Las risas de los pequeños inundaban cada rincón del salón de clases de Yibo, había encontrado algo que realmente le gustaba, algo que le apasionaba.

Termino su jornada antes de tiempo, le faltaba más de una hora para ver a Zhan, prefirió no ir a molestarlo a su trabajo así que solo se quedó ahí tratando de componer una canción, o hacer varias notas para que las clases de los pequeños sean más fáciles.

Sus dedos chocando con las teclas del piano, realmente amaba cada sonido que salía de este, hasta que su vista pteti atención  a su muñeca...
Una ola de recuerdos revolvieron su cabeza, no recordaba como se había echo la línea que provocó salir sangre de estás, simplemente no lo recordaba, ¿Había tomado? ¿O estaba bajo el efecto de alguna droga?, El sonido que retumbaba en el piano se detuvo de golpe.

El único recuerdo que Sele venía era el de YuChen con una sonrisa decorando su rostro, sus ojos hechos medias lunas, sus mejillas rojas... Ahí de paso el momento, su vista comenzó a ser borrosa, era inútil tratar de volver al pasado.

Se levantó de su asiento con un evidente dolor de cabeza, se dirigió a su maleta dónde había una botella de agua, la cuál bebió hasta dejarla sin ninguna gota de agua, se sentó a un lado de la pequeña malrta que estaba en el suelo.

— Que mierda paso ese día — muro mi tras acariciaba las marcas de sus muñecas.

Su recordaba todo eso, fue por las pequeñas visitas que tuvo con el psicólogo antes de ser internado, algo le preocupaba... Probablemente era su bienestar o era el bienestar de alguien más, y si as era; ¿De quién?

—¡Zhan! — corrió a los brazos del más alto cuando lo vio parado esperándolo — Te extrañe.

—¿Quieres ir a comer algo?— sonrió mientras correspondía el abrazo del más bajo.

—No — se alejo un poco para tomar de la mano al menor — prefiero ir de compras no eh comprado aquí... Y parte tienes buen gusto de ropa, ¿Te parece bien?

—Me parece bien, pequeño Gege— sonrío de manera baja y comenzaron su camino al centro comercial.