Capítulo Veintiuno- Solo quería verlos
Narrador omnisciente.

<Perdonen la mala calidad>
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LA NOCHE HABÍA LLEGADO fue entonces cuando en dos casas de Denver había mucha preocupación.

—Tranquila madre, seguro está en casa de Finney.- dijo Shean mientras escribía en su libreta tratatando de tranquilizar a su madre, Emely al notar que Samantha no había llegado a casa.

—Pues llamara a la casa de ellos.- dijo acercándose al teléfono pero justamente sonó, ella lo tomó rápidamente.— ¿Hola?.- Shean desvío su mirada a ella.— ¿qué? no, creí que mi hija estaba con el en su casa.

Shean rápidamente se levantó al notar el tono de preocupación de su madre.

—Dios.- Emely colgó rápidamente.

—¿Qué pasa?.- pregunto Shean asustado.

—Finney tampoco a vuelto a casa, trae tu abrigo.- dijo Emely tomando las llaves de su casa.

Mientras, Gwen estaba en casa de su amiga dividiéndose, supongo que todos eran felices hasta el momento de la llamada.

—Gwen, te habla tu padre.- dijo la madre de su amiga, Gwen tono el teléfono.

—¿Hola?.- su padre habló desde el otro lado.— no desde hace rato.

Otra vez habló, algo dentro de Gwen se quebró en ese momento, soltó el teléfono y corrió fuera de la casa. Ella lo sabía, sabía que Finney había sido secuestrado. Llegó a casa, que estaba rodeada de patrullas, varios policías hablaban con su padre. Gwen corrió junto a el y entonces también comenzaron a hacer preguntas.

—¿Cuándo fue la última vez que lo viste?.- preguntó uno preparando su libreta para anotar.

—Después de la escuela yo....- Gwen seguía procesando todo.— Samantha Jade, la vi, ella....- justamente Emely y su hijo aparecieron allí.— ¡ella! es su madre.- señaló Gwen llamando la atención.

—Buenas noches.- saludo el polícia.

—¿Dónde está mi hija?.- pregunto Emely, Gwen también lo supo.

—Ellos regresarían juntos a casa, Sam lo alcanzó.- Emely sintió su corazón quebrarse, el policía rápidamente lo reportó.

—¿Podría darme más características de su hija?.- preguntó.

Mientras Shean se alejaba de todo, aún no podía creerlo, su hermana estaba en peligro y el no estubo allí.

—Claro, Samantha Jade, tiene 13 años, tez clara, cabello castaño, de unos uno cincuenta de altura y delgada.- el policía anotó. Emely aunque no lo hacía notar, estaba nerviosa y preocupada, tratando de guardar la calma.

—Gracias.- el policía tomó el pequeño walkie talkie y habló.— Tenemos otra persona desaparecida Samantha Jade.

Y así, todo el pueblo volvió a estar alerta y ahirs con más razón, dos desaparecidos, ahora también una chica lo que ponía más nerviosa a las personas.

(•••)

Recién amaneció, Finney parpadeo un poco y vio el teléfono pegado en la pared.

—Para ya.- dijo al tratar de regular su visión.

—¿Con qué?.- se escucho una voz en la habitación mucho más gruesa.

Finn rápidamente se giro a verlo, allí estaba, sentado, observandolos. Gracias al movimiento que hizo, Samantha despertó y miró a Finney quien tenía la mirada fija en el Raptor, Sam luego lo miró y asustada se sentí junto a Finn quien tomó su mano por precaucion.

—Buenos días niños.- dijo el Raptor con un tono tan psicópata/dulce.

—Muero de hambre, quiero comer.- Dijo Finn.

—¿Cómo están tus ojos?.- pregunto ignorando su deceo.

—Duelen.- respondió.

—¿Y tu nariz?.- dijo a Sam.

—Mejor....- dijo casi en un susurro. El Raptor soltó un suspiro, recargo brevemente su barbilla entre sus manos y se levantó.

—Bueno no puedo traerles nada de comer, tendrán que esperar.

—¿Por qué? ¿hay alguien arriba que te ve si nos traes algo de comer?.- pregunto Sam tomando una mejor postura.

—Tu no te preocupes por eso cariño.- Ella hizo una mueca de asco algo incomoda por la última palabra.

—¿Si no nos iba a traer comida para qué bajaste?.- preguntó Finn.

—Solo quería verlos.- dijo con un tono algi extraño. Finn y Sam hicieron una mueca de desagrado y miedo don dejar de mirar al Raptor.— solo verlos.- dijo con el tono más exagerado sin despegar la vista de ambos.— ya me voy.- dio vuelta y se fue cerrando con seguro.

—Atrás.- habló Finney tomando a Sam hasta que ambos chocaron con la pared.

—Quiero irme.- dijo Sam abrazado sus piernas racargando su cara en sus rodillas.

—Lo haremos, nos iremos.- enredo su brazo en el cuello de ella y recargo su cabeza en el hombro de Samantha.

Quedándose un tiempo así sin decir nada, el mínimo ruido posible, solo había silencio hasta que el maldito teléfono sonó de nuevo asustando a ambos.

—No de nuevo.- se quejo Sam, Finn se levantó y tomó el teléfono.

—¿Hola? ¿quién está allí? ayúdenos.- habló pero no hubo respuesta, sólo silencio.—¿hola?.- intento una última vez.

—Finney.- se escucho de el otro lado como un susurro algo siniestro, Finney asustado se alejo el teléfono de la cara.

—¿Qué ocurre?.- preguntó Sam acercándose a su amigo quien colgó el teléfono y la tomó del brazo para alejarla.— ¡Finn!.- se quejo pero el teléfono sonó de nuevo.— agh ya me canse.-

Sam se acercó y tomó el teléfono.

—No cuelgues.- habló.

—No lo haré.- dijo Sam firme algo frustrada.— ¿quién eres?.- preguntó.

—No recuerdo mi nombre.- respondio, Finn se acercó y pego su odio al teléfono igual.

—¿Por qué?.- preguntó ella.

—Porque es lo primero que pierdes.- le dijo.

—¿Lo pierdes cuándo?.- dijo mientras miraba a Finney algo asustada.

—Tu sabes cuando, Sam.- ella sintió su corazón acelerarse.

—¿Quién te dijo mi nombre... nuestro nombre?.- corrigió.

—Vamos linda, ¿no reconoces mi voz? y por otro lado, como olvidar el asombroso brazo de Finney.- Sam parpadeo varias veces mientras su pecho dolió.

—Bruce....- salió una lagrima de ella.

—No llores Sam... por favor.- ella negó, no podía seguir así que le dio el teléfono a Finney.

—Mierda Bruce....- dijo Finney akgo triste.

—Tranquilo... todo está bien. Me impresionó tu brazo, casi me ponchas.- Finn bajo la mirada, Sam oía todo debido a la cercanía de ambos mientras aguantaba en llanto.

—¿También te sonó el teléfono?.- preguntó Finn.

—Si también.- respondió.— pero nadie escucha, solo ustedes... El Raptor también escucha que suena pero no quiere creerlo.- respondio, Sam entrecerro los ojos sin entender.

—¿Qué buscas al llamarnos Bruce?.- pregunto Sam.

—Te quería comprar flores, perdoname por no ir a nuestra reunión Sam.- ella cerró los ojos dejando escapar una lagrima.

—Lo lamento... no debi dejarte solo, perdoname.- tomó el teléfono.

—No fue tu culpa, quería verte, estaba tan emocionado.- Sam comenzó a llorar.— No llores Sam... por favor.

—Aún te espero en mi casa, imaginado que comemos una rica cena juntos como querías.- dijo soltando una risa llena de lágrimas.

—Te quería comprar flores, perdoname por no ir a nuestra reunión Sam.- ella parpadeo.

—Eso ya lo dijiste.- respondió Finney.

—Me impresionó tu brazo, casi me ponchas.- repito.

—Eso también.- dijo Sam.

—Chicos.- habló.

—¿Si?.- respondieron al mismo tiempo.

—Hay una parte de tierra en el pasillo, hay una loceta suelta.- Sam asintió con la cabeza entendiendo, no había tiempo que perder así que fue a buscarla mientras Finney seguía al teléfono.

—Okay.- respondió mientras seguía con la mirada a Sam.

—Caba por debajo de los simientos, yo lo intente pero no tuve tanto tiempo para llegar al otro lado.- dijo lo último quebrado su voz.

—¿Y yo si tendré?.- respondió.

—No tengo mucho tiempo, pasame a Sam.- pidió.

—¡Lo encontré!.- dijo Sam de el otro lado de el pasillo.

—¡Ven!.- grito, Sam fue hasta allí.— empezaré a cabar, el quiere hablarte.- le entregó el teléfono, Sam lo tomó y frunció el ceño sabiendo lo que pasaría, lo pego a su oído.

—Probablemente no pueda volver a verte, escucharte... no volveras a saber de mi Sam, solo quiero decirte que nada de lo que me paso fue tu culpa, nada, creeme, gracias por haceme la persona más feliz desde que te conocí hasta mis últimos días, jamás saliste de mi mente linda. Vive Sam, tienes que vivir, por mi, por... los demás... por él.- Sam subió la mirada confundida.

—¿Quién?.- preguntó.

—Ya llegará su turno, cuidate pequeña... antes de irme, no me olvides, voy a seguir contigo, te amo.

—Gracias Bruce, no voy a olvidarte, lo prometo.- dijo con la voz quebrada de dolor, tenía un gran nudo en la garganta, de el otro lado de el teléfono la llamada terminó.—¿Bruce?.- no hubo respuesta, Sam colgó este en su lugar mientras dejaba salir un par de lágrimas que terminaban en sus labios.

Fue hasta donde Finney, lo vio hacer un pequeño ollo en el piso.

—Ayúdame.- pidió mientras le extendía tierra, ella la tomó.— drenala en el baño y baja de la palanca.- ella realizó lo que dijo y así continuaron por mucho tiempo.

Sin parar hasta hacer una gran parte, ambos estaban agitados, sudando aunque allí adentro hiciera frío, con la respiración algo agitada.

—Paremos.- dijo Finney tomando una cobija/tapete tapando el ollo con esta, tomó la mano de Sam para ayudarla a cruzar sin que calera y se lanzaron a la cama agotados.

—¿Lo lograremos?.- preguntó Finney sin mucha emoción.

—No lo sé, pero vamos a pelear Finn, lo intentaremos.- acomodo un mechón de cabello de su amigo.

Ambos se quedaron dormidos casi al instante, agotados, con frío y miedo de no salir, de no ver a su familia jamás, pero el daño estaba hecho, solo quedaba luchar, solo luchar sin parar, uno decidido a dar la vida por el otro.

¿Lograrán escapar?.

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Me muero de cansancio, no se por que mi cerebro decide actualizar en la madrugada pero bueno, como sea, aquí tienen otro capitulo mas.

Se que lo de Bruce fue como 😶 perdón si no era el reencuentro que esperaban así con el pero idk mi imaginación se va volando y viene cuando quiere.

Viten y comenten como recompensa por mi esfuerzo ya que mis manos acaban de entumirse por el frío 😭.

BYEE, I 💗 U!.