Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

IV. 𝐇𝐀𝐋𝐂𝐎́𝐍, 𝐕𝐀𝐌𝐏𝐈𝐑𝐎 𝐘 𝐊𝐀𝐑𝐀𝐓𝐄𝐂𝐀

Hace mucho, mucho tiempo, exactamente desde que nació Megumi, Shun pensó que tenía que volverse cada vez más y más fuerte para los próximos "enemigos" que quieran matar a su novia y a su propia familia. El hecho de que el jefe de esos asesinos sigue suelto y puede aparecer en cualquier momento, despertó las alarmas del joven, y pensó: "No puedo dejar que este tipo vuelva a provocar destrozos".

Estos cuatro años han sido muy tranquilos. Demasiado tranquilos, bueno, quitando algunos ladrones, comunes y corrientes, algunos casos de violencia entre ex parejas, y otros problemas cotidianos, pero ni ahí de lo que eran capaces de los Kurushinda. De esos problemas se hace cargo Gakuto. Pero que todo esté super tranquilo no quita el que Zenkou pueda aparecer cuando quiera. Ese hombre tiene una paciencia impresionante. Han pasado cuatro años y no se ha movido de su lugar, y quizás espere aun más tiempo.

Sin embargo, una cosa era segura, y es que Shun va a estar listo para ese momento. Nadie volverá a derribarlo. 

Entonces le pidió a Wakashimazu si podía entrenarlo en karate, y él aceptó con mucho gusto. Lo cierto es que estos dos se llevan muy bien, desde que se conocieron mejor hace cinco años. Ken lo ayudó demasiado para volverse más y más fuerte, ágil e inteligente.

Tiene el dojo de karate de su padre, y él enseña artes marciales de vez en cuando, pero a lo que más se dedica es al fútbol. Es su principal vocación. De todas formas, le gustaba un poco el karate, o más que gustarle, era algo en lo que destacaba, pero su padre le vivía diciendo que dejara el fútbol, lo que más amaba en el mundo, porque pensaba que no iba a ganar nada con eso, y obligaba a Ken a seguir entrenando karate. Ken le dijo que si no ganaba el tercer torneo de secundaria, renunciaría al fútbol, pero si ganaba (o empataba, como fue su caso), tendría derecho a seguir jugando como portero. Como empató, continuó jugando fútbol, y ahora es el portero suplente de la selección japonesa. Aunque aprendió que el karate fue parte crucial de su crecimiento en ese deporte. Gracias al karate tiene muy buenas habilidades para atajar de manera auténtica. Es conocido por usar el poste de la portería para impulsarse y atrapar el balón, y eso lo aprendió gracias al karate. El sufrimiento que pasaba de vez en cuando con su padre valió la pena, porque gracias al karate, se fortaleció como nunca antes lo hubiera imaginado.

Shun no fue el único que le ha pedido para que lo entrene en karate. Yoshiko, su mejor amiga, también lo hizo. 

Yoshiko era fan de Ken por sus grandes atajadas. El primer día de clase de segundo año de secundaria, cuando Ken entró a la academia Toho, Yoshiko lo frenó en los pasillos:

─Oh, Wakashimazu-san, ohayo─ saludó, recostada contra un casillero, con los brazos y una pierna cruzados.

─Ho-hola...

─Yoshiko. Yoshiko Ichinose. Estoy en tu clase, por si no te fijaste en las listas.

─Ah, gracias por decirme, supongo...

─Te hablé porque quiero pedirte un favorcito.

─¿Qué favorcito?

─Yo te he visto en televisión, y tus grandes atajadas. Usas movimientos de karate para hacerlas, ¿no?

─Pues sí. Las aplico en el fútbol, porque es lo único para lo que me sirve el karate.

─Oh, ya veo.

─¿Por qué preguntas?

─Quiero que me enseñes karate.

─Tú... ¿qué?

La castaña asintió.

─Síp, exacto.

─Pero... ni siquiera te conozco.

─Ya sabes mi nombre.

─Eso no me basta.

─Entonces hagámonos amigos─ pasa su brazo por adentro del de Ken, enganchándolo.

─¡O-oye!─ se ruborizó levemente.

─Seremos amigos junto con Hyuga-sempai, y me enseñarás karate para volverme más y más fuerte, jiji.

─Esta niña está más loca que una cabra. Bueno, al menos es amiga del capitán Hyuga─ pensó, un poco incómodo por la actitud "atrevida" de la castaña.

Pero se hicieron grandes amigos, y él le enseñó lo básico del karate. Le dijo a Yoshiko que el karate no es solamente golpear, que hay que aprender a tener control sobre tu cuerpo, sobre tus emociones, etcétera, y que no hay que usar el karate con las personas, a menos que realmente se lo merezcan, y que lo use en defensa propia, pero no para provocar daño.

Gracias a la ayuda de Wakashimazu, Yoshiko se volvió más fuerte. Ahora va a repetir lo mismo con Shun.


Los dos están sentados a lo indio en unos cojines, en el piso, enfrentados, y con sus trajes de karate. Megumi está en una silla, sentada, mirándolos mientras juega con Rin, su conejito de peluche.

─Te quiero dar las gracias por entrenarme en karate, Wakashimazu.

─No agradezcas. Es todo un placer ayudarte.

─¿Sabes? Estos cuatro años han sido muy tranquilos, pero no puedo dejar de pensar que algo malo va a ocurrir pronto. No olvides que Karuta y Chie nos dijeron que su jefe sigue con vida, y puede atacar en cualquier momento.

─Sí, lo tengo muy presente. Trato de disfrutar de estar con ustedes lo más que pueda, y lo hago, paso momentos muy lindos con todos, pero no deja de perturbarme el hecho de que ese hombre es capaz de incendiar un edificio enorme con tal de empezar a atacar, además de su enorme paciencia. Esperar cuatro años no es para cualquiera.

─Y es capar de esperar más.

─Lo sé. 

─Me pasa lo mismo que a ti. Con Kumiko y Megumi, soy el hombre más feliz del mundo, y he vivido con muchísima paz en todo este tiempo, pero... me sigue preocupando el simple hecho de que ese tipo siga con vida. Si encuentra a cualquiera de nosotros... lo matará sin piedad...─ su mirada se pone cada vez más seria.

─Yo te diría que lo vamos a matar y listo, pero algo que me ha puesto muy preocupado es que cada vez que aparecen esos sujetos, uno es más fuerte que el anterior. La última vez casi morimos contra esos dos, y el jefe debe ser el más fuerte de todos. Por algo es el líder, ¿no crees?

─Sí, buen punto...

─¿De qué están hablando?─ pregunta la pequeña Megumi con mucha curiosidad.

─N-nada, nena. Son temas de adultos, nada del otro mundo.

─Mamá y tú siempre dicen lo mismo. Sabes que no me gusta que me oculten cosas, ¿verdad, Rin?─ le habla a su conejito─"Sí, así es".

─Megu, si te decimos, te vas a asustar, pero para hacértelo fácil, hay un tipo muy poderoso que busca acabar con todos nosotros─ intenta explicarle Wakashimazu.

─¿Al igual que Gun de Héroes de Saitama?

Shun ríe levemente por su pregunta.

─Sí, igual que ese viejo feo.

Su hija se ríe con ganas.

─Pero descuida, tu papi y tu tío Ken lo van a vencer con un rayo mortal y un combo de triple patada, como lo hicieron Akiara y Yumi en la serie.

─¡Yo también quiero pelear!─ dice con mucho entusiasmo.

─¡No!─ se pone de pie y camina hacia ella─¡No, no, no, no, no! ¡Eso sí que jamás, señorita!─ le revuelve el cabello─¡Si usted se le acerca a ese villano, se queda sin salir a pasear!

─¡Ñoooooo!─ mueve muy rápido los brazos y las piernas, haciendo berrinche─¡No quiero dejar de salir de paseo!

Aunque la escena parece muy divertida, en el fondo, a Shun le estaban por dar tres paros respiratorios. Tan sólo imaginarse a Megumi frente a Zenkou, hace que le dé algo. Ken se dio cuenta de la sensación del "vampiro" y decidió cambiar de tema:

─Megu─ se acerca a ella y la carga en upa─, tú eres al igual que Miu: no sabes pelear, pero siempre estás animándolos desde su jardín lleno de flores. Ahora cuando nosotros nos enfrentemos a ese sujeto, vamos a volver a casa, y tú nos recibirás con los pastelitos que ella siempre hace.

─¡Síiiii! ¡Eso haré!─ exclama, más contenta.

─Ken, eres un genio─ piensa Shun─. ¿Enserio te has visto Héroes de Saitama?─ pregunta en un susurro, con sorpresa. No imaginaba a Ken Wakashimazu viendo esos programas infantiles.

─No me vi todos los capítulos, pero conozco a los personajes principales porque Yoshiko y Sorimachi nos atomizaban con que viéramos la serie con ellos, y bueno, aquí me ves diciéndole cosas de Héroes de Saitama a Megumi.

─Ah, ya entendí─ ríe.

─Yo quiero ver a mi papá pelear. Yo quiero un papá fuerte─ dice Megumi.

Esas palabras dejaron quito a su padre, en su lugar. Su hija le está diciendo que se vuelva fuerte.

─Me-megumi...

La sonrisa de su hija lo llena de paz y tranquilidad.

Shun está decidido.

─Sí, tesoro. Lo haré. Me volveré fuerte para protegerte─ le sonríe─. A ti y a mami.

─¡Qué bieeen!

─Pues en ese caso, sigamos con el entrenamiento, ¿eh, Nitta?─ Wakashimazu acaricia la cabeza de su discípulo.

Los dos estuvieron una hora más entrenando mientras Megumi los animaba junto a su conejito.

Mientras ambos intercambiaban golpes y patadas, Shun recordaba las palabras de su hija: "Yo quiero un papá fuerte", lo que le dio la motivación para seguir peleando, inclusive logró darle una patada a Wakashimazu en el rostro.

─Upps, lo siento.

─¡Tío Ken!

─B-buen golpe, halcón-vampiro─ se pasó la mano por su mentón.

─Gra-gracias, supongo.

─Bueno, Nitta. No hay nada más que yo pueda enseñarte.

─¿En serio?

─Enserio. Has superado mis expectativas. Cómo se nota el deseo de proteger a tu familia en cada golpe.

Esas palabras aliviaron a Shun.

─No sabes la alegría que me da oírte decir eso, Ken.

─Pues esa es la idea, que estés tranquilo y seguro de que podrás con el enemigo.

Los dos se sonríen mutuamente.

─¡Mi papi es el más fuerte del mundo!

─Así es, mi amor. Nadie podrá con tu padre─ la carga en upa─. Bueno, Ken, nos vemos otro día. Yo me voy a casa a dejar a este angelito dormir un poco.

─Pero no tengo sue...─ bosteza y apoya su cabeza en el hombro de su padre.

─¿Cómo que no? Jaja.

─Cuídate, Nitta.

─Igualmente, Wakashimazu.

Shun se va del dojo de Ken, cargando a su hija durmiendo en sus brazos.

─Mami va a preparar arroz con pollo para la cena, bomboncito─ le susurra.

No había padre e hija más cercanos que ellos.


Emiko, Kaori y Ken están en la casa de este último, en una pijamada. 

─Kei-chan, ¿nunca te he dicho lo mucho que me encanta tu casa?─ le pregunta su novia.

─Con gusto puedes mudarte aquí, pastelito de fresa─ la toma de las mejillas y le da un beso en los labios.

─Están muy melosos─ comenta Kaori.

─Y bueno, somos novios, tenemos que ser melosos. 

─Tampoco tanto. Por cierto, ¿dónde está el tonto de tu hermano?

─Sale todo el tiempo a reunirse con sus amigos de la banda. Ya se olvidó que tiene un hermano.

─Me encanta que no le importó que le dijeran tonto a su hermano─ ríe Emiko para sus adentros.

─De todas formas muero por ver el nuevo tema que van a sacar. Morning Dreamer y Thousand Enemies son increíbles.

─Si van a hacer un concierto, tienes que llevarme, Kei-chan.

─Por supuesto. Te llevaré al concierto y te conseguiré asientos en primera fila.

─¡Síiiiii! ¡Eres el mejor!

─De todas formas, el que tiene que conseguirles los asientos es Sorimachi─ opina Kaori.

─Bueno, sí, jeje.

Emiko y Kei se quieren demasiado. Empezaron siendo amigos cuando Sorimachi se reunía más con Kumiko y sus amigos, luego comenzaron a verse más seguido, por su cuenta, y aquí están hoy: un año con cuatro meses de novios.

 Todos se volvieron muy felices en este lapso de cuatro años, pero... ¿esta felicidad durará para siempre?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro