𝟬𝟭𝟳
Pov. Taehyung
Me despierta el sonido de un trueno. Me toma un momento darme cuenta que no estoy soñando. Anoche me folle a mi hermano. Y nunca había sido tan feliz. La culpa nunca llega a mi. Pero el miedo si. Si alguien nos llega a descubrir...
No creo ser capaz de vivir con lo que le pueda pasar a Hobi. Yo puedo cuidarme a mi mismo, pero Hoseok, él no merece que nada malo le pase. Su cuerpo desnudo y agotado descansa junto a mi. En algún punto durante la noche giro hasta que quedó recostado sobre su estómago, luce tan malditamente tierno cuando duerme. La habitación sigue un poco oscura, pero puedo distinguir sus facciones fácilmente. Sus pestañas oscuras abanicadas sobre sus bonitos pómulos. No puedo ver sus diminutas casi transparentes pecas sobre sus naricita en la oscuridad, pero sé que están ahí. Pero lo que atrapa mi atención, son sus labios en forma de corazón. Rojos, esponjosos y perfectos.
Mi pene ya esta erecto y listo para otra ronda, pero no sé cómo se sienta Hoseok esta mañana. Tal vez él si sienta arrepentimiento. Si lo siente, respetaré eso. Lo amo y no quiero que sienta que cometió un error. Para mi se siente como todo menos como un error. Siento como si finalmente hiciera algo bien y para mi. No más complacer padres, entrenadores, compañeros o novios que no amo. Tener a Hoseok es egoísmo puro. He sucumbido ante lo que más quiero en este mundo.
Y se siente jodidamente increíble.
Muevo su cuerpo hasta que esta descansando en su espalda y empiezo a besar sus clavículas.
Empieza inocente, pero después estoy mordiendo y chupando. Sus gemidos se vuelven más altos, señal de que ha despertado. Cuando sus dedos se hunden en mi cabello, me alientan a seguir. Haciendo mi único propósito llenar su piel de tantos chupetones como pueda.
- Creí que despertarías arrepentido de lo de anoche.- Me dice, su voz ronca por el sueño.
Libero su piel de mis dientes. - Tu estas arrepentido de lo de anoche?
- Diablos, no.
- Yo tampoco. Quiero más. - Beso su piel hasta llegar a su ombligo. - Te lo dije, que si alguna vez te tenía me volvería loco. Te lo advertí, Hoseok.
Él se ríe. - Ya era hora de que te pusieras a mi nivel.
Muerdo su piel y él jadea. Abriendo sus muslos, separo sus nalgas para mi. Incluso en la baja iluminación, puedo ver que sigue rojo de todo lo que tomo anoche. El deja salir un gemido cuando beso su entrada. Su esencia se quema en mi memoria. Quiero que se grabe en mi cerebro para nunca olvidarla.
- Estás adolorido? - Pregunto antes de recorrer mi lengua a lo largo de su apertura.
Él se estremece. - S-si.
- Quieres que me detenga?
- Nunca.
Usando mis pulgares mantengo abiertos sus cachetes, exponiendo su delicada piel rosa. Hermoso. Empiezo a juguetear con él usando la punta de mi lengua, hasta que esta retorciendose y jalando mi cabello. Cuando llevo mis boca a sus testículos y succiono, sus rodillas intentan cerrarse, pero las separo y vuelvo a devorar su entrada.
- Oh Dios. - Grita. Su cuerpo no se mantiene quieto y empieza a tener espasmos mientras lo hago llegar al orgasmo solo con mi lengua. - Te necesito.
Beso su cuerpo hasta llegar a su cuello, donde pego mis dientes inmediatamente. Jalo dolorosamente su piel antes de dejarlo ir. - Tu pequeño culo esta demasiado lastimado.
Hoseok se queja. - No me importa. Te necesito, Tae. Te irás el lunes y necesito cada segundo que pueda estar contigo.
Froto mi miembro contra la piel sensible de su apertura. - Estas seguro?
- Si.
Tomando mi pene en mis manos lo guío para juguetear en su resbalosa entrada antes de entrar suavemente. Él presiona sus dientes pero no hace ni un solo ruido de protesta mientras entro por completo. Su cuerpo está jodidamente apretado. Tengo la urgencia de venirme y acabo de entrar en él. Sin nada.
- Anoche fuimos descuidados. Debería usar un condón.- Pero no estoy pensando claramente porque no hago movimiento alguno por ir por uno. Empiezo a deslizarme lentamente adentro y afuera de él.
- Me gusta sentir todo de ti.
Mi pene se estremece por sus palabras.
- Podrías quedar embarazado, Hoseok.
Una dulce sonrisa eleva sus labios. - Y eso sería malo?
Imágenes de su abdomen hinchado con nuestro bebé -otro Kim en este mundo- son suficientes para que deje de ir lento. Lo embisto rápido y duro, desesperado por llenarlo. Es lo peor que podría pasar y aún así no puedo quitarme la idea de quererlo. Me vengo con un gemido, mi semen llenando a mi hermano.
Descuidado.
Arriesgado.
Malditamente estúpido.
Y aún así estoy feliz.
Me deslizo fuera de él, semen empieza a salir de su cuerpo. Semen que pertenece justo donde lo deje. Usando mis dedos recolecto lo que se salió y trato de regresarlo dentro de su cuerpo. Su culo está aún más rojo después de la follada que recibió.
- Fue Yoongi. - Él exhala. - Follamos. Pero él terminó conmigo.
Le lanzo un mirada furiosa. - ¿Qué?
- Nadie nunca lo sabrá.- Su sonrisa es traviesa.
Mi corazón se tranquiliza cuando entiendo lo que quiere decir. Mentiría para protegerme. Para protegernos.
- Te amo, pequeño.
Él se ríe y es hermoso. Mi hermano ha luchado contra la depresión su vida entera. Y en los tiempos donde debería de sufrir más, después de la muerte de nuestros padres, esta radiante. Gracias a mi. Gracias a lo que nos convertimos. Hoseok tenía razón.
Nuestro amor, sin importar que tan enfermo le parezca a otros, es nuestra cura.
☽
La lluvia cae sin descanso, pero después de una ducha, donde me folle a mi hermano contra la pared del baño, ambos decidimos visitar la tumba de nuestros padres. Sostengo el paraguas sobre Hoseok mientras él se agacha a poner una rosa amarilla en cada tumba. Una vez que esta satisfecho, se levanta y se abraza a mi cintura. La lluvia golpea el paraguas y y cae de forma diagonal, mojando nuestros jeans. Hace frío y es ridículo estar afuera, pero ya estamos aquí. Y ninguno de los dos tiene prisa por irse.
- Sus muertes nos acercaron. - Él dice. - Digo, yo siempre estuve enfermo, deseando que fueras mío. Pero tu? No creo que tu hubieras venido a mi si ellos no hubieran fallecido.
Hago una mueca y lo acerco más a mi. Me gusta pensar que eventualmente iría hacia él, pero en el fondo sé la verdad. Hubiera hecho lo que todos esperaban de mí, casarme con Jungkook y quedarme con él por la culpa.
- Estoy aquí ahora. - Murmuro, besando su cabeza. - Qué crees que mamá y papá pensarían de nosotros?"
Hoseok suspira. - Creo que no lo aprobarían.
- Pero mamá quería que encontrará el verdadero amor.
- Es verdad.- Él admite. - Pero te hubiera golpeado la cabeza con un bate al descubrir que es de su bebé de quien estas enamorado.
Inclinando la cabeza beso su cuello. - El destino nos dio unas cartas horribles para jugar, pero encontramos una manera de ganar.
Él se recuesta contra mi pecho. - Cuando termines la universidad el próximo año, hay que irnos lejos de aquí, donde nadie nos conozca.
- Me gusta la idea. Aunque definitivamente no a Montana.
Lo siento temblar y no sé si es por el frío o por el hecho de que ahí podríamos ir nuestras vidas enteras a prisión por lo que estamos haciendo. Eso es tan jodido. En la mañana saqué mi laptop y le mostré porque es tan importante mantener nuestra relación en secreto.
- Hoseok? - Murmuro mientras deslizo mi mano hasta los anillos de su collar. - Lamento ser tan egoísta.
Su mano cubre la mía. - No eres egoísta.
- Debería haberte dejado salir y tener citas, vivir tu vida normalmente.
Él se gira para verme directamente, sus cejas funcidas en molestia. - Nunca fui feliz, Taehyung. Nunca. En el momento en que las cosas empezaron a suceder entre nosotros, encontré esperanza. Cuando cruzamos esa línea con besos y caricias, estaba aterrado de que pensaras que todo era un error. Ahora que hicimos el amor, soy en verdad feliz. No quiero normalidad. Te quiero a ti.
Beso su boca. - Me tienes. Y siempre me vas a tener porque nunca te voy a dejar ir.
☽
- Amo esta parte.- Dice Hoseok, hablando de la película.
Mi mano esta bajo su suéter, acariciando flojamente su pezón. Succiono su cuello, sin duda dejando una marca, y me río. - Yo también amo esa parte.
Después de visitar a nuestros padres, nos pusimos ropa cómoda y decidimos ver una película en el sótano porque la televisión es más grande ahí. Este sillón alberga bonitos recuerdos para ambos. Recostarme aquí con él, sin ninguna preocupación en el mundo, es el mejor sentimiento. Nuestras piernas enredadas juntas. Y aunque ambos estamos usando pants, nuestros pies están desnudos. Me gusta acariciar sus pies pequeños y suaves con los míos que son más grandes. La verdad es, que podría pasar el resto de mi vida y aquí abrazándolo. Nunca había estado tan relajado.
- A dónde quieres ir a comer después de la película? - Pregunto dándole un apretón a su pezón entre mis dedos. Mi miembro esta duro, pero no lo presiono con tener más sexo. Sostenerlo entre mis brazos es suficiente para mí.
- Me haces comer demasiado.- Se queja riendo.
Mi mano viaja a su abdomen plano y le hago cosquillas en sus costillas. - Eres demasiado delgado. Te voy a engordar.
Él se gira y parpadea sus ojos hacia mí. Sus gruesos labios estan separados, rogando por un beso. Inclinandome, beso sus labios suavemente al inicio. Pero en en momento en que meto mi lengua a su boca, Hoseok se vuelve salvaje. Un gemido sale de su boca y gira su cuerpo hacia el mío. Meto mi mano a sus pantalones de yoga y ropa interior y aprieto su glúteo con una mano. Deja salir un gritito cuando paseo mi dedo entre sus nalgas. Estamos jugueteando el uno con el otro y besándonos y cuando lo escuchamos.
Un portazo.
- Hoseok! Taehyung! - La voz de la tía Hyuna es estridente cuando nos llama desde arriba.
Cómo si una corriente eléctrica fuera la responsable, nos separamos de un salto. Hoseok se aleja al final del sillón y arregla su ropa. Tomo un cojín del sofá para intentar tapar mi erección.
- Estamos abajo! - Le llamo.
Los labios de Hoseok estan rojos por los besos. Mierda.
La puerta del sótano se abre violentamente y escuchamos los pisotones en la escalera. Mi corazón está acelerado, pero me las arreglo para mirar tranquilamente la televisión.
- Estamos viendo una película, por si tu y el tío Dwan quieren unirse.- Le digo sobre mi hombro. - Acaba de empezar.
Puedo sentir la mirada de la tía Hyuna clavada en mi cabeza.
- El retiro fue un fiasco? - Pregunta Hoseok. - Creí que volverían el lunes.
- El orador se enfermó, así que decidimos regresar a casa a sorprenderte. Imaginate nuestra sorpresa cuando llegamos y encontramos que Taehyung ya estaba aquí. Creí que tenías un juego en Alabama. - La voz de la tía Hyuna es cortante y puedo escuchar las acusaciones que sé que me quiere gritar. Sé que ustedes dos están follando.
Separo mis ojos de la pantalla y miro a mi tía sobre mi hombro. Es delgada y bonita, sus ojos negros iguales a los de mamá me miran llenos de ira. Se parecen tanto que a veces me duele verla. - El entrenador me bancó.
Su expresión se suaviza y sus cejas dejan de estar fruncidas. - Por qué, Tae?
- He estado jugando de la mierda, y esta enojado.
- Es entendible. - Dice ella. - Perdiste a tus padres. Lo harás mejor el próximo año.
- Tal vez.- Murmuro.
- Tu entrenador es un imbécil -Se queja Hoseok. - Él no sabe lo que se siente. Por lo que hemos pasado.
La tía Hyuna suelta un suspiro pesado. - Basta de esta plática tan triste. Volvimos para celebrar tu cumpleaños y eso es lo que vamos a hacer. Estamos aquí todos juntos. Qué quieres hacer, cariño?
Hoseok me mira y sonríe. - Quiero comer parrillada BBQ.
- Otra pelea de lodo? - Juego con él.
Él se ríe. - No. No será al aire libre, gracias, pero hay un lugar en la calle principal que en verdad quiero probar. Tienen un toro mecánico.- Su risa es escándalosa.
La tía Hyuna se estremece cuando lo escucha reírse. Le tomo desprevenida. Es un recordatorio de que Hoseok no se ríe mucho normalmente.
Yo logré esto.
Yo le hice bien.
Estamos haciendo lo correcto.
Nadie tiene porque saberlo.
Le guiño un ojo en su dirección. - Huelo un desafío.
- Su tío Dawn era competidor en el rodeo cuando estaba en la universidad.- Nos dice la tía Hyuna orgullosa. - Apuesto a que él querrá ser parte de este desafío.
- Dame veinte minutos para estar listo y pueden apostar lo que quieran. - Dice Hoseok con una gran sonrisa.
Levanto las mangas de mi camisa y flexiono mis bíceps. - El tío Dawn no tiene estos bebés. No me voy a caer de ese toro.
La tía Hyuna se ríe. - Oh, por favor, niño. Dawn se ha sostenido a mi durante todos estos años. A veces necesitas más que músculos, necesitas determinación.
Llevo mi mirada hacia mí hermano. - Yo también soy determinado.
☽
Los cuatro estamos sentados en una mesa y nos estamos riendo. La tía Hyuna tenía razón. El culo viejo del tío Dawn nunca se cayó de ese toro. Yo fui un cercano segundo lugar gracias factor músculos. Hoseok se cayó inmediatamente y la tía Hyuna nunca participó.
Pero escuchar la risa de Hoseok ha sido el verdadero premio de la noche. Y no sólo para mí. La cara usualmente amargada de la tía Hyuna se ha mantenido brillante y sonriente. Por un momento, somos capaces de actuar como una familia. Me recuerda a cuando saliamos con mamá y papá.
- Nunca te he visto rechazar una margarita. - Le digo a la tía Hyuna, observando como esta bebiendo agua esta noche. Usualmente en la cena, toma al menos vino.
Su sonrisa se hace más grande y mira al tío Dawn. - Bueno, queríamos esperar hasta que pasara el primer trimestre, pero... Estoy embarazada. Finalmente.- Se limpia algunas lagrimas que se espacan de sus ojos.
- Un primo. - Digo con una sonrisa.
- Esto es emocionante! - Exclama Hoseok. Estira su mano para apretar la de la tía Hyuna. - Estoy tan feliz por ustedes.
-Esperamos que sea niño. - Nos dice el tío Dawn.
- Pero estaremos feliz con una niña también.- Enmienda la tía Hyuna.
- Voy a conseguir un trabajo en cuanto salga de la escuela para consentir al bebé con mucha ropa. - Dice Hoseok.
La tía Hyuna sonríe. - No necesitas un trabajo. La universidad ya es lo suficientemente difícil por si sola-
- No voy a ir a la universidad.- Interrumpe Hoseok.
Y así de fácil. La tensión entre ellos está de regreso.
- Por supuesto que irás a la universidad.- La tía Hyuna endereza su columna y mira duramente a mi hermano.
- Quiero ir a la escuela de belleza, como mamá. Ella amaba su trabajo.- Hoseok se remueve en su asiento y pongo mi mano sobre su muslo bajo la mesa, acariciandolo con mi pulgar, dejándole saber que lo apoyo en lo que sea que decida.
- No seas ridículo, Hoseok.- La tía Hyuna le riñe. - Tu madre sufrió toda su vida para llegar a fin de mes. Irás a la universidad y conseguiras un buen trabajo como tu tío Dawn y yo lo hicimos.
Quiero gritarles que Hoseok no tiene porque hacer nada, porque yo cuidaré de él, pero me muerdo la lengua. Los secretos se deben de mantener así, secretos.
- Ahora no es el momento para hablar de eso.- Digo cortando cualquier argumento. - Es el cumpleaños de Hobi y no lo vamos a molestar con pláticas de su futuro.
Desafío a mi tía con la mirada. Sus fosas nasales aletean con furia, pero no dice otra palabra al respecto.
La comida llega y platicamos de temas más simples mientras comemos costillas y macarrones con queso.
- Estoy lleno.- Se queja Hoseok mientras se palmea su inexistente barriga.
- Supongo que tendrás que bajar la comida bailando.- Le digo juguetonamente. - Sabes bailar?
Hoseok sonríe de lado. - Con Kim Momo como mi madre? Nunca tuve la oportunidad de no aprender a bailar. Creo que primero me enseñó a bailar y después a caminar.
Me levanto de mi asiento y le ofrezco una mano. La tía Hyuna ve mi mano como sí fuera una serpiente venenosa pero no dice nada. Siento que en el fondo, ella sabe, pero no tiene pruebas de que mi pene ha estado adentro de su sobrino menor. El tío Dawn ni siquiera nos pone atención mientras toma su cerveza.
Hoseok toma mi mano y me da una sonrisa traviesa a juego con el fuego en su mirada. Lo guío a la pista de baila, lejos de nuestra mesa. Ninguno de los dos es fan de la música country, pero el ambiente me hace recordar a mamá y a papá. Incluso con todos sus dolores de espalda, papá se levantaba y bailaba con mamá. Momo y Heechul Kim estaban hechos el unos para el otro, tanto así que dejaron este mundo juntos. Como Romeo y Julieta. Siento que Hoseok y yo también estamos hechos el uno para el otro. Y me me negaría a vivir una vida sin él.
Tomo su delicada mano en la mía y las elevo a nuestro lado. Después, pongo mi otra mano en su espalda, justo bajo su axila. Él descansa su otra mano en mi hombro. La canción es rápida, así que empezamos a movernos. Primero estamos descoordinados, pero después encontramos el ritmo. Mis ojos nunca abandonan los suyos y su sonrisa es toda para mi. La pista esta llena, pero fácilmente nos maniobramos entre otras parejas que están haciendo rutinas más complicadas. Bailo y bailo con él, una y otra vez, perdiendonos en nuestro mundo.
Cuando empieza una canción lenta, jalo a Hoseok hasta una esquina, detrás de otras parejas, lejos de los ojos de la tía Hyuna. Abrazo a mi hermano a mí, beso su cabeza y meso nuestros cuerpos. Hoseok se relaja en mi abrazo y deja que yo guíe nuestro baile.
Esta noche eligió una bonita camisa con estampado de flores, y unos pantalones entalladisimos. Si no estuviéramos rodeados de tanta gente, encontraría la manera de meter mis manos en su pantalón para sostener su trasero. Desafortunadamente, no estamos solos y tengo que conformarme con esto.
Hoseok se acerca a mi hasta que nuestras bocas están a centímetros de distancia. Podría besarlo sin ser descubierto, pero es demasiado riesgoso. Mi mirada cae en sus labios y tengo que ignorar la manera en que quiero chupar su labio inferior.
- Te amo. - Me dice lo suficientemente alto como para que lo escuche sobre la música.
- Yo también te amo, pequeño. Desearía que la vida fuera diferente.- Mis ojos se pasean por una pareja besándose cerca de nosotros. - Desearía que pudiéramos tener eso. Un amor abierto y libre.
Él sacude su cabeza. - Nos quiero así. Esto es suficiente. Lo que tenemos es más que suficiente. Tenemos suerte de al menos tener esto.
Acaricio su espalda.- ahora que ella está en casa no sé cuántos momentos libres vayamos a tener.
Él frunce el entrecejo y asiente. - Lo sé. Encontraremos la manera. Una vez que me gradue encontraremos una solución.
- Voy a pasar todo el verano aquí. Cada minuto lo pasaré contigo.
Eso me gana una hermosa sonrisa. - Ven a mi habitación en la noche, ya que se hayan dormido. Podemos ser silenciosos.
Llevo mi mano a su trasero y le doy un apretón rápido. - Usualmente gritas cuando tienes mi verga dentro de tu pequeño y apretado culo. Suena como una mala idea.- Le guiño el ojo.
Hoseok se muerde el labio y levanta una ceja. - Podrías poner algo en mi boca para mantenerme callado. - Después talla su cuerpo a propósito contra mi adolorido pene. - Puedo estar calladito para ti.
Pegando mis labios a su oreja, lamo su lóbulo antes de susurrar. - Eres un chico malo, Kim Hoseok.
- Tu chico malo.
El resto de la noche, no puedo sacarme la imagen de silenciar los gemidos de mi hermanito poniendo mi polla en su boca. Es un chico malo, malo. Lo amo, especialmente cuando se porta mal.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro