O18
( CAPÍTULO DIECIOCHO )
¿por qué?
LAS PALABRAS HAN DEJADO SU cuerpo. Se queda parada allí, palideciendo más con cada segundo. Se ha quedado completamente congelada, ciertamente atacada por el brebaje caótico de la decepción, el disgusto y el enojo. Cada músculo de su cuerpo ha quedado inhabilitado, ella no encuentra la capacidad de mover siquiera una extremidad. Sabe, con clara certeza, que debe actuar, más su cuerpo la traiciona -no sería la última ni la primera vez-, y no coopera.
En aquellos momentos, la decepción es la emoción más dominante en su ser. ¿Cómo podría Dina hacerle eso a Ellie? ¿Su Dina?
Tras algunos momentos -que pasa como espectadora horrorizada de la escena-, su cuerpo da una sacudida y sus capacidades motrices retornan. Únicamente se aclara la garganta. Las dos figuras sufren sobresaltos; la separación es inmediata. Talia encaja la mandíbula, tiene el estómago hecho un desastre a causa del torbellino de emociones que le azotan.
"¡Talia! Yo . . ."
"No digas nada, Dina. Ven conmigo".
"Talia . . ." comienza Jesse.
"Ahora no. Venga, Dina".
La cara de su hermana se contorsiona, saca a la superficie sus sentimientos nerviosos y temerosos. Es el mismo semblante que surgía cuando eran niñas y Talia tenía que reprenderla.
De pronto, Ellie y Lev se aproximan a ellos. Al darse la vuelta Talia ve la mirada interrogativa de la ojiverde y la confusión en la cara de Lev. Ella niega la cabeza hacia ellos, intentando aligerar la situación, aunque su expresión estoica y mandíbula apretada daban a conocer que algo no estaba bien.
Talia agarra a Dina del brazo y la lleva a uno de los númerosos baños del teatro, bien alejadas de los demás. Desde el momento en que cierra la puerta, Dina empieza a soltar y tartamudear palabras.
"Es que yo . . . creía que . . . no sabía . . ." dice atropelladamente.
"Basta. Me vas a escuchar". Espeta Talia. Dina frunce los labios, apoyándose del lavabo y soltando un suspiro.
Talia empieza a caminar lentamente por la habitación, con las manos en las caderas y el ceño más fruncido que nunca. Estaba tratando de organizar las ideas en su mente, intentando averiguar cómo y qué le diría a Dina.
"No hagas eso, sabes que me pone nerviosa". Se queja Dina, frotando el puente de su nariz.
"Qué bueno". Responde Talia, haciendo contacto visual con su hermana. "¿Cómo, Dina? ¿Cómo se te ocurre hacer eso, traicionar a Ellie de esa manera?". La expresión de enojo presente en su rostro se mezcla con una de decepción y angustia.
Dina baja la cabeza. "Yo . . . no sé en qué estaba pensando, no debí . . . pero . . ."
"Cuando nos reencontramos pensé, 'oh, vaya, mi Dina es tan madura'. Estaba encantada con la forma en la que te manejabas, como actuabas. Me hacía sentir orgullosa de ti y de mí misma", hace una pausa, negando con la cabeza. "Ahora no estoy tan segura de ello".
"Tal . . ."
"Quiero decir, sé que . . . sé que fue difícil perder a nuestros padres y no sabes lo jodidamente complicado que fue criarte, Dina. Traté de hacerlo bien, pero al final yo también era una niña. Pero lo intenté, puse todo mi esfuerzo en no solo enseñarte a sobrevivir aquí afuera, sino en que también te convirtieras en una persona decente en este mundo de mierda". Su voz se rompe, pero ella no se permite soltar ni una lágrima en aquel momento. Se aclara la garganta, retomando el control de sus emociones.
"Yo estoy arrepentida, Tal. . . Sé que no debí, lo siento . . ."
"No es conmigo con quien deberías disculparte. Tampoco creo que una disculpa vaya a arreglar la situación".
"Solo quiero decir— no quise decepcionarte, yo sé que estuvo mal y haré las cosas bien, ¿okay? Lo prometo". Dina le toma de las manos.
Talia la mira fijamente por unos segundos y aleja sus manos, ocasionando una mueca de dolor en el rostro de la otra. Entonces dice:
"Al menos eres consciente de lo que has hecho y de que está bien jodido", suelta un suspiro. "Ellie está sufriendo, Dina. Esto es lo último que ella necesita. ¿No pensaste en eso?".
Dina no responde, simplemente se frota los ojos.
"¿Y te gustó el beso?" Continúa Talia, enarcando una ceja.
"¿Qué? Por favor, Tal . . ."
"¿Tú todavía lo quieres?".
Los ojos de Dina se salen de sus órbitas por unos momentos. "Yo. . . Talia . . ." Titubea.
"¡No deberías dudar! Tu respuesta debería ser no, alto y claro". Talia no se cree lo que está ocurriendo.
Dina se pasa una mano por la cara.
"Lo quiero escuchar de ti", Talia se acerca más a ella. "¿Estás enamorada de Jesse?".
Dina no responde, evitando la mirada de Talia, quien espera impaciente, tamborileando los dedos en sus caderas. Aquellos segundos de silencio parecen eternos. Talia ladea la cabeza, urgiendo a Dina a hablar.
De repente, Dina se gira y le da la espalda. Talia empieza a escuchar unos bajos sollozos y la ve cubrirse la cara con las manos.
"Sí . . . yo lo quiero, sigo enamorada de él". Responde Dina con voz pesada.
"Dios mío, no puede ser . . ." Talia se lleva una mano a la frente y empieza a caminar por la habitación. "¿Y todo esto con Ellie qué fue? ¿Acaso alguna vez sentiste algo por ella?".
"Estaba sola . . . Me sentía mal y Ellie estuvo ahí. Me empezó a gustar, yo . . . creí que estaba enamorada de ella, pero era sólo una atracción. Yo lo extrañaba tanto Talia . . . ¡Tal vez solo sea eso . . . tal vez solo estoy confundida . . . !"
"¿Así que has estado usando a Ellie?" La voz de Talia se alza.
Dina no para de llorar. Talia se apoya en la pared, maldiciendo todo lo que se le viniera en mente. Se siente terrible por Ellie, quien se nota enloquecida por Dina, y con todo lo que había pasado con Joel y Tommy . . . Una ruptura no le haría para nada bien.
Talia odia ver a Dina llorar, le hace querer acercarse y consolarla, protegerla como siempre había hecho, pero no podía; Dina la ha cagado y tiene que lidiar con ello.
No debo ceder.
Se acerca a Dina, intentando no transmitir tristeza o pena alguna en su rostro.
"Debes terminar con Ellie", le dice. "Tú no la amas".
La cabeza de Dina se alza inmediatamente, sus ojos castaños eran tan grandes como platos y tan relucientes como el cristal. Su labio tiembla peligrosamente mientras empieza a sacudir la cabeza, un frenesí impuro creciendo en sí misma.
"Talia, no, solo tengo que descifrar lo que siento . . ."
"¿Y qué pretendes, eh? ¿Continuar jugando con ella? No puedes seguir lastimándola, no puedo . . . no puedo dejarte. Se honesta con ella, Dina, o lo seré yo".
Dina se limpia parte de sus lagrimas y frunce el ceño. "¿Y a ti desde cuándo te importa tanto Ellie?" Las lágrimas resumen el recorrido por sus rojas mejillas. "Sí, sé que estuve mal y me arrepiento . . . lo hago . . . ¿pero ahora eres su defensora o qué? ¡La última vez que las vi apenas cruzaban palabra!".
"¡Las cosas han cambiado!" Espeta Talia con una fuerza vocal que no sabe que tiene.
Dina se echa para atrás, asombrada ante el tono de aquella respuesta.
"Es que no me lo creo", Talia se ríe, corta y secamente. "Espero que estés diciendo toda esta mierda por el embarazo. Ya me escuchaste. Actúa rápido".
La cara de Dina se contorsiona y las lágrimas vuelven a aproximarse con fiereza hacia el exterior. "Lo siento mucho . . . oh, soy una mierda . . ." Logra Talia escuchar antes de salir.
Afuera, se recuesta contra la pared, lleva las manos a su cabeza y suspira repetidas veces. Intenta aguantar el deseo de ablandarse y consolar a Dina. No lo haría.
Aquella conversación había sido la más psicológicamente exhaustiva que había tenido en un largo, largo tiempo.
LIVING DEAD
Por cierto, en el capítulo anterior dejaron muchos comentarios, y eso me puso extremadamente feliz. No saben lo tanto que importan sus comentarios, especialmente para escritores desconfiados como yo. Me la pasé sonriendo como una idiota, gracias. <3
Como siempre, gracias por leer.
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