❪ ⛓️💥 ❫ 022: Rhaenyra.
FUEGO Y SANGRE
ACTO I: LA PRINCESA DRAGÓN
🏰🔥👑🗡️🌊
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CAPÍTULO XXII:
Grietas
RHAENYRA SE SIENTA en la cabecera de la mesa, recibiendo felicitaciones y deseos de una feliz vida conyugal de los señores y damas de la corte. También escucha los innumerables cumplidos sobre su vestido y joyas que las nobles damas le otorgan. Rhaenyra observa atentamente las miradas, buscando aquellas dónde brillan la admiración sincera, y también aquellas dónde había una envidia negra. Y había mucho de qué envidiar.
Su vestido para la recepción de hoy fue confeccionado durante casi tres semanas. Solo su vestido de novia había tardado un mes y medio en hacerse. Mañana iría al altar de la ceremonia con los colores de los Targaryen, pero su vestido de hoy lo dedicó en memoria de su difunta madre. El diseño del vestido era tal como le gustaría a Aemma Arryn; una amplia falda de varias capas de seda, un fino cinturón tejido, mangas sueltas que casi llegaban hasta el suelo (Rhaenyra sabía lo hermosas que se verían esas mangas en un baile), y un escote que estaba al borde de la decencia, dejando al descubierto sus clavículas y parte de sus hombros.
El color del vestido repetía los colores del escudo de armas de los Arryn: azul celeste y plateado. El halcón de los Arryn estaba bordado con hilo plateado en ambas mangas, que parecían alas en movimiento. Aemma Arryn había bordado esos halcones en casi todos sus vestidos. Rhaenyra tampoco olvidó el símbolo de los Targaryen: un dragón de tres cabezas que se deslizaba por la larga cola del vestido, arrojando llamas bordadas también en hilo plateado.
Los cabellos de la princesa estaban rizados en grandes ondas que caían hasta su cintura. La tiara de oro blanco con zafiros y el collar adornado con topacios azules se complementaban perfectamente con la plata y el azul del vestido y la piel nivea de Rhaenyra, haciendo que las miradas de quienes la rodeaban girarán constantemente a contemplar a la princesa.
Rhaenyra escucha susurros que vienen de todas partes: «Es como si nuestra difunta reina hubiera regresado a nosotros». «Cuánto se parece nuestra princesa a su madre». «La princesa nunca olvida sus raíces».
Rhaenyra siente cómo las lágrimas se acumulan en sus ojos y toma una profunda inhalación. No valía la pena llorar en la celebración de su propio compromiso y dar motivo a rumores innecesarios.
━━Al parecer nuestra joven reina no tiene prisa por unirse a la velada. ¿Acaso está enferma? ━━pregunta Daemon a Viserys, distrayendo a Rhaenyra de sus pensamientos nostálgicos━━. Ya debería haber estado aquí hace mucho tiempo, recibiendo las cortesías por su amada hijastra y llenando esta sala con su sonrisa.
Las palabras de Daemon eran acertadas, pero el desdén en su voz no sería pasado por alto por nadie.
━━Seguramente ella tiene una razón válida para llegar tarde. Tal vez los niños la detuvieron haciendo berrinches o algo le ocurrió a su vestido en el último momento. No busques tramas donde no las hay, Daemon ━━responde Viserys a su hermano con dureza.
Daemon rueda los ojos y abre la boca para contradecir a Viserys, pero es interrumpido por la llegada de los Velaryon.
━━Lord Corlys Velaryon. Princesa Rhaenys Targaryen. Y sus hijos, Ser Laenor Velaryon y Lady Laena Velaryon.
El heraldo anuncia los nombres de los Velaryon y su séquito. Se siguen escuchando los nombres del resto de los miembros de la familia Velaryon, pero Rhaenyra no los escucha, observando únicamente a su prometido. Aparentemente, no fue la única que decidió homenajear a su madre. En lugar del habitual turquesa de los Velaryon, Laenor estaba vestido con un jubón negro con plateado y pantalones negros metidos dentro de unas altas botas del mismo color que delineaban sus fuertes piernas. Rhaenyra se fuerza a levantar la mirada y no detenerse a contemplar el cuerpo de Laenor.
El jubón estaba bordado con dragones y caballitos de mar en rojo y plateado, y Rhaenyra no puede contener su sonrisa al darse cuenta de lo parecidos que eran sus atuendos. Halcones y dragones se entrelazaban en su vestido de manera tan intrincada como los caballitos de mar en el jubón de su futuro esposo. Una vez más, tiene esa sensación de que ella y Laenor hicieron todo bien.
Sus miradas se cruzan y una sonrisa aparece en el rostro de Laenor cuando recorre su figura enfundada en el ajustado vestido con una mirada codiciosa. Las mejillas de Rhaenyra se sonrojan, haciendo que Laenor sonría aún más ampliamente. Ella desvía la mirada hacia Laena para distraerse, al menos un poco, de la expresión satisfecha de Laenor.
Laena también estaba vestida de negro y plateado. El vestido de terciopelo pesado se adhería a ella como una segunda piel, resaltando su delgada cintura y caderas redondas. Un delicado collar de plata adornaba su fino cuello, con un colgante en forma de caballito de mar cuyos eslabones imitaban las escamas de un dragón.
Laena sonríe a Rhaenyra, expresando su admiración por su atuendo con la mirada. Rhaenyra asiente en aprobación. Laena era realmente una belleza excepcional que instantáneamente capturó la atención de todos los hombres en el lugar.
Rhaenyra mira a Daemon, quien no aparta la mirada de Laena, que evita cuidadosamente su mirada. Para su sorpresa, no siente envidia alguna. La pasión y el deseo que sentía por su tío se habían desvanecido por completo después de que Laenor la besara por primera vez en el castillo de Rocadragón.
Por lo tanto, la princesa espera que Daemon pueda derretir el corazón de Laena y ganarse su confianza. Además, otra unión entre los Targaryen y los Velaryon fortalecería aún más su posición, permitiendo unir las dos ramas de sus familias a través de los matrimonios de sus futuros hijos.
Lord Corlys estaba vestido con espléndidas prendas que presentan los colores de los Velaryon, y una masiva cadena de oro sobre su poderoso pecho recordaba a todos la riqueza de los Velaryon. Y la princesa Rhaenys decidió mostrar a todos que todavía era una Targaryen, vistiendo los tradicionales colores rojo y negro de su casa de soltera. Rhaenyra observa cómo el rico terciopelo rojo del vestido armonizaba con los espesos cabellos negros de Rhaenys, recogidos en un intrincado peinado alto decorado con rubíes.
Rhaenyra siente orgullo por lo majestuosa y digna que lucía la familia de su prometido. Su futura familia. La procesión se acerca a la mesa principal y Rhaenyra se levanta junto a su padre.
━━La conexión ancestral entre los linajes de los Targaryen y los Velaryon ha pervivido a través de milenios ━━comienza su discurso con voz firme el venerable patriarca, captando la atención de todos los presentes en la magnífica sala decorada con estandartes y tapices━━. Nuestros destinos siempre han estado entrelazados, convergiendo en innumerables ocasiones. Desde los días gloriosos de la Antigua Valyria, pasando por los tiempos de la Conquista, hasta nuestros días... Desde Valaena Velaryon, madre del legendario rey Aegon el Conquistador y sus hermanas-esposas, Rhaenys y Visenya. Desde Alyssa Velaryon, madre de «El Viejo Rey» Jaehaerys el Conciliador. Su sangre no solo fluye en las venas de los reyes y reinas dragón, sino también en los intrépidos Baratheon ━━prosigue el rey. En ese instante, se elevan vítores desde la mesa donde se sientan los señores de Bastión de Tormentas, reconociendo la importancia de estas palabras en una ola de aprobación━━. El fuego de los Targaryen y el mar de los Velaryon coexisten bien juntos y han colaborado siempre, a pesar de que, por designio de la naturaleza, deberían ser enemigos acérrimos. Mañana, nuestras casas se unirán nuevamente gracias al matrimonio entre la Princesa Heredera, Rhaenyra, y el Caballero de las Mareas, Ser Laenor ━━añade su padre, recordando el apodo otorgado a Laenor en el reciente torneo, provocando sonrisas en su hija y los miembros de la Casa Velaryon━━. Estoy seguro de que esta unión dará lugar a herederos que gobernarán con honor y justicia nuestro reino ━━concluye mientras alza su copa, brindando por el futuro promisorio que aguarda a sus linajes━━ ¡Por la nueva unión de nuestras familias! ━━exclama su padre.
━━¡Por la nueva unión! ━━resuena un coro desafinado de voces desde la sala.
Los Velaryon se dispersan alrededor de la mesa principal. Laenor se sienta a la izquierda de Rhaenyra, con Lord Corlys y Laena a su lado. Por otro lado, Rhaenys ocupa un lugar en el lado opuesto de la mesa junto a Daemon. Rhaenyra apenas puede contener la risa al ver la expresión de sorpresa en el rostro de su tío.
━━¿Mi tía Rhaenys decidió poner nervioso a su primo? ━━pregunta Rhaenyra a Laenor.
━━Más bien recordarle lo que le espera si tan siquiera piensa en hacer alguna tontería durante la celebración de hoy ━━responde Laenor con una sonrisa. Su mirada vuelve a recorrer a Rhaenyra, deteniéndose en su cuello y hombros descubiertos. Sus ojos oscurecidos se encuentran con los de ella━━... Deberías usar ese hermoso color más seguido, mi princesa. Simplemente brillas con él.
━━Espero que el turquesa de los Velaryon también me haga lucir así ━━dice Rhaenyra, enderezando los hombros bajo su escrutinio━━. El negro te sienta bien.
━━Después de todo, soy medio Targaryen ━━El gesto de Laenor se enfoca en los halcones en sus mangas━━. Veo que no soy el único que decidió homenajear la casa de su madre hoy.
━━No eres el único ━━Rhaenyra suspira con una sonrisa triste.
Laenor aprieta suavemente su mano en un gesto de aliento. Justo a tiempo, ya que los señores y las damas se acercan de nuevo a la mesa real para expresar sus respetos. Rhaenyra sonríe a Lady Jeyne Arryn, quien se acerca a ellos.
━━Felicitaciones, su alteza, Ser Laenor. Espero que este matrimonio solo traiga felicidad y prosperidad ━━dice la mujer.
━━Solo Rhaenyra, Lady Jeyne. Después de todo, somos familia ━━corrige Rhaenyra.
━━Gracias, Lady Jeyne ━━responde Laenor a sus buenos deseos.
━━Sí, por supuesto ━━En el rostro de Lady Jeyne aparece una sonrisa triste al escuchar las palabras de Rhaenyra━━. Es imposible no recordar a Aemma al mirarla, mi princesa. Especialmente cuando lleva los colores de los Arryn.
━━Mañana honraré a los Targaryen vistiendo una capa negra con un dragón rojo. Pero hoy quería rendir homenaje a la memoria de mi madre ━━explica Rhaenyra con voz firme, mientras observa de reojo la reacción de su padre.
Viserys baja humildemente la mirada, pero Rhaenyra logra discernir destellos de dolor y melancolía en lo profundo de sus ojos. Antaño, se habría regocijado en el sufrimiento del rey, culpable de la trágica partida de su amada madre. Sin embargo, ahora, una abrumadora compasión hacia su padre se apodera del corazón de la princesa. Comprende que él también ha sido víctima de su propia ambición y las cargas impuestas por su deber de gobernante.
Ella extiende la mano y acaricia la palma de su padre debajo de la mesa, expresándole su apoyo. Viserys da un respingo breve pero de inmediato se controla, obsequiando a su hija una sonrisa agradecida. Rhaenyra dirige su mirada hacia Daemon, quien los observa desde su posición a la derecha del rey. Era sorprendente ver el rostro de su tío sin su eterna burla.
El recuerdo de Daemon que solía llamar a su madre como su prima favorita sorprende a Rhaenyra. Mientras su madre aún vivía, Daemon no era desterrado de la Fortaleza Roja y de la capital tan a menudo, ya que Aemma siempre podía reconciliar a los hermanos.
La mirada de Rhaenyra se encuentra con la de la princesa Rhaenys, quien observa a Lady Jeyne como si estuviera viendo a alguien más. Por primera vez en todos estos años desde la muerte de su madre, Rhaenyra llega a comprender que no es la única que ha sufrido una pérdida. Su padre perdió a la mujer que amaba, Daemon, Rhaenys y Lady Jeyne perdieron a su amada prima y tía, y el reino perdió a una reina digna. Una vez más, siente una vergüenza profunda por su inmadurez durante todos estos años..
«Ahora todo será diferente. No más caprichos infantiles. Tu hija será feliz, mamá. Me sentaré en el Trono de Hierro y tu sangre continuará la línea de los próximos reyes dragón» promete Rhaenyra a sí misma y a su difunta madre.
En sus pensamientos, aparece Alicent inoportunamente. Rhaenyra sabía que había sido injusta con ella también. Sin querer desatar su ira hacia su padre, eligió a su antigua amiga como el blanco principal de sus burlas y desprecio. Recordando las horas pasadas junto a Aegon y Helaena, sus sonrisas y la inocencia de sus almas infantiles, Rhaenyra se promete hablar con Alicent.
Sería difícil, pero le pediría perdón. Después de todo, ella solo era un peón en el juego que su padre estaba llevando a cabo. Y en el momento en que Rhaenyra toma esta decisión, el salón del trono se queda en silencio. Por un segundo, Rhaenyra teme haber expresado sus pensamientos en voz alta.
Pero después de unos momentos, comprende la razón de tal reacción. En la entrada del salón del trono se encontraba la solitaria figura de Alicent, enfundada con un vestido verde esmeralda. El cabello de la reina estaba rizado y recogido a lo alto, sujetado por una tiara de oro macizo y horquillas doradas.
Rhaenyra no puede dejar de notar que el color del vestido le sienta muy bien a Alicent, realzando su piel clara y haciendo que su cabello dorado castaño brillara a la luz de las antorchas y los candelabros. Al principio, no entiende la reacción de las personas hacia Alicent. Sí, llegó tarde, pero la propia Rhaenyra no vio nada malo en eso. Tal vez, como dijo su padre, los niños la detuvieron.
━━¿Recuerdas de qué color arde la torre de los Hightower cuando Antigua declara la guerra? ━━susurra Laenor cerca de su oído.
El corazón de Rhaenyra da un vuelco y luego sube hasta su garganta, haciendo circular la sangre por su cuerpo entumecido. Alicent se mueve de su lugar. Rhaenyra ve su espalda erguida como un palo, su barbilla levantada y la mirada fría de sus ojos, y la ira la llena desde dentro. Cada movimiento de la reina irradia arrogancia y desdén. Silenciosamente, camina hacía la mesa, se acerca a Viserys y le deja un breve beso en la mejilla.
━━Rhaenyra, Ser Laenor, acepten mis más sinceras felicitaciones ━━pronuncia Alicent con indiferencia, y su voz suena ensordecedoramente alta en el sepulcral silencio del salón.
Ella no espera respuesta y se sienta entre Viserys y Daemon. Rhaenyra ve la confusión en los rostros de los señores y las damas, y shock en el rostro de su padre. Sin embargo, los demás miembros de su familia parecían esperarlo.
En las comisuras de los labios de la princesa Rhaenys, ve una sonrisa significativa apenas perceptible; el rostro de Daemon está lleno de repulsión, que ni siquiera intenta ocultar; Lord Corlys solo levanta una ceja evaluadora; mientras que Laena se pone una máscara de indiferencia en el rostro, pero Rhaenyra la conocía lo suficiente como para captar sombras de disgusto detrás de ella.
Rhaenyra mira a Laenor, cuyo rostro muestra preocupación. Él guarda silencio, pero Rhaenyra ve en su mirada una pregunta muda: «¿Estás bien?». Ella asiente en silencio a su prometido, tratando de mantener una expresión facial aceptable.
La vieja Rhaenyra habría montado un escándalo en respuesta a tal anuncio descarado por parte de su madrastra. Incluso ahora, Rhaenyra se retuerce las manos debajo de la mesa tratando de contener su esperada reacción, manteniendo una sonrisa en sus labios. A ella le gustaría parecerse a Rhaenys, quien estaba sentada a la mesa, inmóvil e inquebrantable, como una roca, exudando calma e indiferencia. Y en cambio, Rhaenyra luchaba con todas sus fuerzas contra las llamas hirvientes en sus venas.
Laenor le acaricia el muslo con dulzura, recordándole que no estaban solos aquí. Rhaenyra cierra los ojos por un segundo. Al abrirlos, mira a los invitados todavía en silencio, esperando alguna reacción del rey. La vieja Rhaenyra habría dejado que las payasadas de Alicent arruinaran la velada. La nueva Rhaenyra, por otro lado, simplemente sacaba conclusiones.
Honestamente, Rhaenyra albergaba la intención de disculparse ante Alicent, en un intento por restaurar, al menos en parte, la buena relación que en tiempos pasados habían compartido. Sin embargo, su antigua amiga, con su comportamiento arruinó por completo cualquier aspiración de Rhaenyra por establecer puentes de conciliación. Si Alicent se atrevía a desafiarla, a Rhaenyra no le quedaba más alternativa que aceptar el reto.
El dragón no se sometería ante la torre, ni siquiera una tan vetusta y formidable como la de Antigua. Después de todo, el fuego de un dragón había reducido a cenizas Harrenhal, el castillo que antes se erguía como el más majestuoso en Poniente. Rhaenyra era un dragón y no tenía intención de perdonar a aquellos que le declaraban la guerra. Ella se levanta de su asiento y se gira hacia los músicos.
━━Ahora que nuestra reina finalmente nos ha honrado con su presencia, ¡podemos comenzar la celebración! ━━declara en voz alta, sin esperar ninguna reacción de su padre, quien aún permanece en silencio.
━━Mi princesa, me otorgaría el honor de ser mi primera pareja de baile esta noche ━━Laenor se levanta inmediatamente a su lado.
Rhaenyra siente una gratitud infinita hacia él. Siempre estaba a su lado cuando necesitaba apoyo. Él nunca la dejaría sola para lidiar con todas las dificultades que acompañaban su posición como heredera al trono. E incluso ahora, él hacía el trabajo que debía hacer su padre.
Ella posa su mano en la palma de la suya. Laenor, con gentileza, la ayuda a levantarse de la mesa y juntos emprenden un suave paso hacia el centro del majestuoso salón. En ese momento, se colocan en la posición inicial, sus miradas se encuentran y se funden en una conexión única. Rhaenyra, llena de satisfacción, admira la imagen que proyectan juntos; ambos lucen esbeltos y radiantes, como si fueran la creación misma de los dioses valyrios. Sus cabellos cenicientos brillan bajo la luz, acariciando sus rostros juveniles y llenos de promesa. Vestidos lujosamente, parecen complementarse mutuamente en una armonía perfecta. En ese instante, el futuro recae sobre sus hombros, Rhaenyra como la futura reina y Laenor como el príncipe consorte. Juntos, exudan grandeza y confianza.
━━¡Música! ━━ordena Daemon imperativamente.
Los acordes familiares de una melodía envuelven el salón. Con gracia, los pies de Rhaenyra se deslizan al compás de la música, siguiendo el ritmo y las indicaciones sutiles que guían su danza. En ese instante, bailan solos, mientras las demás parejas aguardan su turno para unirse más adelante. Laenor, con destreza en sus movimientos, traza pasos complicados con una precisión impecable, sorprendiendo a Rhaenyra con su elegancia natural. Cada giro, cada movimiento se entrelazan en una coreografía fluida y armoniosa. Sus cuerpos se fusionan en perfecta simetría, creando una imagen de belleza en movimiento.
━━¿Pensabas que solo sabía blandir una espada? ━━Sonríe él al notar la confusión en el rostro de Rhaenyra.
Ambos se ríen mientras dan un giro. En medio de la tranquilidad del salón, su danza se convierte en un espectáculo cautivador. Los ojos atentos de los presentes se posan en ellos, admirando la elegancia y la fluidez de sus movimientos. Es en ese instante que Rhaenyra comprende que no sólo están bailando, sino que están tejiendo los cimientos de una futura vida juntos. Rhaenyra termina enredada entre los brazos de Laenor y tienen sus rostros muy cerca uno del otro. Ella ve cómo la mirada de Laenor se posa en sus labios y no puede contener la sonrisa.
━━Perdona ━━susurra ella muy cerca de sus labios━━, simplemente no dejas de sorprenderme con tus talentos, mi querido prometido.
━━Creo que mañana por la noche podré sorprenderte aún más, mi princesa ━━responde Laenor en Alto Valyrio, con un brillo nuevo en sus ojos.
Una oleada de deseo recorre el interior de Rhaenyra, instalándose en la parte baja de su vientre con un calor seductor. Los ojos de Laenor no se apartan de sus hombros y clavículas al descubierto, y Rhaenyra siente placer al ver cómo Laenor traga con dificultad.
Rhaenyra exhala con fuerza cuando la mano de Laenor, que descansa en su cintura, se desliza un centímetro más abajo de lo que las buenas costumbres permiten. Los recuerdos del beso en Rocadragón vuelven a inundar a Rhaenyra. Ella mira a Laenor y se da cuenta de que él también está recordando aquel día.
Rhaenyra y Laenor estaban absortos el uno en el otro, sin darse cuenta de los cientos de miradas escrutadoras. Los señores y las damas observaban intensamente a la futura pareja, tratando de encontrar algún indicio de falsedad. El anuncio de la boda entre la princesa y Laenor fue inesperado, especialmente considerando que Rhaenyra había rechazado a todos los pretendientes durante muchos años. Este repentino deseo de la heredera de casarse era sorprendente y generaba muchas preguntas.
Y los rumores de que el Príncipe Canalla había llevado a Rhaenyra a la Calle de la Seda y le había arrebatado su doncellez solo confirmaban las suposiciones de que la boda era necesaria para ocultar la falta de virtud de la princesa y evitar que su futuro hijo con Daemon naciera como un bastardo. Pero desde el anuncio de la boda hasta el festín de hoy habían pasado casi tres lunas, y Rhaenyra paseaba por la Fortaleza Roja con vestidos ajustados que delineaban su cuerpo y no ocultaban su vientre completamente plano.
Y las miradas apasionadas que intercambiaban los futuros esposos, los roces al límite de la decencia que dejaba Laenor en el cuerpo de la princesa, dejaban claro que entre los jóvenes existía, si no amor, una fuerte simpatía. Esto era alentador, permitiendo tener esperanza en un futuro estable para la familia real y todo el reino. Y solo añadía amargura a esta celebración el repentino desaire de la joven reina, que ofendió a la princesa no solo con su retraso, sino también por su vestido cuyo color gritaba «guerra».
Pero ahora, justo en ese instante, mientras la melodía se desvanecía, Rhaenyra y Laenor culminaron su grácil danza. La princesa se presentaba como toda una visión de belleza en su vestido y su esbelto cuerpo envuelto en cascadas de cabello rubio platinado que caían como un pesado manto sobre sus delicados hombros. Con el final del primer baile, otras parejas se sumaron a la pista. Daemon, con una mirada llena de encanto, extendió su mano hacia Rhaenyra, invitándola a unirse a él en un nuevo baile. Mientras tanto, Laenor ya había elegido a su hermana como compañera para la siguiente danza.
El salón se llenó de energía y movimiento, con las parejas bailando en perfecta armonía al ritmo de la música envolvente. Rhaenyra se dejaba llevar por los brazos expertos de Daemon, quien sabía cómo guiarla con destreza en cada paso. Mientras tanto, Laenor continuaba deslizándose con su hermana en una coreografía llena de giros y movimientos coordinados, revelando una conexión profunda y una complicidad que solo los hermanos pueden tener.
━━Se veían maravillosos juntos ━━dice Daemon en Alto Valyrio con una ligera tristeza, mirando a Rhaenyra de arriba abajo.
━━Gracias, tío ━━responde Rhaenyra, apretándole levemente el hombro━━. Estoy segura de que cuando invites a bailar a Laena, su esplendor superará al nuestro.
━━¿Tú crees? ━━Sonríe Daemon, aunque Rhaenyra todavía percibe la tristeza en lo profundo de sus ojos violeta.
━━Laena es una joven hermosa. Es una excelente amiga, una buena hermana y una hija de quien la princesa Rhaenys y Lord Corlys pueden estar orgullosos. Además, ella siempre encuentra las palabras adecuadas cuando estás triste o deprimido, y tiene un corazón enorme y bondadoso ━━continúa Rhaenyra, observando la reacción de Daemon.
━━Sí. Algún día, algún hombre tendrá la suerte de llamarla esposa ━━Daemon no mira a los ojos a Rhaenyra, pero ella no necesitaba eso para entenderlo.
━━¿Por qué no podrías ser tú ese hombre? ━━pregunta directamente Rhaenyra.
━━Bueno, en parte al menos, porque Rhaenys definitivamente me cortaría ciertas partes si siquiera insinuara que quiero estar con su hija ━━menciona Daemon.
━━Sin embargo, ella permitió que Laena abandonara el torneo y fuera a tu tienda. Si estuviera en contra, no lo habría permitido ━━objeta Rhaenyra contraatacando.
Daemon se queda en silencio. Su mirada se dirige hacia Laena, riendo en los brazos de Laenor. Rhaenyra aprieta su hombro nuevamente.
━━Mi madre solía decir que en nosotros arde el fuego del dragón y que siempre necesitaremos a alguien más para mantenerlo bajo control, ya que nosotros mismos no somos capaces hacerlo ━━Rhaenyra sonríe alentadoramente a su tío━━. Y mi padre también dijo algo sabio: «El fuego de los Targaryen y el mar de los Velaryon coexisten bien juntos y han colaborado siempre, a pesar de que, por designio de la naturaleza, deberían ser enemigos acérrimos».
━━Una de las pocas cosas inteligentes que han salido de la boca de tu padre en los últimos años ━━dice Daemon con sarcasmo.
━━¡No intentes distraerme! ━━Lo regaña Rhaenyra, pellizcándole el brazo━━. Solo... Permítete ser feliz, Daemon. No importa lo que el bastardo de Otto diga sobre ti, o cuánto te aleje mi padre, o lo que tú pienses de ti mismo, mereces ser feliz. Mereces una esposa a la que elijas tú mismo. Mereces ser esposo y padre, tener una familia propia para cuidar y proteger.
Un silencio tenso cae entre Daemon y Rhaenyra, pero ella intuye que dentro de su tío hay un torbellino de emociones en ebullición. Con sabiduría, decide no interrumpir ese proceso interno y le otorga el espacio necesario para reflexionar sobre sus propias palabras. Los ojos de Daemon se desvían nuevamente hacia Laena, quien se mueve con gracia y elegancia en medio de la pista de baile. En esos instantes fugaces, su rostro refleja una lucha interna palpable, como si distintos pensamientos y deseos chocaran en su mente. Finalmente, el baile llega a su fin, y en ese instante, Rhaenyra logra comprender que Daemon ha tomado una decisión.
━━Solo recuerda, tío, si te atreves a hacerle daño, yo llegaré antes que mi tía Rhaenys ━━le dice bromeando Rhaenyra mientras él se aleja.
━━Ponte en la fila, sobrina ━━responde Daemon sin volverse hacia ella.
Jason Lannister invita a bailar a Rhaenyra.
━━He oído que ha nacido una hija suya, milord. Reciba mis felicitaciones.
Lord Lannister no le agradaba a Rhaenyra desde que no le permitió participar en la Cacería Real en honor al segundo onomástico del principe Aegon hace varios años. Ella lo consideraba demasiado arrogante y altivo, nada parecido a su calmado y digno hermano gemelo, Tyland, quien ocupaba el cargo de Consejero Naval en el Consejo Privado. Y la noticia del matrimonio del molesto aspirante por su mano y su corazón deleitó a Rhaenyra.
━━Gracias, Su Alteza. Sí, mi amada Johanna me ha dado una hermosa niña. La hemos llamado Tyshara ━━Jason sonríe orgulloso, guiándola en el baile.
━━Un hermoso nombre para una niña. Conociendo su espíritu emprendedor, supongo que ya está considerando pretendientes para su mano en el futuro.
Rhaenys compartió con ella los rumores de que Otto quería casar a Aemond con Tyshara y así unir Occidente a su hija y sus nietos. Rhaenyra estaba interesada en la reacción de Lord Jason al descubrir que sus acuerdos con la Mano del Rey no eran tan secretos como pensaban. Jason abre la boca para responderle, pero no llega a tiempo.
Se oyen sonidos metálicos y gritos. Rhaenyra no logra entender nada cuando de repente está frente a ella Laenor, protegiéndola con su cuerpo. Rhaenyra asoma la cabeza por encima del hombro de Laenor y ve cómo Ser Criston se lanza sobre Harwin Strong con una espada en la mano. Rhaenyra se agarra del hombro de Laenor y suspira aliviada cuando Ser Harwin esquiva fácilmente el ataque de Cole.
Rhaenyra mira al guardia y ve pura furia escrita en su rostro moreno. Los ojos negros de Criston arden de odio mientras se vuelve a lanzar con un grito, como si quisiera atravesar al Strong. Ser Harwin saca su espada de la funda en su cinturón y bloquea el ataque de Cole con tanta fuerza que hace tambalear al guardia. Cole y Strong intercambian varios golpes más antes de que Daemon los desarme con Hermana Oscura. Las armas caen al suelo con estrépito.
━━¡¿Qué está pasando aquí?! ━━El grito de Viserys en el silencio de la sala resuena como el rugido de un dragón━━. Ser Criston, Ser Harwin, ¡explíquense! ¡Rápido!
━━Perdóneme, Su Majestad. Es mi culpa ━━Ser Harwin levanta las manos en un gesto de disculpa━━. Simplemente le pregunté a Ser Criston por qué vino a la celebración en lugar de descansar luego del torneo. Después de todo, se lastimó la pierna al caer del caballo...
Rhaenyra se quedó atónita al percatarse de la inmensa cantidad de odio que reflejaban los oscuros ojos de Criston Cole. Antes, solo veía una tímida bondad en ellos, sobre todo cuando compartían paseos por la capital o exploraban juntos el Bosque Real. Sin embargo, en ese momento, Ser Criston no se parecía en nada al dulce caballero que recordaba. Su rostro se encontraba deformado por la ira, su nariz se dilata con una tacita amenaza y sus labios se retorcían en una mueca desagradable.
━━¿Y atacaste a Ser Harwin solo porque estaba preocupado por tu salud? ━━La voz de Daemon rezuma sarcasmo. Claramente disfruta burlándose del guardia━━. Ese comportamiento no es propio de un Capa Blanca, Ser Crispin ━━La mirada del Cole refleja un destello de odio puro cuando Daemon distorsiona intencionalmente su nombre.
━━Mi princesa, Ser Laenor, pido disculpas por mi estúpida broma que arruinó esta maravillosa celebración ━━La voz de Harwin suena culpable, pero Rhaenyra ve diversión en su mirada, que rápidamente se transforma en humildad cuando se dirige al rey━━. Su Majestad, aceptaré cualquier castigo que considere justo.
━━¿Tiene algo que decir en su defensa, Ser Criston? ━━pregunta severamente Viserys.
━━No, Su Majestad ━━responde el aludido a través de sus dientes apretados━━. Le ofrezco disculpas por mi comportamiento indigno.
━━Deberías pedirle disculpas no al rey, sino a mi prometida, la princesa Rhaenyra. La celebración se organizó en honor a su boda y acabas de arruinarla ━━interviene Laenor, aún delante de Rhaenyra, actuando como un escudo humano.
Criston Cole desvía la mirada hacia Rhaenyra, quien está parada detrás del hombro de Laenor. Ella lo mira como si lo estuviera viendo por primera vez. El descontento por la velada arruinada se despierta en ella. Criston percibe el descontento en su rostro y se siente culpable.
━━Perdóneme, princesa. Y usted también, Ser Laenor. No fue mi intención ━━escupe el guardia.
Rhaenyra guarda silencio. Ya había tenido suficiente con las acciones de Alicent, que casi le hicieron perder la compostura, y ahora la impulsividad de Ser Criston había empeorado aún más la noche que debería haber estado llena de alegría y sonrisas. Ella mueve la cabeza de arriba a abajo hacia el caballero, sin ofrecerle ninguna palabra en respuesta ni una mirada a los ojos.
━━Vuelve a tus aposentos, Ser Criston. Ser Harwin tiene razón, no deberías haber venido a la celebración ━━exclama Viserys con voz cansada.
━━Debo estar aquí para cumplir con mi deber como miembro de la Guardia Real ━━responde obstinadamente Ser Criston.
━━Aún no te has recuperado de las heridas que sufriste en el torneo, Ser Criston ━━protesta Daemon con énfasis━━. Ordenaré al Maestre que te dé leche de amapola para calmar el dolor y aclarar tu mente. Estás excusado por está noche.
Ser Criston lanza una última mirada mordaz a Harwin y Daemon, y después de hacer una reverencia a sus majestades, abandona el salón del trono.
━━¡Música! Vuelvan a la diversión, damas y caballeros. ¡Todavía nos espera una larga noche! ━━ordena Viserys, sentándose en su lugar.
Rhaenyra observa a su padre y se da cuenta que Alicent ni siquiera se inmutó cuando estalló el caos debido a las payasadas de Criston Cole. La reina estaba sentada con la espalda perfectamente recta, pareciendo una estatuilla de hielo, tan fría e inmóvil como tal. La princesa cruza la mirada con su madrastra y esta le sonríe para seguidamente levantar su copa de vino en un saludo burlonamente.
━━Mantén la compostura, Rhaenyra ━━Laenor la distrae, cambiando al valyrio━━. No deberías desperdiciar tu energía en el odio y dar nuevo alimento para los rumores de las ratas de la Fortaleza Roja.
Rhaenyra exhala, intentando controlarse. ━━¿Y qué debo hacer cuando no estés cerca, cuando me embargue otro estallido de ira? ━━le pregunta ella en voz baja.
━━Seguro aprenderás a dominarte, mi princesa. Y si aun así no lo consigues, lo cual es realmente impensable, siempre estaré ahí para apagar el fuego de tu ira en cualquier caso ━━responde Laenor suavemente, entrelazando sus dedos.
━━Gracias ━━agradece sinceramente Rhaenyra.
━━Es mi deber, como tu futuro esposo y como un amigo ━━Laenor se encoge de hombros. La rodea por la cintura y la lleva hacia los bailarines━━. Déjame distraerte de los pensamientos tristes, mi princesa.
Rhaenyra sonríe mientras sigue a Laenor, una vez más agradecida al destino por aquella noche que cambió su vida por completo.
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▬▬⠀ 𝒋_𝒎𝒐𝒓𝒏𝒊𝒏𝒈𝒔𝒕𝒂𝒓 , © 2023⠀▬▬
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