₊˚ 007 ༄
「 🍲 」─── ◡̈ ❝ The farm ❞ ♡ ;; 🚜 ❜
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LAS LUCES DE LA CASA estaban encendidas, pero todo estaba en silencio, había una tensión en el aire, una muy mala vibra.
Rachel y Tori notaron como la misma chica que había cabalgado en caballa hacia ellos estaba ahi, en la oscuridad de la noche. Pero nadie dijo nada.
— ¿Toco el timbre? Parece que hay personas adentro. — preguntó Glenn cuando pisó el primer escalón del porche.
— Ya estamos más allá de eso, ¿no creen? No hace falta ser educados. — T-dog lucía cansado y muy enfermo. El hombre camino a la entrada de la casa.
— ¿Cerraron el portón al entrar? — habló la mujer, haciendo que Glenn brincara hacia atrás.
— Uh, hola, si, lo cerramos... con seguro y todo. — empezó a explicar nerviosamente, Rachel, quien se suponía iba a presentarlos por ser la persona a cargo, dejó que Glenn empezar a balbucear, se veía tierno. — Bueno, encantado otra vez, nosotros nos vimos antes.
Los niños y Rachel lo tomaron muy gracioso, pero T-dog no, y con razón, se estaba muriendo.
— Oye, vinimos a ayudar, ¿hay algo que podamos hacer? — preguntó desesperado. El chico notó como la mujer veía a su herida vendada insegura. — No me mordieron, pero me hice un corte bastante grave.
— Es verdad, un gusto, soy Rachel Pérez. Solo venimos a dejarlo a él, no queremos molestar más. — dijo Rachel finalmente cuando se dio cuenta que T-dog estaba desesperado. Tori se dio cuenta que su madre ya no usaba su apellido de casada, le dio una pequeña mirada a Luck, quien la veía confundido.
— Lo revisaremos, le diré que llegaron. Soy Maggie Green — contestó más calmada. Tal vez el hecho de ver una mujer le hacía sentir más segura.
— Tenemos analgésicos y antibióticos, por si Carl necesita algunos. — murmuró Glenn sin poder dejar de ver a Maggie.
— Pasen, les daré algo de comer. — Maggie abrió la puerta con una sonrisa y los dejó entrar.
La casa por dentro era de madera, se veía antigua, pero limpia y cuidada. Era la primera casa habitable que el grupo había visto en mucho tiempo.
Al entrar a la habitación de al lado Tori no pudo evitar sentirse mareada, su corazón se empezó a acelerar un poco más. Carl, su amigo, estaba tendido en la cama, estaba demasiado pálido, sus ojos estaba cerrados, se veía cansado.
Sintió como Megan tomó su mano y la acarició tratando de consolar su preocupación.
Al lado de él, sentada en la cama estaba una mujer, por un momento su corazón se detuvo, era parecida a su tía Silvia, pero claramente no podría serlo, ella era tal vez unos dos años mayor que Rachel, era rubia, sus ojos eran azules, era muy linda en realidad, se veía seria y cansada, mala señal. A su lado estaba un hombre mayor en el mismo estado que la rubia.
— Hola... — murmuró Glenn mientras se quitaba su gorra.
— Hola. — Rick se veía pálido, tenía gasas en el brazo, había donado sangre, Lori se veía mal y preocupada.
— Aquí estamos ¿si? — Dijo Rachel, la cual que aferró a los hombros de su hijo, si a ella le pasara eso, nunca más volverían a verla.
— Gracias. — La voz de Rick era casi impredecible.
— Para lo que necesiten. — fue lo último que dijo T-dog para luego salir.
Al llegar a la cocina estaban 6 platos de comida servidos, tenían un olor increíble, era lo más delicioso que Tori podría haber olido siempre, o al menos así se sentía después de sobrevivir de restos por días.
— Muchas gracias por esto, no saben cuánto lo necesitamos. — Dijo Rachel a la mujer que estaba en la cocina.
— Mi nombre es Patricia, es una lástima lo que le pasó a Carl, lo sentimos mucho, Otis no acostumbra a ser así de descuidado. — comentó la mujer algo avergonzada.
— Son cosas que pasan, ¿El estará bien? — preguntó Glenn mientras empezaba a devorar su plato de sopa.
Antes de que alguien pudiera responder ahí estaba la mujer que estaba sentada al lado de Carl hace un rato.
— Buenas noches, mi nombre es Alice Brown, soy cirujana cardio torácica, me gradué con honores en Harvard Medical School, y hice mi especialidad en Stony Brook, de los mejores hospitales, soy la doctora de Carl, el está gravemente herido de bala, no podemos arriesgarnos a operarlo así, mandamos traer un aparato de respiración para poder hacerlo, esperemos llega pronto. — empezó a decir la mujer, su voz era cálida y relajante, segura y clara, hablaba con experiencia.
— ¿Y si no llega pronto? — la pregunta salió de la boca de Tori sin pensarlo, estaba preocupada por el.
— Habrá que operarlo con los riesgos, o... esperar la decisión de sus padres. — El silencio inundó la habitación. Había una presión en el pecho de Tori. — ¿Alguien de tiene sangre tipo A+?
La pregunta de la doctora pareció quedar en el aire, pero la menor logró recordar los veces que estaba en el hospital con su tía Silvia, especialmente la vez que le reveló su tipo de sangre, como olvidarlo, ambas tenían el mismo.
— Yo... — murmuró Victoria con calma.
— Oh, bien, es bueno saberlo, es por si acaso, porque Rick es el mismo tipo de sangre, pero está cada vez más débil. — la mujer suspiró y empezó a servir sopa en un plato aparte.
— Pero ella es muy pequeña para pasar sangre, ¿verdad? — por primera vez Tori vio a su mamá preocupada y a la defensiva desde que todo empezó.
— Si, lo és, solo son propuestas en casos extremos. ¿Usted es su madre? — Alice se sentó en la mesa y empezó a comer.
— Si, soy Rachel Pérez. — la rubia asintió y vio detenidamente el rostro de Rachel, como si estuviera buscando algo. — Si es tan buena doctora, ¿Qué hace aquí?
Se apresuró a preguntarle Rachel nerviosa, su mirada pesada sobre ella la ponía nerviosa.
— Estaba trabajando en la ciudad, cuando quise ir a casa me atore en el tráfico, intenté salir caminando pero no encontré nada, después de días en el bosque Otis me encontró, es un gran hombre y amigo, ojalá lo conozcas. Puedes llamarme Alice. — Algo en su mirada cambió, ya no tenía el porte de una doctora, como lo hacía antes, si no se veía como una persona normal, como cualquier otro.
Tori lo notó y sonrió, su mirada le transmitió confianza, Alice le sonrió a la castaña y esta solo volteó su mirada apenada.
El trío de niños estaban sentados en el suelo de la sala de estar, junto con Rachel a un lado.
— ¿Estás bien? — preguntó Megan a Tori en un susurro para que nadie escuchara. — Sabes que el estará bien ¿verdad?
Los ojos de Tori se cristalizaron, por fin ese nudo en la garganta estaba saliendo, pero no quería llorar tanto enfrente de su familia, no los quería preocupar, así que se controló todo lo que pudo.
— No quiero perder a un amigo más... — murmuró Tori, su voz se había quebrado y lágrimas se derramaron por su rostro. Se escondió en el pecho de Megan y se aferró con sus brazos a ella, intentó no sollozar ni hacer ruido. Megan tomó a la niña en sus brazos y acarició su cabello. Intentando calmarla. — Por favor, cuídate, no quiero perderte a ti también, Meg. — dijo Tori con la voz en un hilo.
— Lo haré, no tienes de que preocuparte, yo siempre estaré aquí ¿si? — Megan tomó la cara de Tori y limpió sus lágrimas para después recostarla en su pecho nuevamente. — Ahora duerme.
La menor cerró sus ojos y trato de dormir, después de unos minutos escucho como Megan le tarareaba una canción.
Tori no pudo conciliar el sueño, veía a la nada mientras se recostaba en el pecho de su amiga.
Se escucho como abrían la puerta del cuarto de Carl y empezaron a hablar voces, entre tanto Tori pudo escuchar la voz de Carl sobre todas ellas, si por ella fuera saldría corriendo a verlo, pero no quería agobiar lo ni a él ni a sus padres, aparte seguramente sus padres querían estar a solas con el.
Derrepente todo sonido y voz se detuvo, solo había el movimiento de una cama.
— ¡Alice, ven rápido, algo pasa! — gritó alguien desde el cuarto, Tori supuso que era el hombre mayor, pues no la reconocía, sintió como la sopa que había comido se le regresaba de los nervios.
Alice que ya estaba en pijama, pasó corriendo por enfrente de los Gallagher para poder llegar rápido a la habitación.
La puerta se cerró y no hubo señal de algo más, el suspenso y nervios están carcomiendo el alma de Tori. Soltó a Megan por un momento y se hizo bolita en el suelo, Megan y Luck estaba dormidos, su hermano tenía su cabeza recostada en el hombro de la rubia. Rachel notó como su hija estaba, se puso de pie y se sentó al costado de Tori.
— ¿Qué pasa cariño? — preguntó Rachel tomando el rostro de Tori en sus manos.
— Es que... — las palabras no salían de su boca, sabía que perder a sus amigos le afectaba, pero sería ridículo decirlo, o al menos así lo pensaba ella, y no quería sonar como una niña frente a su madre, el problema es que lo era.
Antes de que la niña pudiera continuar Alice llegó corriendo a la sala. Y se arrodilló frente a ambas.
— Rachel, Carl acaba de tener un ataque, su sangre no es suficiente y no puede llegar a su cerebro, pude sufrir terribles lesiones, Rick no está listo para seguir donado sangre, podría sufrir un infarto. — Empezó a decir Alice sin tartamudear. — Necesitamos, Carl necesita a tu hija, por favor.
Rachel miró a Alice con recelo, un lado de ella no quería que su hija sacrificara eso.
— ¿Puede hacerle mal a mi hija? No nos hemos alimentado bien en días, Alice. — preguntó viendo a los ojos de la rubia con una mirada asustada.
— No lo creo, ella estará en observación por mi, tendrá el mejor cuidado. — se apresuró a contestar.
— Por favor, mamá, Carl lo necesita. — suplicó Tori, su voz se entrecortó, necesitaba ayudar a su amigo, quería hacer algo por él.
Lori apareció detrás de Alice y vio la escena con lágrimas en su rostro.
— Rachel, mi hijo morirá si no lo hacemos, por favor. — Lori se puso de rodillas frente a la pelinegra y la tomó de los hombros.
Rachel por fin asintió, no lo quería hacer, pero se puso en el lugar de Lori, ella quisiera que hicieran algo así por su hija si en algún momento estuviera en la misma situación.
— Bien, ¿segura que es A+? — pregunto Alice más calmada.
— Si, ella es A+. — Las cuatro mujeres se pusieron de pie y se dirigieron a la habitación.
— Puedes sentarte aquí, pequeña. — Indicó Alice a Tori señalando el sillón en la esquina de el cuarto. Tori tomó lugar y su madre tomó su mano. — ¿Cuál es tu nombre, pequeña? — preguntó la rubia preparando la aguja y el catéter.
— Victoria Gallagher, me gusta más Tori. — contestó nerviosamente.
— Bien, Tori, voy a darte un pequeño piquetito, no te dolerá mucho, ¿bien? — Alice sonrió a Tori cálidamente transmitiéndole seguridad. Tori asintió. — Aquí va.
La pequeña sintió como la aguja atravesaba su piel, trató de no ver, pero se le fue inevitable observar como su sangre salía de su brazo. No era tanto el dolor, si no la impresión.
— ¿Tienes hermanos? — habló Alice tratando de distraer a la niña.
— Si, Luck, el es muy bueno. — Tori sonrió inconscientemente.
— Apuesto a que si, ¿cuántos años tienen? — la voz de Alice era tan pacífica y calmante que la castaña sintió que podía dormir escuchándola.
— El tiene 14 y yo 10, dentro de poco cumpliremos años. — contestó la niña animadamente.
— Eso es genial, le pediremos a Patricia que les haga un pastel, o tal vez un pay, los que ella hacen son deliciosos. — Alice sonrió una vez más, haciendo que Tori se sonrojara, ella era muy linda. — El es alguien especial ¿cierto? Eres muy valiente al aceptar.
— El es mi amigo, no lo quiero perder. — la voz de Tori era clara, haría lo que fuera para mantener estable a Carl. Alice sonrió y asintió.
— Listo, voy a retirarlo y quiero que mantengas este algodón en tu bracito, ¿si?
Tori asintió y sintió la aguja salir de ella, tomó el algodón que Alice había puesto en ella y lo apretó contra su brazo.
— Muchas gracias por esto, de verdad, Tori, se que no es fácil. — dijo Lori mientras abrazaba a la niña, para después abrazar a Rachel. — No tienen idea de lo difícil que es verlo así.
Lágrimas salieron de sus ojo, Rick se acercó y la tomó con sus brazos.
— Lo entiendo, para eso estamos... — murmuró Rachel con algo de culpa por no haber permitido antes que sacaran sangre de su hija.
— En el refrigerador a jugo de naranja natural, Tori puede tomar eso para subir sus niveles, ella estar bien, estaré cerca. — Dijo Alice mientras acercaba el catéter con sangre a Carl. — Dale esto, Hershel, por favor.
André y Daryl buscaban a Sophia en el bosque. Sin señal de nada, solo obscuridad.
— Así que tú quieres a Rachel, de verdad. — Dijo Andrea tratando de romper el incómodo silencio.
Daryl la vio y dirigió su mirada al frente, no era de muchas palabras. — Vamos, solo quiero saber si ella está bien contigo.
Daryl se paró sobre la tierra y la vio.
— Si, la quiero, de verdad. ¿Eso es todo? — suspiró. — Al parecer tú eres la que no la soporta últimamente.
Andrea bufo y sonrió ofendida.
— Eso no es verdad... — al ver la mirada incrédula de Daryl trató de decir algo más. — Es solo que, se esfuerza demasiado en "protegernos" que siento que olvida estar con nosotros. A parte, yo también quiero ayudar ¿sabes? No quiero estar sentada sin hacer nada.
Daryl soltó una risa amarga y siguió caminando.
— Ella hace lo que puede, no puede estar en todo, si no permitimos que ayudes es por que no lo necesitamos, no deberías preocuparte por eso. No vuelvas a criticar a Rachel así, ni a hablarle de la manera que lo hiciste en el bosque ¿bien? Se que son amigas y se conocen de toda la vida, pero no es manera de hablarle, no después de todo lo que hace por nosotros. — Daryl veía el bosque atento mientras hablaba, el de verdad quería a Rachel, y no dejaría que nadie le faltara al respeto.
— Bien, señor. — respondió Andrea apenada.
Cuando Tori volvió se escuchaban quejidos de la sala, estaban haciéndole puntadas al brazo de T-dog. Tomaba su jugo tranquila, su hermano y amiga seguían tirados en el piso dormidos.
— Ellos son lindos juntos. — Le murmuró la niña a su madre.
— Lo son, pero solo son amigos ¿verdad? — le preguntó Rachel con algo de terror a la respuesta, cosa que hizo reír a Tori.
— Eso creo... — era mentira, Tori en realidad pensaba que ellos estaban cada vez más románticos.
— Bien, por qué el no tiene permitido tener algo más que amigas, es mi niño. - reclamó Rachel con una sonrisa. — Y tú tampoco, pequeña, se que quieres a Carl, pero solo eso ¿bien?
La castaña sintió como sus mejillas se calentaban y sus sonrisa se hizo más grande.
— Bueno...
Antes de que algo más pasara Hershel se acercó buscando a Alice. Quien estaba observando las puntadas de Patricia.
— Alice, operaremos. Ven rápido, no queda más tiempo. — dijo el hombre tratando de no perder la calma.
— Entiendo, me lavaré. — Alice arremangó su pijama y corrió al baño. — Patricia y Hershel, ustedes me asistirán. Saquen a Lori y Rick de la recámara, no lo querrán ver. — dijo antes de entrar al baño.
Tori vio como Patricia acababa rápidamente las puntadas y se levantaba de la mesa. Le dio indicaciones a T-dog que no entendió.
Cuando Alice, Hershel y Patricia entraron en el cuarto, al instante una camioneta llegó. Como buena entrometida que Tori era de pudo de pie junto con su madre y vio como Shane bajaba del auto.
— ¿Y Carl? — preguntó mientras soltaba suspiros del cansancio.
— Aún hay posibilidades... — murmuró Rick.
— ¿Y Otis? — cuestiono Hershel al no ver al hombre. Shane negó con la cabeza nerviosamente. Hubo un silencio, el había muerto.
— No le diremos a Patricia. La necesito estable ahora. — Alice fue rápidamente hacia la casa, llevándose a Hershel detrás de ella.
Maggie estaba llorando, Lori puso una mano en su hombro para consolarla, pues el fondo ella se sentía culpable.
Tori y su familia y la familia de Carl esperaban en la sala, impacientes, más que nada la menor, Maggie estaba siendo consolada por Glenn, debió ser difícil para ella perder tanta gente en unos meses, aún que esto ya iba para largo.
Alice entró a la habitación con Hershel atrás.
— Terminamos, el estará bien, está estable, hice lo mejor que pude con lo poco que tenemos. Fue un éxito la operación, tardará unos cuantos días en recuperarse y despertar. — dijo Alice con seguridad mientras veía a Rick y Lori.
— Dios mío, muchas gracias... — Lori soltó un suspiro junto con unas lágrimas. Se abalanzó a abrazar a Alice, quien sorprendida la tomó en sus brazos.
Rick, quien aún estaba algo débil, le dio la mano a Hershel en forma de agradecimiento.
— ¿Cómo le diré a Patricia sobre Otis? — murmuró Hershel. Rick lo miró con culpa.
— Tu ve con Carl, yo iré con Hershel. — Dijo antes de entrar a la cocina con Hershel, donde estaba Patricia.
Los sollozos de Patricia se escuchaban hasta la sala. Tori intentaba leer el primer libro de la saga que había encontrado en el CDC.
— Creo que deberías descansar, cariño. No has dormido bien. — dijo su madre acariciando sus hombros. — Tu hermano y Megan ya están dormidos desde hace rato.
Tori volteó a ver a sus compañeros, y no pudo evitar sentir envidia.
— Lo intentaré... pero, ¿podrías dormir conmigo? — preguntó Tori con algo de tristeza y vergüenza. Hace mucho tiempo no lo hacían, su madre estaba vigilando en las noches, buscando provisiones o haciendo algo, pero no estaba con ella.
La mujer sonrió, sabía que era su culpa que su hija se sintiera así, cosa que hizo que su corazón se rompiera.
— Claro que si, bebé. - Rachel tomó a la niña en sus brazos. — Perdóname...
La niña negó con la cabeza y volteo a ver a su madre.
— No te preocupes, se que lo estás intentando. — respondió Tori, eso era cierto, pero también era cierto que eso no quitaba su dolor.
⋆𐙚₊˚⊹ 𝘋𝘪𝘢𝘯𝘢'𝘴 𝘴𝘱𝘢𝘤𝘦 •˙ᯓᡣ𐭩.ᐟ
Perdón si no se escribir mucho sobre medicina pero lo único que se sobre eso es lo que aparece en Grey's Anatomy 😭
Nos leemos pronto, byee 🫶🏽
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