Shotaro tenía ganas de llorar... pero de vergüenza al ver a SungChan, le avergonzaba recordar que había llorado sobre el hombro del menor por al menos quince minutos y este simplemente había estado ahí acariciando su cabeza.

— Si no me mira a los ojos voy a creer que hice algo malo —Shotaro rió y miró al menor, haciendo que este le sonría.

— No hiciste nada malo Sung —Sonrió hacia el menor— Solo estoy un poco... —Movió un poco su cabeza— Avergonzado.

— ¿Por qué? No hizo nada por lo que deberías avergonzarte.

— Lloré —Murmuró.

— Normalmente el ser humano hace eso, es algo natural, ¿acaso nunca había llorado antes? —Bromeó, haciendo que el mayor riera levemente.

— No es por eso, he llorado antes —Infló una de sus mejillas— Sólo que, bueno, llore en tu hombro y... fue raro —Murmuró lo último en japonés, haciendo que SungChan frunciera el ceño.

— Si lo repite me da tiempo a buscar el traductor —Sonrió mientras sacaba su celular de su bolsillo, provocando que el mayor soltara una carcajada.

— Dije que fue raro —Sonrió.

— ¿Entonces... ya puedo pasar o me quedaré en la puerta el resto del día?

Shotaro apretó sus ojos mientras reía, haciéndose a un lado para dejar pasar al menor.

— Lo siento.

— No importa hyung.