J Balvin.

[🥀]

Una mujer un poco avanzada de edad entro junto a un chico alto y de cabello castaño, este sonreía mientras se acercaba a su pareja que hace nada acababa de dar a luz una linda bebé.

—¿Y Yunho?— Preguntó el otro castaño. Al más alto se le borro la sonrisa al escuchar aquello.

—Aqui estoy osito, señora— Se confundió al ver a su suegra llorando preocupando al menor.

—M-mamá ¿Y Yunho?— La mayor sollozó.

—Mi niño, Yunho tuvo un accidente— Jongho la miro con terror, enseguida la bebé comenzo a llorar— Yunho murió— Jongho negó mientras sus ojitos se llenaban de lágrimas que pronto salieron de sus orbes.

Yunho que estaba ahí presente estaba plasmado, él no había muerto, él estaba ahí con ellos, estaba conociendo a su niña. No pudo morir el día que su niña nació, ese debía ser el día más feliz de los tres, habían planeado tanto para ese día, no pudo simplemente irse sin al menos decirle “hola” a su niña.

La mujer tuvo que tomar a la bebé al ver qué su hijo no estaba bien, le partía el corazón ver a su hijo de esa forma y justo en el nacimiento de su bebé, de aquella niña por la cual habían luchado tanto.

No pasó mucho cuando una enfermera tuvo que entrar a sedar al menor pues la noticia no la tomo nada bien, y también se llevaron a la bebé.

—Hola hermosa— Por alguna razón la bebé dejo de llorar como si lo hubiera escuchado— Soy tu papá, mi niña— Quiso tocarla pero algo le decía que no podría— Lamentó mucho no haber estado junto a tu papi cuando llegaste y lamento no poder estar contigo y con tu papá Jonggie... Pero te prometo que no los voy a dejar hasta que él consiga a alguien que lo ame casi como yo, mi pequeña Wonyoung, papá te quiere mucho.

[…]

Yunho se encontraba jugando más o menos con su pequeña de ya dos años. El sonido de la puerta siendo abierta llamo su atención, Jongho tenía una gran sonrisa que él conocía muy bien, conoció a alguien.

—¡Papi!— La niña corrió hacia el castaño.

—Mi niña— Beso las regordetas mejillas de su hija.

—Siempre he dicho que sus mejillas son como las de Yunho— El nombrado sonrió con orgullo.

—Por algo soy su papá— Notó que el amor de su vida sonreía con nostalgia pero enseguida paso y eso lo desconcertó.

—Mamá ¿Podrías cuidar a Wonyoung está noche?— La mujer lo miro.

—Osito, a tu mamá nunca le ha gustado que salgas de noche— Cuando el castaño bajo a su hija, él le hizo una seña para que se acercará.

Cuando estaba vivo había leído que los niños no podían diferenciar entre los amigos imaginarios y los fantasmas por supuesto le pareció estúpido hasta que notó que su pequeña si podía verlo y hasta oírlo, e iba a aprovechar aquello para convivir con su niña. 

—Jongho, sabes que no me gusta que salgas de noche— El castaño le sonrió a su madre.

—Lo se mamá, por supuesto que lo sé, pero uno de mis compañeros de trabajo me invitó a cenar y no puedo cancelarle..

—Si puedes— Respondió Yunho mientras jugaba con su hijo.

—Si pueles— Repitió la infante llamando la atención de su padre y su abuela!

—Mi niña— Jongho se acercó a ella y beso su mejilla izquierda.

Yunho tuvo que reprimir el impulso de querer tocarlo, aquello lo frustraba demasiado, no podía tocar a las personas que más amaba. Pudo notar como los ojos de su osito brillaban por las próximas lágrimas que saldrían

—Osito, como te puedo decir que estoy aquí aún lado cuidándote a tí y a nuestra niña...

—Osito— Balbuceó su hija.

—¿Que?— Jongho limpio sus mejillas y miro confundido a su hija— Mi vida ¿Cómo?

—Papá...

—Jongho— Llamo su madre— No crees que es momento de comenzar a conocer gente— Yunho miro a la mujer, comenzó a negar tratando de que su osito lo viera.

—No lo sé— Murmuró.

—No te estoy pidiendo que olvides a Yunho, él fue tu primer amor y es el papá de tu niña, no podrás olvidarlo jamas pero no puedes estar solo aún eres joven alguien llegará— Jongho lo pensó, no podía dejar el recuerdo de lo vivido con Yunho lo había amado como a nadie amaría, pero tenía que seguir con su vida. Y no era para buscarle un papá a su hija, lo iba a hacer por él.

—Supongo...

—¡No! Jongho, osito, aquí estoy amor, osito aquí estoy, te lo suplico mírame, Jonggie mírame— Pero el menor no lo escucho en lo absoluto y se levantó no sin antes besar la mejilla de su hija— Jongho, osito...

[…]

Escucharon el timbre de la casa, Yunho rodó los ojos suponiendo quién era, la dichosa cita de su osito.

—Veamos quien es el tipo que quiere a tu papá— Le dijo a su hija mientras veían como Jongho abría la puerta.

—Mingi— Yunho alzo una ceja al ver al tipo— Llegaste un poco tarde.

—¿Que dices hermosa?— Su hija negó— Pensé lo mismo.

—Lo lamento, hubo un inconveniente, ¿Tú hija?— Señaló a la niña.

—Si, mamá ya me voy— La mujer asintió— Wonyoung, hermosa vuelvo más tarde...

—Yo también vuelvo más tarde— Hablo Yunho mientras salía de la casa para seguir a su osito y al otro.

—Cuando dijiste que tenías una hija no sé porque pensé que era  mentira ¿Que paso con el papá?— Yunho alzo una ceja.

—Estoy aquí y no dejaré que estés con mi osito, él es un poco despistado pero yo no y tú no lo vas a tener— Logro que el de cabello rubio cobrizo sintiera escalofríos.

—Murio— Murmuró.

En todo el camino Yunho se la paso molestando al rubio. Y que decir en el restaurante a dónde llevo a su osito, dónde en ningún momento le pregunto algo de lo cual Jongho se sintiera cómodo, cuando notó que Jongho parecía ajeno decidió hacer algo divertido hizo caer la copa de vino en el costoso traje del rubio y después de alguna forma la comida. Claro que eso desconcertó a ambos pero salvó a su osito de ese tipo que para nada lo iba a armar.

Y así fue con todas las citas que el menor tenía, unos lo citaban para llevárselo a la cama, otros se veían con buena atención pero no aceptaban a su hija y otros no se veían con buenas intenciones aunque aceptarán a su hija, le había hecho una promesa a su hija y lo iba a cumplir. Justo en ese momento estaba en otra cita con un tipo que lo trataba de comprar con regalos costosos.

—Por supuesto que no, este hermoso tesoro ya tiene a su pirata así que guardate ese collar que ni le gusta— Tiro la copa con champagne que aquel pelinegro bebía.

—Mierda— Gruñó el pelinegro.

Jongho suspiro, no comprendía porque en todas sus citas pasaba algo similar, si no era una copa tirada eran las luces que parpadeaban o cosas por el estilo ¿Acaso no querían que siguiera con su vida? Quizás jamás conocería a alguien.

[…]

Jongho miro como su hija jugaba en los columpios y toboganes de aquél parque, se distrajo un poco para ver un álbum de fotos donde estaban las de Yunho, las de él, de ellos juntos y poniendo cada vez más grande de su niña junto a él, sintió nostalgia pues le encantaría que en esas fotos estuviera la persona que amaba y que jamás dejaría de amar. Yunho retiro una lágrima lo cual lo asombro pues el menor lo siento.

—¿Yunho?— El mayor sonrió.

—Hola osito— Murmuró— Lamento mucho no haber estado ahí cuando nació nuestra niña.

—Estas aquí— Yunho negó mientras sonreía.

—Recuerdas todas esas citas fallidas...

—¿Fuiste tú?

—El día que nuestra niña nació le hice una promesa, yo no iba a dejarlos hasta que conocieras a alguien digno— Jongho negó— Es hora de que conozcas a esa persona, no llores osito— Limpio las mejillas del menor— Te amo a tí y a nuestra niña, te pido que le hables de mí.

—Yunho, no me dejes, te lo suplico...

—Osito, te amo y jamás dejaré de hacerlo, ya no estaré contigo o con nuestra niña porque él los cuidará así como yo los hubiera cuidado... Ya dejaste sin supervisión a nuestra niña.

—Yunnie, no, te lo pido...

—Dile que yo la amare desde donde esté, una pequeña cosa, nunca olvides que te amo.

—Tambien te amó, Yunnie.

—Ve por nuestra niña— Beso su frente y pronto Jongho dejó de verlo, volteo a dónde había dejado a su hija.

—Wonyoung— Se levantó al no ver a su hija—¡Wonyoung!— Comenzó a buscar a su hija, llamándola y enterando en pánico al no encontrarla— Mi niña— Murmuró.

—¡Papi!— Volteó, la tranquilidad volvió a él cuando la vio corriendo hacia él, tras de ella un hombre y un niño la seguían.

—Hermosa, no te puedes alejar de mí— La abrazo— Me preocupe mi vida— Miro al pelinegro quien junto al niño sonreían.

—La encontramos siguiendo una mariposa.

—Gracias— Murmuró un poco avergonzado— Soy Jongho y ella Wonyoung.

—Bomin y él es  Daehwi— El infante le sonrió— Es una bonita niña.

—¿Más que yo?— Preguntó el niño.

—Parece atrevido si te invito algo— Jongho sonrió un poco.

—Claro, porqué no— El pelinegro sonrio.

—¿Enserio? Digo, vamos por aquí debe haber algún lugar— El castaño asintio mientras tomaba la manita de su hija.

A unos metros se encontraba Yunho viendo que su osito sería feliz con aquel hombre, debía serlo de lo contrario volvería y lo atormentaria.

Como dato mientras escribía tenía un nudo en la garganta y lloré olvidando que mi papá estaba casi a lado mío 😔👊