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⁀➷ S E I S

"Decisiones Difíciles"

El vino en la copa de Geto se veía más como un recordatorio de su incomodidad que como algo para disfrutar.

Había algo tenso en el aire, algo que no podía ignorar, algo que le decía que la conversación con Kondo, aunque inevitable, no sería fácil.

Los dos se sentaron en el salón, uno frente al otro, el espacio entre ellos cargado de una sensación de incertidumbre.

_____ había roto el silencio, pero él no encontraba las palabras adecuadas para lo que necesitaba decir.

Kondo observaba con atención, su mirada calmada, esperando que él hablara.

Sabía que algo le preocupaba, y no era difícil adivinar que se trataba de algo relacionado con lo que había ocurrido entre ellos.

No era la primera vez que alguien, en su círculo, se sentía inseguro por la cercanía que ella podía ofrecer, especialmente en su mundo de críticas culinarias.

Finalmente, Geto rompió el silencio, y su voz sonaba más grave de lo que él hubiera querido.

-Kondo, necesito ser honesto contigo -dijo, mirando fijamente la copa en sus manos, como si no se atreviera a mirarla directamente. -Creo que nuestra relación, lo que sea que estemos haciendo, está empezando a afectar mi trabajo. No sé si te has dado cuenta, pero este tipo de... conexión entre nosotros podría poner en riesgo mi posición en el restaurante. Y no solo eso, sino también todo lo que he trabajado para lograr aquí.

Kondo lo observó en silencio, escuchando cada palabra con paciencia.

Sabía que este momento llegaría, aunque no lo esperaba tan pronto. Había algo en Geto, algo en su actitud, que le decía que ya no podía seguir ignorando las advertencias que había estado sintiendo.

-¿Te refieres a Gojo? -preguntó Kondo, su voz tranquila pero cargada de una leve preocupación. Sabía que, en la jerarquía del restaurante, la relación con el dueño y chef ejecutivo era crucial.

Sin embargo, había algo más que no le gustaba de las palabras de Geto. Había una vacilación, como si estuviera justificando algo que no quería reconocer por completo.

Geto asintió lentamente, sin mirarla a los ojos.

-No es solo Gojo, es todo. Mi carrera, mi espacio, todo lo que he hecho. Creo que nuestra relación, aunque parezca inocente, puede dar la impresión equivocada a quienes no nos conocen bien. La gente podría empezar a hablar, y ya sabes cómo funciona esto. La crítica de cocina, especialmente la tuya, puede cambiar las cosas para mí. Mi puesto aquí, lo que hago... todo eso podría verse afectado si las cosas no siguen siendo estrictamente profesionales.

______ lo miró fijamente por unos segundos, procesando lo que le decía.

La sensación de que su relación, por muy inocente o casual que fuera, podría poner en peligro algo tan importante para él la hizo pensar.

No era la primera vez que veía a alguien separarse de ella por miedo a las consecuencias laborales, pero era la primera vez que realmente le importaba.

Suspiró y dejó la copa sobre la mesa, haciendo un gesto sutil como si quisiera alejarse de cualquier malestar innecesario.

-Entiendo lo que estás diciendo, Geto. -dijo finalmente, su voz suave pero firme-. No quiero ser una carga para ti. Si crees que esto está afectando tu carrera y tu lugar en el restaurante, puedo aceptar que esto se termine aquí. No hay nada de malo en ser profesional, y no quiero que mis acciones pongan en peligro lo que has logrado. Si nuestra relación es un problema para ti, entiendo que debo alejarme.

Las palabras de _____ fueron como un golpe suave pero efectivo.

Geto, que había estado tan concentrado en sus propios miedos, no esperaba que ella lo entendiera tan fácilmente.

La sensación de alivio fue inmediata, pero también se sintió algo extraño, como si hubiera perdido algo importante. Algo que, tal vez, no estaba dispuesto a admitir.

-No... -murmuró Geto, levantando la vista por primera vez para mirarla-. No quiero que pienses que te estoy rechazando. No es eso. Es solo que, en este momento, las prioridades son diferentes. Mi trabajo... es lo único que puedo permitir que me defina ahora mismo.

Kondo lo miró fijamente por un momento largo, evaluando sus palabras, antes de asentir lentamente.

Ella lo entendía, pero también sabía que esta distancia, aunque lógica desde una perspectiva profesional, dolería.

A veces, el precio de mantener la integridad laboral era alejarse de lo que uno más deseaba.

-Lo entiendo, Geto -dijo ella, sonriendo con una calma que solo alguien como ella podría tener en un momento como este-. Te deseo lo mejor en tu carrera, y en todo lo que hagas. Si alguna vez necesitas hablar, sabes dónde encontrarme.

Con esas palabras, _____ se levantó lentamente de su asiento, y Geto también lo hizo, mirando con algo de pena la distancia creciente entre ellos.

Se acercó para darle la mano, un gesto de cortesía que, a pesar de todo, tenía la sensación de que era mucho más significativo de lo que parecía.

-Gracias por entender -dijo Geto, con voz baja.

-No tienes que darme las gracias, Geto. Sabes que yo solo quiero lo mejor para ti. -respondió ella con una sonrisa más triste, pero llena de comprensión.

Mientras Geto se dirigía hacia la puerta, un extraño vacío se instaló en su pecho.

Aunque sabía que lo que estaba haciendo era lo correcto para su carrera, algo dentro de él sentía que había perdido una oportunidad.

Una oportunidad para algo más, algo que no podía definir ni entender completamente.

Lo que le quedaba claro, sin embargo, era que la decisión de alejarse de Kondo no era solo profesional, sino también emocional.

Kondo, por su parte, se quedó en el salón, mirando cómo se cerraba la puerta detrás de él.

No había dudas en su mente de que había tomado la decisión correcta, pero el peso de la decisión le pesaba en el corazón.

Había entendido que, en el mundo de la crítica gastronómica y la cocina de alta gama, las relaciones personales rara vez sobrevivían.

Y aunque sus sentimientos le decían lo contrario, ella sabía que no debía quedarse en una situación que podría poner en peligro su propia carrera.

Pero, como siempre, Kondo guardó sus emociones para sí misma. Había algo más que debía hacer, algo que no podía ignorar.

"¿Como paso?"

Geto no entendía nada, hasta hace un rato estaba por salir de aquellos edificios, pero ahora estaba desnudo con la jóven _____ desnuda encima de el montandolo.

El sólo había regresado al departamento yá qué había dejado su teléfono ahí adentro, pero al abrir la puerta encontró a la chica con su baby doll yá lista para dormir.

Bueno, no para dormir, sí no para calentar a Toji por mensajes y videos.

Pero cuando llamaron a la puerta ella sin vergüenza alguna fue a abrir así como estaba vestida.

Y tan astuta como calculadora sedujo a Geto, y ahora estaban ambos en la cama de ella cogiendo.

Era la primera vez que veía así a Geto.

Nunca nadie sé imaginó que debajo de esa fachada de simplón que tiene, se escondería alguien tan dominante.

Y que la podría hacer correr y sentir las estrellas con movimiento tan suaves y delicados.

Geto alzó un poco su mirada, dejándo ver un poco de sus ojos marrones.

Geto empezó a desabotonar su camisa, dejándo ver su cuerpo musculoso, tan bien trabajado. El mayor acercó sus manos al cuerpo de ella, deshaciéndose de aquel baby doll y lanzándolo lejos, dejándola en ropa interior.

La miró de pies a cabeza, con un semblante serio, pero sensual.

Geto llevó sus manos a su espalda,
desabrochando el sostén y sacando este, dejando sus pechos al aire.

El mayor levantó a la chica sin sacar su miembro de dentro de ella, para luego el colocarse arriba de él, cargo ambas piernas y se las puso en su hombro izquierdo.

La piel de _____ erizó ante esta sensación.

-Gime para mí, hermosa.- Susurró Suguru en tanto sus dos índices y pulgares jugaban con los pezones de la chica - Nadie te va a escuchar más que yo...

Geto empezó a moverse cada vez mas rápido, llegando hasta lo más profundo de ella, y sin previo aviso se corrió llenandola de su semen.

Ahí llegó el sentimiento de culpa, Geto tenía novia, pero se había cogido a otra mujer, alguien que no amaba.

Pero a su vez estaba preocupado, no quería que ls chica quedará embarazada, y _____ se estaban recuperando del cogidon que le habían metido.

- Te compraré la pastilla - dice Suguru mientras se empieza a abrochar el pantalón

- Soy infértil - respondió Kondo indiferente. - ¿Yá te ibas no?

Otra vez, su actitud fria y grosera de la joven crítica de cocina.

Ella no buscaba algo serio con nadie, sólo buscaba llenar aquel vacío emocional qué ke provocó su familia con el sexo, nada más.

"Confesiones bajo la luz tenue de
L'Olivo"

El día amaneció con un frío tímido que se filtraba entre los ventanales de L'Olivo, el elegante restaurante que Satoru Gojo había construido con sus propias manos y su insaciable pasión por la cocina.

El chef, con su delantal impecable y su energía usualmente arrolladora, hojeaba su cuaderno de recetas mientras el equipo de cocina ajustaba los últimos detalles del menú del día.

Pero esa mañana algo lo inquietaba, un presentimiento que no lograba sacudirse.

Suguru Geto apareció en el restaurante al filo del mediodía, vestido con su chaqueta negra que lo hacía ver imponente y misterioso, pero sus ojos estaban cansados, casi apagados.

Entró sin anunciarse, como siempre, pero esta vez sus pasos eran lentos, arrastrando una culpa que parecía pesar toneladas.

Gojo lo vio entrar desde la cocina. Dejó lo que estaba haciendo y se quitó el gorro de chef, dejando a la vista su desordenado cabello blanco.

Caminó hacia la mesa en la que Geto se había sentado, una pequeña junto a la ventana, desde donde se podía ver el ir y venir de las calles.

-Vaya, Suguru. Si no supiera que tienes una vida ocupada, pensaría que vienes aquí sólo para verme. ¿Qué te trae esta vez? ¿Otro "consejo de chef"? -preguntó Gojo con su sonrisa burlona de siempre.

Pero Geto no rió. Sus dedos tamborileaban contra la madera de la mesa, y sus ojos permanecían fijos en el mantel, incapaces de mirar directamente a su amigo.

-Necesito hablar contigo, Satoru -dijo al fin, con una voz baja y grave.

Gojo se inclinó hacia atrás, cruzando los brazos mientras lo examinaba con curiosidad. No estaba acostumbrado a ver a Geto así de... frágil.

-¿Es en serio? ¿No es otra de tus bromas? -preguntó, pero algo en el rostro de su amigo lo detuvo. Su sonrisa desapareció. Asintió con la cabeza y se sentó frente a él, apoyando los codos en la mesa-. Vale, hablemos.

Suguru tragó saliva, el nudo en su garganta parecía crecer con cada segundo que pasaba.

-Ayer... hice algo de lo que no estoy orgulloso. Y siento que te fallé, Satoru.

Gojo levantó una ceja, pero no interrumpió. Sólo dejó que el silencio lo empujara a continuar.

-Estuve con alguien -dijo Geto, mirando finalmente a los ojos de Gojo-. Pero no fue sólo eso. Me dejé llevar por mi egoísmo, y todo el tiempo no podía dejar de pensar en lo que me has dicho tantas veces. Sobre el respeto, sobre cómo nuestras acciones afectan a otros. Tuve relaciones con Kondo, y ne siento culpable.

Gojo lo observó en silencio, procesando lo que su amigo había dicho. No era fácil para Suguru admitir algo así, y eso sólo hacía que las palabras pesaran aún más.

-¿Y ahora qué, Suguru? ¿Qué esperas que haga yo con esto? -preguntó Gojo, con un tono que no era ni severo ni compasivo. Era simplemente... directo.

Geto apretó los puños sobre la mesa.

-No espero que me disculpes. Sólo... necesitaba decirlo.

Gojo suspiró y dejó escapar una risa suave, casi inaudible.

-¿Sabes lo que siempre he admirado de ti, Suguru? Que, aunque te equivoques, siempre intentas enfrentarlo. No huyes de tus errores.

Suguru lo miró, confundido.

-¿Eso es todo? ¿No vas a darme uno de tus sermones épicos sobre responsabilidad y moralidad?

Gojo sonrió, esta vez de verdad.

-Oh, claro que voy a hacerlo. Pero primero voy a hacerte un plato de pasta. Porque, amigo mío, no puedo darte lecciones de vida si estás aquí muriéndote de hambre.

Y con eso, Gojo se levantó y volvió a la cocina, dejando a Suguru solo con sus pensamientos y una ligera sonrisa en los labios.

En el fondo, ambos sabían que esa conversación era sólo el comienzo.

Pero, como siempre, todo era más llevadero en L'Olivo, con un buen plato de comida y la extraña pero sólida amistad que los unía.

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