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ᰔᩚ 015.

En la fiesta de San Valentín.

Taehyung borraba las fotografías que había tomado del evento con Liam Sionis. Todo fue un rotundo fracaso, por lo que escucho el imbécil se creía la última coca cola del desierto, era un completo imbécil.

Está en la azotea del lugar, ya que quería aire fresco. Quería poner en orden sus pensamientos antes de regresar al escandaloso lugar. Mira las hermosas luces de los edificios lejanos. Realmente le gustaba estar en Seúl. Dejar Daegu fue un reto después de lo que pasó con su exesposo Min Yoongi.

Jamás se volvería a dejar golpear y pisotear por nadie, debió hacerle caso a Jimin cuando le dijo que ese hombre era un completo imbécil, debió seguir con el único hombre quien sí podría amarlo toda la vida y ese era Hoseok.

Durante la preparatoria, Taehyung siempre estuvo enamorado de Hoseok. Ellos tuvieron su historia de amor, pero fue interrumpida por Yoongi. ¿Se preguntarán cómo?; pues Yoongi y su familia eran de dinero, lo que al padre de Taehyung le convenía y por eso obligó a su único hijo a estar con el pálido hombre. Si bien a Taehyung le caía bien Yoongi por ser muy buena persona, su corazón era totalmente de Hoseok.

Tomó la mala elección de estar con Yoongi cuando Hoseok estuvo de novio con Sowon. Fue solo el rencor entre ambos que todo se fue a la mierda. La vida de Taehyung fue un infierno después de graduarse, pues Yoongi controlaba su vida, sus amigos, hasta la forma de vestir. Después llegaron las drogas, lo cual fue una tortura más para Tae, pues Yoongi lo golpeaba, le maltrataba y cuando quiso alejarse de él, ya no pudo.

Por suerte hace meses salió de aquel infierno, con los golpes de su cuerpo y los vídeos que grabó a escondidas, la policía de seúl pudo procesar su divorcio. Su familia estaba enojada por lo que había hecho, solamente le gritaron que habían perdido la fortuna de los Min. Ni siquiera les preocupaba los maltratos que él sufría a diario. Por eso cuando Yoongi le firmó los papeles, no dudó en venir a Seúl, y para su sorpresa se volvió a encontrar con Hoseok.

No había cambiado nada, seguía igual de lindo y guapo.

Si tan solo le hubiera hecho caso a su corazón, jamás le habría pasado esto.

La puerta del balcón se escuchó cerrar, Taehyung se volteó solo para mirar a Hoseok venir con otra rosa en sus manos. Igual a la que le regaló en la mañana.

—Hola, sabía que tal vez estabas aquí. —le menciona Hoseok llegando a su lado para mirar la vista y sentir el iré fresco en su rostro.

—Quería aire fresco. ¿Qué haces aún aquí? Creí que irías a casa con tu esposa e ir a cenar —aunque él ya esté libre, Hoseok no, él aún estaba casado con Sowon.

El mayor suelta una risita que sonó algo sarcástica.

—Ella no está en el país, quién sabe dónde pueda estar. —juega con la rosa mirando a Taehyung algo inexpresivo.

—Pero es tu esposa. Pensé que...

El castaño lo interrumpió.

—Sowon y yo hemos estado discutiendo mucho últimamente. Ella y yo estamos en una etapa de discusiones, peleas y todo aquello. Hace meses que ya no estamos juntos, ya no hay un ambiente como el que solía haber en nuestro matrimonio como cuando empezó. Todo se está yendo a la mierda.

Soltó un suspiro para luego bajar la cabeza. Taehyung hizo una mueca de tristeza, ver a si a su Hobi bonito y alegre no le gustaba para nada.

—Te entiendo. ¿Pero por qué siguen juntos si ya no hay sentimiento de por medio?

Hoseok le mira.

—Sus padres y los míos son buenos amigos, creo que eso ya lo sabes. Ellos esperan que nosotros estemos juntos y que formemos una familia, algo que yo quería al principio; sin embargo, ella no quiso darme ese hijo que yo anhelo con toda mi alma.

Taehyung sonríe.

—¿Quieres ser papá? —Hoseok asintió— Vaya, no sabía eso de ti. Creí que su ajetreada vida no te lo permitía.

—Eso pensé antes, ahora no. Creí que un hijo nos uniría más, pero no la puedo obligar que se embarace y soporte bochornos por algo yo quiero, algo que ella no. Es su decisión y no puedo obligarla. Ese fue un tema del cual peleamos bastante. Si te soy sincero, pienso que todo se fue a la mierda y en cualquier momento ya no soportaremos más esto.

El menor mira hacia la ciudad, pensando que él y Hoseok realmente escogieron a las personas incorrectas en su vida. Él a Yoongi y a Sowon. Realmente ambos sufrían lo mismo, ambos querían lo mismo, una familia feliz. El destino fue muy cruel al separarlos, aunque ellos tuvieron que ver, si solo se hubieran elegido el uno al otro, esto sería otro cuento.

¿Será aún tarde para ello?

Ambos se observan mutuamente. Taehyung le sonrió dejando ver esa sonrisa cuadrada que tanto amaba Hoseok de él. Y Taehyung miró esa hermosa sonrisa de corazón que tiene Hobi, esa misma que lo enamoró en su tiempo. El silencio fue su arma mortal, sus corazones laten con fuerza, esa tensión entre ellos los hilaba para juntar sus cuerpos.

Ellos tenían en todo su cuerpo el hilo rojo, únicamente tenían que darse cuenta de ello.

—¿Taehyung? -le llama.

—¿Si?

Hoseok se acercó a él poco a poco hasta quedar asentimientos de su rostro. Taehyung trago grueso y el sonrojo de sus mejillas se notó.

—Feliz San Valentín.

El castaño le sonrió.

—Feliz San Valentín Hobi.

Más y más cercanos estaban ambos.

—Te mencioné que tenía otro regalo para ti —susurro cerca de sus labios, Taehyung podía sentir ese aliento a menta sobre su rostro.

—Es verdad, ¿cuál es mi regalo? —no apartó su mirada del más alto, moría por hacer lo que sabía que pasaría.

Hoseok acarició su mejilla haciendo que el pelirrojo sintiera calidez. La noche estaba perfecta, era hermosa y la música a la lejanía creaba el ambiente perfecto. El castaño no dudó en decir:

—Este es tu regalo mi Tae-Tae.

Tomó su cintura para acercarlo a él y luego lo besó. Un beso, hizo que ambos sacarán fuegos artificiales en sus corazones, un beso que haría la diferencia entre ellos. Taehyung se sorprendió por ello más no lo apartó, él también lo quería, aunque fuera incorrecto.

Se abrazó a su cuello para profundizarlo mientras Hoseok se adueñaba de su pequeña cintura. Sin dudas fue el mejor San Valentín para estos dos.

Creando su primer reencuentro de amor.

....❤️🔥....




Jungkook se movió de su lugar al sentir ganas de ir al baño. Soñó que hacía pipí y rápidamente abrió los ojos al pensar que estaba la taza del baño. Quería ir rápido, pero cierto rubio estaba casi encima de él, su pierna sobre pelvis y su mano abrazando su pecho.

No evito sonreír para luego apartar unos mechones de cabello para besar su frente. Se miraba tan lindo, dormido, con todas esas marcas rojizas en su cuello y hombros y prácticamente brazos. Sin duda fue la mejor madrugada y noche que había tenido, teniéndolo gimiendo su nombre fue su mejor melodía.

Realmente le gustaba follarlo y que él dejara salir lo descarado que puede ser. Como con ese traje de gatito y esos juguetes que compró. Dios jamás había gozado de algo tan maravilloso. Toma su delicada mano, le besó el dorso y la apartó lentamente, para no despertarlo. El rubio no tenía intención de quitarse de su lado, pero moría por hacer pipí el pelinegro.

También tomó su pierna apartando poco a poco a lado de la cama, es ahí cuando el rubio se removió dando la vuelta para abrazar una almohada, dejando ver expuesto su lindo y redondo trasero a la Merced de Jeon. Tenía sus marcas de dientes y sus dedos marcados en esa blanca piel como pintura fresca.

Jimin su obra de arte.

Se levanta y corre al baño a hacer sus necesidades. Después se da una ducha para refrescar su cuerpo. A noche sí que lo dejó agotado y pegajoso, no supo cuántas veces hizo venir a su rubio, aunque sin duda lo disfruto. Al salir se secó y se puso un pans negros con una camisa blanca. El rubio seguía dormido, así que lo dejó dormir un poco más.

Fue a la cocina para preparar algo rico de desayunar, aunque más bien comida, ya que era la una de la tarde. Igual quería prepararle algo rico a su lindo rubio. Empezó a preparar tocino, huevos, pan tostado, fruta picada con yogurt, jugo de fresa y obvio su bebida energizante; su querida Monster.

Al tener todo listo dejo todo en la mesa, luciendo hermoso como una fotografía de pinterest. Mientras estaba concentrado en sus cosas, sintió unos brazos rodear su cintura, el olor a coco de su champú se hizo presente, era obvio quien era.

—Buenos días, nene, bueno, más bien tardes.

—Entonces buenas tardes kookie. —Jeon se dio la vuelta para abrazar de la cintura a su rubio y robarle un beso de buenas tardes.

Jungkook observó que Jimin traía una de sus sudaderas puestas, le quedaba sumamente grande, pero se miraba adorable con ella, ¿de verdad tiene 26 años?

—La comida ya está lista, yo mismo preparé todo.

—Se mira realmente delicioso ¿En serio tú hiciste todo esto?

—Claro, porque lo dudas. Soy un gran cocinero —presumió.

—Eso lo tengo que comprobar yo. —le roba un besito y se sienta en la silla listo para juzgar la comida.

—¿Qué ganó si sabe delicioso? Estás dudando de mi cualidad de cocinero, algo debo ganar. —propuso.

Jimin lo pensó un momento hasta que Chasqueo los dedos y dijo:

—Si sabe todo rico, te haré otro oral en compensación por juzgar tu comida. Pero si no es de mi agrado, limpiaras mi departamento ¿es un trato? —estira su mano pequeña y rechoncha, una linda y tierna manita.

Una oral de parte del rubio... ¡Oh rayos si!

—Es un trato. —sellaron el trato con un apretón de manos.

Jungkook espero a que Jimin probará la comida que él mismo preparó. Estaba algo nervioso, eso no lo dudaba, pero confiaba en su comida, muchos le han dicho que está super deliciosa. Esos lindos labios esponjosos le harían una linda mamada.

Que suerte tenía.

—Vamos, nene, prueba tu comida.

El rubio tomó el tenedor y empezó a degustar la comida de Jeon. ¡Por todos los jodidos cielos! Sabía delicioso, los huevos con mantequilla y el tocino eran una mezcla de gloria. Había perdido definitivamente, bueno, no tanto perder porque adoro hacerle mamadas a Jeon.

—Gane, ¿no es así? —Musitó arrogante.

—¡Cállate! ─comió otro bocado mientras Jeon soltaba una carcajada por haber ganado. Jimin lo miró mal, pero era un buen perdedor.

Después del desayuno, Jimin ayudó a lavar los platos, mientras Jungkook limpiaba su habitación, ya que odia demasiado el desorden. Cuando Jimin terminó se puso a recorrer el apartamento del menor. Sin dudas era muy diferente al de él, era más grande y más ordenado por su puesto. Notó que le gusta lo minimalista, algo que tenían en común, además de lo muy bien ordenado y limpio.

Camino por el pasillo donde miro un gimnasio, él no tenía uno en su apartamento, sería algo injusto. Observo los cristales que dejaron ver una habitación grande donde el pelinegro tenía su PC gamer y muchas figuras de los Avengers.

Le pareció tierno.

Se adentró a ella mirando cada figura, todas en sus cajas originales, también otras dónde ya fueran sacadas de sus cajas. Adornaban cada espacio del mueble color blanco. Miro varias figuras más, pero del hombre araña e Iron man. Estas estaban en un estante color rojo, el cual también tenía fotografías autografiadas de los actores. Una de Robert Downey JR. Y Tom Holland. Impresionante.

Todo en la habitación tenía un toque que Jimin jamás espero ver de ese hombre que le hace ver la galaxia en la cama, le gustaba su forma de ser y sus gustos, para nada era algo tonto e inmaduro. Se sentó en su silla gamer dónde pudo apreciar su PC. Los colores eran rojos y su fondo de pantalla era Spider-Man. A un lado de la pantalla miro una fotografía de ¡Espera! Es Jeon emo.

Soltó una carcajada al ver la fotografía, Jungkook quien había terminado de limpiar, fue a la cocina para ver si estaba Jimin, más no lo encontró.

—¡Park! —le llamo, pero no había señales del rubio- ¿Se habrá ido?

Iba a regresar, pero la fuerte risa hizo que mirara hacia su pasillo del gimnasio. Fue ahí casi corriendo y encontró al rubio en su habitación de videojuegos riendo sobre algo ¡Oh no!

—¿Park qué haces en mí...?

—¿Jeon, tú eras emo? —reprimió una risita, no podía creerlo. ¡Jungkook fue emo!

—Oye no te burles, fue mi fase rebelde, es todo. Dame eso Park. —intentó quitársela, pero el rubio apartó la mano para que no se la quitará— ¿Park? —sonó en tono de advertencia.

—Lo... siento es que te miras super lindo. Jamás imaginé que habrías pasado por la época emo.

—Tenía 15 años, era obvio que para todo chico que quería rebelarse contra sus padres o sistema era emo, incluso Dark o Punk. No me avergüenza si eso piensas.

Dijo totalmente seguro, pero por dentro gritaba que se lo tragara la tierra. Jimin se cruzó de piernas aún mirando la fotografía. Jeon de un solo movimiento tomó el brazo del rubio para pararlo de su trono y sentarse a Jimin en su regazo. Apresó su cintura robándole un beso.

—Entiendo. Te mirabas tierno, incluso todo de negro eras muy lindo, bueno eres lindo. Tus facciones maduraron mucho, te ves realmente diferente al de esta fotografía.

—Me lo han dicho mucho.

—¿Y por qué fue el Jungkook emo? Dijiste que fue por tus padres ¿no es así? —quiso saber el rubio, realmente quería saber su historia aunque fuera un poquito.

—Pues... Si lo hice para fastidiar a mis padres —acepto.

—¿Por qué?, ¿eran muy estrictos?

Negó el menor.

—No sé si sepas, pero mis padres son super famosos en Estados Unidos. Mi madre una gran cantante coreana y mi padre un actor super reconocido. Desde que era niño ellos siempre me habían vestido como ellos querían, jamás podría elegir algo por mí mismo, a ellos les importaba mucho la apariencia.

—Sabes de antemano que ser famoso implica paparazzi todo el maldito tiempo, mis padres eran; bueno son la bomba aún, pero más en su juventud. Incluso si mamá salía de compras ahí estaban esos parásitos chupasangres, por eso mamá trataba de lucir espectacular cuando salía a ese tipo de cosas tan sencillas. Y eso me hacía a mí también lucir bien sin que se notará, ese era el trabajo de mi madre conmigo.

—Wao que horrible.

—Eso no fue nada. Siempre había manejado mi forma de vestir, con ropa de marca que ellos promocionan, me sacan en cada entrevista o en la calle para que me tomen fotografías. No eran como otros padres que mantienen en privado la vida de sus hijos, eso no era problema de mis padres, jamás tuve maldita privacidad en mi vida, incluida mi hermana menor.

Jimin frunció en seño.

—¿Tienes una hermana menor?

Jeon asintió.

—Si, Jeon Somi, sabes quién es, ¿verdad? —el rubio asintió y abrió su boquita con un "o" —Ella es mi hermana.

—Joder, no sabía eso. Con razón estabas mucho con ella ayer en la fiesta. —donde tendieron celos mi querido Park Jimin. ¡Cállate! Se regañó.

—Pues ni Somi pudo tener privacidad. Fue una total mierda. Cuando cumplí 15 la era emo nació y yo me revelé con ellos. Obviamente no les gusto, pero me dio igual y salía así a la calle. Fue una época sumamente divertida para mí, me gustaba hacerlos enojar. A pesar de que los paparazzi me tomaron fotos, ellos compraron a esos mismos paparazzi para que no las publicaran en ningún lado.

Jimin rio el solo imaginarlo. Pero también debió ser duro para el menor, era una jodida mierda.

—Vaya, eso sí que fue una super revelación. Me pasó lo mismo con mis padres, solamente que yo no fui emo, esa no fue mi época.

—¿Así fósil? ¿Cuál fue la tuya? —Jimin golpeó su hombro por decirle viejo. Jeon se quejó.

—Pues mis padres son también famosos. Ellos también manejaron mi vida como un espectacular niño, incluso con mi hermano mayor Hoseok. En Tailandia fue donde nací y crecí.

—Espera, ¿eres tailandés? —Jimin asintió.

—Bueno, mitad y mitad. Mi padre Mew es Coreano, y mi padre Gulf es Tailandés.

—¿Tus pares son los actores más famosos de Tailandia? —Jimin asintió otra vez— Creo que llegué a ver la serie TharnType.

—Pues ellos son mis padres. También me revelé solo que fue a los 14 y 16 años.

—¿Y de qué si puedo saber?

El rubio no estaba seguro si decirle su vergonzoso pasado, pero Jeon le contó el suyo y miró también, así que porqué no. Sacó su móvil del bolsillo de la sudadera y busco la imagen del Jimin del pasado.

—Mira.

Jeon tomó el móvil mirando a su querido rubio vestido de Hip-hopero. Una camisa holgada negra con el logo BTS, una gorra hacia atrás de su cabeza, sus pantalones sueltos negros y los tenis Nike con su cadena de otro colgando su cuello.

—No lo puedo creer, ¿De verdad el gran Park Jimin vestia de esa forma? —se ríe avergonzado un poco el rubio. Jungkook si que estaba flipando.

—Claro que sí. En ese tiempo estaba obsesionado con el hip hop y rap y todo lo demás. Idolatraba a Eminem y Snoop Dogg. Fue una época muy rebelde porque hasta llegué a fumar marihuana y me hice mi primer tatuaje.

—Vaya, eras un rebelde sin causa. —Jimin rio y luego le robó un beso a Jungkook. Adoraba sus besos─ Estoy seguro que es el que tienes en la costilla, ¿verdad?

—Si fue ese mi primer tatuaje. Mi padre casi se infarta cuando lo miro, pero fue mi modo de ser de una fase rebelde. De verdad se molestó mi padre Gulf que tomó una esponja de metal y la quería frotar sobre mi tatuaje, sólo que mi padre Mew no lo dejo.

Al solo imaginar eso Jeon se volvió a reír haciendo que Jimin también lo hiciera.

—Imagina al Jimin rapero con el Jungkook emo. Eso si que sería de locos —Jeon se mandó la imagen de Jimin a su móvil sin que Jimin se diera cuenta.

—Sí, definitivamente sería de locos, dos opuestos que se atraen.

Jeon tomó su mentón y le dio un profundo beso, Jimin se dejó llevar por lo romántico que estaba siendo este momento. Ambos compartiendo una historia de su pasado, algo contradictorio por qué según ellos no querían mezclar lo sexual con lo personal. Su burbuja de amor se disipó al escuchar el timbre de la puerta. Ambos refunfuñan por hacerlos separarse.

—Iré a ver quien es.

—Está bien.

Jimin se levanta de su regazo mientras Jeon iba a abrir la puerta. El mayor le tomó su móvil para tomarle foto al Jungkook emo, la quería de recuerdo y así molestarlo en el futuro.

El pelinegro abrió la puerta, pero era solo un trabajador quien traía un paquete.

—Buenas tardes. Firme aquí por favor.

—¿Quién lo manda? —firma entregando la tablilla y el bolígrafo.

—No lo sé, señor, no leo esas cosas. Con permiso —Hace una reverencia y se marcha. Jeon cierra la puerta tomando la caja, no tenía quien lo enviaba.

—¿Quién era? —dijo Jimin ya vestido. Claro que usando la ropa del menor.

—Era el de paquetería, me mandaron esto -Dejo caja aún lado— ¿Te vas?

—Si tengo que irme, mi hermano llamó diciendo que viene en camino. No te importa que uses tu ropa, verdad, es que la mía está...

—Está bien, si quieres quédatela se te mira mejor a ti que a mí. —dijo sincero. Realmente Jimin se miraba lindo con su ropa.

—Gracias por el cumplido —Jeon abre la puerta para dejarlo salir, pero antes de que se fuera a su apartamento lo tomó de la cintura para recostarlo contra la pared de afuera— Me debes una mamada Park Jimin, espero que cumplas ese trato —susurro cerca de sus labios.

El mayor le sonrió coqueto, mirando los labios delgados del menor.

—Por supuesto que sí, yo siempre cumplo mis promesas y tratos. Ahora solo bésame porque me iré.

—Será un placer.

Jeon toma sus labios en un poderoso beso que hizo un chasquido perfecto. Sus lenguas se encontraron mientras disfrutaban de morderse los labios del otro, era como una mini guerra entre ellos. Realmente amaban estar cerca el uno con el otro, parecían no tener suficiente a pesar de su acción de anoche.

Jungkook aprieta sus nalgas sacándole un gemido al mayor, esto era la gloria.

—¡Park Jimin! ¡¿Pero qué demonios?!

Ambos se separan mirando ahí enfrente a Hoseok. Jimin tenía mucho que explicar.








Nos vemos pronto con el próximo capítulo. Las amo niñas.
🐻🍥🍓

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