Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

₊˚ 010 ༄


「🎢 」─── ◡̈  ❝ Roller coaster ❞ ♡ ;; 🧁 ❜
































˖ ✧° 。。゚・° 。。゚・° 。・° 。。゚・° 。。゚・° 。・˖ ✧

˖ ✧° 。。゚・° 。。゚・° 。・° 。。゚・° 。。゚・° 。・˖ ✧



























EL DIA ERA TRANQUILO, después de la cena nadie se atrevió a decir algo más. Tori estaba en la casa de campaña jugando ajedrez con Luck mientras Megan observaba.

— Alice dijo que podría enseñarme algo sobre medicina. Tengo que decirle a mamá. — Dijo la niña mientras movía su pieza.

— Creo que es algo muy bueno, Vick, necesitamos más doctores, pero ¿estás segura que ya sabes sumar y multiplicar y todo eso? — preguntó Luck mientras veía a Victoria con una sonrisa. Tori abrió su boca ofendida, así que como buena rencorosa le hizo jaque mate más rápido de lo que el niño y Megan pudieron analizar.

— Claro que si. — Murmuró Tori con una sonrisa victoriosa.

— ¡Es mi turno! — Megan empujó a Luck fuera del tablero y se posicionó enfrente de Tori.

Antes de que pudieran decidir el color de las piezas de cada una Rachel entró a la carpa.

— Hola, niños.

— Hola, mamá. — saludo Luck.

— Es hora de sus clases de tiro, Tori, trae tu arco. — dijo antes de salir de la tienda. Los tres niños se vieron emocionados entre ellos y corrieron fuera de la tienda.

Tori corrió a la casa rodante por su arco. Al salir fue con su herman y Megan que ya estaban detrás de Rachel.

— ¿Dónde lo haremos? — preguntó Luck viendo el campo.

— Fuera de la granja. No queremos atraer caminantes. — respondió Rachel mientras caminaba.

Cuando se adentraron lo suficiente en el campo la mujer sacó una manta de su mochila y la colocó en el suelo. Se sentó y palmeó la tela para que sus hijos tomaran asiento.

— Bien, primero la limpieza de las armas. — habló mientras sacaba una pistola de su mochila. — Esto la ayuda a mantenerla en mejor estado.

La mujer empezó a desarmar el artefacto fácilmente después de revisar el cartucho, pero lo hacía lento para que los niños pudieran ver. Lo hizo tres veces seguidas, la armaba y desarmaba hasta que pensó que era suficiente.

— Es su turno. — Rachel le entregó el arma a Luck, este dudo un poco antes de hacerlo. — ¿Estás listo? — El niño asintió, verificó el cartucho y empezó a desarmar torpemente. — Bien, hazlo 5 veces más.

El niño vio a su madre inseguro, está solo asintió dándole ánimos. Luck se tomó su tiempo al desarmar y las dos niñas miraban con atención.
Al terminar Luck le entregó el arma a Rachel.

— Bien. Es turno de Megan. — Megan tomó la pistola con sus manos temblorosas y hizo una pequeña mueca. — ¿Estás segura que quieres hacerlo? — preguntó Rachel y puso una mano en el hombro de la niña tratando de tranquilizarla.

Megan asintió y empezó a desarmar el arma, la armaba y desarmaba una y otra vez. Las primeras veces algunas piezas caían, y no sabía controlarlo, con los intentos pudo manejarla mejor.

— Perfecto, cariño. — La mujer tomó el arma y la puso en las manos de Tori. Tori inhaló y exhaló.

Ella ya sabía hacerlo a la perfección, su padre le había enseñado. Pero no quería decírselo a su madre aún. Cuando empezó a desarmar la pistola flashbacks llegaron a su mente, una tristeza mezclada de enojo llenó su vientre. Trato de no pensar en eso.

Armo y de desarmó el arma a la perfección 4 veces seguidas. Rachel frunció el ceño, cuando Tori acabó y dejó el arma en la manta la mujer la tomó y le dio una sonrisa a su hija.

— Bien, de pie, vamos a tirar. — Rachel se puso de pie al igual que sus hijos y de su mochila sacó latas y cajas poniéndolas encima de un tronco de árbol que estaba tirado por ahí. — Tendrán que disparar ahi, pero antes les enseñare a tomar el arma.

Tori sintió un escalofrío recorrer sus espalda baja. Rachel tomó el arma sin cargar aún, la tomó con su mano derecha y la apretó contra su mano con fuerza.

— Van a agarrar la pistola con su mano domínate. Por lo mientras lo harán con ambas manos para que tengan más equilibrio y puntería. Se sostiene de esta forma. — Rachel mostró como agarraba el arma con sus dos manos, con fuerza y firmeza. Sus puños encerraban el metal, pero su dedo índice estaba libre al lado del gatillo. — Es su turno.

Le entregó el arma a Luck, quien se estaba acostumbrando a tenerla en sus manos. La tomó y apretó con ambas manos, sosteniendo el gatillo.

— No, nunca debes tener el dedo en el gatillo si no estás seguro de que vas a disparar, ¿bien? — Luck asintió y retiró su dedo. — Suéltala en el suelo y vuelve a tomarla otras 3 veces.

Luck asintió y deja caer el arma sobre el pasto, recogió y la tomó por las tres veces que su madre le indicó, la última vez logró hacerlo más fluido y correcto. Rachel sonrió y le entregó el arma a Megan.

Está tomó el arma y con sus manos apretó la pistola, lo hizo muy bien teóricamente, pero sus manos hacía que la pistola temblara y no estuviera firme. Rachel se puso detrás de ella y tomó sus brazos con cuidado haciendo que se quedarán quietos.

— Trata de estabilizar la pistola, no tiene que moverse, ten firme los brazos. — Megan asintió y corrigió su postura. — Bien, hazlo otras 2 veces.

Megan hizo lo que debía y al terminar soltó un largo suspiro. Rachel sonrió y le entregó en arma a Tori, se puso detrás de ella para observar su posición. Tori tomó el arma y la sostuvo en el aire con sus dos manos con demasiada facilidad, aún que su corazón estuviera temblando, y su mente recordando todos los animales que habían muerto en sus manos y por ella, trató de calmarse, su padre le enseñó que al momento de cazar y tomar las armas los sentimientos te hacían débil. Debías pensar con la cabeza fría.

Rachel suspiró y asintió. Le retiró el arma a la pequeña de las manos y acarició su cabeza. De su mochila sacó un paquete con balas dentro. Antes de salir de casa y ir en busca de Silvia había tomado todas sus armas y municiones.

— Tiempo de tirar, no deben hacerlo perfecto, pero esfuércense para tirar las latas. —dijo mientras le entregaba el arma vacía a Luck y la caja de balas. — Toma, cárgala.

Luck sacó el cartucho y lo empezó a llenar de balas. Mientras tanto Tori notó como un caminante se acercaba a ellos. Le dio un codazo a Megan para que volteara.

Megan tocó el hombro de Rachel con desesperación, está volteó y al ver al caminante tomó su arco y rápidamente soltó la flecha, que cayó perfectamente en la frente de él muerto.
Luck había terminado de llenar el cartucho.

— Bien, así es como se quita el seguro. — Rachel tomó el arma y puso y sacó el seguro repetidas veces. Los tres niños veían atentos. — Tendremos que poner silenciador.

Rachel sacó un tubo que Tori pudo reconocer rápidamente, su padre lo colocaba en las armas de caza para no ahuyentar a los animales.

Cuando Rachel terminó de colocar el silenciador quitó el seguro y apuntó a una lata en el tronco. Entrecerró sus ojos y apretó el gatillo. La lata se fue para tras recibiendo el tiro.

Rachel bajó el arma y se la entregó a Luck.
El niño apuntó a la caja con cuidado, Rachel se acercó y acomodó los brazos de su hijo para que tuvieran más firmeza. Al terminar ella asintió en forma de luz verde.

Luck dejó que el tiro saliera después de pensarlo mucho, logró perforar el tronco justo abajo de la caja.

— Estuvo cerca, una vez más. — habló Rachel.

Luck volvió a posicionarse, puso mucha más atención en la mira y disparó. La caja logró caer pues la bala pasó rodando la tapadera. Y considerando que era una caja pequeña lo hizo muy bien.

— Bien, mi niño. — Rachel planeó los hombros de Luck y le dio oportunidad a Megan. — Vamos, Meg.

Megan tomó el arma y dijo su vista en la mira, después de unos segundo disparo, la lata logró caer. Había perforado la lata sin mucho problema. Megan sonrió emocionada y bajo la pistola.

— ¡Perfecto, cariño! - Rachel dio un beso en la coronilla de Megan y le dio el arma a Tori con algo de duda. Ella ya sospechaba que algo andaba mal. — Veamos que has aprendido, Tori.

La castaña asintió y tomó el arma, se posicionó y apretó el gatillo, la lata salió disparada, le había dado justo al centro. Rachel no quería creerlo. No quería creer que su niña había aprendido a hacerlo antes.

— Hazlo de nuevo. — pido la mujer con pesadez.

Tori apuntó al centro de una caja, y cuando disparó esta cayó con una perforación en el centro.














































El camino al campamento fue silencioso, nadie quería hablar. Luck sabía que su madre sospechaba de lo que le pasó a Tori, Tori sabía que su mamá sabía, Rachel sabía lo que pasó con Tori, y Megan, solo era Megan.

— Mamá, Alice me enseñará lo básico de medicina, ¿está bien?

— Si, cariño. Después te enseñaré a tirar con arco ¿bien? — Tori asintió. Rachel fue caminado a la casa de campaña donde estaba Daryl, al entrar lo vio acostado leyendo un libro.

— Hola... — tan pronto cuando llegó y se sentó a su lado sus agrimas empezaron a salir y su garganta se cerró.

— Um, ven aquí. — Daryl se sentó difícilmente y acercó a Rachel a su pecho.

— No, estas lastimado. — Dijo la mujer limpiando sus lágrimas.

— No importa. Tú lo necesitas. — Rachel se acercó más al hombre y se hizo bolita en sus brazos. Empezó a sollozar sin poder evitarlo. — Si, lo sé, sácalo todo.

Ella lloraba por que últimamente sentía que era la peor madre de todas, pero saber que a su hija le habían enseñado a disparar y seguramente la habían obligado, eso significaba que lo de ser mala madre no era reciente, no por el Apocalipsis.

Tal vez ella siempre fue un mala madre.

— ¿Qué pasa? — preguntó Daryl cuando dejó de escuchar los sollozos de la mujer.

— Es solo que... — Las palabras no salían, ella lloraba por todo pero por nada a la vez. — No soy suficiente.

Volvió a esconder su cabeza en el pecho de Daryl. No era la primera vez que soltaba lágrimas frente a él, pero sí que lloraba a ese punto.

— Nadie lo es, nadie. Pero la que nos diferencia es de los otros es que tú si lo intentas y das todo de ti. Yo sé que duele, pero tiene que doler para que deje de hacerlo. — Daryl empezó a acariciar el cabello de Rachel y dio un beso en su frente.

Rachel soltó más lágrimas, no había llorado así desde la noche que perdieron a Amy en Atlanta, pero lo necesitaba.

— Creo que el padre de Tori le enseñó a disparar sin que ella quisiera. — Rachel empezó a toser pues su garganta le dolió del nudo tan grande que tenía. — el siempre fue un estúpido, pero nunca pensé que lo fuera con mi niña.

— Ya veo. Parece que tienes que hablar con ella. - Daryl tomó el rostro de la mujer en sus manos. -
Pero recuerda que el ya no está aquí para hacerte daño a ti o a tu familia. — Rachel asintió.

— Si llego a morir, hazte cargo de mis niños, por favor. — la mujer junto sus manos en modo de súplica. — Tori tiene problemas para dormir, así que hay que regular sus sueño retirándole las distracciones, es una niña inteligente, no tendrás que esforzarte en ponerle tareas, Luck es obediente, pero por favor, no dejes que se hunda mucho en sus pensamientos, es muy propenso a la depresión, por mi embarazo. Megan, no la dejes sola, necesita una familia, si muero dile que fue un hija para mi, no dejes que se separen, diles que los amo. — Daryl se queda callado escuchando todo.

Su corazón se rompía, no quería imaginarse un futuro sin ella. Sus ojos se cristalizaron, Rachel de verdad pensaba que iba a morir.

— Eso no pasará. — Rachel negó con la cabeza, las lágrimas seguían cayendo.

— No, solo promételo, júralo, que serás un padre para ellos. — Suplicó la mujer. Daryl lo pensó y asintió.

— Lo prometo, cuidaré de ellos como mis hijos. — una lágrima cayó por la mejilla del ojiazul. Rachel la limpió.

— Gracias... — dijo entre lágrimas y respiraciones.

— Para eso estoy, preciosa. — Daryl vio los ojos azules de Rachel y no pudo evitar sentir amor por ella, algo que nunca había sentido por alguien, no con esa intensidad. — Te amo...

Rachel se queda estática, pensando en las palabras de Daryl, unos momentos después una sonrisa se formó en ella.

— Te amo, Daryl Dixon.





























































— Bien, primero te enseñaré sobre las precauciones universales, que son de suma importancia en estos días ¿bien? — Alice tomó una libreta y empezó a antojar el título "precauciones universales."

— ¿Qué significa? — preguntó Tori.

— Son procedimientos para evitar el contagio de enfermedades e infecciones. Antes de explicarte quiero que leas este libro. — Alice le tendió un pequeño "libro" que en realidad era un anotador. — Ahí viene todo mi conocimiento sobre el tema, todo es teórico, lee el primer capítulo, cuando lo termines y lo hayas estudiado te haré un examen, hasta que no lo apruebes con 8 no pasarás a la práctica. — empezó a explicar Alice.

Tori asintió con seguridad, eso era lo que ella quería. Tomó el pequeño libro y lo guardó en su pantalón.

— Tienes hasta dentro de dos días para terminarlo. — Alice sacó le entregó la libreta donde anterior mente estaba escribiendo junto con una pluma. — Aquí tienes, te servirá para hacer tus propias anotaciones. Si tienes alguna duda hazme la saber.

— Gracias, Alice. — la mujer sonrió cariñosamente y asintió. - Yo tengo... — Tori trago saliva. — Tenía una tía que era doctora, estaba haciendo sus prácticas, era muy buena.

— Imagino que si, debió de ser tan inteligente como tú, cariño. — respondió Alice con dulzura.

— ¿Cuántos años tienes? — preguntó la niña, estaba aburrida y tenía tantas ganas de hablar con alguien.

— 33, soy algo vieja... — Alice soltó una risa.

— ¡Claro que no! — Exclamó Tori. — Bueno, tal vez un poco. Mi mamá tiene 30, ya es un poco vieja también.

Alice abrió sus ojos sorprendida.

— Ella se ve mucho más joven. Espera, tengo una pregunta, Carl y tú, el te gusta ¿cierto? — cuestionó Alice mientras levantaba una ceja.

Tori sirio y se sonrojo rápidamente. Ni siquiera sabía que era lo que sentía por el niño.

— No lo sé, tal vez, es lindo y gracioso... — dijo nerviosamente.

— Uh, eso ya es un gran paso. ¿Cuentas los días? — preguntó Alice con curiosidad, a Tori le tomó por sorpresa.

— De hecho si, al principio mi tía Andrea y yo lo hacíamos por el cumpleaños de Amy, su hermana, pero ahora solo lo hago por entretenerme. — de repente Tori recordó que su cumpleaños era les siguiente día, sus ojos se abrieron como platos y sonrió. — Mañana es mi cumpleaños.

La niña empezó a dar pequeños saltos en el sillón por la emoción.

— ¿De verdad? — preguntó Alice sorprendida. — Tendremos que celebrarlo. ¿Qué te parece cupcakes?

— ¿De chocolate? — Tori abrió sus ojos por la emoción de probar el chocolate de nuevo, hace mucho no lo hacía, era su cosa favorita en el mundo.

— ¡Si! En la cocina hay cocoa en polvo para poner en la masa. — Respondió Alice con una sonrisa. — ¿Te parece hacerlos en la tarde para que estén listos para mañana?

Tori asintió y sonrió de oreja a oreja, iba a cumplir 11 años en menos de un día, en medio de un Apocalipsis, que cosas.

















































Carl se había recuperado y había caminado por primera vez en el campo descubriendo toda la granja, al lado de Tori.

Ahora estaban sentados en el pasto viendo al cielo, todavía era de mañana y estaba en su máximo resplandor.

— ¿Y ese sombrero? — preguntó Tori con una sonrisa juguetona volteando a ver al ojiazul. Carl sonrió y bajo la mirada.

— Mi padre me lo regaló, ahora soy parte del club. — Carl vio la sonrisa de Tori y no pudo evitar sentir unas cosquillas es su estómago.

— Te queda bien, te vez lindo. — Las mejillas de ambos niños se sonrojaron, evitando hacer contacto visual con el otro.

— Gracias... — balbuceó Carl mientras dibujaba garabatos en la tierra con una rama. — ¿Te puedo contar algo?

— Lo que sea.

— Tengo un arma. — rostro de Carl se volvió inexpresivo, a Tori se le bajó la sangre, no tenía muy buena relación con esas cosas. — Promete que lo dirás. No puedes decirle de esto a nadie, Tori.

La castaña asintió rápidamente. Y vio como Carl levantaba su camisa dejando ver su cinturón, donde llevaba un arma pequeña.

— Bien, se guardar secretos. — la niña trató de sonreír, más bien era una mueca. - Pero de todas formas ¿por qué la tienes?

— Quiero que Shane me enseñe a tirar. — Tori asintió, no estaba de acuerdo.

— No creo que sea buena idea, no tenemos edad para tirar.

— Tu sabes hacerlo. — dijo el niño con el ceño fruncido, no estaba enojado pero si confundido.
Tori guardo silencio, su comentario le había provocado revoltijo en el pecho.

— Yo no quise aprender, el me obligó, tú lo sabes, pensé que lo entendías. — dijo la niña algo molesta. Carl entendió y se avergonzó, bajo la mirada al suelo y asintió.

— Lo siento, no quería hacerte recordar eso. — Tori sintió pena por el niño, se acercó a él y lo abrazó, Carl tomó unos segundos para responderle el abrazo pero al finar lo hizo, su corazón empezó a latir más fuerte. Cuando finalmente se separaron Carl notó una pequeña lágrima en la mejilla de la castaña.

El levantó su mano y limpió su lágrima con cuidado.

— No es por ti, tú eres mi amigo. — Tori se recostó en el hombro de Carl y respiro profundamente. — Mañana es mi cumpleaños.

Carl sonrió ampliamente y tomó la mano de la niña.

— Feliz cumpleaños adelantado, bienvenida al club de los 11 años... — canturreó el ojiazul.

Si que el día de hoy estaba siendo una montaña rusa de emociones.











































Rachel observaba como los aprendices hacían sus tiros, la mayoría aprendía rápido. Su vista se fijó en Andrea, normalmente hubiera ido a felicitarla o hacer algún tipo de comentario positivo, se sentiría orgullosa. Pero en ese momento no sintió nada, ni siquiera enojo.

Se concentró en cómo sus hijos tiraban, Tori con quiso venir y entendió la razón aun que no se la dijera. Megan se volvía cada vez más ágil al momento de atinar al blanco y Luck tenía una técnica muy buena.

Rachel noto como al irse las manos de Luck y Megan se entrelazaron y sonrió, su hijo estaba feliz gracias a ella, recordó cuando todo empezó y el estaba tan triste, y cuando ella llegó no lo volvió a ver deprimido.

Ella lo hacía feliz.



















































La mayoría de la gente fue a aprender a disparar, Tori se encontraba en la casa leyendo su libro de medicina. Hasta que sintió la mirada de alguien.
Cuando volteó vio Alice viéndola con una sonrisa.

— Te estaba esperando, tengo todo listo para tus cupcakes... — canturreó la rubia.

— ¡Si! — Tori dejó su libro en la repisa y corrió a donde Alice se encontraba para ir a la cocina.

— Hola, haremos cupcakes, ¿te unes? Mañana es el cumpleaños de Tori. — Preguntó Alice a Maggie, quien estaba cociendo una blusa.

— Si, por qué no. — sonrió y dejo a una lado lo que estaba haciendo.

— Bien, empecemos con la masa, harina, leche, huevos, azúcar, mantequilla y cocoa.

Tori vio como Maggie y Alice sacaban todo de la alacena.

— Si es mucho gasto de alimentos será mejor que no lo hagamos. — dijo la niña apenada. Sabía cuánto costaba la comida en esos días.

— Un cumpleaños es la más sagrado que hay en el mundo, pequeña. — respondió Maggie mientras ponía harina en el recipiente.

Tori asintió feliz y se acercó a la mesa.

— Toma, tendrás que poner dos huevos, ¿sabes romperlos? — preguntó Alice.

— No, pero podría intentarlo. — la niña tomó los huevos y dio algunos pequeños golpes al hueco contra la mesa justo como veía a su tía Silvia hacerlo, un trago amargo recorrió su pecho, pero decidió ignorarlo y reprimirlo dentro de ella.

Con manos rompió finalmente la cáscara del huevo, regando un poco de la clara sobre la mesa, rápidamente dejó caer el interior del huevo en el tazón.

— Lo siento, lo limpiaré. — Tori se puso de pie y tiro la cáscara.

— Está bien, yo me haré cargo, fue una buena primera vez. — Alice tomó un trapo y limpió la mesa con tranquilidad, al terminar acarició la coronilla de la menor y sonrió.

— Así que, Tori, supongo que Glenn y tu son amigos ¿verdad? — preguntó Maggie de repente, como si estuviese buscando el momento correcto de hablar.

— Si, es muy divertido, ¿por qué? — la niña ladeó su cabeza confundida.

— ¿El habla de alguien más contigo? - Maggie entrecerró sus ojos tratando de no verse tan obvia. — Se que eres una niña y así, pero siento que el aveces también lo es.

Los tres mujeres soltaron una risa, y la pequeña entendió por dónde iba la conversación.

— De hecho, no. Las únicas mujeres que menciona además de ti, son sus hermanas y su madre. Tienes el camino libre. — Tori se acercó de nuevo a la mesa y tomó un segundo huevo.

Maggie sonrió y sus mejillas se tornaron rosas, cosa que Alice notó y no iba a dejar pasar.

— Deberías entenderla Tori, si supieras como se pone a hablar de Glenn en las noches, "Es tan perfecto" "¿Crees que enserio me quiera?" "Es tan tonto que lo amo" — bromeó Alice habiendo su voz muy aguda mientras imitaba a Maggie con una risa atorada en su pecho.

Tori soltó una risa y prosiguió a darle golpes a su huevo con la mesa. Maggie por otro lado, siento un persona rencorosa, no iba a dejar las cosas así.
Metió un mano al saco de harina y lanza un pequeño puño a Alice justo en el rostro, está solo abrió su boca y soltó una carcajada mientras quitaba la harina de su cara.

— Tu no lo hiciste... — dijo Alice con un intento de voz profunda.

— Pues si lo hice... — Canturreó Maggie moviendo su cabeza junto con un sonrisa. Tori, quien observaba todo muy entretenida, derramó su huevo sobre la harina del recipiente.

Alice tomó otro puñado de harina y lo lanzó en el rostro de Maggie, quien agitó su cabeza sacudiendo la harina de su cara.

Tori soltó una risa al ver como Maggie le devolvía la harina. Alice volteó a ver a la niña con ternura, un teniendo su rostro lleno de harina de podía notar como sus mejillas estaban sonrojadas.

— ¿Qué te causa tanta risa, pequeña? — preguntó Alice con la cabeza ladeada. Tori se apresuró a negar con la cabeza aún con una sonrisa en los labios.

— Nada... — murmuró conteniendo una carcajada.

— Eso no parecía hace unos momentos. — replicó Maggie, pasó un segundo y Tori vio como ambas mujeres se volteaban a ver y asentían sus cabezas para luego tomar un puño más de harina la lanzarla al pequeño rostro de Victoria, esta soltó un grito ahogado, limpió sus ojos y se dio cuenta que una pelea de harina había empezado, maldito Glenn.

Las tres cocineras se lanzaban la harina del saco, causando risas, es cocina parecía pleno invierno y una tormenta de nieve, por un momento Tori se olvidó del Apocalipsis, se olvidó de todas las personas que había perdido en el camino, por ahora solo estaba en una pelea de harina en la cocina de alguien que conocieron hace poco, y eso era genial.

En su mente solo estaba el poder atinarle a Maggie, quien esquivaba todas su harinas.

Un ruido se escuchó, una tos, las tres chicas voltearon a ver a la fuente del sonido, era Hershel, un puñado de harina cayó en su rostro, haciéndolo ver divertido, el trío rio, el hombre solo pudo negar y sonreír.

— Limpien esto. — Murmuró en una sonrisa divertida, antes de irse. No podía estar enojado con su hija, su doctora estrella y una niña tan linda y tierna como Tori.

— Si, eso haremos.













































Tori sentada en un tronco en el campamento que habían hecho afuera de la casa de Hershel.

— Toma, guarde algo de fruta para ti. — Dijo Glenn pasándole una canasta con algunas mandarinas y manzanas.

— Wow, ¿quien te dio esto? — preguntó Tori mientras le daba un gran mordisco a una manzana roja, de sus favoritas.

— Maggie... — Tori soltó un risa haciendo que Glenn hiciera una mueca de confusión. — ¿Qué? Es solo que soy muy lindo, no se pudo resistir.

Si la risa de Tori ya era escandalosa ahora lo era un más.

— Si, de eso estoy segura, pero vamos, se que escondes algo. Solo dilo, soy buena guardando secretos. — insisto la castaña mientras baja el tono de voz.

— No, hice un promesa, que ya rompí, y no planeo volverlo a hacer. — Glenn rascó su nuca al recordar haberle dicho a Dale sobre Lori y el granjero.

— Bien, ya vas a querer que te cuente de lo que yo me entere. — dijo Tori viendo mal a Glenn.

— ¿Qué cosas? — preguntó el coreano con curiosidad. — Vamos, Tori.

— No hasta que tú me digas, y es sobre Maggie...— Susurró la niña con un sonrisa orgullosa mientras comía su manzana.

— No puedo, no es cosa de niños. — Glenn volteó sus ojos y suspiró. — Por favor. — Tori suspiro antes de empezar a hablar, Glenn era muy insistente cuando quería.

— No es algo tan significativo, solo que Alice dijo que ella dijo que tú eras tan tonto que te amaba, que le parecías lindo y todo eso. — Glenn se sonrojo y abrió la boca por sorpresa. La niña volteó sus ojos y dejó su manzana en la canasta. — Tu turno.

Glenn asintió nervioso y cerró los ojos tratando de encontrar valentía.

— No puedo.

Tori abrió la hoja de extremo a extremo y los ojos como platos mientras fruncía el ceño. La traición nunca viene de un enemigo.

— ¡Tu eres un traidor! — Tori dio un golpe en el brazo de Glenn. — No te vuelvo a contar nada.

— Lo siento, pequeña, cuando Lori pueda se que les dirá a todos. — los ojos de Tori se iluminaron y sus sonrisa renació.

— ¿Lori?

— Mierda... — murmuró el coreano.



















































Rachel y Lori estaban teniendo una conversación en los establos, alejadas de todo, simplemente eran dos mujeres vulnerables hablando de sus problemas, o lo que sea.

— No puedo ocultarlo más, Rachel. Siento que cada vez es más evidente y no puedo... — Lori cerró sus ojos tratando de calmarse y llevó un- mano a su sien.

Rachel se acercó y puso un mano en su hombro. Ella estaba preocupada por Lori, estar embarazada en ese mundo era muy peligroso, tenían a Alice, pero nada era seguro, nada.

— No tienes que esconderlo, créeme que nadie te juzgará, y si lo hacen me haré cargo. — Lori abrió sus ojos viendo la mirada de Rachel y sonrió con pesadez. — ¿Te imaginas quién es el padre?

Lori negó con la cabeza y bajo la mirada. Tomó asiento en el pasto, Rachel copió su acción.

— En realidad, si, pero es muy malo. — Lori se llevó las manos a la cara y suspiró difícilmente. — Creo que es Shane, es muy pronto para que sea Rick.

Rachel asintió impactada, su corazón empezó a latir un poco más rápido.

— Ese niño estará bien, Lori. Alice es muy buena doctora... — Antes de que la pelinegra pudiera continuar Lori cortó sus palabras con desesperación.

— Promételo, promete que estar bien, promete que esto no es algo pasajero como los otros lugares. — exclamó Lori mientras caía una lágrima solitaria por su mejilla. Sus ojos veían con fé a los de Rachel. La pelinegra solo se quedó callada y Lori asintió entendiendo su silencio.

— ¿Sabías que Hershel quiere que no vayamos cuanto antes? — preguntó Lori tratando de hacer que Rachel hablara.

— Si, pero estamos tratado de hacerlo entender... — Lori volvía a interrumpir sus palabras, sentía que estaba escuchando a Rick por segunda vez.

— Voy a abortarlo. — Dijo antes de ponerse de pie. Rachel se paró rápidamente sin poder procesar bien lo que su amiga acababa de decir.

— ¿Estás segura? Eso es peligroso...

— No, no hagas esto, se las consecuencias. No soy una adolescente, Rachel. Solo... necesito a alguien que me apoye y sepa la realidad de las cosas.

Rachel asintió con la mirada perdida, se acercó y atrapó a la castaña en sus brazos, regalándole un abrazo reconfortante.

























































Tori estaba sentada leyendo su libro en la casa de campaña con Megan a un lado. Cuando dejó su libro para descansar la vista volteó a ver a la rubia, quien tenía puestos sus audífonos.

— ¿Qué escuchas?

Megan se quitó sus audífonos y volteó el caset para observar mejor.

— Taylor Swift, Lover, la mejor de todos. —respondió con una sonrisa en sus labios.

— ¿Quién es ella? — Tori vio el caset confundida, no había escuchado de ella en su vida. Megan abrió su boca sorprendida.

— Tu necesitas escuchar una canción de ella en este momento. — Megan se apresuró a poner sus audífonos sobre los oídos de Tori, lo primero que la pequeña pudo escuchar era la melodía calmada, casi mágica de la canción.

La voz de la mujer era profunda, transmitía un sentimiento, que por alguna razón le recordó a un chico de ojos azules en específico, pero ignoró ese pensamiento.

— Es genial... — murmuró la castaña mientras ponía atención a la letra.

— Lo sé, créeme.

Cuando la canción se acabó Tori se quitó los audífonos poniéndolos en la manta. Su vista fue al rostro con emoción de su amiga. Y de repente un destello es su cuello la hizo voltear. Era una cadena de oro con una perla de dije, era algo grande pero no demasiado para ser extravagante.

— ¿Y ese collar? No lo había visto. — preguntó Tori mientras observaba mejor. Megan sonrió y tomó el dije con sus dedos.

— Oh, este collar... — Megan tragó saliva antes de hablar. — Me lo regalaron mis padres cuando tenía 3 años, no lo recuerdo mucho, pero lo sé. Mi nombre en latín significa perla, creyeron que sería un lindo obsequio.

Tori sonrió y asintió fascinada, pero cuando vio una expresión no tan buena en la cara de la rubia se extrañó.

— ¿Por qué no lo usabas?

— No podía, cada que lo veía lograba recordarlos, recordar sus voces, todo de ellos, así que cuando llegamos al asilo mi hermano y yo, me lo quité. Lo cuidé con mi vida, pero no lo usaba. — Megan tomaba el dije en sus dedos y lo paseaba por la cadena de oro. Mientras su mirada se posaba en los ojos de su amiga, sus mejillas se sonrojaron, le daba un poco de vergüenza admitirlo. — Ahora siento que puedo usarlo y verlo sin sentirme mal, por qué se que tengo una nueva familia, se que te tengo a ti, a Luck y a Rachel...

Tori sonrió y se acercó y tomó en sus brazos a Megan, por la diferencia de tamaño terminó siendo ella la que terminó en su pecho.

— Te amo, Megan. Eres tan fuerte, estoy tan orgullosa de ti, estoy agradecida de haberte conocido. — Megan sonrió y dejó un beso en la coronilla de la niña.

— Te amo, Tori. — la rubia suspiró antes de decir lo que tenía guardado desde hace días. - Eres mi hermana.

Tori sintió como su corazón saltaba de felicidad y emoción, volteó a ver los ojos de Megan con sorpresa, ella no estaba bromeando. Megan de verdad lo pensaba así.

— Y tu eres mi hermana, Meg. — Tori volvió a abrazar a Megan con cariño. Ella de verdad la amaba, justo como a una hermana. Hablar con ella no solo se sentía como hablar con una amiga, ya no.

Había otro tipo de cariño, era un cariño  familiar, y aún que no compartieran la misma sangre, ambas sabían que estaban destinadas a serlo.

— ¡No inventen, lo que tengo que contarles! — exclamó Luck mientras entraba a la casa de campaña rápidamente, se veía alterado.
En cuando vio las caras de Megan y Tori se cuestionó internamente. — ¿Interrumpí algo?

Ambas niñas rieron y negaron con la cabeza.

— ¿Qué tienes que decirnos? — preguntó Megan curiosa.

— Bien, primero, no tienen que decirle a nadie, dos, lo acabo de escuchar, no es un rumor. — empezó a explicar el chico.

— ¡Suéltalo! — suplicó Tori.

— Lori está embarazada y intentará abortarlo, además el granero está lleno de caminantes. — murmuró el pelinegro solo para los tres.

Amabas niñas se miraron entre sí atónitas.
La mente de la menor quedó es blanco, después de unos segundos lo primero que vino a su mente fue Carl.

— ¿Cómo sabes eso? — preguntó Tori luego de pasar saliva como si fuera cemento.

— Digamos que Glenn no sabe ser discreto ni bajar la voz...

— De todas formas, ¿Qué es abortar? — replicó Tori con confusión. Megan y Luck se dieron unas miradas que la castaña no supo interpretar.

— Es un proceso... en donde la mujer que esta embarazada decide dejar de estarlo. Es interrumpir el embarazo, ya sea de forma natural o provocada. — explico Luck intentado usar palabras que la niña pudiera entender.

Tori captó la idea y no supo que pensar, por un lado tenía razón, ningún ser humano merecía nacer o vivir en este mundo, era como condenarlo a vivir una vida llena de dolor.

— Creo que tiene razón en hacerlo. — replicó Tori en un murmuro.

El trío de niños quedó en silencio.






























⋆𐙚₊˚⊹ 𝘋𝘪𝘢𝘯𝘢'𝘴 𝘴𝘱𝘢𝘤𝘦 •˙ᯓᡣ𐭩.ᐟ



Este es por mucho el capítulo más largo que he escrito hasta ahorita, y siento que no está muy bueno 😫

Pero buenooo, les quería decir que no voy a profundizar en la clases de medicina de Tori por que la verdad yo no sé mucho de medicina y así.
Pero si las podrán ver por enzima.

No se que pasa con Rachel que no interactúa con sus hijos, o sea, se enteró de lo que el papá de Tori le obligaba a hacer pero no dijo nada 😭

Amo que Tori y Megan ya sean hermanitas, las amo mil 🥰

Amo que Tori conoció a Taylor Swift y su primer pensamiento fuera Carl, la amo.

Un aplauso para mi que estoy súper activa, por cierto como buena mexicana tengo la garganta súper ronca por haber dado el grito, JAJAAJ

Nos leemos pronto, byee!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro