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Mark y Jaebum: 5 años.

Jackson y Jinyoung: 4 años.

Youngjae y Bambam: 3 años.

Yugyeom: 2 años.

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Los días en la guardería no eran iguales, y es que la ausencia de Jaebum y de Mark era bastante notoria, pero los cinco niños que aún permanecían en el lugar no se dejaban decaer con facilidad, disfrutando de sus días juntos a pesar de que faltaban sus dos mayores.

De igual forma, Jaebum y Mark estaban muy contentos con su nuevo lugar de estudio, e incluso habían logrado hacer unos que otros nuevos amigos, aunque claro, nada tan cercano como esos cinco niños que esperaban a que entraran en Daewon School. ¡Incluso ya sabían un lugar perfecto para pasar sus recreos!

A pesar de la distancia, y el miedo de ser separados, no faltaban la reuniones en las cuales los siete volvían a estar juntos, como lo era en esa ocasión tan especial que iba a ser celebrada de una manera un tanto... excéntrica.

Y no era para menos, si Bhuwakul y Wang estaban por fin en Corea, y qué mejor manera de conocerse que una fiesta de disfraces. Siendo esta patrocinada por ambos hombres que estaban a nada de saltar en un pie por la emoción que sentían de conocer por fin a los pequeños y sus padres.

La madre de Jackson terminaba de arreglar arreglar a su hijo, quien lucía un adorable disfraz de Batman, mientras que ella estaba disfrazada de Mera y su esposo de Aquaman.

—¡Mamá estoy muy emocionado! —exclamó el niño al tiempo en que saltaba en la cama, dificultando un poco la tarea de la mujer—. La decoración que hiciste te quedó muy bonita, y los dulces en forma de araña saben muy ricos —abrió los ojos en cuanto este detalle se escapó de sus labios—. ¡Solo probé uno que me dio papá! ¡Él se comió cuatro cuando no veías!

Escuchó un jadeo a su espalda, y se giró a mirar a su esposo, quien miraba a Jackson con sorpresa. —¡Eres un traidor! ¡Se supone que sería nuestro secreto!

—¡Mami, yo no quería, mi papá me lo dio! —dijo Jackson con rapidez—. Dijo que si ambos comíamos debíamos guardar el secreto.

—¡Pero no sirvió de nada porque le dijiste! ¡Niño chismoso!

Sofía respiró profundo. Su esposo era un niño más, y si bien lo había extrañado ya que era el amor de su vida, ahora se estaba arrepintiendo de desear que volviera de China.

—Hay suficientes dulces, ya dejen de pelear —dijo y tiró de la oreja a su pareja—. Pero tú vas a limpiar todo hoy, y tú... —tomó ahora la de Jackson—. Ya no irás a casa de tus amigos a jugar por dos semanas.

Escuchó las quejas de sus hombrecitos, pero los ignoró, bajando las escaleras de su casa para ir hasta la puerta en cuanto escuchó el timbre sonar. Una vez abrió, sonrió enternecida al mirar a los Tuan, siendo Homero y Marge Simpson, y a los Bhuwakul siendo una imitación bastante cómica de los Adams, acompañados obviamente de Mark vestido de ratoncito y a Bambam disfrazado de Chef.

—¡Oh, pero que lindos! —exclamó y se agachó a la altura de los niños—. ¿Cómo están mis preciosos sobrinos? Ratatouille, eh. ¡Me encanta esa película!

Bambam rió y se lanzó a los brazos de la mujer. —¡Tía Wang! ¡Usted también está muy bonita!

—Muy b-bonita —segundó Mark, dejando un suave beso en la mejilla de la mujer.

—Vayan al patio, hay algunos juegos ahí. Jackson bajará dentro de poco.

Ambos niños asintieron y corrieron hasta el jardín de la casa que ya conocían bien.

—Dime que también estoy lindo o lloro.

La madre de Bambam rodó los ojos en cuanto su esposo soltó dicho comentario, ganándose las risas de los demás.

—Ya pasen, en la cocina hay comida.

—De allá soy —dijo el padre de Mark, y Bhuwakul lo siguió de cerca.

Las mujer se saludaron y halagaron las unas con otras, entrando también a la casa. La dueña del lugar iba a cerrar la puerta, cuando una mano impidió dicha acción, y se encontró con los invitados que faltaban.

—¡Tía Wang! —gritó Jinyoung, y alzó sus brazos para ser cargado por la mujer—. ¡Soy Chucky! ¡El muñeco diabólico!

La mujer parpadeó y miró a los Park, —los cuales estaban disfrazados de Barbie y Ken— cuestionando el porqué de esa elección de disfraz.

—Oh, no. Él fue quien pidió ser vestido así —dijo el hombre—. No sé cómo vio la película pero la amó y ahora está obsesionado con Chucky.

Sofía rió, y dejó en el suelo a Jinyoung, ahora posando su mirada en Jaebum, y sonriendo en grande cuando entendió el porqué de su disfraz. —Si Batman está aquí, entonces no puede faltar el increíble Joker.

—¡Soy el mejor villano de todos!

La carita del niño estaba pintada como la del icónico personaje, y tenía un traje rojo hecho a la medida. Los Lim, —¿O debía decir "Yoko Ono y John Lennon"?— se habían esforzado en el disfraz, y ni hablar del pequeño Hyunjin de apenas ocho meses que era una adorable calabaza.

—Pero miren esa linda calabacita~ Ven con tu tía Wang, precioso —el niño sonrió y fue hasta los brazos de la mujer sin problema alguno. Sofía ahora miró a Youngjae y sonrió—. Ese disfraz le queda muchísimo a Youngjae porque es el angelito más hermoso.

El niño estaba vestido de blanco, llevaba un par de alitas y una diadema con una aureola dorada de ángel. Youngjae se abrazó a la pierna de la mujer y sonrió mostrando sus dientecitos de leche. —Tía Wang, soy bonito y soy un angelito.

—Claro que sí, mi amor, el angelito más precioso —concordó la mujer, acariciando su mejilla. Los padres de Youngjae estaban disfrazados de Shang y Mulán, luciendo muy lindos a la vista de la mujer.

—¡Tía! ¡Tía! ¡Yo tabie toy bonito! —dijo Yugyeom, sonriendo y posándose al frente de la madre de Jackson—. Soy un píncipe.

—Oh, Su Majestad, es un honor tenerlo en mi humilde casa.

Yugyeom rió. —Teno una coona de píncipe.

—Yo le dije que era mejor ser Rey pero el insistió en ser príncipe —habló el padre de Yugyeom, y su esposa rió. Ambos estaban disfrazados de Shark Boy y Lava Girl. 

—Todos lucen increíbles —dijo Sofía—. Entren y disfrutemos la fiesta de disfraces.

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Habían alquilado un castillo inflable, además de una cama elástica para que los niños disfrutaran, aunque claro esta era más para los adultos que no duraron mucho en subir también, teniendo a los padres de Yugyeom en conjunto con los padres de Jinyoung saltando en esta.

—¡Voy a comprar una de estas! —exclamó el padre de Jinyoung, y chocó los cinco con su esposa—. ¡Sería la mejor inversión!

—¡Te apoyo! ¡Esto es divertido! —secundó la mujer, riendo por y jadeando por el esfuerzo.

—¡Ya bájense, quiero subir! —se quejó el papá de Bambam, queriendo formar un berrinche en ese momento.

—¡No! —respondieron los cuatro adultos, al tiempo en que tomaban sus manos y saltaban en círculo.

Mientras tanto en el castillo inflable, seis niños estaban bajo las órdenes de un pequeño que había decidido tomar el mando.

—¡Yo, soy e píncipe Yuyeon! ¡Tiene que hace lo que yo diga! —dijo el niño con voz de mando, y los demás asintieron a lo dicho—. Pimeo, saquen a la naanja.

Jaebum rodó los ojos y abrazó a su hermanito. —Yugyeom, ya te dije que mi hermanito va a jugar con nosotros, y es una calabaza, no una naranja.

Yugyeom miró mal a Hyunjin, y luego desvió su mirada de manera digna. Al pequeño Kim no le caía bien el nuevo bebé, y es que gracias a él había sido destronado de su puesto como "el más pequeño" y eso lo molestaba.

—Fuea o no fuego —amenazó y se cruzó de bracitos.

—Yugyeom no seas un malcriado, ¿Qué te está haciendo Hyunjin? Ni bulla hace y no nos molesta —dijo Jinyoung y abrió sus bracitos hacia el bebé, teniéndolo ahora él entre sus piernas. Después de Yugyeom, el pequeño Lim era su segundo bebé favorito—. Deja que se quede con nosotros, igual tía Lim está afuera pendiente por si él se aburre o se quiere ir.

Yugyeom abultó sus labios y ya iba a quejarse, pero los brazos de Jackson lo rodearon con cariño. —¡No seas celosito, Yugyeomie~! Tú eres nuestro bebé.

—Sí, Yugy. Deja que Hyunnie se quede con nosotros —pidió Youngjae, juntando sus manitos.

Iba a negarse, cuando un beso aterrizó en su mejilla, logrando en él un bonito sentimiento y un calorcito tanto en sus cachetitos como en su pecho.

—El bebé más lindo de todos, y el más bueno que dejará a Hyunjin con nosotros —dijo Bambam, acomodando la coronita que se encontraba en la cabeza de Yugyeom—. ¿Cierto que eres lindo y bueno?

—Sí, Babi —afirmó y volvió a mirar a Hyunjin—. La naanja se queda.

—Ca-la-ba-za —repitió Jaebum.

—Sí, sí. Yo como píncipe odeno que me taigan dulces.

—¿T-todos? —Mark alzó su cejita—. No puedes c-comer tantos d-dulces, Yugy.

—Mark tiene razón —dijo Jinyoung—. Te dará diarrea.

—¡Iugh! ¡Popo agua! —exclamó asqueado Youngjae.

Jackson se cruzó de brazos. —¿Por qué hay que traerle dulces a Yugyeom? Si es así yo también quiero ser el príncipe.

—Un pájaro no puede ser príncipe, Jackson —dijo obvio Bambam.

—¡Soy Batman! Mi disfraz es mejor que el tuyo de heladero.

—¡Soy un chef! Mark y yo estamos disfrazados como la película.

—A mi Markie no lo metas. Él es un conejito bonito.

Mark tocó el hombro de Jackson, llamando su atención. —S-soy un ratón.

—Ratón, conejo, son familia —explicó y movió su manito, restándole importancia.

—Yo opino que mi disfraz el mejor.

—Esta difazado de muñeca no es genial, Ji —opinó Yugyeom sin afán de ofender.

—¡No soy una muñeca! Soy un muñeco diabólico, ¡Raw~!

Jackson sonrió. —Es lindo. 

—Es obvio que mi disfraz es el mejor porque me veo mucho más bonito de lo que ya soy —dijo Youngjae, y sonrió tiernamente.

—Concuerdo con Youngjae —dijo sin más Jaebum sin ganas de presumir su disfraz. Era obvio que él era el mejor vestido, pero no quería humillar a sus amigos.

—¡Ah! —balbuceó Hyunjin, y sacudió sus manitos.

—No, tú ere una naanja fea.

—¡Yugyeom! —regañaron el coro los seis niños restantes.

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—Hay que ponerlos a ver Coraline.

—El cadáver de la novia.

—¡El extraño mundo de Jack!

—Van a ver hotel Transilvania tres y listo —dijo la mamá de Mark al papá de Jackson, Yugyeom y Youngjae—. Lo que menos quiero es a siete mocosos traumados y llorando.

—Marge Simpson tiene razón —dijo su esposo—. Un trauma a esta edad, y no lo superan más nunca.

—Suena a experiencia propia —dijo el padre de Jaebum.

Los otros padres siguieron riendo, mientras los demás niños se acomodaban en las colchonetas que habían colocado en el piso de abajo para la noche de películas. Hyunjin ya estaba dormitando en la habitación de Jackson, siendo rodeado con un montón de almohadas.

Jaebum servía de soporte para Youngjae y Jinyoung, mientras que Jackson estaba acostado sobre las piernas de su amigo, y con sus piernas sobre Mark, quien a su vez era el apoyo de Bambam y Yugyeom. Las colchonetas eran grandes, pero los niños se sentían mucho más cómodos estando todos juntos y apretaditos.

Soltaban risas y comentaban la película, pasando un rato sumamente agradable. Quizás la salida de Jaebum y de Mark podía haberlos separado, pero contra todo pronóstico se sentían más unidos, sabiendo que no importaba en donde estaban, siempre serían los mismos siete niños que se conocieron en Green Garden.

—Cada vez que los veo me siento tan feliz de que se hayan encontrado —comentó la mamá de Youngjae con nostalgia.

—Una vez le dije a Bambam que solo niños especiales podían ser amigos de un niño especial como él —la madre del niño sonrió—. Al tiempo llegaron ellos.

—Muy lindo y todo, pero Yugyeom le tiene el ojo puesto a mi bebé.

—¿Disculpa? —dijo Kim—. Tu hijo es quien se le ha metido en los ojos a mi bebé con su carita bonita y su aroma a caramelo.

—Al menos se llevan un año de diferencia, conozco de uno por ahí que tiene cinco y tiene el ojo puesto en mi pequeño angelito de tres.

La indirecta fue directa a Lim, quien miró al papá de Youngjae con indignación. —Pues tu hijo se la pasa diciendo lo bonito que es, y buscando cariño de mi hijo.

—Señores, señores —el padre de Jackson se metió—. Son niños, no saben lo que hacen.

—Oh, tú cállate, Wang. ¿No ves que tu hijo anda entre Mark y Jinyoung?

El hombre se encogió de hombros, y sonrió con disculpa a los padres de los susodichos.

Mientras los hombres seguían discutiendo de cosas sin sentidos, las mujeres solo reían, sabiendo los celosos que resultaban ellos al momento de nombrar a sus pollitos.

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En base a lo que han leído durante toda la historia, ¿Jinson o Markson? Justifiquen su respuesta 👺