El tiempo había pasado bastante rápido para ambos, a pesar de que ambos extrañaban a sus padres no querían volver por miedo a que algo le sucediera a su hijo y al bebé que venía en camino. Los padres de HoSeok habían estado todo ese tiempo junto a ellos, y era algo de lo que ellos estaban completamente agradecidos, sobre todo porque estaban felices de sus nietos y los trataban bien siempre que venían a verlos.

Actualmente ellos vivían en Wonju, estaban tranquilos y felices allí. Su pequeño YeonJun ya tenía dos años y el pequeño TaeHyun estaba a dos meses de nacer.

YeonJun corrió hacia su appa y lo abrazó, para luego enseñarle uno de sus peluches, el cual estaba un poco roto. SeokJin rió y tomó el pequeño peluche, para luego ir en busca de hilo y aguja. En cuanto este estuvo arreglado se lo entregó a su hijo, quien le sonrió y volvió a abrazarlo.

— Appa gradcias —Jin sonrió y acarició la cabeza de su hijo

— No hay de qué Junnie —El pequeño se alejó de su appa y corrió hacia la sala una vez más, para continuar jugando con sus muñecos.

A pesar de que SeokJin se sintiera completamente feliz, había una tristeza que a veces lo atormentaba y hacía que su pecho se sintiera vacío y doliera. HoSeok se adentró a su casa en silencio, para acercarse a la cocina y ver a su omega nuevamente con un ceño un poco triste, por lo que lo abrazo en cuanto estuvo cerca. Jin sonrió y se aferró al menor, quien acarició su cabeza, haciendo que se sintiera protegido ante las caricias de su alfa. HoSeok dejó un beso sobre la cabeza del mayor y se alejó, para luego oír a su hijo correr hacia él.

— Papá, papá —HoSeok alzó a su hijo, quien rió— Teddy appa pego —Jin rió

— Arreglé a Teddy —HoSeok rió

— ¿En serio? —YeonJun asintió repetidas veces— ¿Me lo traes para verlo? —El pequeño volvió a asentir. En cuanto HoSeok lo dejó en el suelo, el pequeño corrió hacia la sala.— ¿Cómo está mi bebé? —Miró a SeokJin, quien sonrió

— Yo estoy bien, y Tae también —HoSeok sonrió y acarició el abdomen del mayor, haciendo que el pequeño se moviera. Ambos sonrieron por eso.

YeonJun se acercó a sus padres y lanzó su peluche al suelo, para quitar la mano de su padre del abdomen de su appa.

— No, no, mío —Abrazó a su appa, haciendo reír a ambos mayores.