FUEGO Y SANGRE
ACTO I: LA PRINCESA DRAGÓN

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CAPÍTULO XLIX:
El gusano blanco y sus pajaritos

━━LE DEBO MI AGRADECIMIENTO, MAESTRE GERARDYS ━━dice Daemon, su voz resonando con una autoridad velada bajo un tono de sincero reconocimiento.

━━Es mi deber servir a la familia real.

La respuesta del maestre es simple, pero Daemon entiende el significado oculto en ella. Es evidente que, para el maestre, la verdadera familia real no era otra que los partidarios de Rhaenyra, y no el séquito de Alicent y Otto. Esto no pudo sino infundir en Daemon una silenciosa satisfacción, pues sabía bien que el maestre era un hombre de vasto conocimiento y sabiduría. Sin pronunciar cuestiones innecesarias, el maestre puso manos a la obra, suturando y tratando las heridas y contusiones del prisionero de Dorne, cuya vida pendía de un hilo, pero que debía mantenerse con vida para revelar quién tiraba de las cuerdas en esta oscura trama. Y la presencia de Dayne y Martell, aunque desconocidos para el maestre, no fue impedimento para llevar a cabo su labor con pulcritud y destreza.

Mientras tanto, Ser Arryk, envuelto en ropas sencillas y un manto amplio y discreto, se encargó de escoltar al maestre de regreso a las entrañas de la Fortaleza Roja. Daemon, junto a Andros y Samwell, permaneció en la modesta habitación alquilada a la regente de una de las casas de placer de la Calle de la Seda, donde el prisionero yacía inconsciente, sumido en un sueño profundo inducido por la leche de amapola.

━━¿Y qué haremos con él? ━━inquirió Samwell━━. Si llega a recobrar sus fuerzas, no cabe duda de que intentará escapar. Y nos veremos obligados a someterlo a una paliza nuevamente para impedirlo.

━━Hoy nos reuniremos con mis informantes. Quizás no tengamos que lidiar con él por mucho tiempo más ━━responde Daemon, volviéndose hacia Andros━━. ¿Hay noticias del príncipe Qoren?

Andros y Qoren intercambiaban cartas mediante cuervos personales, de algún modo mágico vinculados exclusivamente a sus dueños. No volaban de castillo en castillo, sino de un propietario al otro. Daemon no comprendía la naturaleza de esta conexión, pero tampoco se sorprendía. Si él podía estar vinculado a un enorme dragón, ¿por qué los Martell no podrían estarlo a los cuervos?

━━Ha enviado algunos topos dentro de las casas de los principales adversarios de los Martell ━━informa Andros.

━━Jordayne, Yronwood y Blackmont ━━asiente Daemon.

━━¿Cuándo nos dirigiremos a tu informante? ━━pregunta Samwell con impaciencia.

━━Pronto, Ser Dayne. Al caer la noche.

Con la hora del búho desplegándose sobre Desembarco del Rey, Daemon también aguardaba con impaciencia el encuentro con Mysaria y su red de espías, quienes prometieron compartir información sobre el señor de los enigmáticos mercenarios sin lengua, quizás para asegurar su silencio eterno o para ocultar secretos más oscuros.

La reunión se llevaría a cabo en el laberinto de placeres clandestinos que eran los burdeles de la capital, un refugio donde la información fluía tan libremente como el vino. Con la luna como única testigo, Daemon y Samwell se adentraron en el corazón de la ciudad, dejando a Andros la ingrata tarea de vigilar al prisionero.

Aún en el albor de la misión, Andros no pudo contener su descontento. ━━¡Oigan, quizá después quería divertirme en uno de los burdeles! ━━protestó Andros━━. Y aquí me dejan, varado con este mudo.

Daemon, esbozando una sonrisa que mezclaba picardía y burla, replicó━━: Como si no hubieras pasado ya por todas las putas en Desembarco del Rey cuando viniste aquí para la boda de Rhaenyra ━━dijo Daemon, recordando las historias sobre las legendarias andanzas amorosas del príncipe dorniense.

Andros, lejos de amilanarse, insistió con un brillo travieso en sus ojos━━: Bueno, en estos meses seguramente habrán aparecido caras nuevas.

━━Tú eres la cara nueva, Andros. Si los susurros llegan a esparcir rumores sobre un dorniense merodeando por Desembarco del Rey, solo complicará nuestro asunto ━━habia dicho Daemon, con un gesto de paciencia infinita.

━━¿Y Samwell no es también un dorniense? ━━interpeló Andros, buscando alguna inconsistencia en el argumento del valyrio.

━━Cierto, es dorniense. Pero uno que parece confundirse fácilmente con un hombre de las Tierras del Oeste o del Valle de Arryn. Sabes bien a qué me refiero, Andros. Tu presencia es más llamativa de lo que convendría en estos momentos ━━suspiró Daemon, revirando los ojos.

Daemon y Samwell se dirigieron al burdel «Perla Azul», donde estaba prevista la reunión con Mysaria. Y con el ingenio afilado de quien camina sobre el filo de una espada, Daemon se esforzaba por convencer a las conocidas prostitutas de que su presencia no era más que otro de sus habituales recorridos libertinos, un capricho del Príncipe Canalla que el matrimonio no había logrado domeñar. Los rumores que flotaban como sombras entre las risas y los murmullos ─que ni la fiera damita de los Velaryon había logrado amansar al príncipe─ le carcomían por dentro mientras apretaba los dientes. Sin embargo, no podía contradecirlos sin revelar sus verdaderos motivos en aquella visita.

Así pues, adoptó el papel que se esperaba de él, sumergiéndose en el desenfreno y la irreverencia. Con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos, abofeteaba juguetonamente los traseros desnudos de las prostitutas y lanzaba chistes obscenos que resonaban en el aire cargado de olores fuertes y vino dulce con toques a ciruelas, cerezas y a roble oscuro. El único consuelo que halló fue en la expresión de desaprobación y repulsión apenas contenida del Dayne, quien rechazaba cortésmente las atenciones de las mujeres que se sentían atraídas por su atractivo y fuerza. Esta resistencia elevó el ánimo de Daemon, recordándole que no todos se dejaban arrastrar por la corriente de los placeres mundanos. Finalmente, llegaron a una estancia privada, donde los esperaba Mysaria.

Daemon comprendió que poco quedaba de la mujer que había dejado atrás aquella noche fatídica. Ahora, ante él, Mysaria vestía un sobrio vestido negro de mangas largas y cuello alto. Sus largos cabellos rubios, ahora recogidos en un moño refinado y adornado con una red negra tachonada de rubíes, hablaban de una modestia recién adquirida. Incluso su mirada había cambiado; si antes era seductora, ahora sus oscuros ojos eran evaluadores. Al verlos entrar, Mysaria se levantó con gracia y ejecutó una reverencia de una elegancia que habría sido digna de una dama de la corte.

━━Buenas noches, mi príncipe ━━saludó, dirigiendo su mirada hacia Samwell━━. Bienvenido a Desembarco del Rey, Ser Dayne. Es un gran honor conocer al mismísimo Espada del Alba, el caballero más fuerte de Dorne.

Daemon y Samwell intercambiaron miradas cargadas de sorpresa y curiosidad. Daemon, con la naturalidad de quien se siente en su elemento, se dejó caer en un sillón de aspecto regio, e hizo un gesto invitando a Dayne a tomar asiento. Sin embargo, Dayne, con su férrea determinación, permaneció de pie, como un centinela inflexible. Daemon apenas se encogió de hombros, redirigiendo su atención completamente hacia Mysaria.

━━No hemos cruzado caminos en menos de un año y ya has cambiado mucho, Mysaria ━━comenta Daemon, cruzando las piernas con una teatralidad que subrayaba su dominio del espacio.

━━Esa noche cambió todo no solo para ti, mi príncipe ━━responde ella serena y en control de sí misma, mientras se acomodaba en una silla con la gracia de una reina en su trono.

Daemon arqueó una ceja, una expresión que mezclaba escepticismo y genuino interés. ━━¿De verdad? ━━inquiere él, con su tono afilado como una daga bien templada━━. ¿Y qué te llevo a abandonar tu anterior, digamos, vocación?

━━Me cansé de ganar solo unas pocas monedas vendiendo mi cuerpo, mi príncipe ━━responde Mysaria, con una sinceridad que cortaba el aire.

━━Vender información resultó ser mucho más rentable, ¿no es así?

━━Exactamente ━━concede la ex bailarina lysena, con una tranquilidad que hablaba de su nueva posición en la vida.

Con una pizca de ironía, Daemon continúa━━: He oído que te han dado un nuevo apodo, Miseria. El Gusano Blanco, ¿no es así?

━━No todos tienen tanta suerte con los apodos, mi príncipe ━━Mysaria alzó ligeramente el mentón, como si, a pesar de todo, el alias fuera una insignia de honor.

━━Es cierto. Espero que no tengamos que pagarte con sangre ━━dice, esbozando una sonrisa que pronto se desvaneció, dejando paso a un semblante más serio━━. ¿Qué deseas a cambio de tus servicios?

La pregunta quedó suspendida en el aire, un recordatorio de que cada movimiento tenía su precio. Daemon esperaba que Mysaria pidiera dinero, quizás mil dragones de oro o algo parecido. Con esa suma, uno podría vivir cómodamente durante muchos años. Pero le sorprendió que en la mirada de Mysaria centelleaba una chispa de ambigüedad.

━━Seguridad ━━responde ella finalmente.

━━¿Seguridad? ━━repite Daemon dubitativo.

━━Sí, Daemon. Resulta que ser una puta es mucho más seguro que comerciar con secretos e intrigas ━━declara Mysaria, con su tono impregnado de una mezcla de resignación y desafío que no pasó inadvertida para el príncipe.

Daemon la contempló, evaluando las implicaciones de sus palabras. ━━Entonces, ¿no necesitas dinero ahora?

━━No tanto como protección.

Daemon piensa sobre ello; no podía simplemente prometerle protección a Mysaria sin conocer el alcance de lo que había descubierto sobre el intento de asesinato de Aliandra. Sin embargo, era consciente de que sus opciones eran limitadas.

━━¿Cuántas personas necesitas? ━━pregunta Daemon.

━━No menos de cincuenta. Tengo suficientes informantes en Desembarco del Rey y otras partes del reino como para que algunos de ellos necesiten protección ━━responde ella, cada palabra medida para revelar la magnitud de su red sin mostrar debilidad.

━━Oh no, querida mía. Por ahora, te asignaré veinte personas y solo para aquellos de tus espías que se encuentran en la capital. Y si tu información resulta útil, consideraré proporcionarte más hombres.

Mysaria, reconociendo la oferta como un primer paso en una larga danza de alianzas y maquinaciones, asintió con una humildad que no ocultaba su entendimiento del juego. ━━Está bien ━━aceptó, con sus palabras cargadas de una aceptación estratégica.

━━Pasemos al asunto pertinente ━━interviene Samwell con impaciencia━━. Necesito saber quién estuvo detrás del atentado contra la vida de mi sobrina.

━━No puedo afirmarlo con certeza. Pero la mayoría de mis fuentes señalan que un tal Larys Strong recurre con frecuencia a los servicios de los Asesinos Silenciosos. Este es un selecto grupo de mercenarios que carecen de la lengua y que están altamente capacitados en diversas técnicas de combate y sigilo ━━responde Mysaria.

━━¿Estás segura, Mysaria? Es una acusación grave que arroja sombra no solo sobre él sino también sobre el Consejo Privado, donde su padre, el Consejero de Edictos, tiene asiento ━━Mientras hablaba, Daemon se levantó de su sillón con un movimiento rápido y comenzó a pasearse por la estancia, su mente trabajando con la precisión de un reloj en la oscuridad.

━━Hasta donde sé, el hijo menor de Lord Strong no parece tener mucho aprecio por su padre ni por su hermano mayor ━━Mysaria arruga el ceño, como si recordara algo desagradable━━. Su carácter dista mucho de Harwin el Quebrantahuesos. Además, numerosas chicas se quejan de que el joven Strong tiene unas preferencias muy extrañas en la cama.

Daemon, interrumpiéndola con un gesto de impaciencia, replicó━━: No necesitamos escuchar habladurías sobre su vida sexual. Entonces, existe una alta probabilidad de que los Asesinos Silenciosos fueran pagados por Larys Strong. Pero, ¿qué ganaría él con éso? Su padre ha estado brindando un gran apoyo a Rhaenyra últimamente, y su hermano está loco de amor por ella.

━━Quizás se trate de una iniciativa proveniente de alguien superior, y Larys solo cumple el papel de ejecutor ━━sugiere Mysaria, encogiéndose de hombros con una expresión de misterio.

━━¿Otto Hightower? ━━aventura Daemon de inmediato.

━━Mis pajaritos me han contado que últimamente Larys ha estado manteniendo conversaciones a menudo con Su Majestad, la reina Alicent, en el Jardín Real ━━menciona ella con cautela, mirando a su alrededor como si las paredes pudieran tener oídos.

Daemon no podía creer lo que escuchaba. ¿Podría esa modesta oveja de Alicent, que ni siquiera se atrevía a mirar a Rhaenyra, haber orquestado este atentado? Quería averiguar más de Mysaria, pero por su expresión entendió que no obtendría más de ella. Ya se había arriesgado bastante al implicar indirectamente a la reina en el intentó de asesinato a la heredera de Dorne.

━━Gracias ━━le dijo, arrojándole una bolsa de oro que ella atrapó hábilmente con una mano━━. Los hombres para tu protección llegarán en no menos de diez días. No confío en la Guardia de la Ciudad de Desembarco del Rey, así que tendrás que esperar a mis hombres de Rocadragón.

━━Gracias, mi príncipe ━━responde Mysaria, haciendo otra reverencia.

Samwell y Daemon abandonaron el burdel.

━━¿Y qué haremos ahora? ━━pregunta Samwell sombríamente, consciente de lo complicada que era la situación.

Si la Mano del Rey estuviera involucrado, podría bastar con su ejecución o al menos su destitución. Pero si realmente la reina Alicent estaba detrás de todo esto, revelar este secreto podría desencadenar una guerra con Dorne.

━━Visitemos al hermano de Larys Strong ━━responde Daemon, dirigiéndose hacia los barracones de los Capas Doradas.

Rápidamente encontraron a Ser Harwin, quien, al reconocer a Daemon, los invitó de inmediato a su dependencia.

━━¿A qué debo el honor de una visita tan tardía, mi príncipe? Espero que todo esté en orden ━━inquiere Harwin, sirviéndoles una jarra de cerveza en rústicas jarras de madera a él y a Samwell━━. Disculpen la falta de refinamiento.

━━Tengo algunas preguntas sobre tu hermano menor ━━dice Daemon sin rodeos, tomando un sorbo de su jarra.

━━Nunca antes nadie había venido a hablarme sobre Larys ━━declara Harwin, su voz resonando con un tono afable mientras se inclinaba ligeramente hacia adelante, como invitando a Daemon a compartir los secretos que parecían danzar en el aire entre ellos━━. Verá, no somos muy cercanos, mi príncipe. ¿De qué se trata?

━━No puedo revelarte la totalidad de la verdad en este momento, Ser Harwin ━━replica él, con su voz modulada para transmitir tanto la urgencia como el misterio que rodeaban su misión━━. Solo puedo decirte que lo que nos ocupa concierne directamente a la seguridad de la princesa Rhaenyra.

Daemon menciona a Rhaenyra deliberadamente, consciente de los sentimientos afectuosos que el caballero alberga por ella. A diferencia de Cole, Ser Harwin nunca se impuso a Rhaenyra, por lo que ni Laenor ni Daemon se sentían molestos por su presencia. La inquietud que se refleja en la mirada de Harwin le confirma a Daemon que ha dado en el clavo.

━━¿Está mi hermano amenazando de alguna manera a nuestra princesa? ━━pregunta Harwin en un susurro.

━━Solo sospechamos de su posible vínculo con un desagradable incidente ocurrido en Dorne, mientras la princesa estaba de visita en Lanza del Sol ━━responde Daemon, evitando dar una respuesta directa.

━━¿Y cómo puedo ayudar en este asunto? Apenas tengo contacto con Larys.

━━Solo quería saber... ¿Acaso su hermano ha estado pasando tiempo en compañía de nuestra reina?

Harwin se enfrasca en una profunda meditación y Daemon observa atentamente el conflicto que se refleja en su rostro. Esa vacilación es, por sí sola, un indicio claro que reafirma las palabras de Mysaria. No obstante, Daemon decide esperar a escuchar lo que Harwin tiene que decir.

━━He oído que mi padre no está contento con la frecuencia con que últimamente se ha visto a la reina en compañía de Larys. Eso es todo lo que puedo decir, mi príncipe ━━responde el caballero con un suspiro pesado.

━━Sé lo difícil que es ir en contra de la familia, Ser Harwin. Te agradezco la sinceridad. Buenas noches.

Daemon y Samwell se retiran, dejando a Harwin sumido en sus pensamientos y en un estado de confusión.

━━Regresa con Andros y que él le transmita lo que hemos descubierto a Qoren ━━instruye Daemon a Samwell━━. Pero por favor, que el príncipe no tome ninguna acción decisiva por ahora. No tenemos pruebas concretas, solo rumores y especulaciones.

━━Por supuesto ━━responde Samwell con un asentimiento.

Daemon continúa su camino hacia la Fortaleza Roja, reflexionando: «Rhaenyra no estará nada feliz al enterarse de que Alicent podría estar implicada en este asunto. Por los dioses, indudablemente necesitaremos el cerebro de mi prima Rhaenys y la Serpiente Marina para desenredar este complicado embrollo», piensa Daemon, sintiendo una creciente irritación mientras se dirigía a sus aposentos.

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