» 006
—¡Julliet!
—Vamos, contesta. ¡Julliet!
—¡Julliet! ¿Dónde estás?
En otro lado, pero exactamente el mismo lugar.
—¡Nancy! ¡Jonathan! ¡Nancy! ¡Nancy! ¡Chicos, estoy aquí!
—¡Julliet!
—¡Chicos! ¡Chicos, estoy aquí! ¡Estoy justo aquí, chicos!
Ambos se miraron al escucharla.
—¡Estamos aquí!
—¡Nancy! ¡Jonathan!
—¡Estamos aquí! ¡Julli!
—¡Solo sigue nuestra voz!
Julliet estaba tratando de seguir la voz, pero se escuchaba con eco. En un momento, se volvió a encontrar con esa cosa, así que corrió a esconderse detrás de unos árboles.
Los dos corrieron a un lugar, y se encontraron con una cosa en un árbol.
—¿Qué diablos es eso?
—Espera aquí—Jonathan tiró sus cosas al suelo.
—¿Qué? ¿Te vas a meter?
—¡Julliet!
—¡Julliet!
—¡Sigue nuestra voz! ¿Julliet?
Park miró por dónde venía la voz, era el mismo árbol por el cual había llegado a ese lugar.
Jonathan siguió acercándose a esa cosa, hasta que una mano apareció, asustandolos a los dos y haciendo que el chico caiga hacia atrás.
—¡Chicos!
—¡Julliet!—Ambo exclamaron. Jonathan se acercó a agarrarla de inmediato.
Nancy también se acercó y también comenzó a jalar de ella. Cuando por fin pudo salir, cayó encima de Nancy mientras lloraba, Wheeler la abrazó con fuerza.
—¿Dónde diablos te habías metido? ¡No te puedo perder a ti también!—Nancy exclamó con preocupación.
Julliet seguía llorando, Byers le acarició la espalda tratando de consolarla.
Jonathan observó como ese agujero en el árbol se cerraba.
✰
Steve se acercó a la ventana de Nancy para ver cómo estaba, pero se encontró con Jonathan Byers arropandola en una manta sentados.
Se quedó congelado observando. Julliet pronto apareció por la puerta diciendo algo mientras se abrazaba a sí misma. Steve no necesitó nada más, salió de ahí.
—Tengo que ir a casa—Dijo Park en voz baja.
—¿Estás bien?—Le preguntó Nancy con preocupación.
—No lo sé—Respondió con honestidad la chica—¿Y tú? Tampoco te veías muy bien.
—Fue solo la sorpresa del momento, tranquila. Me había asustado mucho cuando no podíamos encontrarte.
Julliet esbozó una pequeña sonrisa hacia su mejor amiga y luego soltó un suspiro, agarrando sus cosas que estaban sobre la cama de Nancy.
—¿Qué dirá tu mamá al verte así?
—Hoy está en turno de noche, no creo que me vea.
—¿Quieres que te lleve a casa? Puedo hacerlo—Ofreció Jonathan, Julliet lo observó durante unos segundos para finalmente asentir.
—De acuerdo, gracias.
—¿Tú ya estás mejor?—Byers se dirigió hacia Wheeler, quien asintió, luego el chico se dispuso a levantarse de la cama.
✰
Julliet se estaba dando una ducha, mientras, todos los recuerdos de ese lugar aparecían en su mente.
Después, entró a su habitación, encontrándose con Jonathan poniendo algo en el suelo.
—¿Mejor?
—Sí—Respondió dudosa.
—¿Está bien esto? Lo encontré en el armario—Julliet no respondió—Me puedo ir a casa. Solo pensé...
—Sí, no. Yo... yo... No quiero estar sola—Byers suspiró—¿Tú sí?
—No. Eh... no.
Julliet asintió y se dirigió a su cama, acostándose, mientras que Jonathan se acostaba en la cama improvisada que hizo en el suelo.
La chica Park suspiró algo asustada, seguía pensando en eso.
—¿Podrías venir acá?
Jonathan se levantó y se acostó a su lado.
—¿Quieres las luces apagadas o...?
—Encendidas.
—Sí.
Julliet seguía viendo el techo, sin hacer el intento de dormir.
—Oye... no puede llegar hasta aquí.
—No lo sabemos.
✰
Jonathan se despertó y no vio a Julliet a su lado. Se sentó en la cama, ella estaba casi en la punta viendo unos libros.
—Oh. Hola.
—Hola.
—¿Pudiste dormir?
Julliet negó.—Cada vez que cierro los ojos, yo... vuelvo a ver esa... cosa. No sé dónde estaba, qué era ese lugar... pero creo que ahí vive. Estaba comiendo. Se estaba alimentado del venado—Suspiró—Eso significa que si... Will y Bárbara—Se quedó horrorizada viendo un punto fijo.
—Oye. Mi madre dice que habló con Will. Si está vivo, es probable que Bárbara también lo esté.
—Eso significa que está atrapada en ese lugar—Dijo como en un trance—Hay que encontrarlo de nuevo. Cuando les conté a ustedes como era lugar, vi que Nancy estaba pensando en lo mismo que yo. Por eso ella estaba tan... así, cuando estábamos en su casa. Si yo me siento mal, no me quiero ni imaginar como se siente ella que es más cercana a Barb.
—Sí, hay que ir pronto a por ella—Asintió él—¿Quieres volver a ese lugar?
—Quizá no sea necesario. Cuando lo vi, se estaba alimentando del venado. Eso significa que es un depredador, ¿cierto?
—Cierto.
—Y parece que caza de noche, como los leones o los coyotes—Puso los libros que estaba leyendo—Pero no caza en manada como ellos. Siempre lo hace solo... como un oso. Y, Jonathan, ¿recuerdas que, en casa de Steve, Barb se cortó?
—Ajá.
—Y anoche, el venado...
—También sangraba.
—Sí—Puso otro libro encima, Byers se acomodó—Los tiburones pueden detectar sangre en una parte por millón. Si hay una gota de sangre en un millón, pueden olerla a 40 kilómetros.
—¿Dices que puede detectar la sangre?
—Solo es una teoría.
—Podríamos probarla—Se miraron—Pero si funciona...
—Al menos sabremos que viene.
Alguien intentó abrir la puerta, asustandolos a los dos.
—Cariño, ¿estás despierta?—Preguntó Sunhee al otro lado de la puerta.
—Sí... me estoy vistiendo.
—Anoche llegué muy cansada del trabajo y fui directo a acostarme. ¿Estás bien? ¿No pasó nada mientras yo no estaba?
Julliet hizo una mueca.—Sí, estoy bien. No te preocupes.
—Hice panqueques, y la señora Clayton y su bebé vinieron a visitarnos.
—Bajo en un segundo—Pasos se alejaron.
Ambos suspiraron.
—¿Sunny no toca?—Preguntó Jonathan, ambos rieron.
✰
—¿Y tu hija? ¿Por qué demora tanto?—Preguntó la señora Clayton a Sunhee, quien le observó con una sonrisa avergonzada.
—Dijo que ya bajaba. Iré a verla, permiso—Se levantó de la mesa y volvió a subir.—¿Julliet? ¿Por qué te demoras tanto?
Sunhee intentó abrir la puerta, luego la golpeó, pero no había respuesta.
—¿Julliet?
Suspiró mientras escuchaba la música que venía desde la habitación. Se quitó un pinche que tenía y abrió la puerta con este.
Al entrar, se encontró con que la habitación estaba vacía, habían unos libros en la cama de Julliet, unas frazadas y una almohada en el suelo y la ventana estaba abierta.
✰
Jonathan, Nancy y Julliet estaban comprando cosas para defenderse contra esa cosa. Los tres se acercaron a ver unas trampas que les llamaron la atención.
Cuando llegaron a la caja a pagar, Julliet estaba sacando todas las cosas y el vendedor los observaba incrédulo.
—Y, eh...quiero cuatro cajas de cartuchos. 38.—Pidió Jonathan cuando Julliet terminó.
El vendedor fue a buscarlas y después las dejó sobre la mesa.
—¿Qué harán con todo esto, chicos?
Los tres compartieron miradas.—Cazar monstruos—Respondió Nancy.
—Ah...
Los tres salieron del lugar a guardar las cosas en el auto de Jonathan.
—¿"Cazar monstruos"?—Citó el chico divertido.
—Sabes, la semana pasada... fui a comprar una camisa que le podría gustar a Steve. Barb, Julliet y yo nos tardamos el fin de semana, pero al final Julliet se aburrió y lo dejó—Rió Nancy—Parecía como de vida o muerte, ¿sabes? Y... y ahora...
—Ahora, están comprando trampas para osos con Jonathan Byers.
—La parte de estar con Jonathan Byers no se me hace tan rara—Dijo Julliet alzando una ceja, el chico le sonrió.
—Para Julli no, pero para Nancy... ¿Cuál es la parte más rara? ¿Yo o la trampa para osos?
—Tú. Definitivamente, tú.
Los dos rieron, Julliet estaba concentrada guardando lo que traía en el auto.
—¡Hey, Nancy!—Dijo alguien pasando en un auto—Ya quiero ver tu película.
—¿Qué demonios fue eso?
—No lo sé.
Nancy se giró a ver algo.
—¿Qué?
Wheeler salió corriendo.
—¡Espera! ¿Adónde vas?—Jonathan y Julliet se miraron confundidos, para luego salir corriendo detrás de ella.
Nancy corría por la vereda mientras que ambos la seguían.
—¡Nancy! ¡Espera!—La chica cruzó la calle con una mueca, mirando algo sorprendida—¡Nancy!
Julliet y Jonathan también miraron donde ella miraba. Ambos se sorprendieron igual.
—Píntalo antes de abrir—Dijo un hombre.
La cartelera del cine: La clave del éxito. Protagonizada por Nancy "la prostituta" Wheeler"
Nancy abrió la boca sorprendida.
—Dios...—Murmuró Jonathan. Julliet negó con la cabeza mientras fruncia el ceño.
Wheeler se alejó de ellos al escuchar unas risas y siguió de donde venían.
—¡Espera!
—Tommy, escribes como un niño—Dijo Carol.
—¡Cállate!
—¿Sabes deletrear?—Preguntó Nicole.
—Amigo...—Ese era Steve.
Nancy se acercó hacia ellos furiosa.
—¿Por qué escribes así?
Carol se percató de la presencia de Wheeler—¡Ay! ¡Hola, princesa!
—Uh, oh. Se ve molesta.
Nancy se plantó frente a Steve y le dio una bofetada.
—¡Oh!—Exclamaron Tommy, Carol y Nicole.
—¿Cuál es tu problema?
—¿Cuál es mi problema? ¿Cuál es tu problema? Estaba preocupado por ti. No puedo creer que de verdad estaba preocupado por ti.
—¿De qué hablas?
—No mentiría si fuera tú—Dijo Carol—No querrás que te llame zorra mentirosa, ¿cierto?
—Hablando del rey de roma—Dijo Tommy al ver a Jonathan llegar junto a Julliet—Y, oh, la ex reina.
Detrás del de pecas estaba escrito "Byers es un pervertido"
—Hola.
—¿Qué diablos pasa con ustedes?—Preguntó Julliet molesta.
Nancy suspiró.—¿Pasaste anoche?
—¡Ding, Ding, Ding! ¿Le damos su premio?
—No sé qué crees que viste, pero no es lo que parece.
—¿Qué? ¿Lo dejaste entrar a tu cuarto... para estudiar?
—Yo también estaba ahí, Steve. También estuve en casa de Nancy anoche—Intervino Park.
—Lo sé, te vi—Asintió Steve sin cambiar su expresión—Entraste después.
—¿Y?
—Seguro los tres hicieron otra sesión de fotos sucias juntos—Se burló Tommy.
Julliet le observó con asco.—Cállate.
—Solo estábamos...
—¿Solo estaban qué? Termina tu oración—Se acercó amenazadoramente a ella—Termina tu oración—Nancy resopló, sin saber cómo responder. Steve negó—Vete al diablo, Nancy.
Jonathan se acercó a Wheeler—Ven, Nancy. No vale la pena...—La hizo dar un paso hacia atrás.
—Byers, me impresionas. Pensé que eras un marica y no lo eres, de hecho ahora estás con dos chicas—Lo empujó—Solo eres un fracasado como tu padre. Oh, sí, sí. Es una casa de fracasados. No debería sorprenderme, todos en tu familia lo son.
—Jonathan, ya vámonos— le dijo Nancy.
—Tu mamá, lo de tu hermano...
—No le hagas caso.
—¡Steve, cállate!— exclamó Julliet.
—Lamento decírtelo... ¡tu familia es una deshonra...!
Steve no pudo finalizar ya que Jonathan lo golpeó.
Harrington se volteó a verlo sorprendido y luego se abalanzó sobre él, ambos cayendo sobre un auto.
—¡Steve!
—¡Jonathan!
—¡Alto! ¡Steve! Ya basta.
—¡No lo toques!
—¡Acaba con él, amigo!
Carol miró indignada a Tommy.—¡Bájate! ¡Alto!
Jonathan volvió a golpear a Steve.
—¡Haz algo! ¡Se va a lastimar!
Tommy trató de apartar a Byers, pero Steve intervino.—¡Oye, muévete! ¡Quítate!
—¡Jonathan, alto!
—¡Paren ambos!—Julliet trató de acercarse, pero Nancy la agarró.
—Te podrían golpear sin darse cuenta.
Ellos seguían en su pelea.
—¡Basta! ¡Lo vas a lastimar!
—¡Jonathan! ¡Basta!
Sirenas de policía se escucharon.
—¡Policías!
—¡Jonathan!
—¡Déjalo!
—¡Policías!
—¡Ya basta!
Julliet no se pudo contener más y trató de separarlos, pero no funcionó y no quería usar sus artes marciales contra ellos. Tal ve, contra Steve sí, pero no quería que la llevaran presa.
—¡Vete, Carol!
—¡Déjalo!
—¡Suficiente!—Tommy trató de alejar a Jonathan, pero este lo empujó—¡Dije que basta!
—¡Deténganse!—El oficial Callahan se bajó del auto y se acercó a ellos, pero Jonathan pasó a golpearlo—¡Oh! ¡Mi nariz!
Powell agarró a Jonathan y le dijo a Callahan que agarrara a Steve, pero este salió corriendo junto a Tommy.
—¡Tengo a este!
—¡Vuelvan acá! ¡Vuelvan acá, sinvergüenzas!—Callahan persiguió a Steve y a Tommy.
Julliet y Nancy se observaron con una mueca.
—¡Mierda! ¡Mierda!—Gruñó Park.
✰
—Jefe, jefe, ¿está ahí? ¡Oiga, jefe
Joyce y Hopper se encontraban en el auto de policía y recibieron un llamado.
—Sí, adelante.
—Sí, hubo una palea y...
—Cal, no tengo tiempo para eso.
—Fue Jonathan Byers, y Julliet estaba ahí. ¿Habrá visto a Joyce? Y supongo que usted querrá hablar con Julliet.
✰
—¿Crees que podamos irnos pronto?
—Tú y Julliet, sí. Él, no.—Nancy le miró desconcertada—Golpeó a un policía.
—¿Cuánto tiempo lo detendrán?
—Tú y tu novio tiene muchos planes, ¿verdad?
—Él no es mi novio.
—Creo que deberías decírselo.
—¿Qué?
—Solo el amor hace que te vuelvas así de loco, cariño. Y así de estúpido.
Jonathan y Nancy hablaban, mientras que Julliet se acercó a Flo.
—Entonces, ¿Hopper vendrá?
—Callahan le avisó y lo más probable es que te haya mencionado. Así que sí, puede que venga.
Julliet apretó los ojos mientras suspiraba.
—Tú no hiciste nada malo, no tienes porqué preocuparte.
—Sí, solo que... han pasado casi dos años de cuando solía meterme en problemas así. Probablemente él piense que volví a lo mismo.
Se mordió el labio pensativa.
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