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La euforia de algunos fans por ver a Cherry presentarse en una de las radios más famosas de la ciudad de Nueva York se hizo sentir en el instante en que salió del lugar luego de su entrevista. Ahí estaban esperándola unos cuantos a cierta distancia para no importunar su mínimo espacio, pero como era de esperarse, la cantante avanzó a ellos cumpliendo por unos minutos con fotos, firmando autógrafos o discos, cruzando palabras y agradeciendo a cada uno su infinito amor. En esos momentos, no se le cruzaba por la cabeza ser el blanco perfecto para algún tipo peligro o su sasaeng.
Era demasiado imposible que hasta otro país pudieran seguirla, ¿no?
La próxima parada, era un evento por la apertura del nuevo local de Moschino, un pequeño desfile y posterior un cóctel dónde varios artistas de la industria se encontraban invitados. Cherry asistió junto a Kira y JungKook, la parte irritante para él eran las fotos, los flashes y el ritmo tan acelerado con el cual se estaban llevando las cosas. Ni siquiera tuvo tiempo de descansar como era debido puesto que habían vuelto a las cinco de la mañana, lo que les alcanzó para tomar un buen baño y un café bien cargado.
Para suerte de ambos, nadie se dio cuenta de su escapada y quedaron en que sería un pequeño secreto que los acercó un poco más. Excepto, por Youjin que volvía a mostrarse lejana con JungKook, sobre todo al encontrarse a su amigo Mingyu quien acaparó toda la atención de la Idol. Mentiría si dijera que no le pasó nada, tal vez debió considerar el hecho de admitir cierta cuestion confusa enmarañada a su pecho que quería acallar. Así que con su mejor cara de poker se mantuvo a lado de ella y de Kira con quién conversaba a veces, al menos pudiendo distraer la mente.
Al momento de volver al hotel, la emoción de Youjin por despedir a unas conocidas hizo que trastabillara con sus propios pies —en tacones de diez centímetros— y terminara lastimándose la rodilla al intentar subir a la camioneta. Dentro lloriqueo sintiendo un dolor tolerable al ver cómo la herida sangraba un poco. Kira le reprochó su torpeza mientras el guardaespaldas se atrevió a sujetar su pierna colocando el pie arriba del asiento quitándole el tacón antes. Tan solo sentir su cálido tacto alrededor de su piel la erizó por completo, ¿por qué debía ser tan lindo cuando ella intentaba olvidarlo?
Se dejó llevar por él hasta el salón cerrado del hotel notando que iba a cojear, tomó asiento en uno de los sillones blancos esperando a que Kira llegara con algunas cosas para desinfectar y cubrir la herida que se veía fea a simple vista. Dedujo que le quedaría un hematoma por mucho tiempo y eso significaba mucho maquillaje.
—¿Te duele? —asintió a la pregunta de su guardaespaldas.
Desde su posición podía verlo acuclillado frente a ella, sosteniendo su pie descalzo sobre su fuerte muslo, logrando que los largos dedos acariciándola enviaran fuertes señales de electricidad a toda su columna. Si Kira no llegaba rápido, cometería alguna locura. La de besarlo como en la madrugada quiso y se contuvo por su estúpida promesa de no seguir a su corazón.
—Aquí está —colocó la pequeña caja de emergencia sobre el sillón— estoy en una llamada importante, JungKook, hazte cargo.
Kira se alejó, bajo la mirada atónita de Youjin y con JungKook disponiéndose a curarla sin problemas.
«Concéntrate», pensó, suspirando al ver que el alcohol embebido en la gasa iba en pequeños toquecitos sobre la zona lastimada. «Maldición», ¿cómo pretendía mantener la calma si él la sostenía con firmeza y soplaba su piel para que el ardor cesará? JungKook se estaba esmerando mucho en limpiar y desinfectar la herida, con cuidado y delicadeza, colocando una bandita de Hello Kitty para cubrir al terminar. Sonrió, al escucharla lloriquear viéndose tierna ante sus ojos.
—Tranquila, ya está —tomó sus manos, ayudándola a levantarse. La sostuvo de la cintura con sus rostros demasiado cerca que podían sentir la respiración tibia del otro.
—Gracias —susurró ella, débil por mantener los ojos en los de su guardaespaldas y no bajar a los labios rosados de este. Se soltó, alejándose un poco, revuelta.
—Hey, ¿qué pasó?
Voltearon, viendo a la nueva presencia acercarse. Youjin contenta por verlo llegar, JungKook borrando su sonrisa en cuanto escuchó la manera en que Yoongi llamó a la Idol.
—¿Qué paso, gatita?
—Me lastime, gatito.
Quiso reír, le parecía una escena sumamente estúpida, incluso la manera tan melosa en que ella le contesto. Por lo que se limitó a guardar y ordenar lo usado en la caja y lo demás para desechar.
—No te preocupes, amigo, desde ahora me encargo yo —expresó Yoongi, con chulería hacia el pelinegro.
—Gracias, Kook. Puedes descansar.
Ni siquiera se atrevió a devolverles el saludo. Tan solo se marchó a su habitación a esperar próximas indicaciones.
Para cuándo la noche llegó, JungKook se había despejado un poco en la cena en compañía de YuGyeom, Hyeon y Dahyun, la idea de salir a conocer las calles de Nueva York se había vuelto demasiado tentadora para pequeño grupo. Kira le había comentado que el productor Min había llegado de sorpresa porque tal vez habría alguna negociación sobre una futura colaboración con algún artista yankee. Eso lo entusiasmaba por la cantante, sabía que Youjin haría un excelente trabajo convirtiéndose todo un éxito y él estaría ahí para apoyarla.
A pesar de estar cansado y con sueño, dormir se le estaba dificultando bastante. Suspiró, agarrando su celular de la mesa de luz encendiendo la pantalla, se metió a redes sociales para matar el tiempo, encontrando que el Instagram personal de la cantante y que solo familiares y amigos más íntimos sabían, tenía varias stories. Entró, espiando las imágenes que parecían haberse sacado desde una discoteca o eso parecía por las luces y los tragos sobre una mesa, no se veían rostros ni tampoco menciones. Salió de la aplicación para entrar a la de kakao. Por un momento dudó en enviarle a la chica un mensaje, pero al momento en que iba apretar la opción enviar preguntándole alguna tontería, la llamada entrante por parte de Kira le hizo tener un mal presentimiento.
—Vaya, eso fue rápido, ¿te desperté?
—No, estaba viendo una película.
—¿A las dos de la madrugada?
—Y eso es relevante para ti, por qué.
—Lo siento —escuchó el suspiro cansino del otro lado— no deberías asombrarte por lo que te diré —ahora fue él el que suspiró escuchando lo siguiente— Youjin no aparece. No está en su habitación. Yoongi me dijo que la dejó en la puerta cuando volvieron del estudio de grabación, fui a verla porque no me contestaba los mensajes, se me hizo extraño ya que estaba en línea y me preocupa que le haya pasado algo.
—¿Avisaste a alguien más?
—No.
Eso lo sorprendió.
—¿Por qué?
—Si alguien más se entera que Youjin escapó quién sabe a dónde, se enteraran en la agencia y eso no le conviene. Eres el único en quién confío, JungKook, y a juzgar por los demás, Youjin también lo hace.
—¿Lo hace?
—Si —no entendía el comportamiento de la cantante— te espero en el Hall, hay alguien que nos llevará.
—Espera —se levantó, tomando asiento sobre el colchón— ¿sabes dónde está?
—Tengo mis maneras. Apresúrate.
Fastidiado de la situación se vio vistiéndose rápidamente para alcanzar a la mujer afuera del edificio. Una camioneta los esperaba para llevarlos al sitio donde se suponía Cherry se encontraba. No era tan lejos del hotel así que se les hizo fácil llegar, lo único molesto fue tener que ingresar a la discoteca exclusiva e intentar encontrarla. Tarea que no fue tan difícil para JungKook cuando la ubicó muy cariñosa en brazos de quien reconoció como Kim Mingyu, Idol y mejor amigo de la cantante.
Las palabras del manager de esta vinieron a su mente: "cuando aparezca otro bonito espécimen masculino que le guste a nuestra Cherry. Jeon JungKook pasará a ser solo un gusto". ¿Qué tanto debía dejar ser a lo que estaba sintiendo sí lo único que tenía era indiferencia por parte de ella? ¿Que podría esperar de Youjin si se iba con otro? Sabía de sobra que él fue el primero en poner un stop. Se estaba arrepintiendo. De eso, de todo. De no ser lo suficientemente fuerte como para mantenerse profesional cuando sus pies se postraron frente a la parejita.
Mingyu sabía lo que a Youjin le sucedía con su guardaespaldas y como caso perdido, con alcohol en sangre, le pareció muy divertido jugar un poquito con la cordura de los demás. Así que fingió no haberlo visto, aferrando a la chica a su cuerpo haciendo pasar como si estuvieran haciendo otra cosa que claramente a JungKook no le gustó. Sin embargo, se contuvo al ver llegar a Kira quien si fue capaz de separarlos de forma bruta. Youjin no sabía dónde meterse, qué cara poner sabiendo que se había metido en problemas, pero en su defensa, haber visto a su guardaespaldas más temprano cenar en la compañía de su equipo, dos a dos, como si fueran parejas la nubló por completo a la hora de pensar con racionalidad.
Ambos no lo admitirían, pero tenían las mismas emociones lo que ayudaba a complicar las cosas.
—¿Qué diablos pretendes? —vociferó Kira más que molesta. La música a todo volumen les impedía escucharse con claridad.
—No era necesario que vinieran —miró de mala manera al pelinegro detrás— se pueden ir.
Hizo el intento de alejarse, pero la mano ágil de JungKook le impidió siquiera hacer tres pasos. Youjin tragó al ver la tosquedad en el rostro masculino, podía apostar a que estaba enojado, muy molesto y eso en el fondo... le gustaba, «masoquista resulte», se dijo a si misma en su interior. Jaló su brazo obteniendo más fuerza del contrario.
—¿Puedes soltarme?
—Cuando estemos camino al hotel lo haré.
No elevó su voz, pero fue lo suficientemente firme y fuerte para darle escalofríos. Volteó, mirando a Kira, está de brazos cruzados hablaba muy seria con Mingyu y otra chica más que conocida en el mundo del Kpop que los acompañaba. Parecían querer convencer a la mujer para que dejarán a Cherry seguir por unas horas más, pero lo único que lograrían es que aquella salida se diera a conocer por malas lenguas malinterpretando sino se marchaban de una vez. Desde minutos atrás, había un grupo que parecía presenciar interesante la escena y el tenso momento quitando fotos.
Youjin chilló cuando se vio siendo empujada hacia la salida sostenida por JungKook, sin embargo, logró soltarse para volver a su puesto. Algunos de seguridad aparecieron a pedido del dueño de la discoteca -amigo de los idols- pues estos los escoltarían a la puerta trasera para no seguir llamando la atención.
—¡Youjin, no lo repetiré!
Rodó los ojos ignorando el pedido del guardaespaldas y en segundos se vio de cabeza cargada como una bolsa de papas sobre el hombro de JungKook. Atónita por la acción no sabía si seguir gritándole barbaridades o sostenerse la falda para que no se le viera nada. No podia creer el descaro de este, la forma tan fácil en que la sostenía y la tocaba. Al salir al exterior, la bajo acorralándola contra la puerta de la camioneta y su cuerpo. Ambos respirando agitados.
Youjin por la sorpresa y la adrenalina.
JungKook por las emociones que se agolpaban en su pecho.
La tensión entre los dos era tan palpable que los de atrás solo se mantenían alejados observando la escena tan dramática de un kdrama romántico, en silencio. JungKook no pudo evitar mirarla fijamente, con la loca intención de besarla por el escaso espacio entre sus cuerpos y Youjin sabiendo perfectamente lo que estaba causando en el otro.
—Deja de meternos en problemas.
Sonrió ladina, queriendo provocarlo un poquito más, susurrándole sobre los labios.
—Hare lo que quieras si me sueltas.
Ella se estremeció al escucharlo gruñir tan bajito a la vez que su cuerpo vibró tenso. Sin darse cuenta lo estaba llevando al límite.
Cerró los ojos para por lo menos reducir su dolor de cabeza ante el tremendo reproche de su asistente. Fue una muy mala idea dejarse llevar por las palabras de Mingyu, por ir a esa discoteca sin permiso y para peor, alimentar el enojo de JungKook quien apenas piso el hotel desapareció hecho una furia. Estaba demasiado molesta también, la manera en que la cargo como si nada, delante de todo el mundo, de sus amigos, como si tuviera el derecho de hacerlo cuando fue él quien la rechazó. Quiso largarse a llorar por sentirse tan confundida y estúpida, por sus arrebatados sentimientos que no querían desaparecer y por él que la confundía con cada cosa que hacía.
Asegurándose que Kira no la descubriera salió de la habitación, dirigiéndose hacia la del guardaespaldas, no se quedaría con el meollo en medio de su pecho, se lo haría saber. Tocó el timbre al costado de la puerta, minutos después lo hizo por segunda vez, le importaba mierda si lo despertaba, estaba demasiado encabronada para decirle algunas cositas. Minutos más tarde, la puerta se abrió, Youjin se tragó su enojo al ver a JungKook agitado sosteniendo una bolsa en su mano de esas que ayudan en una crisis de ansiedad.
—¿Estás bien? —lo empujó dentro, preocupada obligándolo a sentarlo a los pies de la cama.
—Asma —logró decir él.
Viéndose algo desesperada y sumamente preocupada abrió todavía más las puertas corredizas del balcón dejando entrar más aire, fue hasta la mesa de luz donde vio el inhalador y volviendo junto a él lo obligó aspirar tres veces. Lo ayudó frotando su espalda suavemente, a inspirar y exhalar lentamente hasta que logró respirar por si solo, proveyendo de agua fresca y suministrándole unos medicamentos.
—¿Mejor? —asintió, estaba algo pálido y sudoroso. Peinó algunos mechones hacia atrás dejando aquel rostro varonil expuesto— no debiste cargarme como lo hiciste.
—No debiste desobedecer —su voz se escuchó ronca y grave.
—No estaba haciendo nada malo.
Se levantó, cruzándose de brazos y conteniendo las lágrimas.
—Escaparte en medio de la noche, no avisar a nadie estando en un país extranjero y ponerte en peligro no te parece malo —el JungKook vulnerable de hace minutos desapareció siendo suplantado por el intimidante— Sabes que eres una figura pública, ¿qué pasaría si alguien los hubiera reconocido? ¿o si sacaron fotos o alguna grabación? A la agencia no le va gustar nada.
—Solo era una salida de amigos —se excusó— nada malo pasó.
—Porque nosotros llegamos.
Sino mantenía la calma, obtendría otra crisis.
—Youjin, no entiendo porqué haces esto.
Suspiró, harta de sentir lo que sentía.
—No, tú eres el que no entiende —ante el silencio, se vio obligada a proseguir— solo quise reunirme con amigos, nada más —mintió. Jamás le volvería a decir que la forma tan estúpida de querer olvidarlo era esa— ¿quieres que haga algo por ti?
—Si, cuidarte Youjin, eres valiosa, no arruines todo lo que has construido por una tontería.
No supo si sentirse indignada o triste. Si para él sus sentimientos eran una tontería, lo mejor sería que cada uno siguiera su camino.
Por separado.
El viaje de regreso a casa no fue más que incómodo para JungKook, si antes Youjin se mostraba lejana, está vez ni siquiera le dirigió la palabra mientras que a su productor le sonreía fácilmente, ni siquiera una sola mirada luego que lo acompañó en su crisis de asma y hasta se quedó a su lado cuando logró dormirse. ¿Le dolía? Claro que sí, pero estaba más que seguro que estaba haciendo lo correcto, que tal vez ella merecía algo mejor que una persona problemática como él, ¿Qué podría darle a una chica como ella que lo tenía todo? ¿Qué diferencia habría si le abría su corazón? ¿Y si el que se lo rompía era él?
«Ya es tarde», se dijo a si mismo al entender que aquel asunto confuso en su corazón, eran marcados sentimientos hacia la cantante. Unos que lo aterraban bastante. No obstante, eso se vio opacado por el escándalo que se desató en la agencia al salir algunas fotos de Bloom Cherry en una disco de Nueva York, cuando se supone que estaba en medio de promociones por su nuevo disco. Tuvo una fuerte represalia por parte del CEO y su manager, debían comprar con una suma gigante de dinero a algunos sitios para que no se difundieran y hubieran malos entendidos. Lo que duró poco, ya que otra polémica más grande surgió de inmediato acaparando los sitios de internet.
—JungKook —SungHoon se acercó al chico— Sihyuk te manda a llamar. Quiere que vayas a su oficina.
Desde hacia minutos atrás se había percatado de las miradas de todos los trabajadores que se cruzaba en el camino, miradas de curiosidad y cuchicheos. Ignoró todo aquello porque pensó que nada era referente a él, pero el semblante de su superior no hizo más que preocuparlo y luego la sonrisita de YuGyeom al llegar a su lado.
—¿Así que te irás y nos dejaras? ¿me convertiré en tu nuevo guardaespaldas?
—¿De qué estás hablando?
SungHoon miró con reproche al azabache, este más que divertido ignorando a su mayor se acercó a su compañero para mostrarle las noticias.
—¿Acaso no has visto las redes? —JungKook más que confundido, negó aún sin entender— eres famoso, amigo.
Ninguno salía de su asombro. Ni de como lo señalaban. Youjin se detuvo al ver a los tres hombres unos metros más adelante, JungKook dándole la espalda imposibilitándole ver su reacción.
Su rostro estaba en todos los portales de noticias.
Había más fotos de él, demasiados comentarios alabándolo y queriendo saber su identidad o sobre sus redes sociales. Lo querían a él.
Y aunque para JungKook fue un shock en el momento, para Youjin lo fue el doble cuando se enteró, horas más tarde, que ya no sería su guardaespaldas.
Antes que nada, quiero agradecer a mi linda sister liveforjk por hacer el edit tan hermoso del Dispatch con el encabezado. Love ya 💕
En el próximo capítulo, habrá sorpresita 😌😏
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