𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝟮𝟰
⌜Una caricia de tu amor verdadero es como el cielo reemplazando algo maligno y dejándolo arder con prisa⌟
━Cherry - Lana del Rey.
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Rodó colocándose de costado, sus ojos se abrieron despacio encontrando otro cuerpo a su lado, este dormía boca abajo abrazando una almohada, su ancha y desnuda espalda era lo único que podía ver. Su mano se deslizó por entre las sabanas sintiendo la calidez de la piel. Todo se encontraba en completa tranquilidad. Se levantó con cuidado de no hacer ruido ni molestar. Somnolienta se dirigió a la cocina a por un vaso de agua, encendió las luces encima de la isla, se sirvió y bebió el fresco líquido notando algo extraño.
Ella no recordaba a JungKook quedándose a dormir a su lado.
Volvió a la habitación a pasos torpes, se sentía demasiado cansada. Lo normal después de un gran concierto, sobre todo del primero de muchos. Eso no quitaba que se sintiera agotada física y mentalmente como en ese instante, aunque algo no cuadraba. No.
—¿Kook? —su voz salió lejana, débil, como un eco que se perdía entre las paredes.
La cama estaba deshecha, el puesto donde se supone él debía estar durmiendo se encontraba vacío. Vislumbró la luz del baño encendida pensando que allí se encontraría, volvió a llamarlo un poco más fuerte aún sin recibir respuesta. Al entrar no encontró más que el vacuo y frío de la soledad. Su corazón empezó a latir desbocado, como advirtiendo algún tipo de peligro que ella no podía comprender por volverse más lentos sus movimientos.
Su rostro gira lento de costado, el reflejo del espejo le mostraba sus mejillas empapadas de lágrimas y en el umbral de la puerta más atrás la enorme figura de una persona que la hizo voltear rápidamente. Nada, no había nadie ahí. El pánico comenzó atacarla, hiperventilando despeinó parte de su cabello y a corridas que parecían solo detenerla intentó huir. Lo único que podía escuchar eran los latidos desenfrenados azotando y su agitada respiración.
Llegando al living de su casa volvió a ver la oscura figura parada entre las penumbras. La observaba con atención, analizándola, gozando del miedo latente de su víctima, con su macabra sonrisa surcando sus labios y esos afilados ojos oscuros que brillaban como si hubiera encontrado un gran tesoro del cual debía usurpar.
Youjin no apartó la mirada empañada de lágrimas de aquel ser que parecía acercarse sigilosamente; ella caminó hacia atrás procurando escapar sin importarle las consecuencias, la idea de encerrarse en el baño mientras llamaba a la policía cruzó rápidamente por su mente, tan solo el primer intentó por correr algo jaló su tobillo tirándola de bruces al suelo, el grito desgarrador de auxilio salió de su garganta mientras era arrastrada hacia su peor pesadilla.
El ensayo en el Tokio Dome iba bastante bien, la música estaba a tiempo, los bailarines iban sincronizados sobre el escenario, el clima templado ayudaba al ambiente ser menos pesado. A excepción de la cantante que no estaba dando lo mejor, apenas se movía, cantar lo hacía fallando determinadas notas en ocasiones llamando la atención del staff y algunos organizadores e incluso de los propios bailarines que se miraban entre si, extrañados ante la actitud tan perezosa.
Ensayar con Youjin siempre era una mezcla de profesionalismo y risas. Ella era esa energía vivaz que ocasionaba sonreír a todos. Solo que ese día en particular era todo automatizado, sin color, sin vida. La música se detuvo, pidió unos minutos de descanso y fue hasta el final el escenario donde tomó asiento mirando el lugar completamente vacío, desolado, disfrutando de la brisa y del cielo celeste con algunas nubes desdibujadas.
—¿Youjin? —Hoseok se acercaba, nada contento y Kira detrás— ¿Qué te pasa? —se acuclillo a un lado de la Idol queriendo ser comprensivo con ella, pero todo tenía un límite.
Youjin tan solo se encogió de hombros mirando hacia cualquier punto del enorme espacio. HoSeok miró a la mujer detrás, está solo negó sin saber lo que le ocurría a la chica. Youjin sabía que estaba siendo infantil, pero aquel sueño que tuvo no hizo más que ponerla en pausa, sobrepensando de más, sin poder dormir lo que restaba por temor a volver a soñar aquello que le dejo un mal sabor de boca. Se sintió real, por un momento pensó haber visto el rostro de su acosador, pero en el momento en que despertó, llorando e hiperventilando, olvidó mucho.
Se mentalizo, procurando seguir con el ensayo ya que ninguno tenía la culpa de su mal humor. Aún cuando todo se estuviera derrumbando debía dar lo mejor de sí misma, para que Bloom Cherry no decepcionará a sus fans. Bebió agua, escuchando los murmuros en reproche por parte de su manager. Tal vez luego se tomaría el tiempo de sentarse y escuchar a HoSeok, a darle la razón y seguir adelante para no enloquecer.
Cuando el ensayo general acabo sus ánimos seguían siendo los mismos, aunque bromear con los bailarines le fue fácil. Lo único que parecía animarle era que podría comer algo ligero antes de descansar previo a prepararse para el concierto de la noche. Intentó evitar todo contacto con alguien en particular que parecía estar pendiente y curioso. Así lo estaba desde que la vio en la mañana muy distante, ni sus mensajes le había respondido. Y aunque pensó que la presión la tenía estresada, JungKook sabía que había algo más. No era normal que Youjin lo ignorara por tanto tiempo.
Así que esperó hasta la tarde noche, viendo la oportunidad cuando la cantante estaba calentando su voz y los demás sumidos en los preparativos. Ingresó a la enorme habitación acondicionada para la comodidad de la artista, la sujetó de la mano llevándola hacia el rincón donde se ubicaba el perchero con los diferentes cambios de outfits para el concierto de modo que pudieran tener un poco de privacidad, por si alguien llegaba. JungKook sabía que se estaba arriesgando a qué los descubran, pero en ese momento le daba igual.
Solo quería saber que le ocurría a Youjin.
Suspiró, admirando la forma hastiada en el rostro de la Idol. Se acercó queriendo tocarla de forma amorosa a propósito para ver su reacción. Cuando ella se soltó despacio rechazándolo supo que lo que le ocurría era grave. Así que se cruzó de brazos, apoyándose de la pared mientras con sus dientes mordisqueaba los pellejos de su labio inferior y la miraba fijamente.
—¿Por qué el mal humor?
—Por que si.
—Esa no es una respuesta —Youjin bufó, rodando los ojos— puedes ser sincera y decirme la verdad.
—No pasa nada, JungKook, deja el drama, ¿si?
El tono irónico con que se dirigió a él no le gustó ni un ápice. Casi que le contagió su negatividad, así que cuando vio que ella se marcharía, la arrinconó contra la pared y su cuerpo no obteniendo respuesta de ella. Le sujetó el rostro, sus pulgares acariciando sus mejillas de forma suave, se inclinó un poco por la diferencia de altura y le besó la comisura de los labios tomándose su tiempo, su índice peinando unos pequeños mechones fuera de su peinado. Luego de no poder dormir, a la Idol se le había ocurrido matar el tiempo tiñéndose el cabello a un color negro azulado que le quedó más que increible.
—Dime, cariño, ¿qué pasa? —ella odiaba que él usará ese tono dulce y comprensivo. La hacia sentir culpable y estúpida.
—Si te lo digo vas a pensar que soy una idiota.
—No, no lo pensaré —murmuró, acariciando sus hombros y cuello— anda dime, ¿qué ocurre?
Youjin aspiró una gran cantidad de aire. Sus ojos comenzaron a nublarse a causa de las lágrimas recordando aquel sueño que la seguía atormentando, que le hacía imaginar otros tantos escenarios donde las personas que ella amaba salían heridas dejándola completamente sola.
—Soñé que… —su voz se sintió débil, tragó, intentando disipar el nudo en su garganta que ardía— desperté y estabas durmiendo a mi lado, todo parecía normal, incluso mi cansancio —su voz se volvió un hilo, se encogió en si misma sintiéndose protegida pero asustada, JungKook no detenía las caricias a su cintura y cuello como un modo de apoyo— luego recordé que no te quedaste conmigo y cuando fui a buscarte —cerró sus ojos recordando aquella figura negra, la sonrisa socarrona, la fuerza con que le hizo gritar mientras la arrastraba y lastimaba— No estabas ahí, no estabas y él me alcanzó.
Sollozó, estaba temblando, encogiéndose más todavía queriendo esconder su rostro entre sus manos. Arruinaría el maquillaje, pero en ese momento no estaba pensando más que en su ansiedad en aumento.
—Shh~, tan solo fue una pesadilla —consoló, apretándola entre sus brazos, no le gustaba verla así —Youjin, debiste decirme, debiste acudir a mí, prometimos contarnos cuando nos sintiéramos mal, buscarnos si necesitábamos ayuda.
Se separó un poco levantando la cabeza para mirarle con ojos entrecerrados y en tono de reproche le dijo.
—Tú no me buscaste cuando te dio tus alergias y crisis.
—No quería molestarte —suspiró, acariciándole la cabeza para besarle la frente después.
—Pues yo no quise hacerlo tampoco —refunfuñó, cruzándose de brazos aún estando en brazos de su guardaespaldas.
—No me digas que eres de esas que lo que sueñan, piensan que ocurren en la realidad —se burló. El bonito puchero en aquellos labios rosados le hizo saber que así era— ¿entonces si te engañó en tus sueños me dejaras?
—Y sabrás de lo que soy capaz.
—Yo soñé que el Idol ese con el que coqueteaste en tu primer concierto te pedía aparecer en su video musical y no me gustó para nada lo que hicieron —lo dijo con una seriedad que a Youjin le causó gracias.
—¿Pero salía muy bonita?
JungKook bufó, golpeando las paredes internas de su mejilla con la lengua, gesto que no pasó desapercibido por ella queriendo jugar un poco más, sin embargo, la respuesta del pelinegro la dejó absorta.
—Si, demasiado —su voz era ronca y grave— luego recordé que no debía ponerme celoso porque al final de día serás solo mía.
Y se abalanzó a esos labios carnosos que lo estaban tentando y que había extrañado besar. Sus ojos conectaron, coincidiendo en varias emociones a la vez, diciéndose mucho y nada. JungKook unió sus frentes de modo que podían mirarse fijamente, sostenía el rostro de Youjin sintiendo las manos de ella posarse en su pecho, muy cerca de su corazón, ese donde los latidos le traían algo de paz.
—Si llega ocurrir de nuevo, quiero que corras a mí —le susurró sobre los labios— yo estoy aquí, no me iré a ningún lado, cariño.
Y ahí estaba de nuevo el sentimiento de sentirse tranquila, de saber que contaba con él y que aparte de protegerla, estaría a su lado adorándola. Que con tan solo tenerlo cerca percibiendo su cálido aliento sobre su rostro o sus manos la aferraran a su anatomía, la forma en que la miraba o tocaba podía disipar todo mal, toda pesadilla y cualquier trago amargo.
—No quiero que te ocurra algo por mi culpa.
—Nada pasara, Youjin-ah, entiende que eres muy importante —besó su mejilla— seguiré enseñándote a defender, a ser más fuerte y pronto verás que podrás sola, ese sujeto no va poder contigo, confía en ti.
Suspiró, colocándose de puntitas de pie para acortar la distancia y besar sus labios anclándose de la nuca de este. Un beso dulce y lento que los mantenía en una burbuja invisible sin tomar en cuenta el alrededor. A Youjin no le importaba apenas haber calentado su voz, solo quería quedarse ahí casi colgada de la boca de su guardaespaldas, disfrutando del tacto en su espalda y cintura, sonriéndose sin darse cuenta que un tercero había llegado llamando a la Idol. Viendo aquella escena bonita que tan solo la hizo jadear de la sorpresa cuando entendió lo que eso representaba. JungKook fue el que se separó de inmediato alertando a Youjin. Ninguno sabía que decir, ni cómo reaccionar, habían sido tontamente descubiertos por Kira. Está solo se quedó estupefacta intentando analizar la situación.
—Podemos explicarlo —dijo Youjin con sus manos levantadas. Nunca había visto a su asistente tan pálida.
—Me van a explicar el porqué se estaban besando a escondidas.
—¿Qué?
Una cuarta voz se hizo escuchar, una masculina. Cuando voltearon a ver, el jefe de guardaespaldas, SungHoon estaba igual de estupefacto que Kira al escuchar eso. El hombre intuía que había cierta atracción entre el pelinegro y la Idol, pero que pasará a otro nivel. Jamás se lo hubiera imaginado.
—¡Esto va ser un escándalo! —dramatizó Kira llevando sus manos a su rostro obteniendo la atención de los tres.
—¡No! —se adelantó Youjin, aterrada y nerviosa— nadie tiene porque saberlo.
—¿Tienen una relación? —preguntó calmado SungHoon mirando seriamente a JungKook y este no dudó en contestar dejando pasmada a las otras dos.
—Si.
El silencio se vio opacado por el ruido del afuera, solo faltaban minutos para que Bloom Cherry saliera al escenario. Definitivamente se había vuelto una complicada situación. Kira tomó bruscamente del brazo a Youjin, empujándola para que termine de alistarse. Su maquillaje necesitaba de retoques, debía terminar de colocarse el calzado y calentar un poco más su voz, así como repasar algunos pasos junto a los bailarines.
JungKook se vio caminando tranquilo junto al mayor para ocupar su puesto, saliendo de la habitación que se había llenado de gente en algún momento. No quería dejar a Youjin sola y menos luego de esto. Por su culpa iban a regañarla, tal vez tendría represalias por no poder aguantarse hasta que todo terminara ante su preocupación. Se había dejado llevar y ahora debía aceptar cualquier consecuencia que viniera. solo evitaría que Youjin quedará pegada.
Caminó por el pasillo a paso rápido, manteniendo la cabeza gacha y con la capucha del hoodie cubriendo su rostro, o al menos, parte de ella por si se encontraba a alguien conocido a esas horas de la madrugada. Observó a los costados del pasillo al detenerse frente a la puerta de la habitación. Colocó la tarjeta magnética en la ranura eléctrica concediéndole el paso. Todo se veía en penumbras cuando cerró detrás, dejó sus zapatillas en un costado y se adentró con la ayuda de la poca luz del exterior que ingresaba gracias a las cortinas semi abiertas. La cama de sábanas blancas contenía un bulto que se movía por la tranquila respiración. Dejó su celular con la alarma puesta sobre una de las mesas de luz y abrió las cobijas metiéndose dentro amoldándose al cuerpo adormilado de Youjin que se había quedado dormida esperándole.
Despejó su cuello del cabello para besar la zona, sus manos sobre la cintura de la chica le permitieron acercarla más a su anatomía y fue cuando el pequeño respingo en ella causó que siseara avisándole que era él. Youjin giró entre sus brazos escondiendo el rostro en el cuello de este, olfateo su perfume disfrutando las caricias de las manos masculinas sobre su espalda.
—¿Qué te dijeron?
—No mucho, solo que ninguno está contento, ¿y a ti?
Youjin suspiró, acomodándose mejor de modo que su cuerpo se acopló al contrario.
—Kira se puso histérica, me dijo que éramos unos inconscientes, que no podía creer que sus sospechas fueran ciertas —JungKook sonrió— le hice prometer que no diría nada, pero está aterrada que los demás lo sepan.
—Sunbae también me dijo algo parecido —murmuró— solo que él me advirtió que desde ahora recae en mí lo que pasará.
A Youjin no le gustó como sonó eso. Se levantó de inmediato, encendiendo la luz de la veladora.
—¿Quieres terminar conmigo?
—¿De dónde sacas eso?
JungKook divertido, jaló el brazo de Youjin obligándola a qué se acostara de nuevo a su lado. La atrajo a su cuerpo para besarle el pecoso rostro sin maquillaje.
—Simplemente intentó decir, que de ahora en más, debemos ser más cuidadosos con lo que hacemos, precavidos.
—Kira y SungHoon podrían ser nuestros cómplices.
—No voy arrastrar a nadie, Youjin —habló tajante— en algún momento vamos a tener que enfrentar la realidad, si queremos seguir con esto que tenemos la agencia deberá saberlo y tendremos que tomar decisiones.
—Eso querrá decir que tal vez te echen del puesto, no podrás acompañarme como ahora, no tendremos tiempo de vernos...
JungKook la interrumpió robándole un beso.
—Mientras eso no ocurra, simplemente disfrutemos de esto.
Ella estaba de acuerdo con eso.
—Que rápido te convencí —se mofó, metiendo sus tibias manos por debajo de la tela del hoodie del pelinegro sintiéndolo tensarse. Subió despacio por su marcado abdomen, admirando la reacción de este al detenerse en su pecho donde los latidos de su corazón eran acompasados— ¿no quieres tener sexo?
JungKook suspiró, queriendo apartar las manos femeninas, pero disfrutando del tacto.
—No.
—¿No? —Youjin sonrió, juguetona queriendo hacerle cambiar de parecer, así que comenzó a besar la piel de su cuello, a acariciarle el torso escuchando la respiración del chico agitarse un poco a cada segundo. Se miraron, JungKook atrapando los labios de Youjin en un beso fugaz y profundo que le quitó el aliento.
Las cosas se habían volteado cuando el cuerpo masculino apretó el femenino contra la cama. Pero de nuevo, el objetivo principal de JungKook no era el mismo que el de Youjin.
—Hoy no —suspiró, acomodándola entre sus brazos— debes descansar, tuviste un día demasiado agotador y mañana será otro.
Youjin refunfuñó, aumentando sus ganas de destrozarlo, por lo que rodó dándole la espalda, aún así JungKook se las ingenió para abrazarla y mantenerla muy cerca mientras intentaban conciliar el sueño.
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