₊˚ 013 ༄
「 🦢 」─── ◡̈ ❝ Mom... ❞ ♡ ;; 🥃 ❜
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SHANE HIZO PRESIÓN en su pómulo con su mano. Nuevamente nadie dijo nada.
— ¡Maldita estúpida! — gruñó el hombre.
— Cuida tu boca, imbécil. — dijo Daryl mientras se acercaba a él.
Rachel volteó a ver a su hija quien estaba colapsando en el suelo, Daryl, también lo vio y se dirigió a la niña.
— Pudimos haber resuelto esto, Shane. No tenía que ser de esta manera. No enfrente de los niños, ni de su familia. — habló Rachel mientras recogía su arco y lo colocaba en su espalda. — Tu eres el estúpido aquí. — escupió la mujer.
Al acercarse a su hija vio como Daryl la había tomado en sus brazos y cargado.
— Está bien, dámela.
Daryl asintió y le entregó la niña con delicadeza, Tori vio como a lo lejos Beth era atacada por su propia madrastra, quien terminó siendo rematada por Andrea, pero realmente eso ya no importaba.
Su respiración era más tranquila, sentir los latidos de su madre le hacía bien, estar en sus brazos era lo que necesitaba.
— ¿Estarás bien? — preguntó Rachel mientras acariciaba el cabello de su hija.
— Si. — murmuró Tori mientras su madre la dejaba de pie en el suelo.
— No te preocupes, yo me encargo de ella. — dijo Alice tomando a Tori por los hombros.
Rachel asintió y se fue con Daryl. El grupo de personas fueron directamente a la casa, siguiendo a Hershel.
— Ven aquí, cariño. — Alice acercó a la niña y la tomo en sus brazos, Tori, quien estaba mucho más tranquila sintió como el aire secaba sus lágrimas, y cerró sus ojos.
Imaginó que estaba en alguna campo, lejos y sola de todo el desastre. Estaba sola, pero no se sentía así, sabía que tenía su hermana y hermano, pero aún así le gustaba ese lugar, era lo que más deseaba.
— Vick, vamos a dentro, ¿bien? — preguntó Luck mientras tomaba su hombro.
La niña se sobresaltó y salió de sus pensamientos, volteó a ver a Alice, no quería separase de ella, quería cerrar sus ojos y perderse en sus pensamientos.
— Vamos, cariño. Sal de este cementerio.
La niña se puso de pie y siguió a sus hermanos, bajo la mirada de Andrea, se suponía que ella debería de cuidarla cuando su madre no estuviera, no una extraña, no Alice. Pero tal vez eso fue lo que ella provocó.
Tori había sacado su ajedrez, movía y acomodaba piezas una y otra vez, había intentado leer un libro, escuchar música, incluso descubrió lo mucho que amaba "Folklore" de Taylor swift.
Pero aún así no lograba distraer su mente.
— Saldré un momento, no tardó. — aviso Tori antes de salir de la tienda de campaña. Luck asintió viendo con cuidado como su hermana salía. En cuanto se fue, Luck volteó a ver a Megan preocupado.
— ¿Crees que la va a superar rápido? — preguntó el chico con algo de nervios.
— Creo que le tomará algunos días, pero estara bien, tiene que estarlo, ha demostrado ser una niña fuerte. — contestó Megan mientras cerraba su libro para concentrarse en su novio.
— Es solo que ella es una niña, no necesita ser fuerte. — Luck bajo su cabeza algo desanimado y llevó sus manos a su rostro. — Me duele, ella no podrá vivir su infancia, solo tiene 11.
— Lo sé, pero no hay nada que podamos hacer, Luck. — Megan sacó las manos de Luck de su rostro y las tomó en las suyas. — Tal vez los niños de ahora en adelante tendrán que aprender a luchar y ser fuertes. Es mejor a que sean débiles y no sepan defenderse.
Luck asintió y se recargó en pecho de la rubia mientras esta le hacía piojito. El aroma de flores que Megan tenía naturalmente le encantaba, era algo por lo que le gustaba estar cerca de ella.
— ¿Por qué eres tan linda conmigo? — preguntó Luck, el quería demasiado a esa rubia, y no entendía como ella era así.
— Por qué eres lindo y me cae muy bien Tori. — respondió Megan con algo de sarcasmo. — En realidad tu hermana me chantajea para estar contigo, no es la gran cosa.
Luck levantó su vista y abrió la boca ofendido, así que recurrió a su recurso más cercano, el coqueteo. Tomó al cintura de la rubia y se acercó a ella.
— ¿En serio? — volvió a preguntar cerca de sus labios. Megan sintió como su corazón se aceleraba y sus tripas se revolvían.
— Mhm...
Luck se encogió de hombros y se alejó de Megan rápidamente, la chica se quedó perpleja, deseando seguir así cerca de Luck pero a la vez seguir con la pequeña broma que tenían.
— Bien, supongo que de lejos será mejor. — Luck tomó un libro que estaba regado por ahí y fingió leerlo con una pequeña sonrisa escondida en sus labios.
Megan abrió su boca sorprendida y algo ofendida, golpeó con cuidado el hombro de Lick y dejó su orgullo a un lado.
— ¡Vamos, era una broma! — Megan se acercó y puso un puchero, haciéndola ver tierna pero a la vez graciosa.
— Bien, te perdono. — dijo Luck sin dejar de "leer" el libro.
— ¿No me besaras? — replicó Megan con el ceño fruncido. Realmente eso era la única razón por la que había dicho que estaba bromeando.
— Mm, déjame pensarlo un poco, esa broma de verdad me hirió. — Luck cerró su libro y hizo un cara pensativa, en realidad no estaba pensando en nada, se moría por plantar un beso en los labios de Megan, pero eso era divertido.
— No seas ridículo, no te hagas del rogar. — Megan se acercó aún más Luck tratando de intimidarlo con sus ojos, pero solo provocaba hacer reír al mayor.
— Bien... — respondió Luck entre risas y dejó un pequeño beso en los labios de Megan, quien sonrió cálidamente ante su tacto.
Apenas Tori salió de la tienda buscó a Carl, quería estar cerca de él y saber que pensaba, tal vez el se sentía peor que ella, y necesitaba una amiga.
— Hola, Carl. — saludo la niña y se sentó al lado de él debajo de un árbol en el campamento.
— Tori... — el niño dio un pequeña sonrisa y tomó la mano de la niña. — ¿Estás bien?
— Si, eso creo, pero ella... ella no es fácil de olvidar, era un niña tan amable y buena. — contestó la castaña sintiendo su corazón apachurrarse.
— Es verdad, todo fue tan rápido y ni siquiera nos dimos cuenta. — habló Carl mientras jugaba con sus dedos torpemente.
— Todo esto es tan estúpido. — Tori suspiró cansada y dejó caer su cabeza en el hombro de Carl escondiendo su rostro en su cuello.
Carl sintió algunas cosquillas y trató de disimular su nerviosismo.
— Lo que te pasó en el CDC, ¿fue lo que te pasó en el granero? — preguntó Carl con curiosidad, le preocupaba, ella era su amiga y quería lo mejor para ella, y eso no estaba en esa lista.
— Si, quiero decir, se sintió muy parecido. — la castaña cerró sus ojos y disfruto de su cercanía con el niño, debía aceptar que era muy lindo y estar cerca de él era muy agradable. Aún así sentía algo de vergüenza por haber tenido un colapso frente a del, seguramente no se veía bonita mientras eso pasaba.
— Ya veo, ¿no lo puedes controlar? — Carl frunció el celo y recordó las veces que Tori había tenido colapsos y eso hizo que el niño se entristeciera.
— Seguramente sí, pero no se como. Da igual.
Carl no quiso insistir en el tema, tal vez a Tori no le gustaba mucho hablar de eso. Se concentró en sentir la respiración de la castaña y la brisa moviendo las hojas de los árboles.
— Cuando te dispararon, ¿te dolió? — Carl sonrió ante la pregunta y asintió tratando de no incomodar a Tori en su hombro.
— La verdad es que si, mucho. Pero después solo me perdí, fue como dormir, no soñé ni sentí nada, solo la nada. — el niño trató de sonar lo más neutral posible, pero recordar eso le provocaba algo de miedo.
— Eres muy valiente, Carl. — murmuró Tori. No quería sonar muy empalagosa, pero quería agradarle, por alguna razón ahora le importaba mucho lo que él pensaba sobre ella.
— Gracias, Tori, igual que tu. — Carl apretó un poco la mano de la castaña. — No cualquiera mata un caminante.
Tori sonrio y escondió aún más su rostro.
— ¿Cuando fue la última vez que viste la televisión? — preguntó Tori tratando de cambiar el tema. No es que quisiera recordar la vez que mató a un caminante.
— Um, no lo recuerdo, pero se que me gustaba mucho ver películas de superhéroes. — Carl sonrió y recostó su cabeza en la de la castaña. — mi mamá hace palomitas muy buenas.
— Apuesto que si, mis películas favoritas siempre fueron las de Harry Potter, ¿nunca las viste? — preguntó Tori con curiosidad. Al sentir que Carl negaba levantó su cabeza y vio a sus ojos.
— No, pero puedes contármelas. — Tori asintió rápidamente y soltó una risita.
— Claro que sí, todo empezó con un niño, un bebé...
El entierro de Sophia fue lo más triste que hubo en esos días, decepción, impotencia, coraje. Ella simplemente se había ido, y aún que hicieron lo pudieron para protegerla y traerla de vuelta, nuevamente no había sido suficiente.
Lágrimas caían del rostro de Tori, se sintió culpable de no haber pasado más tiempo con ella, de no conocerla mejor, por qué ella era una niña muy linda.
La gente eventualmente se empezó a ir y cuando fue el turno de Alice, Tori tuvo que ir atrás de ella.
— ¡Alice! — llamó Tori, la mujer se paró y volteo a ver a la niña tan rápido la llamó.
— Dime, cariño. — la rubia se puso de cuclillas y vio con cariño a Tori.
— Si nosotros nos tenemos que ir, ¿Qué pasará contigo? — preguntó la niña, en poco tiempo le había tomado cariño a Alice, y como no hacerlo, siempre estaba feliz y le dedicaba tiempo, era muy buena persona y agradable.
Alice se quedó pensando un tiempo, le debía mucho a Hershel, estaba en un lugar seguro, comida, agua, refugio, debía honrar a Otis. Sin embargo, ella nunca estuvo de acuerdo con los caminantes en el granero, aparte se había encariñado con la pequeña frente a ella, siempre le habían agradado los niños, los quería mantener a salvo.
— No lo sé, no hay que pensar en eso. — respondió la mujer con delicadeza mientras tomaba los hombros de la niña.
— Bien... — Tori sintió la necesidad de preguntar algo a Alice, que nunca se imaginó preguntar. Pero solo quería aclarar sus pensamientos. — Y, ¿cómo sabes que alguien te gusta?
Alice abrió sus ojos como platos y soltó una risita. Encaminó a la niña junto a un tronco y se sentaron ahí.
— Bueno, en mi experiencia creo que es cuando alguien te parece lindo, amable, cool, te trata bien, sientes mariposas es el estómago, te pone nerviosa... — dijo rápidamente confundiendo a la pequeña, Alice al notar esto soltó un risa. — Lo siento, pero así es, solo que eres algo pequeña para que eso pase.
— ¡No es verdad! No soy pequeña. — reclamó la castaña con el ceño fruncido. Tori recordó el rostro de Carl, sus mejillas se tornaron rojas, y una sonrisita salió de sus labios. — Es que Carl, es muy lindo...
— Si, se que lo crees. — contestó Alice en una risita. — Pero solo se su amiga, y ten algo de tiempo de calidad con el, son muy pequeños para pensar en esas cosas, cariño. — insistió. — Aparte con el tiempo tal vez sea diferente, tal vez te enamores, que te guste alguien es diferente a enamorarse. — Alice vio la mirada de la niña y bufó divertida. — pero ya tendrás esas dudas más tarde.
— Siempre pensé que el primer niño que me iba gustar iba ser de mi escuela o algo así, no de mi grupo de supervivencia. — la niña soltó un risa sarcástica y suspiró, tal vez si le añadía algo de risa o humor no iba a ser tan incómodo.
— Aveces las cosas no salen como uno quieren. — Alice colocó su mano en el hombro de Tori y le dio unas palmadas.
Todo iba bien hasta que Patricia llegó corriendo.
— Alice, Beth tiene algo. Ven, rápido. — la mujer se dio la vuelta y regresó a la casa tan rápido como pudo.
— Vamos, Tori, tal vez puedas aprender algo. — Alice se levantó empezó a correr hacia la casa con Tori detrás.
Al llegar a la casa había ruido en la habitación que estaba al lado de la cocina, ahí estaba estaba Maggie y Glenn, ambos de veían preocupados.
— Se desmayó, fue un momento solamente. — dijo Maggie preocupada con sus ojos muy abiertos.
— Seguramente sigue en shock, tomaré sus signos vitales y tomaré su presión, estará bien. — contestó Alice acercándose a la rubia. — Tori, cariño, podrías traerme mi bolso, está en la sala.
— Claro, Ali. — la niña salió corriendo y tomó el bolso, al llegar al cuarto Lori estaba recargada en el marco de la puerta con el ceño fruncido, el cual desapareció cuando le sonrió. Tori devolvió el gesto y le entregó la bolsa a Alice.
— ¿Dónde está Hershel? — preguntó Lori.
— No pudimos encontrarlo. — contestó Glenn con decepción. Lori salió del cuarto rápidamente.
— Hola, Beth, te haré un chequeo rápido, ¿te molesta que le enseña algunas cosas a Tori? — Beth soltó una pequeña sonrisa y negó con la cabeza. — Perfecto.
Alice tomó la muñeca de Beth, puso su dedo índice y corazón encima de esta, y encendió un cronómetro, se veía concentrada y observaba a un punto fijo en el cuarto. Hasta que la alarma sonó.
— Bien, sus latidos están bien. — dijo sin preocupación a Maggie. — Lo que acabo de hacer fue revisar sus signos vitales, se debe hacer así, tomas el tiempo de 30 segundos, sus rasos deben de ser entre 50 y 30. ¿Quieres intentarlo?
Tori vio con pena a Beth, pero no pudo resistirse y asintió.
— Bien, toma su muñeca y coloca tus dedos así sobre ella. — Alice le hizo una pequeña demostración, cosa que no era tan difícil. — Listo, empieza a contar.
La rubia encendió el cronómetro, al principio los latidos no eran tan predecibles, y se contaban con dificultad, pero entre más se concentraba más los sentía.
La alarme del cronómetro hizo que Tori se sobresaltar quitando su mano rápidamente, al reaccionar soltó un pequeña risa.
— Conté 43. — habló Tori emocionada.
— Bien, yo 49. — Alice alzó su mano y la chocó con la de Tori. — Ahora veamos tus pupilas, Beth.
Alice saco una lámpara de su bolso, era como una pluma. La mujer tomó el rostro de Beth con cuidado y revisó sus ojos con la lámpara.
— Bien, tienes muy buenos reflejos. — Alice le entregó la lámpara a la niña y palmeó la cama a su lado. — Tu turno, se supone que tiene que dilatarse.
Tori se acercó y tomó asiento, le dio una sonrisa a Beth antes de tomar su rostro y levantar un poco su párpado. Encendió la lámpara y la alejó de Beth, no quería molestarla mucho. Además no sabía en dónde buscar exactamente.
— Acércala un poco más y fíjate que movimientos hace su pupila. — Alice toma la mano de Tori y acercó la lámpara a una distancia correcta.
La niña pudo notar como las pupilas de Beth se iban agrandando lentamente y amplió sus sonrisa, le parecía algo mágico.
— Lo puedo ver... — dijo asombrada y con los ojos entrecerrados para poner más atención.
— Lo sé, por último revisaremos tu presión Beth. — aviso Alice con cariño.
La Doctora sacó un objeto de su bolso era como una mangera, en un extremo tenía una pantalla con botones y del otro una tela algo inflada con velcro para amarrarla. Alice rodeó el brazo de Beth con la tela, encendió la pantalla y espero mientras veía con cuidado los números.
— Bien, está un poco alta, pero debe ser el susto, solo necesitas algo de descanso, Beth. — la adolescente asintió algo apenada. — Ahora, Tori, esto se llama tensiómetro, tiene algún que otro nombre pero no te compliques. Esto se pone en la parte superior del brazo, para que registre la presión arterial.
Tori asintió mientras procesaba y memorizaba toda esa información.
— En el caso de Beth, esto es algo seguramente momentáneo y mental, pero aún así hay que estar en constante chequeo, ella necesitará alimentarse bien y descansar bastante.
Tori y sus hermanos espiaban la conversación de Rachel y los adultos, iban a buscar a Hershel al pueblo, eso significaba que Rachel iba a volver a salir.
Cuando la mujer salió se alejó con Rick y hablaron de nuevo, parecía que tenían una discusión. Cuando terminaron Rachel se acercó con su hijos y les dio una sonrisa.
— ¿Qué pasa, niños? Vayan a distraerse, creo que Carol está tejiendo, tal vez les pueda enseñar algo. — dijo la mujer mientras acariciaba el cabello de Megan.
— ¿Saldrás de nuevo? — preguntó Tori a la defensiva, era molesto que su madre saliera tan seguido, pareciera que lo hacía a propósito.
Rachel bajó su cabeza y cerró sus ojos por un momento.
— Tori, mamá necesita salir... — Luck fue interrumpido por la voz de la menor, que sonaba algo irritada.
— No, ella no necesita hacerlo, no ella. — Tori se cruzó de brazos y espero por una respuesta de su madre.
Luck y Megan solo veían la escena incómodos, Tori no acostumbraba a hablarle así a su Rachel o sus mayores.
— Hija, yo quisiera estar aquí, pero de verdad... — la menor volvió a interrumpir a su madre.
— Llévanos contigo. — pidió Tori, que más bien sonaba como una orden.
— Wow, Vick, no puedes pedir eso, y menos involucrarnos. — se apresuró a hablar Luck, no es que estuviera enojado con Tori, la entendía y también estaba algo molesto con Rachel, pero no quería poner en riesgo a su familia. — Aparte salir es peligroso.
— No, se supone que mamá sabe disparar muy bien, y es muy buena manteniendo seguro a todo el grupo. Ella podrá proteger a sus hijos afuera ¿verdad? — la castaña tenía el ceño fruncido y sus voz salía con coraje y pesadez.
— Tori, no creo que sea buena idea. — murmuró Megan tratando de no sonar tan sorprendida
— Esta bien, Meg, los llevaré conmigo, Tori tiene razón. — contestó la mujer algo enojada, no se iba a poner con una niña de 11 años a pelear, pero le quería dar una lección y enseñarle el mundo afuera. — Tienen que aprender a ver las cosas como son.
Tori vio a su madre desafiante y asintió con la cabeza, estaba enojada por la muerte de Sophia, y por alguna razón estaba desquitándose con Rachel, y eso la ponía aún más molesta, pero consigo misma, sin embargo no lo podía evitar.
— Tomen las navajas que les di en la carretera, un bote agua y nos vamos en 5.
Rachel se fue caminando a la salida de la casa, Tori soltó un suspiro causando que ambos niños le dieran miradas diferentes, Luck la veía con una expresión de pregunta y Megan con lástima.
— ¿Qué? Se me salió, no pensé que llegara tan lejos. — la castaña soltó sus brazos y se encogió de hombros. — Vamos por las cosas.
— Vick, ni siquiera sabemos bien a dónde vamos, acabas de retar a mamá, tú no eres así. Además nos arrastraste contigo a Megan y a mí. — reclamó Luck mientras caminaba detrás de la niña.
— Lo siento, ¿si? — Tori se volteó rápidamente a encarar a su hermano. — Si no quieren ir, bien, pero yo tengo que hacerlo.
— No es verdad, tu lugar es aquí, resguardándote, en un lugar seguro como la niña que eres. — replicó el mayor mientras tomaba su hombro.
— Tori, podemos hablar con mamá y resolver esto. — los tres niños se sorprendieron al escuchar la palabra "mamá" salir de la boca de Megan pero no era momento para preguntar eso.
— No, M. — Tori cerró sus ojos por un momento y después siguió su camino a la casa de campaña con sus hermanos detrás. — Ya me cansé de esto. — murmuró, cosa que los niños pudieron escuchar.
Al llegar a la tienda tomó una navaja de su mochila y un bote de agua. La pareja se dio una mirada cómplice y tomaron sus cosas.
— ¿Qué hacen? — preguntó Tori con confusión, ella en realidad pensó que no la acompañarían.
— No te vamos a dejar sola afuera, ¿con quien platicarás? — dijo Megan con una sonrisa.
— Nunca te dejaríamos ir sola, Vick. — Luck tomó sus cosas y le dio una cálida sonrisa a su hermana.
Tori sintió como su corazón se apachurraba y sentí algo de culpa por haberlos llevado con ella.
Por un momento pensó en avisarle a Carl que se iba, pero borró esa idea rápidamente, tal vez a él niño no le importara tanto sobre lo que hacía. Y no quería ser abrumadora con el.
El camino al pueblo era algo silencioso e incómodo, pero tal vez solo para la pequeña, pues Megan, quien estaba a su lado estaba muy a gusto en los brazos de su hermano.
Un pensamiento paso por la mente de Tori, se imaginó a Carl y a ella abrazados de esa manera y con el mismo cariño, pero cerró sus ojos y eliminó esa imagen de su mente tan rápido como pudo, no sabía por qué de repente todo eso le pasaba, tal vez era verdad que Carl le gustaba, siempre le pareció lindo y amable, era divertido e interesante hablar con el.
Volteo a ver a Megan nuevamente, y noto el collar con perla que tenía en el pecho y recordó como había nombrado su madre.
— Meg... — murmuró Tori solo para ella y su hermana.
— ¿Qué pasa? — preguntó la rubia inclinándose para quedar cerca de la castaña.
— Llamaste a Rachel "mamá". — respondió la menor con tranquilidad. No quería avergonzarla o hacerla sentir culpable por algo que no pudo evitar.
— Si... — Megan cerró sus ojos por unos segundos para pensar. — Extraño a mi mamá, y tal vez Rachel se ha vuelto una madre para mi, ¿no te molesta?
Tori sonrió y negó rápidamente con la cabeza, le parecía lindo que cada vez Megan se volvía más parte de la familia, los Gallagher la querían, todos de diferente manera e intensidad. Rachel la quería de forma maternal, Luck de forma romántica y Tori de una manera cómplice, era su compañera y hermana.
— Claro que no, ahora eres parte nuestra familia, Meg, y te queremos muchísimo. — la niña dejó caer su cabeza en el hombro de la rubia.
Cuando creyó que estaba por dormirse la voz de Glenn se escuchó.
— Maggie dijo que me ama. — dijo el muchacho con algo de vergüenza. Ambos adultos voltearon a verlo algo confundidos. — Es decir, no lo dice enserio ¿verdad? Tal vez está triste o confundida.
— Creo que es inteligente para saber lo que siente. — comentó Rick con la vista en la carretera.
Rachel se acomodó en su asiento y le dio un pequeña sonrisa.
— Si, ¿Cuál es el problema? — continuó la pelinegra.
— No le respondí. Ninguna mujer me había dicho eso, solo mi madre y mis hermanas. Es diferente. — murmuró el coreano algo preocupado, cosa que hizo sonreír a Tori.
— Eso es algo bueno, y no pasa siempre, disfrútalo. — Rick estacionó la camioneta enfrente de una pequeña plaza al llegar al centro del pueblo.
La conversación de los adultos continuó mientras los 6 bajaron del auto. Se dirigían a un lugar en específico.
— No se queden atrás, niños. — dijo Rachel mientras sostenía su arma por si las dudas.
— ¿A dónde vamos? — preguntó Megan en un murmuró mientras tomaba la mano de Luck con fuerza.
— A la cantina. — Rachel detuvo a los niños y le dio un asentimiento con la cabeza a Rick para que abriera la puerta.
El grupo entró y cerró la puerta detrás de si al ver a Hershel solo y sin peligro.
— ¿Hershel? — llamó Rick algo inseguro dándole una rápida mirada a la pelinegra.
— ¿Vienes solo? — exclamó el hombre sin voltear a ver.
— No, ¿has bebido suficiente? — dijo Rachel mientras se acercaba a él lentamente.
— No. — el trío de niños veía y escuchaba todo con atención.
— Terminemos problema en casa, Beth tuvo un shock. Algo le pasó. — comentó Rick mientras se colocaba al lado de Hershel.
— ¿Alice está ahí? — murmuró inexpresivo.
— Si, pero ella te necesita.
— ¿Qué podría hacer yo? Ella necesitaba vivir el duelo de su madre, y yo le quite eso ahora lo veo.
Rachel les hizo una seña con la cabeza que pudieron interpretar, tenían que dejar de escuchar la conversación, que se ponía cada vez más sentimental.
Megan fue una mesa apartada de la barra donde estaban los adultos, llevándose con ella a Luck y Tori. Cuando se sentaron la castaña empezó a jugar con sus manos nerviosamente.
— Meg... — murmuró la niña, tratando de dejar a Luck a un lado. Megan volteó rápidamente, igual que Luck.
— Murmurar enfrente de la gente es malo, Vick. — dijo el muchacho con una ceja levantada.
— Es que, tú no puedes escuchar. — la niña volteó los ojos intentando ocultar su vergüenza.
— ¿Así que me cambias por Megan?
— ¡Es algo vergonzoso, Luck! — insistió la castaña.
— Déjala, soy su hermana favorita. — intervino Megan con orgullo. El pelinegro arrugó su nariz y guardó silencio por un momento.
— Igualmente escucharé. — canturreó el muchacho.
— Bien, como sea. — Tori suspiró y se acercó a Megan con algo de nerviosismo. — Creo que me gusta Carl.
Megan esbozó una sonrisa y Luck abrió sus ojos como platos.
— No es sorpresa, pero, ¿crees? — preguntó Megan mientras ladeaba su rostro.
— Es que, no lo sé. — Tori se recargó en el respaldo de la silla derrotada.
— Eres pequeña para eso, no te pueden gustar niños aún. — reclamó Luck con el ceño fruncido. Megan le dio un casado en las costillas haciendo que soltara un quejido.
— Tu puedes gustar de quien quieras, Tori, yo lo apruebo, pero todavía falta tiempo para que puedas tener algún novio. — Megan tomó la mano de Luck por debajo de la mesa sintiendo su corazón latir más fuerte.
— ¿Cuando? ¿Cuando tenga 13 o 14? — preguntó la castaña a la defensiva con una ceja levantado.
Luck abrió su boca para decir algo pero la voz alta de Hershel le interrumpió, la discusión había subido de tono. No podían escuchar bien lo que decían por la lejanía de la mesa, aparte no llegaban a gritar, pero si era algo alarmante.
La castaña se sintió mal por estar hablando sobre el niño que le gustaba cuando su madre y sus amigos estaban teniendo una discusión.
Pero de repente dos hombres entraron. Rachel quien estaba algo lejos le dio una mirada alarmada y señaló con la cabeza debajo de la mesa.
Los niños se apresuran a deslizarse debajo de la mesa y el mantel. El corazón de Tori se detuvo al escuchar a el hombre hablar.
— Hijos de perra, están vivos.
Los niños alcanzaban a ver un poco por debajo del mantel de la mesa, y no sabían cómo pero los dos hombres que entraron estaba tomando un trago con los demás.
Conversaban sobre lugares seguros, pero al parecer nada lo era, todo estaba infestado y no había salida. Eso hizo que las esperanzas de Tori se desmoronaran aún más.
Había algo en los hombres que no le daba buena espina, la mirada de su madre era desafiante y profunda, pero cuidadosa, como si estuviera esperando algo. Luck acercó a su hermana a sus brazos cuando un hombre se acercó a orinar al lado de la mesa donde estaban.
Pero no tuvo tiempo de gesticular el asco que sintió, pues el hecho de que habían descubierto la granja la distrajo. Ellos les rogaban por ir, pero su grupo se negaba.
Y algo logró llamar la atención de Tori, Rick dio una mirada cómplice a Rachel, y después un acentimiento de cabeza, segundos después y al mismo tiempo dos disparos hicieron que sobresaltara y soltará un grito ahogado.
Al voltear vio el rostro sin vida de el hombre en un charco de sangre, a su madre con la escopeta aún en alto con una mirada... diferente.
Megan tenía las manos en la boca y algunas lágrimas salieron de sus ojos, Luck abrazó a Tori por los hombros y después guió a ambas niñas afuera de la mesa.
⋆ 𐙚₊˚⊹ 𝘋𝘪𝘢𝘯𝘢'𝘴 𝘴𝘱𝘢𝘤𝘦 •˙ᯓᡣ𐭩.ᐟ
Espero le haya gustado el capítulo y no se les haya hecho aburrido 🥹
Tori ya está entrando en la preadolescia, y ya le gusta Carl, que emoción 🤭
No olviden dejar su voto 🫶🏽
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