Five:Chemotherapy
Maela Potter hizo una mueca de dolor cuando la enfermera le colocó la aguja en su antebrazo. Hoy comenzaba su primera quimioterapia, y realmente no sabía cómo sentirse. Estaba asustada, pero a la vez decidida a hacerlo.
La enfermera le dio una pequeña sonrisa mientras seguía con su trabajo. Maela volteó a ver a su hermano, quien estaba más nervioso que ella, lo que la hizo reír un poco.
A su alrededor, sus amigos más cercanos estaban allí para apoyarla. Fred y George Weasley, con su habitual energía y bromas, intentaban animarla. Ron y Ginny estaban a su lado, sosteniendo sus manos, mientras Hermione leía en voz alta un libro de aventuras para distraerla. Blaise Zabini, aunque más reservado, le ofrecía palabras de aliento y una mirada comprensiva.
Maela sentía una mezcla de emociones. La quimioterapia era un camino incierto y aterrador, pero tener a sus amigos y familia a su lado le daba fuerzas. Sabía que no estaba sola en esta batalla.
El doctor Walter entró en la sala con una sonrisa tranquilizadora. "Maela, estás en buenas manos. Vamos a superar esto juntos", dijo con confianza. Maela asintió, sintiendo un poco de alivio al escuchar sus palabras.
Mientras el tratamiento comenzaba, Maela cerró los ojos y se concentró en las voces de sus amigos, dejando que su amor y apoyo la envolvieran como un cálido abrazo. Sabía que, sin importar lo que viniera, tenía un equipo increíble a su lado.
Después de la quimioterapia, Maela y los chicos se dirigieron a la Madriguera. El viaje fue tranquilo, con Fred y George contando historias divertidas para mantener el ánimo alto. Al llegar, fueron recibidos por el cálido aroma de una comida casera que llenaba el aire.
Molly Weasley estaba en la puerta, esperándolos con una sonrisa radiante. "¡Maela, querida!" exclamó, envolviendo a la pelirroja en un abrazo fuerte y reconfortante. "Estamos tan orgullosos de ti. Eres increíblemente valiente."
Maela sintió una oleada de emoción y gratitud. El abrazo de Molly era como un bálsamo para su alma, y las palabras de ánimo le dieron fuerzas renovadas. "Gracias, Molly," susurró, sintiendo que las lágrimas amenazaban con brotar.
Dentro de la casa, la mesa estaba llena de platos deliciosos: estofado de carne, puré de papas, verduras frescas y, por supuesto, el famoso pastel de melaza de Molly. Todos se sentaron alrededor de la mesa, disfrutando de la comida y la compañía.
Ron y Ginny se aseguraron de que Maela tuviera todo lo que necesitaba, mientras Hermione y Blaise conversaban sobre los últimos avances en medicina mágica. Fred y George, por supuesto, no dejaron de hacer bromas, logrando arrancar sonrisas y risas a todos.
Maela se sentía abrumada por el amor y el apoyo de su familia y amigos. Aunque el camino por delante era incierto, sabía que con ellos a su lado, podía enfrentar cualquier cosa. La Madriguera, con su calidez y amor, era el refugio perfecto para recargar energías y prepararse para lo que viniera.
494 palabras
Espero y les guste
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