Todos aquellos recuerdos se clavaban como cuchillos en mi interior, los recuerdos ahora solo hacen que mi corazón se haga añicos, si es que se puede romper más. Estaba delante del espejo, acababa de salir de la ducha, me miré bien. Ojeras demasiado grandes, mis costillas empezándome a notar demasiado debido aquel había adelgazado demasiado, cicatrices de cortes en mis antebrazos.

Suspiré, me puse la sudadera de San que aún conservaba y me tire a la cama, así pasaba mis días, encerrado en el que era nuestro apartamento, con las cortinas cerradas, totalmente oscuro, mi día consistía en mirar al techo, llorar y dormir.

—Te echo de menos...

Abracé a Shiber con todas mis fuerzas mientras sentía que las lágrimas se acumulaban en mis ojos. Recuerdo cuando el día de su cumpleaños entre en su apartamento para darle una sorpresa, pero se encontró a un San muy tierno abrazando a su gran peluche mientras dormía placidamente, reí sin gracia hacia el recuerdo y me levante débilmente para ir la baño.

—Echo de menos tus rosas...

Agarré el vaso que había en la estantería y lo llené de agua, eche un vistazo a las 67 pastillas que tenía en la mano y sin pensarlo dos veces me las metí en la boca y trague con fuerza para acto seguido beber el vaso lleno de agua. Volví a ir hacia el dormitorio para tirarme a la cama y posicionarme como estaba antes, abrazando a Shiber.

Recuerdos bonitos...

—Tranquilo Woo, yo sé que no eres así, y... ayer cuando te dormiste te dije una cosa, la cual no escuchaste porque caíste dormido, pero quiero que lo sepas—. San cerró los ojos soltando un suspiro, como preparándose mentalmente para lo que estuviese a punto de decir. —Lo que dije fue que estas semanas han sido muy especiales para mí, aunque parezcan una tontería, de verdad lo fueron. He descubierto que eres un chico realmente dulce y atento, y cuando me intentaste besar en la fiesta... no logré procesar bien todo el revoloteo de pensamientos que se me vinieron a la cabeza en ese momento. Pero realmente comienzo a tenerte un cariño muy especial y no tengo ni la más mínima idea de en qué sentimientos va a desembocar. Por eso quiero que si algún día mis sentimientos por ti se vuelven más fuertes, sigamos siendo amigos, porque no me gustaría nada perderte porque—. Tuve el fuerte impulso de besarlo, me incliné hacia él y junté nuestros labios en un corto beso.

Recuerdos importantes...

— Jung Wooyoung, hemos pasado muchas cosas juntos estos dos años, cosas bonitas, cosas dolorosas, peleas, reconciliaciones, perdidas... Y tú siempre has estado ahí para mí, para apoyarme en mis malos momentos como en los buenos, sé que siempre me voy a poder apoyar en ti para cualquier cosa, eres una persona fiel y leal. Siempre haces muchas cosas por los demás y muchas veces los pones delante de ti, por eso me encanta mimarte y hacerte feliz, pero que tú también lo mereces, más que otra persona en el mundo, mi amor. Por eso y muchísimas cosas más tengo más que claro que quiero pasar el resto de mi vida junto a ti—. San se arrodilló delante de mí. — Woonie, ¿me harías el hombre más feliz de toda Corea casándote conmigo?—. Mis ojos nublados por las lágrimas no me dejaban ver demasiado, pero me tiré encima de San haciendo que nos mojáramos por el agua bajo nosotros.

Recuerdos tontos...

— ¡Choi San, se que hace 3 años me pediste matrimonio, y aún no estamos casados, dentro de unos meses cumpliremos 6 años! ¡Pero quiero que sepas que, ni el anillo de compromiso, ni las rosas de los viernes, ni la casa, ni todo lo que me pudiste regalar, se comprara a ti mi amor, tú eres mi mejor regalo! ¡Tú eres mi rosa roja! —. Le agarré del cuello de la camisa y lo empuje hacia mis labios abruptamente, dándole así un beso profundo cargado de sentimientos.

Recuerdos divertidos...

—Tranquilo Sannie, se me pasará en un rato, además no voy a dejar que mi novio se suba a una trampa mortal solo. Si te mueres tú, me muero yo, ¿entendido?—. Lo tomé de las mejillas e hice que pusiera boquita de pato para darle un piquito rápido.

Eso es lo único que logre pensar antes de que sintiera que mi propia vida se me escapaba de las manos...

Ya que lo único que me queda de ti

SOLO SON RECUERDOS Y UN PAR DE ROSAS ROJAS

Gracias por llegar al final de mi historia, realmente les agradezco que se hayan quedado hasta el final y espero que hayan tenido una agradable lectura. Puesto que realmente ustedes llegaron al final, me gustaría contarles el trasfondo de esta historia.

Miss that rose es mi forma de ver el amor y esta inspirada en eso, en lo lindo que es y lo amargo que puede ser al terminar. MTR es mi visión del amor basada en mi relación ideal. Por eso quiero que tenga mucha relevancia y mucha gente la lea, porque no es solo un fanfic, es mi trayectoria amorosa escrita con personajes y algún que otro toque ficticio. Porque el amor daña mucho el alma y nos hace tanto daño a las personas hasta el punto de no querer tener a nadie más en nuestra vida o llega a soluciones extremas para parar el dolor que nos causa.