba riendo con Jungkook.

No le gustaba esa sensación. No sabía por qué, pero ver a Jungkook con esa chica le molestaba. Pero no lo demostró. No era su estilo.

—Continuemos con el caso. —dijo Jimin, su voz firme.

Sam asintió y volvió a concentrarse en la investigación.

Mientras hablaban, Jimin no podía evitar lanzar miradas furtivas hacia Jungkook y Gisell. Su expresión seguía siendo fría, pero por dentro, algo se revolvía. Algo que no quería admitir.

Cuando la clases terminaron, Jimin ceno y después fue a su habitación. Su plática con los señores Jeon fue relajante, le gustaba escuchar las historias de los mayores, le resultaba más interesante que hablar de su vida. Jungkook no estaba porque estaba con sus amigos.

Jimin fue a su habitación para retomar lo de la investigación, se sentó en su cama, rodeado de pilas de libros y documentos relacionados con el caso de Liz King. La libreta que Sam le había entregado esa mañana descansaba sobre su regazo, esperando a ser abierta. Con un suspiro, Jimin la abrió y comenzó a hojear sus páginas.

Estar investigando sobre esto le parecía curioso a Jimin, pero también emocionante. Es como sus libros favoritos, ser alguien que descubra sobre una desaparición sería algo bueno para él. Aunque sabe que podría meterlo en problemas con la policía.

Mientras estudiaba las notas, Jimin se levantó y caminó hacia su laptop, que estaba encendida en la mesa del rincón. Abrió el navegador y comenzó a buscar información sobre los testigos que Sam había mencionado.

En la barra de búsqueda, Jimin escribió: "Testigos del caso Liz King" y presiona enter. La pantalla se llenó de resultados, pero uno en particular llamó su atención: un artículo de un periódico local que mencionaba a un testigo que había visto a un hombre sospechoso cerca de la escena del crimen.

—El señor Chan le dijo a la policía que un coche marca Toyota negro pasó a esa hora, sin embargo los investigadores dicen que no encontraron ese tipo de vehículo por la zona.

Jimin ve que el hombre insistió en que lo vio y no fue nada contundente con la investigación. Jimin copió y pegó el artículo en un documento de Word para analizarlo más a fondo. Mientras leía, su corazón comenzó a latir más rápido. Esto podría ser la clave para resolver el caso.

Luego, Jimin abrió una pestaña nueva y accedió a una base de datos de registros públicos. Introdujo el nombre de Liz King y comenzó a buscar registros de propiedad, antecedentes penales y cualquier otra información relevante. Era muy bueno con estas cosas.

Después de unos minutos de búsqueda, Jimin encontró un registro de una propiedad que Liz King había alquilado unos meses antes de su muerte. La dirección era en un barrio apartado de la ciudad, Jimin busco las imágenes y ve que hay un camino por ahí, lo suficiente como para que un auto pase.

Jimin anotó la dirección en su libreta y decidió investigar más a fondo. Abrió una pestaña nueva y accedió a un sitio web de mapas, donde introdujo la dirección.

La pantalla se llenó de imágenes de satélite de la zona. Jimin zoom en la propiedad y vio que era una casa pequeña y aislada.

De repente, su teléfono sonó. Era un mensaje de Sam.

💬 Sam: ¿Cómo va la investigación? -preguntó Sam.

💬Jimin: Acabo de encontrar algo importante. -respondió Jimin-. Un testigo que podría haber visto al asesino y una propiedad que Liz King alquiló antes de su muerte.

💬Sam: Vaya, yo no había encontrado nada de eso. ¿Cómo lo hiciste?

💬Jimin: Soy bueno en investigar, tengo un acceso que me lo permite, aunque nada para hacer ilegal.

💬Sam: Buena esa.

Jimin siguió en lo suyo.

Con renovada determinación, Jimin se sumergió de nuevo en su investigación, decidido a descubrir la verdad detrás de la desaparición de Liz King y su novio. Tal vez había algo ese camino que podría ayudar, tal vez echar un vistazo no estaría mal.

Jimin tomó su abrigo negro y tomó su cámara y linterna para poder ir a ese lugar. Estaba un poco lejos pero el la bici llegará rápido.

La noche era oscura y neblinosa, pero Jimin no se detuvo. Salía de la casa de los Jeon en silencio, sin decirle a nadie adónde iba. Su destino era el lugar donde habían visto el auto sospechoso en la desaparición de Liz King.

Montó su bicicleta y comenzó a pedalear, la neblina envolviendo su figura como un velo. La ruta era larga, pero Jimin estaba decidido a encontrar alguna pista.

Al llegar al lugar, Jimin se detuvo y miró alrededor. La oscuridad era casi total, pero su mirada entrenada detectó detalles que la policía podría haber pasado por alto. Un trozo de papel en el suelo, una marca de neumático en la tierra...

—Esto es reciente. —susurro bajo mirando que seguían un camino. —Jimin tomó fotos de cada detalle mientras miraba al profundo camino del bosque.

Ve la mitad de un papel, seguro de alguna compra. Lo guardo con cuidado en una bolsita para ver posibles huellas. Aunque la humedad no ayudó a ese papel.

Todo estaba siendo visto cuidadosamente por Jimin, tenía teorías, quería avanzar por todo ese camino y ver a donde lo lleva. Era mucho riesgo y estaba solo, pero si quería hacer una buena investigación, había que correr riesgos. De repente, escuchó pasos detrás de él. Jimin se tensó, su corazón latiendo más rápido. No se atrevió a mirar atrás, pero su instinto le decía que alguien se acercaba.

Jimin caminaba rápidamente por el bosque. Sentía que alguien lo perseguía, y su instinto de supervivencia se activó.

Se escondió tras un árbol grueso, su mirada escaneando el entorno. La neblina dificulta su visión, pero Jimin estaba entrenado para detectar movimientos.

De repente, una figura emergió de la niebla. Jimin saltó, su pierna extendida en una patada perfecta de taekwondo.

La figura se giró justo a tiempo para recibir la patada, y Jimin se sorprendió al ver que era Jungkook quien caía al suelo.

—¿Qué diablos...? —comenzó Jungkook, masajeando su estómago.

Jimin se cruzó de brazos, su expresión fría.

—¿Oh, eres tú? ¿Qué haces aquí?

Jungkook se puso de pie, frunciendo el ceño.

—¿Qué haces tú aquí? Te seguí porque te vi venir aquí.

Jimin levantó una ceja.

—¿Me sigues? ¿Por qué?

Jungkook se encogió de hombros.

—¿Por qué será eh? Quería asegurarme de que estuvieras bien. Este lugar no es seguro ¿acaso estás loco?

Jimin se burló.

—Claro, porque soy un niño que necesita protección. Además esto es algo que no te incumbe.

Jungkook se molestó. Otra vez a la defensiva.

—No es eso, Jimin. Este lugar es una zona de peligro, dos personas desaparecieron y vienes como si nada.

Jimin no expresó nada, aunque tenía razón.

Jungkook se acercó a él, con su voz firme.

—Es mejor que nos vayamos, se hará más tarde y mis padres me mataran. Vamos.

—Bien. —se resignó.

No podía discutirle algo en lo que tenía razón. Está solo y podría ser presa fácil.

Jimin se giró, listo para irse con Jungkook, de todos modos volverá pero tal vez con Sam. En eso, no pisó bien por el lodo que había, casi cae. Jeon le sostuvo de la cintura para que no se lastimara.

Solo que eso los acercó de más. Su mirada se encontró con la de Jungkook. Estaba tan cerca que podía sentir su aliento en su rostro.

—¿Estás bien? —le pregunta Jungkook.

Jimin intentó zafarse, pero Jungkook lo sostuvo firme. En ese momento, sus cuerpos se acercaron demasiado y...

Sus labios se tocaron.

Fue un beso accidental, pero la electricidad que recorrió el cuerpo de Jimin fue real. Jungkook también se sorprendió, pero no se apartó.

Por un momento, el mundo se detuvo. La neblina, la oscuridad, todo desapareció. Solo quedaron ellos dos, unidos en un beso que no habían planeado.

Jimin se apartó primero, su rostro enrojecido.

—Lsiento. —murmuró Jungkook.

Jimin lo miró fijamente, su expresión indescifrable.

—No lo sientas. —dijo finalmente.

El silencio que siguió fue incómodo, pero Jimin no sabía cómo romperlo. Jungkook lo soltó y se metió las manos a sus bolsillos.

—Ten cuidado, está resbaloso.

Jimin asintió sin decir más.

La noche siguió adelante, pero el beso accidental había cambiado algo entre ellos. Algo que ninguno de los dos estaba listo para admitir. Jungkook tomó su scooter eléctrico y comenzó andar, mientras Jimin le seguía detrás en la bici.

Sin saber que alguien los miraba a la distancia.

Se pone cada vez mejor. Nuestra parejita se beso sin querer jajajaja aquí empezando todo.