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Capitulo 39.


El edredón de la cama absorbió los cuerpos de ambos chicos en cuanto se tiraron encima, provocando un suspiro cargado de alivio.

—La próxima vez, llamaremos un taxi —Sentenció Jeongguk, pasando las manos por su cabello. Cerró los ojos y se quedó quieto, solo disfrutando de estar así.

—¿Podemos ver una película? —La voz de Taehyung se dejó oír susurrante sin ninguna razón específica,

Jeongguk asintió con la cabeza, girándose a mirar a su novio; Taehyung también lo observaba, acomodado de costado, lucía como un cachorro de tigre que tenía unos ojos enormes. Los suaves labios del menor no pudieron mantenerse alejados del chico peli-azul por demasiado tiempo, comenzando con dejar un beso en la punta de su nariz, en sus mejillas, y terminar saboreando el dulzor de su boca que le era tan adictivo.

Taehyung se alejó primero en cuanto el menor colocó una mano en su cuello, y dejó un corto beso en su frente antes de sonreírle. Se notaba un tanto avergonzado, con las mejillas suavemente pintadas de rojo carmesí. A Jeongguk le causó ternura.

—Tú haces las palomitas y yo busco la película, ¿te parece?

—Por supuesto, bonito.

Jeongguk sonrió sin mostrar sus dientes, y el peli-azul desapareció por la puerta, dejando solo al dueño de casa, quien se puso de pie para rebuscar entre sus cosas algún CD interesante que no hubiera visto en compañía de Taehyung. Jeongguk, por obvias razones, ya había visto casi todas las películas que estaban en el mueble bajo la tele de su habitación, pero en realidad quería verlas con Taehyung, y siendo sincero, no le molestaba repetirlas una y otra vez.

Finalmente, decidió colocar en el reproductor una película que pertenecía a su amigo, cuyo título estaba en un idioma que no entendía, posiblemente francés, la dejó iniciada y puso pausa para esperar a que su novio regresara a la habitación, y mientras tanto, aprovechó para cambiar su ropa por un pijama que constaba de pantalones de algodón muy suaves y una camiseta vieja de color negro con estampas de superhéroes con mangas hasta la mitad del brazo.

En el momento que Taehyung regresó a la habitación, se encontró con su novio sentado en medio de la cama, jugando con el control remoto entre las manos.

Sonrió por inercia, simplemente verlo le hacía sentir mariposas en el estómago.

—¿Tienes algo para prestarme, Gguk? ¿Un pijama?

El peli-negro levantó la vista, no había notado la presencia de su novio. Asintió de inmediato, señalando su armario.

—En el cajón hay uno, los pantalones son de tela muy elástica pero no creo que la camisa te quede… puedes usar alguna de mis remeras, la mayoría son mucho más grandes que yo.

Taehyung dejó la bandeja con palomitas de maíz junto al menor, y sin más, se acercó al sitio que le estaba señalando. No fue difícil hallar lo que Jeongguk decía, y le dió la razón respecto a la camisa del pijama: no era de su talle. Rebuscó una vez más hasta encontrar una remera que Jeongguk no solía usar mucho, al menos según la memoria de Kim, y en el mismo sitio donde estaba hizo el amague de desprender sus pantalones.

Sin embargo, recordó que esa no era su casa y el pudor se apoderó de él.

» —Puedes cambiarte ahí, Tae. No pasa nada —Le dijo con gracia, y eso avergonzó un poco al peli-azul porque significaba que el menor lo estaba observando y lo conocía tanto que sabía dónde estaba si cabeza—, cerraré los o-ojos.

El hijo de los Kim vió como su novio cumplía sus palabras, aunque sabía muy en el fondo que era lo menos que quería hacer. Jeongguk tenía una fijación por su piel al descubierto, a pesar de que por situaciones pasadas le llamaba mucho la atención su espalda, muchas veces, quizá de manera inconsciente, pasaba la yema de sus dedos por todo sus brazos, cuello o rostro, siempre con suavidad y dulzura.

Taehyung se quitó el pantalón con rapidez, y en su lugar colocó el pijama liviano que Jeongguk le había prestado, ansiaba por sobre todo meterse bajo las mantas con el menor y mirar la dichosa película antes de que las palomitas de maíz se enfriaran.

(...)

️🔞⚠️

Taehyung se quedó dormido casi a la mitad de la película. No significaba falta de interés en lo que estaban mirando, de hecho la historia era interesante, pero por alguna razón él calor ajeno del cuerpo de su novio le había provocado sueño. Y las caricias que Jeongguk dejaba en sus cabellos azules también, por supuesto.

Jeongguk, por su parte, no fue capaz de cerrar los ojos. Estaba como hipnotizado observando a Taehyung,  le gustaba verlo dormir así tan tranquilo. Tenía una mano en su cabello desde hace mucho tiempo y no la quitaba porque parecía que a el no le molestaba, sentía su suave respiración caliente llegarle hasta la piel de su propio cuello.

Taehyung estaba acurrucado sobre Jeongguk, y eso lo hacía cuando se sentía muy cansado.

En la cabeza del peli-negro resonó aquella frase que era, en cierta parte, la razón por la que no conseguía dormirse. La voz de su novio era perfectamente clara.

«(...) hasta que su olor se pegue a mi».

En su mente, Jeongguk solo podía pensar en una sola cosa para que algo así ocurriera. No se sentía para nada orgulloso pero había perdido el control de lo que su subconsciente decidía inventarse. Lo peor, es que tampoco tenía el control suficiente para decidir el momento en el cual su mente podía hacer lo que quisiera, y eso cada vez se convertía en un problema mas grande.

—¿Cuánto tiempo seguirás mirándome? —Preguntó balbuceando.

Jeongguk pestañeó varias veces antes de alejarse unos centímetros de su novio, quien también se movió para estirar un poco su cuerpo.

—Creí... Creí que estabas dormido.

Taehyung bostezó, sonriendo al final para volver a acurrucarse de costado y mirar al menor.

—¿En qué pensabas tanto? Parece que no dormiste nada.

—No pude cerrar los ojos por tu culpa —Fingió su tono de voz como si estuviera molesto, confundiendo a Taehyung.

—¿Mi culpa? —Susurró, viendo la mano del peli-negro acercarse a su rostro para quitarle un mechón de cabello que caía sobre su nariz.

—Es tu culpa por ser tan lindo.

Oh.

Las mejillas de Taehyung se pintaron de rojo carmín, no estaba acostumbrado a que su novio soltara cosas como esa de la nada, pero él siempre sabía qué, cuando, y cómo decirlo para ponerlo nervioso hasta el punto de querer esconderse en una caja opaca.

—Uh-uhm...  Yo tengo un novio lindo también, ¿sabías?.

—No lo conozco, ¿me puedes contar cómo es el?

—Es un niño bastante terco, tiene carácter fuerte y un corazón muy bondadoso. Le gusta mucho ver películas y creo que entre Ironman, Iu y yo no hay competencia —Inevitablemente, ambos rieron. Segundos después, Taehyung se aclaró la garganta para continuar hablando mientras el menor acariciaba con la yema de sus dedos la mejilla de su novio—: Sus ojos brillan como dos estrellas, su piel es blanca y me gusta cuando ríe. También me gusta abrazarlo mucho, poder sentir su cuerpo pegado al mío...

Taehyung tragó saliva en cuanto sintió las yemas de tres dedos ajenos bajar por el filo de su mandíbula, en dirección a su cuello.

» —¿Gukkie?

El peli-negro quitó de inmediato la mano, regresandola al costado de su cuerpo, y sonrió cerrando los ojos por unos segundos. Malditamente avergonzado.

—¡Oh, la película! —Exclamó, acomodándose otra vez en la cama para prestar atención.

Taehyung solo se rió, abrazando a su novio por los hombros para continuar mirando la película.

Las manos del muchacho bajaron a su cintura en medio del beso, que pasó de dulce e inocente a fogoso en cuestión de segundos, y continuaron su camino hasta presionar los glúteos redondos de su acompañante, haciendo que gimiera. Dos pestañeos más y la protagonista se quitó el vestido, y él prácticamente le arrancó el sostén rosa de encaje.

Jeongguk apagó la televisión rápidamente.

—N-no recordaba que pasara eso en la película. Es decir, Jimin no me dijo, s-solo la recomendó —Jeongguk se apresuró a explicar avergonzado, sentándose en la cama.

Taehyung guardó silencio, todavía mirando la pantalla apagada, recostado junto al menor. Jeongguk no comprendía por qué no hablaba ni se movía.

» —¿Tae? ¿Qué pasa? —Apoyó las manos junto a las caderas contrarias y se interpuso entre la tele, como si buscara algo en sus ojos—. Y-yo lo siento, no…

El peli-azul movió levemente sus pupilas y Jeongguk percibió que esa vez él si lo estaba mirando.

Pero la intensidad de sus ojos… hicieron a Jeongguk tragar saliva. Y cuando por inercia se humedeció los labios, Taehyung no se resistió a inclinarse unos centímetros y besarlo.

Nada de sutileza o ternura. Jeongguk sintió que Taehyung quería comérselo entero, obligándolo a abrir un poco más que de costumbre la boca para ingresar su lengua. El peli-negro no se opuso a lo salvaje y repentino del encuentro, y en realidad, lo estaba disfrutando incluso más que quien lo había iniciado.

Con un solo movimiento el peli-azul hizo que su novio se recostara otra vez sobre la cama, con la cabeza reposando en la almohada. Se acomodó entre sus piernas, y por mero instinto Jeongguk lo apretaba hacia sí mismo con la mano que no estaba metida dentro del pijama del chico. No abandonó nunca sus labios, chupandolos o mordiendolos, al igual que su cuello.

Cuando Jeongguk intentó agarrar el elástico del pantalón con claras intenciones de quitarselo, Taehyung se quedó quieto. Como si ese fuera un interruptor que le devolvía a la realidad.

—¿Estás seguro de esto?

—¿Realmente quieres hacerlo o no?—suspiró dejando caer las manos a los costados de su cuerpo, apretó los labios.

—Por supuesto que quiero, por dios, no he dejado de pensar en eso y sabes que he ido mucho al psicólogo por ese tema ──Lentamente, el peli-azul asintió con la cabeza──. Pero no… No tiene nada que ver con la película. ¿Sabes? ──Se apresuró a dejar en claro para evitarse algún malentendido.

Entendía a Taehyung, pero ya era el colmo de la situación. Jeongguk quería darle un suave golpe en la cara, si tenía que ser sincero, pero se veía tan lindo con algunos cabellos pegados en la frente, las mejillas rojas y los labios hinchados que no pudo.

──Lo sé, para mí tampoco tiene que ver con la pelicula. Es solo que... ──Suspiró, acariciando la mejilla derecha del menor con el dorso de sus dedos──, necesitaba oír tu consentimiento en voz alta. Tal vez era muy rápido... Y quería saber cómo te sientes tú.

Jeongguk se tomó unos segundos para responderle a su novio, le temblaba el corazón. Taehyung eran definitivamente el novio perfecto, y era irreal porque hasta hace unos meses atrás nunca habría creído que él, con su condición, podía ser amado sin lastima por alguien que no fuera su madre.

──Malditamente vivo, gracias a tí ──Y ante su sonrisa, ambos volvieron a lo que estaban haciendo antes.

Muchas veces cuando era niño pequeño de cinco a doce años, Jeongguk sintió que él no era como los demás chicos que veía. Ellos sonreían y tenían mucha energia; él, simplemente no quería mover su cuerpo de la cama. Era como si... Él estuviera muerto. Mantenía la mirada fija en cualquier punto, el rostro inexpresivo, si no fuera por Jieun ni siquiera se hubiera bañado en todos esos años porque lo único que Jeongguk quería era desaparecer. Muchos años después, sesiones terapeuticas y pastillas bajo prescripción, Jeongguk había dejado el anhelo de morir, la psiquiatra retiró las pastillas, y el adolescente era alguien completamente diferente.

Sin embargo, eso no significaba que se sintiera en un cien sobre cien, y era muy consciente de que tal vez eso fuera imposible.

Había superado el evento traumático del accidente y la muerte de su padre, y el no sentirse parte de la sociedad, pero su problema restante era que no le funcionaba mucho la parte de hacer amigos, y todavía seguía con las clases en línea.

Conocer  al vecino fue algo fuerte, por primera vez sentia que sus emociones se manifestaban cuando ellas querían y reprimirlas no funcionaba como con las demás personas (su madre y el doctor Choi). Aunque eso también trajo sus cosas... Hacía mucho tiempo desde que Jeongguk no pensaba de más sobre su aspecto físico o se torturaba con que nadie podía enamorarse de él porque era un lisiado.

Pero Kim Taehyung había demostrado ser una persona muy amable con él, la única que desde la primera vez que se vieron jamás transmitió con sus ojos ese sentimiento de lástima para con él. Desde ese momento, muy en el fondo, Jeongguk sabía que nada los separaría, era como si el universo había conspirado para que se juntaran en el momento indicado para ser el apoyo para del otro.

Las manos frías de Taehyung tocando su piel caliente le recordaban que todo era real, que era amado, y por sobretodo, que continuaba vivo.

Esa tarde fue la primera donde Jeongguk agradeció al destino que le dio otra oportunidad, porque irse sin experimentar lo bien que se estaba sintiendo debería ser ilegal.

──¿Puedes n-no encender la luz? ──Em un ruego casi lastimero, cargado de temor, se aferró con fuerza al brazo estirado de Taehyung que intentaba apretar el interruptor.

──Quiero apreciar tu hermoso cuerpo con la luz naranjada muy suave de fondo.

Decirle que aún con la habitación medio a oscuras, con solo besar su piel, su mente había realizado el trabajo, sería todavía más vergonzoso para él.

──Pero... Mí pierna... Ya sabes que... ¡Mh, h-hyung!.

Taehyung no lo dejó de besar en ningún momento entre una palabra y otra, porque solo eran tonterías. Cuando bajó sus labios a su cuello, confirmó lo que venía sospechando desde hace rato: Jeongguk era demasiado sensible en el cuello, abdomen, caderas y muslos. Pasando sus dedos lo hacía temblar, pero besándo esa porción de piel comenzaba a jadear cada vez más.

Para Kim, escuchar gemir a su novio entraba en su lista de diez sonidos favoritos.

» ──Está bien, puedes encender el velador. Por hoy.

Taehyung lo besó fugazmente, apretando el interruptor. Jeongguk se veía precioso ahí recostado, con los labios hinchados esperando su siguiente movimiento.

──Bonito, ¿confías en mí?

Jeongguk asintió con la cabeza, cerrando los ojos en cuanto se dio cuenta de que la mano de Taehyung que descansaba tocando sus cabellos azules bajó por el filo de su mandíbula, pasó por sobre sus maltratados labios, siguió por su mentón, juego con sus pezones y continuó el camino hasta el borde del pantalón que aún no le habían quitado. Sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo, de arriba a abajo y de abajo a arriba.

Otra cosa que también estaba arriba era su querido mejor amigo y fiel compañero. De hecho, sabía perfectamente con lo que Taehyung se encontraría cunado terminó de quitarle esa parte de la ropa: ya estaba mojado.

Jeongguk sentía mucha pena, pero la mirada de Taehyung antes de comenzar a besar sus piernas, parecía... Se mostraba deseoso.

──Tae... ──Murmuró al sentir la lengua caliente de su novio bajar demás por su pierna mala.

Para muchas personas era extraño de ver, pero Taehyung creía que quienes pensaban así era todos unos imbéciles. ¿Que tenía de malo? El solo hecho de que su pierna llegara hasta su rodilla, no era algo para asustar a nadie.

──Ya, pero es que tu piel sabe tan rico~ ──Le sonrió, volviendo a enderezarse entre sus piernas y analizar la situación──. ¿Sucede algo? Tu mirada cambió...

Le brillaban los ojos, pero no tenía lágrimas, y sus pupilas eran más grandes ahora. O tal vez Taehyung estaba viendo mal...

──Cr-creo que necesito que lo hagas de una vez por todas ──Tragó saliva, mirando de soslayo hacia la mesa de luz. Ágilmente con una mano abrió la cajuela y tomó dos paquetes para tirarselos a su novio en el pecho.

Su cambio repentino a alguien menis tímido era solo un mecanismo de defensa, teniendo a Taehyung posicionado entre sus piernas sin los pantalones que ya antes le había quitado, no era de gran ayuda para su problema. Peor ahora que sentía la necesidad de apretar las piernas.

──¿Que...?

Miró hacia abajo, y entendió todo sin escuchar todavía las palabras de Jeongguk, al encontrar aquello que su novio acababa de lanzarle: un condón y un lubricante

──Por favor, ya no lo aguanto. ¡¿Hyung, por favor, puedes metermela ya?! ──Desesperación era poco lo que sentía. No solo su miembro estaba deseoso de liberación, sino que sentía una necesidad indescriptible de algo empujando dentro de su cuerpo cada vez que seguía pensando y tocando disimuladamente a Taehyung por el pecho.

Taehyung sentía que iba a derretirse de amor.

──Tus pedidos son órdenes, bebé.

Sin duda alguna, esa sería la noche más bonita de todas para ambos durante mucho tiempo.

Espero les haya gustado, perdón por la larga espera. Han pasado muchas cosas este último tiempo jeje pero acá estamos.

Tenía solo 800 palabras escritas hasta hace 3 horas y ahora son casi 3mil 😂. Nuevamente, ojalá les guste 💗. No me extendí con toda la escena del final porque es una fic más tirando a tierna y de superación, aunque estás escenas son una parte clave, no quise que fuera tan explícito y ojalá no les moleste 🥺

© Yoonniexjiminie5

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