V. 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐀 𝐀𝐌𝐈𝐆𝐀
Pasó una semana desde que empezaron las clases y conocieron a Nitta, quien además de ser un nuevo miembro en el equipo de fútbol, se convirtió en un nuevo miembro del grupo de amigos. También incluyen a Ichijo de vez en cuando.
La profesora de Matemáticas de Nitta ha estado ausente por licencia médica, y no se reintegrará hasta dentro de una semana más, entonces Nitta tiene tres horas libres los martes y dos los jueves, y va al salón de Kumiko a pasar el rato con ellos, que justo a la hora que él tiene Matemáticas esos días, ellos tienen Historia de Japón y Dibujo, y los profesores no tienen problema que chicos de otras clases se queden con ellos, siempre y cuando no perjudiquen su trabajo.
Ahora mismo están en clase de Dibujo, haciendo una pintura libre usando distintos tipos de pinturas.
─Qué hijo de puta que eres─ le dice Nakayama a Nitta─, tu profesora de Matemáticas falta mientras que la nuestra llega todos los putos días a la hora exacta.
─Jajaja, lo siento por ti, aunque mi profesora de Matemáticas es un amor.
─¿Cómo se llama?─ le pregunta Kumiko.
─Miyako Suzuta.
─No la conozco, jeje.
─La nuestra es Yuriko Harada, y ha sido nuestra profesora desde primer año. No la soporto.
─Vamos, no es tan mala─ le dice Nishio.
─Tú porque entiendes todo, yo apenas sé cuánto es dos más dos.
─Me pasa lo mismo en Inglés, apenas sé que love es amor─ interviene Urabe. Los demás se ríen─. Y en este momento siento mucho love por una pelirrosa de ojos celestes─ piensa, mirando a Kumiko.
─Creo que en la única materia que tengo complicaciones es en Historia de Japón, pero es porque se me hace muy aburrida y me da pereza prestar atención─ ríe el chico del colmillo.
─Cualquier cosa que necesites yo te puedo ayudar, Nitta-kun─ le sonríe Kumiko.
Nitta enrojeció levemente.
─A-arigato, Kumi-chan...
Urabe inmediatamente cambió tema de conversación:
─¿Y de qué escuela vienes, Nitta?
─Oh, vengo del colegio Nankatsu, de hecho yo llevé al equipo a la victoria en un torneo nacional, pero no fue en el Nankatsu de Tsubasa, fue en un equipo de un año menor, y a causa de una mudanza tuve que transferirme al colegio Otomo. Ichijo viene del Nankatsu también, pero él se cambió para que podamos estar juntos.
─¿Enserio vienes del Nankatsu─ le pregunta Urabe con asombro.
─Síp.
─¿Prefieres este colegio que el Nankatsu?─ pregunta Kishida.
─Pues... gracias al tour que me hicieron ustedes por el colegio, pude ver cómo es cada metro cuadrado, excepto el baño de chicas, jaja, pero me gusta bastante, y mis compañeros son muy buenos.
─Me alegra oír eso, Nitta-kun─ le dice Kumiko con esa sonrisa, sello personal de ella.
Esa sonrisa enamoraba a cualquiera.
─A-aunque...─ Nitta se arregla la garganta para no parecer embobado con la pelirrosa─hay muchísimas chicas en mi clase que no dejan de mirarme, pero mirarme como reteniendo suspiros, no sé si me explico.
─Ahora que lo pienso...─ Urabe le hace un gesto con el dedo para indicarle que se acerque más, y así susurrarle algo al oído; Nitta le hace caso─hay muchas chicas de esta clase que hablan cosas de ti, que eres muy guapo y todo eso.
Y efectivamente: Nitta sintió las decenas de ojos clavados en su espalda. Realmente se volvió muy popular, no sólo por ser muy lindo y tierno, sino por su gran habilidad para el fútbol. Las chicas lo admiran mientras que los chicos ponen toda su fe en él para poder ganar un Torneo Nacional de una maldita vez.
─Todo el mundo me quiere, jeje─ sonríe con nerviosismo.
─No puede ser que siendo menor que nosotros logre conquistar corazones de chicas mayores que él─ piensa Nishio, con celos─. ¡¿Cuándo será el maldito día en que tendré novia?!
Pero lo que ellos no sabían, era que alguien los estaba observando, principalmente a Nitta, pero no era una mirada que denotaba amor, sino sorpresa...
Terminó la jornada escolar, pero al haber entrenamiento vespertino, tuvieron que quedarse un rato más.
─Chicos─ les habla Kumiko─, luego del entrenamiento, ¿no quieren ir a Starbucks un rato? Es que tengo ganas de tomar algo frío, además de salir con mis amigos del alma─ les sonríe con los ojos muy brillosos.
─Awwww, no podemos decirle que no a esa cara─ dicen los cuatro.
─Pero, ¿tienes dinero?─ le pregunta Nishio.
─Nope─ sonríe inocentemente.
─¡Ah, pero...! ¡Kumi!
Ella ríe levemente.
─Perdón.
─No pasa nada, yo parezco un banco. Debo tener dinero en mi mochila─ Kishida abre su mochila y busca en cada bolsillo, para encontrar únicamente cuatro yenes─. Solamente tengo esto. No puede ser.
─¿Cuántos salen los frappé de Starbucks, Kumi?─ le pregunta Nakayama.
─Como diez yenes cada uno, más o menos.
─¡Me lleva!
─Tenemos que buscar en nuestras mochilas todo el dinero que tenemos.
─Pero Urabe, tenemos que ahorrar dinero para el autobús─ interrumpe Nakayama.
─No se preocupen, le aviso a papá que nos vaya a buscar en el auto, de noche está en casa, por ende tenemos el auto.
─¿Daichi nos puede ir a buscar a Starbucks a los cinco?─ pregunta Kishida.
─¿Cinco? ¿Y Nitta?
─¿Alguien me invocó?─ el recién nombrado aparece.
─Síp. ¿Quieres ir a Starbucks con nosotros cuando termine el entrenamiento?
─Me parece buena idea, ya de paso me gasto los sesenta yenes que tengo en la mochila─ todos abren bien grande los ojos, como dos platos─, me quería comprar algo en la cafetería, pero no me decidí por nada, entonces supongo que me los gastaré en Starbucks con ustedes. Y a la vuelta me puedo ir caminando, porque no vivo lejos de aquí, a diferencia de ustedes...
─¡Eres un genio, Nitta-kun!─ Kumiko le da un abrazo─¿No te molesta pagar nuestros frappés también? Salen diez yenes cada uno.
─P-por supuesto que no... No me molesta─ contesta, con las mejillas rojas como dos tomates.
─Oh, Nitta-kun, ¿estás bien? Tu cara está roja, ¿tienes fiebre?
─Qué inocente que es esta niña─ piensa Kishida─. No se da cuenta que es un imán para los hombres; Nitta es otro que cayó bajo su encanto.
Entonces, una chica hace su presencia frente a los chicos.
─Ho-hola─ habla con timidez. Es una chica de tez blanca, cabello largo, lacio y totalmente blanco, y ojos azules.
Los seis se voltean a verla.
─Tú eres... Ai Yamabuki, ¿no? La chica nueva de nuestra clase─ le dice Urabe.
─Así es, amigo─ responde con una sonrisa leve. También lleva en su cara una expresión humilde.
─¿Qué se te ofrece?─ le pregunta Nakayama.
─Yo... ¿Ya tienen una mánager en el equipo de fútbol?
─Sí, soy yo─ le responde Kumiko─. ¿Por qué? ¿Tú también quieres ser mánager?
─Sería genial, ya que me gustaría poder entablar conversaciones con más personas. Literalmente no tengo amigos...
─¡¿QUÉEEEEEEE?! ¡¿CÓMO QUE NO...?!─ grita Kumiko, pero luego suaviza la voz─No, no, esto no puede permanecer así. No te preocupes, Ai-chan, nosotros vamos a ser tus amigos a partir de hoy, ¿verdad, amigos?─ les pregunta a todos.
─Claro que sí─ le responde Urabe─, puedes contar con nuestra compañía y apoyo, Yamabuki-san.
─Mientras más personas, mejor─ dice Nishio.
─Cuenta con nosotros para lo que sea─ añade Nakayama.
─¿Sabes una cosa? Tu apellido es literalmente el nombre de la escuela primaria a la que yo iba─ le cuenta Kishida como un dato curioso. Los demás se ríen, incluida Ai.
─Y sobre lo de ser mánager, yo no tengo problema─ dice Urabe─, pero el que toma esas decisiones es el entrenador Sagawa. Tienes que pedirle permiso a él...
─Yo estoy detrás de ustedes y los escucho, muchachos─ habla el entrenador. Los demás se asustaron─. Y como dice el dicho: dos son mejor que uno; puedes ser mánager del equipo sin ningún problema, Yamabuki-san.
Una sonrisa se dibuja en el rostro de Ai.
─¡Muchas gracias! ¡Prometo esforzarme en ser una buena mánager!
─Ah, Ai-chan, ¿quieres ir a Starbucks con nosotros después del entrenamiento?─ le pregunta Kumiko.
─¿Starbucks?
─No es muy lejos, podemos ir caminando, y a la vuelta nos puede traer el papá de Kumiko en su auto.
─Miren, puedo ir a Starbucks perfectamente, inclusive tengo quince yenes para pagar mi batido, pero a la vuelta prefiero irme caminando a casa.
─¿Con esta oscuridad? ¡Estás loca!
─Estoy acostumbrada a andar sola por la calle de noche desde pequeña...
─Bueno, pero mira que si uno se sienta en el regazo del otro entran los seis en el fondo del auto.
─No, gracias─ dicen Urabe, Kishida, Nakayama y Nishio─, ya pasamos por eso una vez y no queremos repetirlo.
─¿Ven? No tienen por qué ir incómodos en el auto por mí. Yo me voy caminando, enserio.
─Mmmm... Ya que. Entonces quedamos así: vamos a Starbucks cuando acabe el entrenamiento, pasamos un rato allá, luego Ai y Nitta se van caminando y mi padre nos va a buscar a nosotros, ¿sí?
─Me parece un buen plan─ dice Urabe.
─Correcto, voy a escribirle a papá, entonces, para que sepa que no iré a casa luego del entrenamiento y nos venga a buscar─ le escribe a su papá.
─¡Muy bien, que comience el entrenamiento!─ anuncia el entrenador.
─¡Sí!
Fue un arduo entrenamiento de tres horas. Los chicos terminaron agotados, y Kumiko y Ai les entregaron botellas de agua, toallas, y una sorpresa por parte de la pelirrosa:
─El refrigerio de hoy son... brownies hechos por mamá─ les muestra un tupper con los brownies de chocolate de Tomoko.
─¡Fuera de mi camino! ¡Eso es para mí!─ Nakayama intenta arrebatarle el tupper con los brownies a Kumiko, pero Urabe, Kishida y Nishio lo agarran entre los tres para evitar que se le acerque a Kumiko.
─¡Hey, aprende a compartir!
─¡Tomoko los hizo para todos, no para ti!
Nakayama gruñó como un perro furioso, provocando las risas de todos, hasta de Ai.
─Esto es muy divertido─ piensa la peliblanca─, reír con todos ellos, con Kumiko, y con Nitta-sempai...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro